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LA FERIA

En riesgo la mayoría calificada de Morena

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Fracturas internas debilitarían a la 4T rumbo a 2027, año en que se elegirán 17 gobernadores y los nuevos legisladores de la Cámara de Diputados federal * Venden caro su amor los partidos Verde Ecologista de México y Del Trabajo, que de plano no van a votar en el Congreso por eliminar a los legisladores plurinominales ni por la reducción del financiamiento a los partidos políticos

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Destapadero.

Contaba la abuela Elena de un tal Margarito, de allá de Autlán, a principios del siglo pasado, muy chaparrito y muy enclenque que vestía siempre de levita, entre aquellos hombretones de rancho mal encarados y de revólver al cinto, pero que ninguno se metía con él porque una vez, estando en la cantina, bebiendo su mezcal de tequila en santa paz, se fue a querer burlar de él un valentón, que dijo que lo quería ver bailar y le soltó un balazo a los pies, pero el Margarito sacó de la levita una pistola 22 que de chiquita daba risa y sin decir una palabra, le metió un tiro en la frente al tipo.

El alcalde, el Tomasón, dijo que eso era defensa propia y de ahí pa’l real, nadie nada con él. Historias de pueblo.

 

¿UNA APLANADORA GUINDA?

Algo pasa que hace pensar que Morena llegó para quedarse. Ser el PRI.2 no es su intención manifiesta, pero ser el nuevo partido hegemónico, sí, a la vista de las reformas legales que han impuesto eliminando contrapesos al poder (incluida la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que la elección de jueces y magistrados fue la ensalada para ocultar lo que querían: a los ministros de la Corte… y ya los tienen); más su control del Congreso, su colonización del Tribunal Electoral y ya pronto del INE (si no es que ya, según se ven las cosas).

Juega a favor de ver a Morena como la nueva aplanadora política nacional, que tiene el Poder Ejecutivo federal y eso es mucho poder, sí, pero el incansable pregón de la dama del bastón de palo de que ganó las elecciones del 2024 con el 59.76% de la votación con casi 36 millones de votos (35’924,519), debe matizarse:

Esa votación la alcanzó aliado con el Partido Verde Ecologista de México (4’677,057 de votos), y el PT (3’882,813).

Por Morena votaron sólo 27’364,649, que son muchos, sí, pero comparando con los 98’329,591 de alegres conciudadanos cada uno con credencial de elector, que sí podían votar, resulta que NO votaron por Morena casi 71 millones (70’964,942), casi el doble de los que sí (el 1.89).

Así, resulta que la dama de Palacio se trepó a La Silla con el voto del 27.83% del electorado (no el 59.76% con sus aliados y respecto de los que fueron a votar). Ya no se ve tan arrollador el triunfo. Por eso el Verde y el PT cobran y siguen cobrando la factura política: sin su comparsa nada parecería como parece.

Aunque es impropia la comparación de partido contra alianza, la merecidamente olvidada Xóchitl Gálvez alcanzó el 27.45% de la votación junto con PRI y PRD, frente al 27.83% de la señora Sheinbaum, comparación injusta pero así las cifras adquieren su proporción. Nada de abrumadores triunfos arrolladores, inéditos e históricos. Morena & Cía., ganaron, sí, legal, también, pero nada de perder el sueño.

Para ser un partido hegemónico y poder escribir en el escudo nacional “Sólo nuestros chicharrones truenan”, se tienen que esforzar poquito más.

Mire usted, en el régimen imperial del PRI sí sabían parecer invencibles y así trajeron al país más de 70 años.

En 1924, Plutarco Elías Calles (que sí mataba) ganó con el 84.15% de la votación (que las elecciones en esos tiempos eran de burla, pero puestos a mentir, mentir con garbo y sin medida, ¡qué caray!); en 1936, Lázaro Cárdenas (el héroe de la 4T), se aventó la puntada de decir que ganó la presidencia con el 98.19% de los votos… Ávila Camacho (en 1940), con el 93.9%; en 1958, López Mateos dijo que con el 90.45%; y en 1976, López Portillo con el 100% (ni tuvo contrincante).

Por supuesto, no había INE y la intención es que no haya, sin ser mal pensado, nada más de ver las que en la 4T son capaces de hacer.

Otra cosa que los hace parecer ya invencibles es que gobiernan en 24 entidades (incluida la CDMX), el 75%. Pues sí. Nada más que algo necesita explicación: de los 2 mil 051 municipios (sin contar los que no realizan elecciones, los de usos y costumbre, que son 426), Morena tiene el gobierno de 721, el 29.1%… está raro: votan por Morena para gobernador y no votan para alcalde, raro (por supuesto Morena afirma que gobierna en 1,125 municipios, contando los del Verde y el PT… chistosos).

Todo esto a resultas de la celebración el domingo pasado de la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena.

Convocada para (oficialmente) organizar 71 mil 541 comités seccionales (todo le copian al PRI), su plan “municipalista”, crear comisión evaluadora de incorporaciones (para lavarle la cara y peinar a los chapulines que les convenga incorporar) y la instalación del Consejo Consultivo Nacional. ¿Sí?, pues no: la sesión extraordinaria fue para tratar de blindar las iniciativas de doña Sheinbaum contra el nepotismo y su reforma electoral.

El problema interno de Morena no está fácil, por las tribus y sus pleitos a navaja; y externamente, porque necesita de sus aliados, el Verde y el PT, que de plano no van a votar en el Congreso por eliminar a los legisladores plurinominales ni por la reducción del financiamiento a los partidos políticos, ¡faltaba más!

El impresentable presidente del Consejo Nacional de Morena y gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, advirtió contra las fracturas internas que podrían debilitar a la 4T rumbo a 2027, cuando se elegirán 17 gobernadores y la Cámara de Diputados federal… a confesión de parte…

Así, la iniciativa de la señora de Palacio pone en peligro su coalición de partidos, sin eso pierden la mayoría calificada en el Congreso y no podrían conseguir reformas constitucionales.

Pero es peor: Contra la reducción del financiamiento a los partidos, Arturo Escobar, uno de los líderes históricos del partido Verde, declaró: “Hay que entender los riesgos que tiene un país como México, la forma en que participa el crimen organizado en la definición de candidaturas y en el desarrollo de campañas”. Dijo “participa”, no participaría ni podría participar, no: participa, en presente.

¡Caramba! (por no poner una majadería), eso suena a amago, a advertencia: sígale con sus ideas señora del segundo piso y nosotros jalamos la cobija. Esto va mal (o bien, según cada uno), digan lo que digan los invencibles, van al destapadero.

 

LA FERIA

Efemérides del 1 de septiembre

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No sólo es Informe de Gobierno ni la nueva Suprema Corte * También se celebran: el 310 aniversario de la muerte -en 1715- de Luis XIV, rey de Francia; el Día Internacional de los Primates y el 86 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Histrionismo e impudor.

Tía Lucha tenía una costumbre feíta: cada año hacía una gran fiesta, como de bodas, en el aniversario de la muerte de su esposo, tío Luis.

La criticaban mucho en Toluca, pero había pleitos por conseguir invitación; eran de veras, grandes fiestas. Otro día con tiempo, le cuento más… y verá que tenía razón la tía.

 

DÍA DE MUCHO MOVIMIENTO

El pasado lunes 1 de septiembre es día de efemérides dignas de recordación (así se dice, no haga gestos).

Destacan los acontecidos en nuestra risueña patria que no se pueden dejar de mencionar: 1. Primer Informe de Gobierno de la Presidenta; 2. Instalación del nuevo Poder Judicial, electo por voto popular (así se dice, aunque no sea cierto y si fuera, igual sería de pena ajena); y 3. Inicio del segundo año de ejercicio de la LXVI Legislatura del Congreso de la Unión, aunque algunos mal pensados ya le llaman Circo Unión. Comentemos cuidadosamente uno por uno:

  1. Primer informe de construcción del segundo piso a cargo de la Presidenta: …
  2. Instalación del Poder Judicial del Bienestar: …
  3. Inicio del periodo en el Congreso: …

No dirá usted que este menda no atendió debidamente tan destacados eventos. Bueno, a otra cosa.

Fuentes sin ninguna información que exigieron el anonimato, comunicaron a este juntapalabras que a la Presidenta que reside en el Palacio de los Virreyes, en las primeras horas del lunes le entregaron una tarjeta informativa, haciéndole saber que el 1 de septiembre, día de su Primer Informe, también fue el 310 aniversario de la muerte -en 1715- de Luis XIV, rey de Francia, ‘le Roi Soleil’, el Rey Sol, en confianza.

Los que inventan información y por eso exigen anonimato, dijeron que la señora al principio no entendió por qué le informaban eso, hasta que siempre, según esos que no saben nada, le hicieron notar que Luisito gobernó Francia 72 años y 110 días, por lo que el régimen transformador de Morena & Cía. debe igualar la marca para no ser menos que nadie, pues a la fecha, ni el PRI empata con el Rey Sol, pues el tricolor en sus diferentes presentaciones, estuvo en la Presidencia de la República sólo 71 años (del 1 de diciembre de 1929 -como PNR- al 1 de diciembre de 2000).

Así que, a aplicarse, llevan menos de siete años y les faltan muchos para alcanzar al PRI y luego un esfuercito más, para hacerle trompetillas al rey Luis XIV. No está fácil.

En eso de las efemérides se dan concordancias muy interesantes. Por ejemplo, lo de la instalación del nuevo Poder Judicial coincide con la celebración anual del Día Internacional de los Primates, evento conmemorado desde hace 20 años, cada 1 de septiembre, a iniciativa de la organización Animal Defenders International, con sede en la Gran Bretaña, con el apoyo creciente de diversas sociedades de defensa de los primates superiores e inferiores, en particular de los que están en peligro de extinción, extremo que no debe preocuparnos en México: los nuestros gozan de cabal salud.

Vale la pena mencionar que esa asociación británica, incluye con gorilas, chimpancés, bonobos, orangutanes, micos y otros, a los seres humanos. ¡Bendito sea Dios! Y la cosa va en serio, por eso proponen y no dejan de insistir en la creación del concepto ‘persona no humana’ (en México, ya se les llama a los animalitos todos, ‘seres sintientes’, bonito), pero para los changos han ideado el Proyecto Gran Simio y le insisten de un hilo a las Naciones Unidas para que ya promulgue la Declaración Mundial sobre los Grandes Simios, otorgándoles derechos, pero como los derechos implican obligaciones y los macacos no las tienen, les dicen “intereses fundamentales”.

Esos “intereses fundamentales”, que les corresponden según esos iluminados, por tener cierto de grado de conciencia (como alma, pero apenitas), han llevado las cosas a impulsar el proyecto “comunidad de iguales”, buscando que los simios tengan, entre otros derechos, el de amparo (‘habeas corpus’).

Ruegue usted al Dios en el que crea, que no llegue esa iniciativa a México, porque con su mayoría en el Congreso lo meten a la Constitución y si alguien promoviera una acción de inconstitucionalidad, ya tienen su Suprema Corte del Bienestar… que… pensándolo bien, a lo mejor sería bueno porque podríamos catalogar así a cierto tipo de legisladores modelo Lloroñas… es cosa de meditarlo.

Por cierto, también el 1 de septiembre fue el 86 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial, con la invasión alemana de Polonia y no se le olvide jamás que en esa invasión participó también la URSS (Pacto Ribbentrop-Mólotov), nada más que ellos le entraron hasta el día 17, pero ambos nenes, Hitler y Stalin, provocaron la peor guerra hasta ahora.

Nada más por esa malhadada coincidencia, ya podían nuestros legisladores pasar la fecha de su inauguración de trabajos (es un decir) al día siguiente.

Pero ni se enteran y si alguien se los dice, no faltaría algún tribuno cuatrotero que vociferara que para invasiones, sólo las de ellos.

Es cierto, pregunte usted en la Península de Yucatán a las comunidades indígenas que padecen el trenecito Maya.

Hablando de comunidades indígenas, las primeras actividades de la Suprema del Bienestar fueron la “purificación” de las oficinas de la sede del máximo tribunal del país y la consagración del Bastón de Mando, ambas a cargo de indios (no es grosería) de la alcaldía de Iztapalapa.

Sólo le pido, imagine usted, el escandalazo que hubieran armado los varios noroñas cuatroteros si hubiera sido un cura católico el que bendijera la sede de la Suprema. Nomás imagínelo. Y todo por el indigenismo actuado del Señor de los Abrazos.

Y del bastón de mando de los indios (que no es grosería, caramba), recuerde que simboliza el autoritarismo indígena que no acepta elecciones universales, secretas y en muchas de esas tribus (tampoco es grosería), las mujeres no tienen derecho a votar y ser votadas.

Y el bastón de mando lo incorporarán al logotipo de la Suprema Corte y lo seguirá usando la Presidenta, sin saber lo que representa, sin tener ni la menor idea.

Sí, estamos en tiempos de bufonadas, payasadas, histrionismo e impudor.

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LA FERIA

No es Maya… es el Tren falla

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Que no fue descarrilamiento, que fue un percance de vía debido a una anomalía * Ofende que hasta en una babosada nos mientan * Un tren fuera de carril es descarrilamiento, aquí y en China * Quién es quién en las mentiras

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Caraduras.

A tío Marcelo, tía Rita, su esposa, le caía en todas sus mentiras, nunca fallaba.

Muy viejitos los dos, él le preguntó cómo hacía y ella se lo explicó (ya con cariño): -Siempre te ponías colorado -“ponías”, pues hacía largos años no tenía de qué mentir-, te daba vergüenza, fuiste latoso pero no eras caradura -tan fácil-.

 

AGUA MAGNA Y AGUA PREMIUM

En respuesta a la nota de prensa en la que se consignó que el huachicol goza de cabal salud, presentando fotografías de puestos de venta en carreteras del Estado de México, Querétaro, Puebla y San Luis Potosí, con botes, bidones y grandes cubas de polietileno, la bastonera nacional, titular del Poder Ejecutivo, en su programa matutino de variedades, aclaró que no contenían gasolina, era agua. Punto redondo.

Claro que por respeto a la investidura presidencial hemos de aceptar que era agua, porque todos sabemos el gran negocio que es vender agua a pie de carretera y que por eso la gente sale de viaje llevando cubetas en el coche para ver si tienen suerte y pueden comprar agua, a buen precio, claro… agua Magna y agua Premium, según prefiera el motor de cada quien.

Por cierto: la señora Presidenta agregó que de parte de la prensa, “hay mala leche”. ¿Ya se va a llevar así?, mala leche es un vulgarismo, doñita.

Se le recomienda no adentrarse en el submundo de nuestro florido idioma, se anda arriesgando a que le pregunten si se considera a sí misma la leche o que su gobierno es la leche cuando es a usted a quien se le nota cada vez más que anda de mala leche porque su gobierno es leche de gallina.

Recuerde señora que arrojar la cara importa que el espejo no hay por qué, como escribió Quevedo de la vieja que encontró en un basurero un espejo y al verse estragada y decrépita lo aventó al muladar culpándolo de lo que vio, diciendo: “Bien supo lo que hizo quien te echó donde te ves”. Pues eso, no se enoje con la prensa, señora.

Es posible que ese mentir con descaro, sea una manera de probar a su mentor que ya estando en Palacio, lo sigue queriendo como a nada en el mundo y sigue sus pasos, su caminar. ¡Ajúa!

Si el Señor de los Abrazos mentía con el desparpajo que mentía (no en todo, no exageremos, sólo en casi todo), los del gobierno del séptimo año no lo van a ofender hablando con verdad, no, al contrario, hablarán, hablan, con el cinismo increíble de las mentiras mal hilvanadas que acostumbran.

 

EJEMPLOS DE MENTIRAS

Nos acaban de aclarar que el descarrilamiento del Tren Maya nunca ocurrió y nos lo dijeron desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, mostrando fotos del tren descarrilado, que no estaba descarrilado, no señor, “fue un percance de vía debido a una anomalía, no un descarrilamiento”, explicó con paciencia de santo el general vestido de civil, Óscar David Lozano Águila, director general del Tren Maya, con la Presidenta atestiguando su calidad de fiel cuatrotero… y uno pensando mal por ignorante: ese tren fuera del carril (¡descarrilado!, aquí y en China) no estaba descarrilado, qué bueno que nos sacaron del error.

Ofende que hasta en una babosada nos mientan: ¿qué  pasaba si decían que se descarriló?, nada, digo, además ahí están las fotos… ha de ser por el gusto de vernos la cara como prueba de que tienen poder.

Otra cosa en la que nos mienten es en el número de desaparecidos, asunto sobre el que la ONU ya prendió “focos rojos” sobre nuestro país.

En el gobierno del visitante frecuente a Badiraguato, se hizo por reducir el número de desaparecidos que, según el gobierno (Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas), son más de 131,000; ¿sí?… pues claro que no, entérese: Aparte de desaparecidos el gobierno clasifica a otros que no aparecen como “ausentes”, pa’que se lo sepa.

¿Cuántos desaparecidos hay en México?, no lo sabemos y todo apunta a que no lo sabremos nunca.

Otra mentira -que además festinan por todo lo alto- es eso de que ahora resulta que hay 13.4 millones menos de pobres en este nuestro cuerno de la abundancia.

Y nos lo dicen jugando con ventaja porque saben que casi nadie se va a poner a buscar el informe del INEGI y luego leerlo. Pero hay de esos y en honor a la verdad, debe aceptarse que los cuentan apegados a los criterios del desaparecido Coneval, bueno, pero igual, el reporte del INEG dice clarito que sólo hay 42.3 millones de “población no pobre y no vulnerable”.

Así, sin necesitar un doctorado en nada, se deduce que los pobres son 88 millones (la diferencia respecto del total de la población, 130.3 millones, también según el INEGI). Poquito pobres, medio pobres, pobres, muy pobres, solemnemente pobres, pobres de solemnidad y de pena ajena, sí, en todos los grados, pero todos pobres: 88 millones, no los 38.5 que festeja la madrugadora dama del bastón de palo, como “triunfo de la transformación”.

El triunfo de la transformación es que se redujo la expectativa de vida del mexicano en su primer sexenio al frente del país. Dicen los que saben que se perdieron 4.6 años de vida entre 2019 y 2021 por la pandemia del Covid-19 que todos recordamos lo bien que se atendió.

Así, lueguito el gobierno dijo que ya se había recuperado. No vamos a dudar, sería el colmo pensar que nos iban a mentir en eso. La duda ofende.

Sabido es: Los gobernantes en todo el planeta mienten, pero no construyen todo un proyecto político con mentiras, ni sostienen un gobierno con engaños. Esto que sucede en México no es normal, no lleva a nada bueno.

Nada más piense en qué crédito merecen las declaraciones y argumentos de doña Sheinbaum en sus telefonazos con el Trump, que la escucha abanicándose con las tarjetas en las que su Departamento de Estado le informa nuestra triste y criminal realidad.

Esperemos cualquier cosa de este gobierno, menos que acepte un error ni un delito de alguno de los delincuentes que tiene en su seno.

Parece que leyeron ‘Las mocedades del Cid’, de Guillén de Castro (Siglo de Oro): “es negocio averiguado que el prender el delincuente es publicar el agravio”. Y el agravio aquí es que son cómplices, por eso son caraduras.

 

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LA FERIA

Aires de triunfalismo nunca es aconsejable

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Los jefes de Estado deben conducirse con realismo y ética * El triunfalismo en política es como el alcohol y las drogas, que embriagan y hacen alucinar a sus consumidores y por eso aumenta las probabilidades de errores y resultados negativos, expresa en su artículo Nurys Paulino

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

El basurero de la historia.

La prima Guille (Guillermina) era simpática y bailaba como Ginger Rogers, pero era feíta (muy fea).

Tío Emilio, su papá la adoraba y en el primero de Prepa, compró todos los boletos para hacerla elegir reina del colegio y así fue.

Con vestido de gran cola, capa, cetro y corona de diamantina, presidió el desfile ante el enmudecido público.

Al terminar tiró capa, corona y cetro, y se fue gritándole a su papá: -¡No me vuelvas a hacer esto! -tenía razón.

 

GRAN EMBROLLO POR EL FENTANILO

La muy buena noticia del jueves 31 de julio fue que se prorrogó 90 días la pena de muerte a la economía nacional que se ejecutaría el día 1 de agosto (30% de arancel de castigo de Donald Trump a las exportaciones de México a Estados Unidos).

El patán de la Casa Blanca lo informó en redes sociales y dejó muy claro que “México seguirá pagando el arancel del fentanilo del 25%, un arancel del 25% a los automóviles y un arancel del 50% al acero, el aluminio y el cobre”… y no quita el dedo del renglón: Todo este embrollo es por el fentanilo.

La Presidenta Sheinbaum lo celebró: “El acuerdo alcanzado con Trump salva el T-MEC. Tenemos el mejor acuerdo posible (…)”. Y hay que reconocer que sí le salió bien la cosa. No hay que ser cicateros. Aunque eso del “mejor acuerdo posible”… mmm… otra vez al triunfalismo.

El triunfalismo ese optimismo exagerado, ese aire de superioridad, esa manifestación pomposa de éxito, nunca es aconsejable, menos en cosas de gobierno, ni cuando se trata de un real triunfo, de la feliz terminación de algún asunto, menos cuando es mentira lo pregonado. Aparte, es de mal gusto.

Triunfalismo es cuando la dama del bastón de palo nos dice “es claro y notorio que México avanza en el camino de la prosperidad compartida”; “la economía de México está fuerte, sólida”; “hay más bienestar”; “récord en inversión extranjera”; “el nivel más bajo de desempleo” o cuando al referirse a su propio partido, dijo: “(…) somos el movimiento social y político más fuerte de todo el mundo, de todo el planeta (…)”.

Sí, sí lo dijo, de Morena, el 22 de septiembre de 2024, en su Congreso en la Ciudad de México. Morena aspira a afiliar 10 millones de tenochcas simplex, muy bien, el Partido Bharatiya Janata de la India tenía el año pasado 202 millones de miembros declarados y el Partido Comunista Chino tiene más de 100 millones; y si le parece disparejo comparar con partidos de países tan inmensos, entonces, que se entere la dama del bastón de juguete que el Partido Demócrata de EU tiene más de 45 millones de afiliados registrados uno por uno y el Republicano de allá mismo, más de 36 millones.

El triunfalismo no raramente lleva a caer en el ridículo y a decir frases propias de los cómicos de la lengua.

En estos tiempos de ‘apoteosis de la propaganda’ (frase del gran Amando de Miguel), no pocos políticos y algunos jefes de Estado caen en la tentación boba de ser populares (y algunos gastan carretadas de dinero en encuestas de resultados peculiares, sí, lamenta este menda abollarle el candor, pasa). Nada más que eso lleva directo al triunfalismo que todo lo tapa.

Busque por su cuenta, de Nurys Paulino, su artículo ‘Maldición del triunfalismo político’, en el que dice unas cuantas verdades como puños:  “(…) si bien es comprensible que los líderes políticos busquen resaltar sus logros y ganar apoyo popular, el ego exagerado puede tener consecuencias negativas para la sociedad (…), puede distorsionar la realidad y crea un relato sesgado (…), provoca que los líderes se enfoquen únicamente en los aspectos positivos de su gestión, dejando de lado o minimizando los problemas y desafíos que afronta la sociedad”.

Luego comenta que el triunfalismo en política es como el alcohol y las drogas, que embriagan y hacen alucinar a sus consumidores y por eso aumenta las probabilidades de errores y resultados negativos.

El triunfalismo fue típico de los totalitarismos del siglo pasado; curiosamente, las dictaduras no suelen ser triunfalistas. El triunfalismo es parte de la propaganda que presenta a los líderes como todopoderosos y a sus gobiernos como infalibles; por eso tienen a la mano una batería de culpables designados para achacarles lo que les sale mal y de plano no se puede ocultar.

El triunfalismo no tolera crítica ni acepta errores. Para el triunfalista la verdad es debilidad. No se trata de que los jefes de Estado propaguen el derrotismo entre su gente, no, ni que sean pesimistas, tampoco, mucho menos fatalistas. Nada de eso, pero sí que se conduzcan con realismo y ética.

En las sociedades bien articuladas, en las que el respeto a la ley es lo normal (hay de esas, créalo), con ciudadanía real, el político, el jefe de Estado puede y debe reconocer errores, sabedor de que la honestidad es la mejor receta ante el fallo y cuando hace falta, sin aspavientos, renuncia al cargo.

El triunfalista no acepta el error, lo niega, aunque sea evidente y cuando la cosa apremia, señala a alguno de sus culpables favoritos, todos del pasado.

Recuerde, Presidenta: los británicos, después de poco más de tres años de hilvanar derrotas ante el Ejército de Hitler, lograron un primer gran triunfo, Churchill lo informó al parlamento: “Tenemos una nueva experiencia. Tenemos una victoria, una victoria notable y definitiva”. Y el 10 de noviembre de 1942 soltó en un discurso protocolario:

“(…) El Ejército de Rommel ha sido derrotado. Ha sido aplastado. Ha sido prácticamente destruido como fuerza de combate (…) Ahora bien, este no es el final. Ni siquiera es el principio del final. Pero es, quizá, el final del principio”. Sin triunfalismo.

O sea que sin triunfalismo ni autoengaño: la prórroga de Trump, señora Sheinbaum, si usted se decide a actuar contra los cómplices del crimen organizado enquistados en su gobierno y partido, no sería ni el final del principio.

Recibió un país en ruinas, bañado en sangre, con territorio dominado por la delincuencia, instituciones exánimes y democracia bajo constante ataque de usted y los suyos. Nadie se lo va a decir, señora, esto va a acabar en el basurero de la historia.

Repito, sobre la prórroga Sheinbaum tiene aires triunfalistas. “México ganó”, dijo en su Mañanera del Pueblo del viernes 1 de agosto pasado.

“Por supuesto internacionalmente estamos viviendo una situación compleja porque el presidente de los Estados Unidos, electo por su pueblo, ha tomado la decisión de cambiar el esquema que habíamos vivido hasta el 20 de enero de 2025 en el mundo entero del comercio internacional”, dijo en su conferencia matutina al reconocer que es una situación delicada mantener la relación cordial y en buenos términos con el inquilino de la Casa Blanca.

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