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LA FERIA

Los escándalos del momento, la oportunidad de oro para tomar las riendas

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A deshacerse de tanto lastre y de los traidores * Si no lo hace la Primera Presidenta, pone en riesgo su gobierno… y al país también, pues el Tío Sam no es de fiar

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Mucho miedo.

En aquél Autlán de principios del siglo pasado, contaba la abuela Elena, que un tío suyo dijo a su hijo mayor que se entregara o él lo entregaba, por una fea fechoría que había cometido y andaba averiguando el Tomasón, alcalde de huarache que a tiros impartía justicia pronta y expedita.

Y el hijo le contestó que no sabía que su padre era traidor, pero él lo atajó: -El traidor eres tú, lo que hiciste traicionó a toda la familia -huyó.

El Tomasón regresó con el cadáver atravesado en una cabalgadura. El tío lo enterró en el monte, sin decir dónde. No se volvió a hablar de él. Historias de rancho.

 

LEALTAD MÁXIMA

Hay cosas que todos sabemos qué son, aunque no nos hayamos detenido a reflexionar en ellas. Un caso es la lealtad. Todos entendemos qué es y todos rechazamos su contrario, la deslealtad.

Los pensadores de la antigüedad nada dijeron de la lealtad, tal vez porque de tan obvia, les pareció innecesario su estudio y enseñanza; y sí, es muy evidente: sin lealtad no hay matrimonio, no hay filiación, no hay sociedad, no hay nada, ni ejércitos ni empresas, nada… ni futbol.

Ahora hay por ahí unos que no parecen pensar mucho o que piensan torcido, que se atreven a decir que la lealtad no es una virtud ni un valor sino un patrón de conducta… bueno, que aprovechen.

Es de no creerse a qué extremos se llega intentando erradicar la religión en general y el cristianismo en particular, porque al menos en Occidente, se profese o no alguna fe, todo está empapado en cultura cristiana, herencia indeleble de Roma al mundo… en fin, cada quien.

La cabeza más clara de nuestra especie, opina este menda, el inmenso Tomás de Aquino, no trata explícitamente sobre la lealtad, pero sí sobre la fidelidad, su hermana gemela, y dice (a brocha gorda) que es honrar la palabra dada y los compromisos honestos contraídos, contribuyendo a la convivencia y al bien común, al ser firme cumplimiento de lo justo. Y le cerró la puerta a los que, siendo cómplices, se creen leales. ¡Listo!

Sí, la lealtad no es esa ‘omertà’ de delincuentes de la mafia en todas sus presentaciones -Cosa Nostra, ‘Ndrangheta, Camorra, Sacra Corona Unita, Società Foggiana, la más brutal-, sino la original ‘omertá’ de los sicilianos del siglo XVI, ese no cooperar, colaborar ni informar nada nunca a la autoridad, resistiendo al gobierno español invasor.

Y por cierto, para su acervo del saber inútil, parece que ‘omertà’ es palabra derivada del siciliano ‘omu’ -hombre-, derivada por imitación de la ya en desuso palabra española “hombredad”, hombría…  feministas, absténganse.

En todo, pero muy destacadamente en la cosa pública, en política, la lealtad es un valor básico, no esencial porque no hace la lealtad lo que es la política, pero sí fundamental. Si la traición es siempre despreciable, en política es infame.

Pero hay que andarse con cuidado, porque hay casos en que se da una legítima lealtad a corrientes de pensamiento político que por más equivocadas, inicuas o malvadas que nos puedan parecer, suscitan la fidelidad de algunos y a veces de muchos, que las abrazan creyéndolas correctas.

Un ejemplo para ahorrar explicaderas: el nazismo, ideología fascista enemiga frontal del marxismo, del comunismo (no son lo mismo), de la democracia, antijudía (no diga antisemita, por favor, los árabes también son semitas), partidaria del racismo y la eugenesia, fue en su momento un credo aceptado por no pocos países y pueblos enteros (aunque ahora lo nieguen).

Bueno, pues leales y fieles nazis, se opusieron al atropello a los judíos, al exterminio, al holocausto, eran nazis, no criminales y por eso es que tuvieron que construir cámaras de gas: los soldados se rehusaban a hacer de matarifes. Lealtad a la causa equivocada, a la luz de lo que ahora ya sabemos, no en su momento. Y lo mismo con el estalinismo, ese comunismo asesino y vil que contaba con la veneración de millones, hasta que se supo la verdad, pero mientras, fueron leales, válidamente leales.

Todo esto a cuento de la lealtad todo terreno de la Presidenta Sheinbaum a su antecesor, a la parentela del tipo, sus cercanos operadores políticos o ni eso, sino simples bandidos que estuvieron (y están), al servicio del cuatrotero mayor.

Es muy respetable la manera de pensar de la señora, el izquierdismo lo trae en su ADN, y también se debe aceptar sin malas caras su lealtad a Morena.

Pensemos como pensemos los que no pensamos como ella piensa. Es legítima su lealtad a sus ideas y al partido al que pertenece.

Pero, a ver, si la dama de Palacio, se entera que aparte de como todos entendemos la lealtad, es palabra originada por ahí del siglo XVI, derivada del latín ‘lex’, ley, sí, la lealtad en nuestro idioma, antes significaba apego a la ley.

La lealtad termina donde empieza lo ilegal, lo ilegítimo, lo indebido. Por eso el solemnísimo juramento ante el Congreso y la nación, al asumir la presidencia de este país, es cumplir y hacer cumplir la ley, esto es: la lealtad máxima.

Por la manera en que parece que la señora Sheinbaum entiende la lealtad, es que asume indebidamente el papel de defensora oficiosa de su mentor y del tropel de corruptos, deshonestos, dislocados y torcidos del entorno más cercano, personal y político, de quien ella admira tanto. O teme.

Los escándalos del momento son la oportunidad, tal vez irrepetible, para que doña Sheinbaum tome las riendas y se deshaga de lastre y traidores: quitar del liderazgo en el Senado a Adán Augusto López; echar de Gobernación a Rosa Icela Rodríguez.

También quitar a Mario Delgado de Educación Pública; a Raquel Buenrostro de la Función Pública; a Ariadna Montiel de la Secretaría del Bienestar; al indefendible Octavio Romero Oropeza, hoy en el Infonavit después de desvalijar Pemex.

También quitar a algunos gobernadores, por lo menos a Rubén Rocha de Sinaloa… y por supuesto sacar a Andy de Morena. Sin raspar al de Macuspana.

Si no lo hace pone en riesgo su gobierno… y al país también. El tío Sam no es de fiar.

La Presidenta puede, es cosa que quiera, a menos que tenga razón el fétido Trump y tenga miedo, mucho miedo.

 

LA FERIA

A identificar los celulares para que el gobierno nos cuide

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Los malandrines se darán sus mañas para jamás registrarse y entregar su documentación * Los extranjeros, con el puro pasaporte, podrán adquirir celular * El Tribunal de Justicia de la Unión Europea resolvió que es ilegal la obtención sin distingos y generalizada de datos de usuarios de teléfonos móviles; tampoco en Australia, Nueva Zelanda y en EUA

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Servidumbre.

Tía Tita (Carlota, Carlotita), de las de Toluca, parecía de la CIA, de la KGB, de la Sureté, del MI6 (el británico Military Intelligence, Section 6), de la Judicial.

Vivía espiando a sus hijas, cinco hijas, a las que les revisaba todo (todo es todo, calzones incluidos), no las dejaba hablar por teléfono a solas (en aquellos tiempos sólo había teléfonos fijos, negros) y las interrogaba como para sacar la verdad a Al Capone.

Ya cuarentón este menda preguntó a una de esas primas -ya cincuentona-, cómo habían hecho para vivir así y sonriendo, dijo: -Mintiendo -¡vaya!

 

EN DOS OCASIONES HAN INTENTADO LO MISMO

El gobierno federal ha dispuesto que a partir del próximo 9 de enero, todo tenochca digitalizado debe ir a la compañía con la que contrató su celular, identificarse y dar los documentos que prueben que sí es quien es, que sí se llama como se llama, que sí vive donde vive y probarlo con documentos oficiales como el INE y aparte la CURP. Si no lo hace, le van a cortar el teléfono. Abusado.

El tenochca integrante del gallardo peladaje, previamente domesticado por una vida meneando el rabo cuando se lo manda el gobierno, obedecerá y hará bien, es la ley… bueno, la nueva ‘Ley en materia de telecomunicaciones y radiodifusión’, fresquecita, del 16 de julio pasado.

La justificación del gobierno para tener toda la información de los usuarios de teléfonos celulares es por nuestra seguridad, combatir delitos como la extorsión o el secuestro.

Ya sabe, el gobierno siempre cuidándonos (ya después, si tienen un rato libre, ojalá surtan medicamentos, es una idea).

Ya antes, y con la misma intención, el gobierno en dos ocasiones ha intentado lo mismo.

En febrero de 2009, con el Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (Renaut), que se anuló en abril de 2011, no sólo por el escandalazo de que se vendía en Tepito el registro de usuarios sino porque lejos de disminuir los crímenes que pretendía atajar, crecieron, aparte de que el 40 por ciento de los usuarios nada registraron, ya sin mencionar, sería rudeza innecesaria, que se comprobó que eran falsos buena parte de los datos de los que sí fueron a registrar sus celulares (el tenochca  creativo).

Diez años después, en abril de 2021, segundo intento, con el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut, le cambiaron dos letras, ¡cuánta creatividad!); nueva reforma a la Ley de Telecomunicaciones, nueva orden de registrar todos los celulares, y con la misma excusa, prevenir delitos y perseguir delincuentes de forma más fácil, asegurando que los datos quedarían en custodia de los concesionarios (las compañías de teléfonos), para que no hubiera malos pensamientos contra el gobierno.

Pero, igual, al año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación la declaró inconstitucional y totalmente inválida, entre otras razones, por representar un riesgo al derecho a la privacidad y la intimidad.

Bueno, ya estamos en las andadas otra vez y con el mismo pretexto: cuidarnos el palmito, no vaya un malvado a querer hacernos algo feo. Y ya no tenemos Suprema Corte que les repita que eso es ilegal.

Usted, nosotros, vosotros, ellos, daremos nuestros datos completos, pero le aseguro que los delincuentes no y da grima ver tan a las claras la clase de rudimentario cerebro de nuestros gobernantes y legisladores: mientras el tenochca simplex deberá dar toda su información, los extranjeros solo con su pasaporte obtendrán su celular, fácil.

Tanto esfuerzo resulta ridículo si se acuerda uno que la mayoría de los delitos que se cometen usando teléfono celular, son con llamadas realizadas desde cárceles mexicanas (¿les van a pedir que se registren para que no les corte el servicio Telcel?… seguro, negocios son negocios).

Con toda mala fe, este juntapalabras revisó cómo es la cosa en otros países. Se registra toda la información de los que tienen celular, entre otros, en Irán, Corea del Norte, Arabia, Eritrea, Turkmenistán, Omán, Afganistán, China, Venezuela (pero-por-supuesto), Rusia y otros no muy presentables, por cierto. En Iberoamérica, lo hay en varios países en distintas variantes.

Por el contrario, no hay ese control masivo de datos de usuarios en Alemania, Francia, Italia, España, Polonia, Rumania, Grecia, Portugal, Irlanda, Países Bajos, Estonia, Letonia, Lituania y los demás de la Unión Europea, donde el Tribunal de Justicia de allá, de la Unión, resolvió que es ilegal la obtención sin distingos y generalizada de datos de usuarios de teléfonos celulares. Tampoco en Australia, Nueva Zelanda ni en los EUA.

Saque usted sus conclusiones. De qué lado le gustaría que estuviera nuestro risueño país.

Los del crimen organizado, las bandas de secuestradores y extorsionadores, son malos, muy malos, pero no son tontos. Ya veremos repuntar estratosféricamente la venta de celulares en el sur de los EUA, que funcionan igual de bien en nuestro territorio y también cruzarán la frontera algunos yanquis que por unos dólares comprarán celulares mexicanos sin dejar ninguno de sus datos, sólo con el pasaporte.

Para este menda, es un misterio para qué quiere este gobierno cuatrotero los datos completos de los usuarios de cerca de 158 millones de celulares (al tercer trimestre de este año). Para espiarnos de a uno por uno, no. Y si de veras es para corretear malandrines, resulta sorprendente que primero tengan que fichar a 99 millones de honrados y gentiles tenochcas, dueños cada uno de uno o más celulares.

Lo cierto es que, aun teniendo la más recta intención el actual gobierno federal, quedará vivo el riesgo de que haya filtraciones masivas de información y que (otra vez) se vendan las bases de datos a delincuentes.

Y también que llegue al poder uno no tan santo que, si le pega la gana, podrá usar esa información para suplantaciones de identidad o para controlar opositores, bailándose la guaracha en derechos humanos como la privacidad, la libertad.

¿Cómo estamos llegando a estos extremos?… olvidando que los del gobierno no son nuestros patrones, son nuestros empleados a nuestro servicio.

Comenzó por un dedito… y así vamos, pasito a pasito, a la servidumbre.

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LA FERIA

El pasado de corrupción se queda chiquito ante el actual

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De los muchos casos de privilegios, para muestra sólo dos botones: Dos Bocas y Tren Maya * Sólo el huachicol fiscal se birló 600 mil millones de pesos y se han abierto carpetas de investigación por únicamente 16 mil mdp, según informó Grisel Galeano, dato oficial, no de Reforma ni de TV Azteca

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Presente.

¡Nunca te he mentido!, bramó tío Ernesto cuando tía Marita le pidió el divorcio, entre otras razones, porque era un mentiroso contumaz.

La tía, con cara de “no lo puedo creer”, le recitó -sin tomar aire- unas veinte de las mentiras en que le había caído.

Y el tío, que alegando se trepaba por un chorro de agua, dijo: -Entiende, es por no ser cínico –hay de esos.

 

UN GRUPO GOBERNABA MÉXICO

Caradura, dice el diccionario, es el sinvergüenza, el descarado; hay varios sinónimos, pero estos bastan para entendernos: quienes están transformando a México son caraduras. Y sí lo está transformando, espérese, cuando terminen -si los dejamos- no vamos a reconocer al país.

Dicho lo anterior, por prudencia, supongamos que la señora Presidenta no es una caradura, lo que nos llevaría a concluir que es la mujer más cándida en la historia de México, y que a pesar de tener desde hace poco más de un año toda la información sobre los destrozos causados intencionalmente por su antecesor, sigue creyendo en sus patrañas (y no se le olvide que patraña es la invención urdida con propósito de engañar).

Como sea, el jueves pasado, en su ‘stand up’ cotidiano, le preguntaron sobre su reunión del lunes con quien ya es el nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), José Medina Mora, y la dama del bastón de caramelo dijo que la relación con la iniciativa privada seguirá en términos institucionales.

Y añadió con esa su gracia de sepulturero:

“No podemos regresar al pasado de corrupción, de privilegios, donde había un grupo que gobernaba México. México lo gobierna su pueblo. En México quien manda es el pueblo, porque esa es la democracia, esa es la verdadera democracia”.

Por esta ocasión, este su textoservidor, no dirá nada de la parte cómica de la respuesta, eso de que el pueblo gobierna.

Atendamos sólo a lo primero:

“No podemos regresar al pasado de corrupción (…)”. ¡Ay, señito!, viera usted que nos iba mejor.

Los corruptos de antes no tenían la protección presidencial y… bueno, a querer o no, robaban menos.

En ese pasado un asunto como el huachicol fiscal era imposible y nada más en ese chistecito se birlaron 600 mil millones de pesos según informó Grisel Galeano el 3 de octubre pasado, su procuradora Fiscal de la Federación, suya, de usted, doña Sheinbaum, no es dato del Reforma ni de TV Azteca; y por cierto, según doña Galeano, sólo se han abierto carpetas de investigación por 16 mil millones (el 2.7%).

Y lo del huachicol fiscal es apenas una parte.

Hay otros enjuagues de plano muy descarados; por ejemplo la Refinería Olmeca (Dos Bocas), que se presupuestó en 8,900 millones de dólares (mdd) y costó 20,959 mdd (un sobrecosto que con dólares de a 18, suma la bonita cantidad de 217 mil millones de pesos); y otra vez, doñita, no es información de Loret de Mola sino de Pemex que para conseguir prestado en los EUA, no tiene más remedio que informar a la Comisión de Bolsa y Valores del gobierno de allá (Securities and Exchange Commission); y la Comisión de los EUA no esconde la información, ni la clasifica de seguridad nacional (mala pata, ¿no señito?).

Otro ejemplo de cosas que en ese fétido pasado no sucedían y sí en este luminoso presente, es el Tren Maya, que iba a costar 159 mil millones y salió en 540 mil millones, cualquiera no se equivoca, digo, nada más 381 mil millones de pesos (de los que 341 mil son de los tramos 5 Norte, 6 y 7, a cargo de los militares, chistositos).

Podríamos mencionar más casos de esa inocultable corrupción institucionalizada que se instaló en el país desde la llegado del Pejecutivo a Palacio, pero no hay espacio.

Quede como resumen que, del total de pedidos y contratos, se asignaron a dedo el 80% y que en el primer año de la señora del segundo piso (al 25 de agosto de 2025), de un total de 81 mil 862 contratos, sólo 16,856 se han licitado (el 20.59%; o sea, sigue la mata dando).

De veras, señito, esa corrupción de ese pasado, es de niños de pecho junto a la actual, nada más acuérdese usted, mientras recorre sola, muy sola, los pasillos de Palacio, el escandalazo que fue lo de la casa de la esposa de Peña Nieto, que decían costó 7 millones de dólares… y fue la muerte de ese sexenio, de ese Presidente.

En cambio a su prócer de Macuspana ni un pelo se le movió por los negocios de los amigos de sus hijitos, nada más le recuerdo el contrato con Pemex de 15 mil millones de pesos, de un amiguete de Andy por la renta a 10 años de un barco.

¿Señora Presidenta, en serio se cree usted lo de la “honestidad valiente” de su prócer chancla pata de gallo?… piense usted qué justifica que la compra de las vacunas contra el Covid-19 se haya reservado de dos a cinco años. No fueron cuatro pesos, no, fueron 29,880 millones (con dólares de a 18 pesos); y ni la burla perdonó el Pejehová que anunció muy orondo “total transparencia” en esa compra. Claro.

Dejemos lo del saqueo cuatrotero. Pasemos a la otra parte de lo que dijo ayer la dama del ‘stand up’: “No podemos regresar al pasado (…) de privilegios, donde había un grupo que gobernaba México”. ¡Vaya!

En su sexenio el Pejestorio, por sus presidenciales calzones, otorgó a dedo 735 mil 679 millones de pesos a cuatro empresas: CICSA, de Slim; ICA; Mota-Engil y Grupo INDI.

Y en su primer año, doña Sheinbaum a esas mismas cuatro les sigue dando chambitas para hacer sus trenes -rutas Querétaro-Irapuato y Saltillo-Nuevo Laredo-: CICSA, de Slim, 31 mil 843 millones de pesos; ICA, 14 mil 676 millones de pesos; Mota-Engil, 26 mil 783 millones de pesos; y Grupo INDI, 12 mil 669 millones de pesos. Eso señora, son privilegios.

Nomás por no dejar, eso de que en el pasado “había un grupo que gobernaba México”, es cierto, sí, se acabó, porque hubo cambio de grupo, nada más que, ¡chin, qué pena!, en el nuevo grupo algunos (no tantos, pero no pocos), dice el tío Sam, son cómplices del crimen organizado.

Seguirán mintiendo, no por el gusto de ser desfachatados, sino porque todo en su “movimiento” es mentira.

Dice la Presidenta que no pueden regresar a “ese pasado”, sin ver cuánto daño hacen en este presente.

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LA FERIA

Gertz Manero no era de las confianzas de EU

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El Tío Sam lo tenía en la mira desde que exoneró a Salvador Cienfuegos * El extitular de la FGR no cumplía con las exigencias de autonomía y colaboración que esperan en temas de narcotráfico… y lo del huachicol fiscal colmó el plato de los EUA

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Ballet clásico.

Tío Juan de Dios era un señor de elegante presencia y distinguida personalidad.

Vivía de dar conferencias en colegios de monjitas y parroquias, sobre la familia, las virtudes cristianas y cosas así, siendo que era buen jugador de póker, invencible en el dominó, cliente distinguido de las mejores cantinas de la capital y mujeriego.

Una vez, otro tío le dijo que si no se le caía la cara de vergüenza al dar sus conferencias y muy tranquilo respondió: -Me pagan por hablar, no para dar ejemplo –pues sí.

 

REMEDO DE TODO

Ignora este menda si así sea en todo el mundo, pero al menos en nuestro risueño país, al menos desde 1821, al menos desde 1929, al menos desde 2018, vivimos en una mascarada… tal vez decir parodia fuera más preciso.

No importa, da lo mismo: esto es un remedo de república, de democracia, de política y en los tiempos que corren, una mala pantomima de gobierno que no da ni para simulacro.

Remedo de república porque república es fundamentalmente, el Estado en el que el pueblo es el soberano y aquí, bueno, no siempre, no mucho… a veces nomás tantito.

Porque el verdadero soberano, pero como monarca modelo Luis XIV (el Rey Sol, el de “el Estado soy yo”), es quien sea Presidente de México, por más que desde hace ya casi un siglo lo sea sólo lo que dura su periodo, durante el que es señor de vidas y haciendas, salvo cuando el ‘maximato’ de Plutarco Elías Calles y el ahora ‘minimato’ del prócer chancla pata de gallo, visitante frecuente a Badiraguato, que trae del rabo a la nación.

Remedo de democracia porque en lo electoral vamos en reversa y en lo otro que define a la democracia, la aplicación igual y universal de la ley, pues a veces… a ratos, sin exagerar que luego la gente se cree todo y no es para tanto.

Remedo de política porque la política, esencialmente, consiste en atender y resolver los conflictos sociales (enseña Josep Vallès), cuidando del bien común, mediante instituciones estables de las que el Estado, el gobierno, es la principal (decía Max Weber), y única aceptada por la comunidad para ejercer la coacción, la violencia, para cumplir ese objetivo.

Lo que no es la política es la rebatiña por el poder que en México es, vulgar lucha por dominar instituciones, recursos -dinero, así de vulgar-, controlando a la gente, que pasa a ser cautiva de la voluntad de los políticos, ajena a la sociedad.

Mala pantomima de gobierno, este, el que padecemos desde 2018, porque es una caricatura del viejo priísmo imperial, del que aspiran a copiar su hegemonía y su exitosa permanencia en el poder sin reflexionar en que el tiempo nunca vuelve, ni caer en cuenta que esos gobiernos daban resultados.

La parodia de gobierno que tenemos, por todo lo que todos sabemos -corrupción, políticas injustas, acciones reactivas y erráticas-, se destaca por su ineficacia, su carencia de resultados en todo, desde lo más importante, la seguridad pública -la protección física de la gente-, a la desastrosa educación pública que tenemos, los ruinosos servicios de salud que padecen las mayorías y el abandono de la infraestructura, toda.

El gobierno bufo que tenemos, entrampado en lo grotesco, es la razón del actual estancamiento de la economía causado en primer lugar, por su actitud refractaria, de olvido, de la mayoría de los actores económicos nacionales, no los potentados, no, las micro, pequeñas y medianas empresas que son 99.8% (no es error de dedo: el 99.8%), de los negocios en el país, que son el motor de la economía (a ver cuándo se enteran).

A lo anterior, sume usted sus desatinos en infraestructura y energía, su retorcida y artificiosa reforma al Poder Judicial que no da garantías a inversionistas nacionales y extranjeros.

Por si lo anterior no bastara, también se suma la esquizofrénica hermandad con los peores regímenes de la región -Cuba, Nicaragua, Venezuela-, y los peores políticos y gobernantes del vecindario: Pedro Castillo, el golpista de Perú; Gustavo Petro, marxista y guerrillero en Colombia; Cristina Kirchner, la astuta bandida en Argentina; Nicolás Maduro, el atroz dictador de Venezuela; Díaz-Canel, el dictador designado por el régimen castrista en Cuba; sin mencionar a los políticos de la más feroz izquierda populista española (con los que tienen peculiares arreglos); y todo eso a contrapelo -de atención psiquiátrica-, de nuestra completa dependencia económica de los EUA, vía T-MEC.

Este gobierno supone que tiene agarrado de las barbas al Tío Sam, porque le convenimos como socios… y es cierto, pero si desapareciera el T-MEC, para los EUA sería un inconveniente y para México una debacle, un cataclismo.

Bueno, pensará usted, ¿y toda esta parrafada a honras de qué?… ¡ah!, es por la salida de Alejandro Gertz Manero de la Fiscalía General de la República, ratificación de que todo sigue igual, ni poderes, ni órganos autónomos, ni zarandajas: aquí se hace lo que manda presidencia. Mascarada sin disimulos.

Por cierto, nuestra prensa lo comenta buscando signos de que sea ya un distanciamiento de la Presidenta del que la eligió como sucesora. No es por ahí.

Y son patrañas que el Gertz estaba investigando a los del círculo cercano del Pejehová, era un dócil servidor del gobierno.

Visto así, lo único que explicaría su despido, disfrazado de renuncia para irse mucho allá lejos (a una embajada), sería el tal Trump.

El gobierno de los EUA traía entre ojos al Gertz desde el chistecito de exonerar al exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, en enero de 2021 y desde al menos abril de 2022, fue insistente el rumor de que el gobierno mexicano estaba al tanto de que las agencias de inteligencia yanquis y la DEA lo investigaban.

El tal Gertz no era de las confianzas de los EUA, no cumplía con las exigencias de autonomía y colaboración que esperan en temas de narcotráfico… y lo del huachicol fiscal colmó el plato de los EUA: La investigación la hicieron allá y acá el Gertz se hizo guaje.

La Presidenta, con su discurso del todo ajeno a la realidad y a los actos de su gobierno, recuerda a aquél simpático chimpancé que bailaba ballet clásico.

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