Una misión nada fácil para Adrián Rubalcava y sus funcionarios cercanos * Trabajadores del Metro, bajo el liderazgo de Fernando Espino Arévalo, con la encomienda diaria de seguir dando servicio a millones de usuarios, pese a no tener todas las herramientas necesarias para su cometido
SERGIO M. ROMERO
Los millones de usuarios capitalinos del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que circula rápidamente de norte a sur y de este a oeste, pasando por las alcaldías de la Ciudad de México (CDMX), están ya enterados del nombramiento del nuevo director general del STC de la CDMX, Adrián Rubalcava Suárez.
Es de resaltar que este STC sirve diariamente al menos a 5 millones de pasajeros diarios, quienes viven con el Jesús en la boca, entre el tiempo y la presurosa necesidad en las grandes distancias recorridas para sus actividades, ya sea recorrer de sus hogares al trabajo o de todas las grandes distancias de su actividad social y económica.
El servicio es gracias a la labor de los operadores del Metro para que los usuarios viajen a bordo de los trenes de las 12 Líneas que circulan a lo largo y ancho de la capital de la República y de una estación final en una pequeña parte colindante del Estado de México.
La designación de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, en favor de Adrián Rubalcava como director general del STC, fue gracias a su amplia trayectoria en la alcaldía Cuajimalpa, en donde realizó una brillante gestión que, a juicio de autoridades y vecinos, le permitió reelegirse fácilmente con el beneplácito de tirios y troyanos.
La tarea del nuevo funcionario capitalino es todo un reto, pero tiene las cartas credenciales para salir avante, una función que va acorde a su capacidad profesional, y sus colaboradores directos ya saben lo que implica estar al servicio de esta tarea insoslayable.
En este sentido, la plantilla de personal de “confianza y sindicalizados” podría decirse que es ejemplar, porque su capacidad pragmática técnico-científica ha dado paso a los avances de la circulación y mejoramiento técnico, además de las legítimas ambiciones laborales del personal bajo contrato en la labor de conjunto, que son históricas y vienen junto con pegado, sobre todo en el uso del equipo y la preparación de todo el personal para servir a los 5 millones de usuarios diarios.
En fin, estaremos observando los cambios y la renovación del equipo y crecimiento del servicio que van seguramente a impulsar la nueva estrategia del flamante director Adrián Rubalcava del STC y del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, integrado por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Nacional Autónoma de México y de diversas instituciones estatales del país que han acreditado tener la capacidad para dar un servicio de calidad.
Es innegable que inicia una nueva era en el Metro, en donde Rubalcava y el líder sindical Fernando Espino Arévalo tienen la misión de sacar al Metro de la barranca, y para ello unirán esfuerzos para brindar a millones de usuarios un servicio de calidad.
Capacidad y experiencia la tienen, pero si a eso le agregamos que tienen una buena relación, todo indica que vienen buenos aires de respeto y cordialidad entre Espino y Rubalcava, una situación relevante que no pasó con los anteriores directores del Metro. Que así sea en pro de los millones de usuarios.