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LA FERIA

PVEM, el rey de alianzas cambiantes

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Amenaza romper con Morena * A la Primera Presidenta se le salió decir que lo importante es que votan en favor de sus iniciativas en el Congreso y que las alianzas le corresponden al partido guinda

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Con quién andas.

Se casaba la prima Pepina y de varias partes del país llegaría parentela. Por economía y sentido práctico, se buscó un hotel cercano al salón de fiestas para alojarlos juntos.

Un día estaban a la mesa los papás de Pepina, sus hermanos, unos primos y alguien propuso el Hotel Oviedo, “muy cerca del salón”… y se le salió a Pepina decir: -No, ahí no, son muy chiquitos los cuartos –mirada de hielo de su mamá, silencio general. Pepina, como tomate. Se le salió.

 

MUY DELICADOS LOS VERDES

Últimamente algunos miembros del Partido Verde Ecologista de México han dicho que ya no les gusta su alianza con Morena porque tiene “ratas”. ¡Tan delicados ellos!

En su madrugadora del lunes 8 de septiembre, un imprudente preguntó a doña Sheinbaum qué opinaba de ese posible rompimiento y… bueno, se le salió decir que lo importante es que votan en favor de sus iniciativas en el Congreso y que las alianzas le corresponden al partido.

Pensará un decente lector que no tiene nada de malo lo que dijo la bastonera nacional. Sí… según se vea.

Corre la leyenda alimentada por el poema ‘Un castellano leal’, de don Ángel de Saavedra, duque de Rivas, de cuando en 1526 el emperador Carlos V pidió al marqués de Villena, que alojara en su palacio a un noble francés, el duque de Borbón, que peleó bajo sus órdenes -de Carlos V-, traicionando a su rey Francisco I de Francia.

El marqués de Villena, cuenta la leyenda, obedeció a su rey, -el Carlos-, hospedó en su palacio al traidor, pero cuando se mudó a otros lares, el marqués de Villena mandó incendiar por los cuatro costados su propiedad, con todo y mobiliario: “No profane mi palacio/ un fementido traidor,/ que contra su rey combate/ y que a su patria vendió”, dice el poema.

Leyenda, sí, de cuando el honor era el honor… hasta hace no mucho, no dramaticemos.

Tal vez a alguno parezca muy exagerado eso de quemar la casa porque se manchó al dar hospedaje a un traidor. Además, ni se sabe si pasó (no pasó). De acuerdo. Entonces veamos a algo que sí pasó. Cuentan los historiadores romanos Apiano, Diódoro de Sicilia, Eutropio, Floro y Tito Livio, como bien sabemos, que en lo que ahora es Portugal, entonces ‘Hispania Ulterior’, Viriato, un líder guerrero lusitano, los trajo a mal traer largos años y ganaba todas las batallas en una guerra de guerrillas que los romanos de plano no sabían cómo librar, lo de ellos era el combate de frente, ejército contra ejército.

Entonces Roma, por ahí del año 150 a.C., mandó a un tal Servio Sulpicio Galba, a poner en orden al Viriato. Después de derrotar al levantisco, Galba regresó triunfal esperando su “triunfo romano”, el desfile con gran pompa que concedía el Senado a sus generales victoriosos, procesión con prisioneros y botín de guerra.

Pero supo el Senado que Galba había tendido una emboscada a los lusitanos, ofreciéndoles la paz y tierras fértiles donde asentarse si juraban lealtad a Roma. Que cayeron en el engaño unos 30 mil (se dice), que Galba los recibió amistoso, les pidió que entregaran las armas… y les echó encima a sus legiones, matando a miles -no a Viriato- y a los que capturó los vendió como esclavos.

El Senado juzgó a Galba, lo encontró culpable, no le concedió el desfile triunfal, le quitó el botín y mandó a liberar a los que había esclavizado.

Mandó Roma a otro, el Quinto Servilio Cepión, a enfrentar a Viriato, pero Cepión salió peor: pagó a unos traidores que asesinaron dormido al líder guerrero lusitano.

El remate de esta historia es que en el Senado se supo que Cepión “compró su victoria” (consignó Valerio Máximo), y Cepión a los traidores los traicionó y no les pagó diciendo (dicen que dijo, no hay testigos de fiar): ‘Roma traditoribus non praemiat’ (Roma no premia traidores), frase seguramente inventada.

El asunto aquí es que triunfar no es a cualquier precio. Otra frase que se dice que acuñaron los romanos es la de ‘Roma non sic proelia vincit’ (Roma no gana así sus batallas), repudiando la victoria innoble.

 

EL VERDE, RÉMORA DE LOS PARTIDOS

Ese es el punto. Morena, no, la Presidenta gana así sus batallas, así impone las reformas a la Constitución y las leyes: con el apoyo del partido más fétido del horizonte político mexicano. Y la señora lo sabe y lo considera “importante”, lo que importa.

Fundado en 1986, como Partido Verde Mexicano, en 1993 obtuvo el registro definitivo como Partido Verde Ecologista de México, el Verde.

Casi por milagro no perdió el registro en las elecciones de 1994. Aprendieron la lección y ya siempre han competido aliados como partido rémora con otros partidos.

En 2000 se aliaron con el PAN (con Fox), la ‘Alianza por el cambio’. En 2003 cambiaron por el PRI y se siguieron con el PRI hasta 2018, con Peña Nieto.

En 2018 se cambiaron a Morena, con el Señor de los Abrazos. En 2024 le siguieron con Morena, con doña Sheinbaum.

Todo un récord de alianzas cambiantes sin ataduras ideológicas distintas a mantener el registro y los miles de millones de pesos que ha recibido por prerrogativas.

Al PVEM lo han calificado como “El rey del oportunismo”, “El partido canalla”, y “El partido cínico”.

Es el campeón nacional en multas por violaciones graves, sistemáticas, reiteradas, a la Constitución Política y a las leyes generales electorales (dice el Tribunal Electoral).

Al Verde, su postura de apoyo a la pena de muerte, les costó en 2009 ser expulsado del Partido Verde Europeo, que son 36 partidos de 32 países, y el copresidente del Grupo de los Verdes del Parlamento Europeo, Philippe Lamberts, declaró: “Con ellos (los del PVEM) no podemos andar con ambigüedades”; y anunció que desde ese año estaban fuera de las reuniones de la Global Verde, que son 79 partidos de todo el mundo.

Mónica Frassoni, presidenta de los diputados verdes en el Parlamento Europeo, en noviembre de 2009, declaró: “Estamos escandalizados, no entendemos cómo es posible tener el cinismo político del PVEM (…)”.

Bueno, se le salió a la Presidenta de México, los votos de esa gavilla de vividores del erario son lo importante. Ya los vamos conociendo, Manuel Velasco, el Lloroñas, los verdes… dime con quién andas.

LA FERIA

Con el Tío Sam nunca se sabe cuándo es la última llamada

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Para la 4T no hay corrupción, al contrario, estamos en bonanza económica * No hay un solo caso de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos, sobornos, moches, ni un hijo, hermano, prima, pariente, amigo o cercano a AMLO que se haya hartado de robar, claro y en caso de apuro se exigen pruebas. ¡Listo!

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Última llamada.

Tío Macario, de los de Autlán, vivía en Chicago y cada año, visitaba a la familia. Era grandote y muy rico, sin saberse a qué se dedicaba.

Una vez este menda preguntó a la abuela Elena por qué se había ido allá y contó que en ninguna casa decente de Autlán lo aceptaban por su fama de haber regado hijos, aparte de atravesado, borracho, parrandero, jugador y bandido; entonces mejor se fue a Guadalajara, donde cortejó a una tapatía que cuando lo presentó con su papá, el señor preguntó: -¿Macario el de Autlán? -y así, huyendo de su fama acabó en Chicago.

Este juntapalabras preguntó si era cierto lo que decían de él y dijo la abuela: -No sé… si no, sería mala suerte suya… pero nadie tiene tanta mala suerte -¡vaya!

 

EL ARTE DE DEFENDERSE

Creer o no creer, he ahí el dilema, con perdón de Memo Shakespeare. Nosotros los del gallardo peladaje nacional, tenemos que aceptar o no las explicaderas y justificaciones del transformador gobierno cuatrotero, en su séptimo año, primero de la construcción de su segundo piso (tienen pensados unos 70).

Todo son mentiras, calumnias. No es cierto lo del huachicol fiscal, no son 600 mil millones birlados al erario, son “nada más” 16 mil (¡ah, bueno!). Tampoco, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), faltan comprobar 303 mil millones de pesos del sexenio del Pejecutivo, cantidad equivalente a disponer a su cuatrotero antojo de 6 millones 764 mil pesos cada hora hábil, de cada día de ese aciago periodo. No, no es cierto.

Tampoco lo de Segalmex, los 12 mil millones los robaron unos traidores a san Ovalle, porque en el gobierno no hubo corrupción (pañuelito blanco).

No se escondieron los gastos de las obras arbitrarias, que no prioritarias, trenecito maya, refinería dos locas, lo del Istmo, la terminal de aviones (que no aeropuerto) Felipe Ángeles; son cosas de seguridad nacional.

Nada es cierto, todo es mentira, Pemex no está quebrado ni debe 121,527 millones de dólares (2 billones 430,540 millones de pesos incluidos los 430,540 millones de pesos de deuda comercial, a proveedores, cuyo pago van a diferir a ocho años); CFE, menos, de dónde sacan que debe 526 mil millones de pesos.

No había ni un laboratorio de fentanilo y los 1,500 laboratorios que ya desmontó el Kalimán Harfuch, los instaló el narco después de que tomó el poder doña Sheinbaum, claro que sí.

No hay un solo caso de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos, sobornos, moches, ni un hijo, hermano, prima, pariente, amigo o cercano al Pejehová que se haya hartado de robar, claro y en caso de apuro se exigen pruebas. ¡Listo!

Todo lo que dicen es mentira, aceptado queda, todo son ganas de desacreditar a los redentores de la pobretería nacional. Nadie lo duda.

Quédese tranquila la señora del bastón de caramelo que vive en Palacio. No hay problema. Además, los otros robaban más: santas pascuas. Todo está en orden.

El músculo duerme, la ambición descansa y la patria mece la cuna en que está su esperanza. No hay cuna.

Resta a la Presidenta, para no pasar a la historia como la Tapadera Mayor, del mayor descalabro a la nación en su historia, explicar cómo le hizo el Señor de Badiraguato para tener la mala suerte de quedar con fama tan inicua, tan ignominiosa… y que le apure, antes de que los del peladaje piensen que nadie tiene tanta mala suerte. Por lo demás, ni se apure doñita, ya sabe, acá están sus… rima con pellejo, alejo, reflejo y perplejo, en plural, claro.

Ya resuelto así y tan fácil lo doméstico y con la raza mansita, ¡lástima!, nunca hay felicidad completa, falta lo exterior… bueno, ni tanto, falta el renegrido tío Sam, los EUA, ese vecino tan latoso.

Un tal Marshall Billingslea, que no es un pelagatos, ha sido subsecretario del Tesoro contra la Financiación del Terrorismo, subsecretario Adjunto Principal de Defensa para Operaciones Especiales, subsecretario Adjunto de la Marina, y también subsecretario Adjunto de Defensa para Política de Negociaciones en la Oficina de Política de Seguridad Internacional del Pentágono (nadita), ese señor que masca rieles, compareció ante el Senado de los EUA y sin despeinarse ni alzar la voz, dejó caer la bomba de que Nicolás Maduro con dinero del narcotráfico venezolano financió campañas electorales en México (y Colombia y Brasil, pero eso no nos importa, allá ellos).

Olvidemos los anteriores señalamientos en el mismo sentido y de parte del mismo gobierno yanqui. Olvidemos que por escrito han dicho que nuestras autoridades tienen alianza con las bandas del narcotráfico, olvidémoslo.

 

ACUSACIONES SERIAS DE ESTADOS UNIDOS

Es muy serio esto de dinero del crimen organizado venezolano en campañas políticas mexicanas, cuatroteras, porque el tipo ese, Maduro, no financia al PAN, no, él apoya al que lo apoya, ya sabe quién (no, no el de Macuspana, ese ya se fue, doña Sheinbaum es la que ahora le sirve de apoyo), y a su partido, ya sabe cuál, Morena.

Es más grave esa acusación ahora que la Casa Blanca, amaga a Maduro y lleva las cosas a un conflicto armado… cuidado doña Sheinbaum, los EUA no reconocen pelo, color ni tamaño cuando algo les interesa y no puede pensar que va neutralizar semejante declaración pidiendo pruebas (¡al tío Sam!). Señora, es mensaje.

Y las malas nunca llegan solas, también Donald Trump volvió a declarar ante la prensa acusaciones serias.

“México está gobernado por los cárteles”, luego le echó flores a la doñita del segundo piso y remató: “México tiene que defenderse de eso”.

Presidenta, la frase “México tiene que defenderse de eso” es recado directo a usted; el gobierno de los EUA espera ver acción de su gobierno, espera que aparte de seguir deteniendo pelados bota punta pa’rriba, empiece a enchiquerar políticos de los muy petacones, sin hacer excepciones.

Por eso es de no creerse la metida de pata de la Presidenta, diciendo que los EUA viola el derecho internacional al hundir lanchas de narcos venezolanos. Señora, recapacite y si no entiende, los EUA revientan a México y no, no será por mala suerte, no después de tantas advertencias.

Señora, con el Tío Sam nunca se sabe cuál es la última llamada.

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La gente perdona todo, pero la panza manda

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Las cuatro maneras de gastar el dinero * La deuda que dejó Peña Nieto (10 billones de pesos de gobiernos neoliberales, de décadas pasadas) se duplicó en sólo 7 años: 20 billones de pesos hasta el momento

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

La panza manda.

Algo le he contado de tía Amelia, la de los doce hijos varones, pero no le he dicho si tenía marido ni si los doce eran de un mismo papá.

Bueno, sí, tuvo uno, un desastre de marido que, aparte de muy guapo -según ella-, sólo servía para hacer hijos -“y bien”, también según ella-: briago, no muy trabajador, jugador y siempre endeudado.

Recién nació el número doce -contado por ella-, le dijo dando pecho, que la dejara: -A lo mejor pasamos hambre, pero dejo de parir -le explicó.

No pasaron hambres; ya sin el inútil, la tía sacó adelante a todos, vendiendo comidas en su casa: -Ni chiste tuvo -decía sonriendo-, igual ya cocinaba para un ejército.

 

IMPUESTOS LOS IMPUESTOS

El viernes pasado, se aprobó la Ley de Ingresos del año que viene, la que dice (a brocha gorda, no hay espacio), cuánto vamos a pagar de impuestos y cuánto se va a pedir prestado.

Esta vez, el gobierno puso más impuestos a cigarros, refrescos, jugos, sueros, apuestas digitales y a videojuegos “violentos”.

Explicó varias veces que no es por cobrar más impuestos sino por la salud pública: Que se fume menos por lo caro, que baje la panza nacional promedio y la diabetes, que no se tire dinero apostando y que se vean menos cochinadas en Internet (por salud mental).

Así, el gobierno actúa como un buen padre. ¡Aplauso!… ¿aplauso?, no, el gobierno no es nuestro papá, es nuestro empleado.

Vendaval de violencia y crimen; economía pasmada; ruinosos sistemas de educación y salud; infraestructura haitiana (con respeto); campo abandonado; y el gobierno nos sale con la babosada de que está preocupadísimo por fumadores tosijosos, endulzados bebedores de refrescos, apostadores y jugadores de videojuegos muy feos. ¡Caramba!

Suele achacarse a Ronald Reagan la frase “el gobierno no es la solución, es el problema”, pero es de Milton Friedman.

Como muchas afirmaciones generales, debe matizarse, no siempre es el problema, no, y para no ponernos dramáticos, digamos que en México el gobierno, seguro no es la solución, al menos en los últimos siete años, los de la cuatrotera transformación.

Algún adorador del ídolo de Macuspana-Badiraguato, venerador del Señor de los Abrazos, fetiche favorito de corruptos y criminales, pensará que es una injusticia afirmar que corresponde a su estilo de gobierno tal baldón, y no necesariamente por ser fanáticos de ese adefesio sino porque, una de dos, o son muy jóvenes o ya olvidaron que este país era respetado (respetable); que el mundo habló del milagro mexicano; que ese régimen nos metió en el bloque económico-comercial más grande del mundo (que ya alcanza los 840 mil millones de dólares anuales de intercambio); cuyo último presidente nos entregó el país en el año 2000, con un crecimiento económico del 7 por ciento.

Sí, todo se olvida (también que el “humanismo mexicano” cuatrotero consiguió bajar cuatro años la expectativa de vida del mexicano… y eso no había pasado en cien años).

Sin trapitos calientes, este gobierno, continuación del anterior, se describe a cabalidad con dos palabras: desastre e incapacidad. Pensándolo bien, sí, son el problema.

Este gobierno (porque hay que llamarlo de alguna manera) adolece de un mal que aqueja a muchos otros: Empeoran los problemas o los empollan -lo que es empeorarlos-, porque reconocer errores es contrario a su principal interés político, conservarse en el poder.

Y así se vuelven el problema, son un médico que declara sanos a todos sus pacientes o los da de alta sin curarlos. ¿Usted querría un médico así para sus hijos?… este menda, no.

Salvo las excepciones que en todo hay, los gobiernos se arrogan un poder discrecional dirigido a obtener de la gente cuanto dinero les sea posible.

Jamás aceptarán que metieron la pata y siempre alegarán que faltan recursos, más gobierno, más burocracia y más leyes, más prohibiciones, claro.

En el año 2000, el gobierno dispuso de 1 billón 200 mil millones de ingresos. El año próximo, el gobierno dispondrá de casi 10 billones 200 millones, eso es 850% más dinero que en el 2000, con un 35% más de población.

Si a usted le salen las cuentas, lo felicito, pero es INADMISIBLE la cantidad sideral de dinero que se van a gastar en nuestro nombre (el año que entra, 542 mil millones de pesos más que en este), y es la hora que no tenemos carreteras de plata maciza, médico de cabecera, vacaciones pagadas en Europa y policías de la tercera edad porque la paz nacional no necesita garrudos donceles arriesgando la vida en cada calle.

Y por cierto (total, ya le eché a perder el día): la deuda pública, en el año 2000 era de 285,360 millones de dólares, ya vamos en 20 billones (20’’000,000’000,000.00 pa’que duela).

Debemos 70 veces más que el año 2000 y seguimos de dar grima. Algo anda mal, muy mal.

Quedó dicho que en todo hay excepciones y es cierto, en Dinamarca el gobierno quería (y quiere) bajar los altísimos impuestos.

Hicieron sondeos de opinión que les hicieron ver que mejor ni moverle, la gente no quiere que se los bajen porque recibe a cambio de ellos todo lo que necesitan y los ven como una inversión. Y ahí van, bajándolos a la chita callando, de a poquitos.

Allá explican sus economistas, “primero se generó riqueza y después se empezó a repartir en forma de beneficios sociales; no al revés”.

Igualito que acá que estamos fregados y repartiendo dinero a manos llenas.

Alguien explicó, no es idea de su texto servidor, que hay cuatro maneras de gastar dinero:

  1. Gastar en uno mismo el propio dinero: se cuida el dinero y se busca el mayor beneficio.
  2. Gastar en otros el dinero propio: se gasta lo menos posible.
  3. Gastar en uno mismo, el dinero de otros: dispendio y lujos injustificados.
  4. Gastar el dinero de otros, en otros, que es cuando no importa cuánto se gaste, en qué ni la calidad de lo adquirido.

Nuestro gobierno domina el 3 y el 4, se hartan de lujos y de robar.

Pero deberían hacer bien sus cuentas, no les va a alcanzar y para el 2030, doña Sheinbaum va a estar en una crisis de vorágine y ¡abur cuatroté!… la gente perdona todo, pero la panza manda.

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LA FERIA

La elección judicial, democracia e inseguridad ponen en riesgo al T-MEC

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Ya EU señala que no tiene caso revisarlo o actualizarlo porque México no cumple en partes importantes * Craig A. Deare, coronel retirado, especialista en inteligencia, oficial del Ejército en el Área Extranjera en Latinoamérica, entre otras cosas, declaró que la próxima revisión del tratado trilateral T-MEC “no se limitará a asuntos económicos. Vamos hablar de la reforma del sector judicial, de temas electorales democráticos (…) como también de seguridad. Todo eso será parte del paquete”

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Pantagruélico.

Contaba la abuela Elena, que allá en Autlán a principios del siglo pasado, un tal don Panchón, era el ranchero más rico, el más matón y tremendo para eso de las faldas pues que se supiera, tenía hijos con 17 mujeres.

Así, una prima de la abuela, de las guapas de quitar el hipo, dijo a su papá que don Panchón la requebraba, la galanteaba, le decía “cosas” y que le iba a decir que sí, pero casada en la iglesia.

Y aquél viejo correoso, dijo: -No, mi’ja, nada de casorio, váyase de su querida, pa’que cuando se aburra y la deje, usté’ se pueda casar con otro -historias de antes (se fue con él, no se quede con la duda).

 

EN RIESGO EL TRATADO COMERCIAL

No es falta de respeto ni ganas de moler, pero de veras, que alguien de sus cercanos tenga piedad de doña Sheinbaum, ¡por el amor de Dios!

No se vale que la dejen hacer el ridículo, además de que sí irrita que con sus metidas de pata ponga a México como lazo de cochino. Éramos respetados en el plano internacional. Éramos.

Van dos días seguidos, el miércoles y el jueves pasado, que la señora del Segundo Piso, dice que no hay riesgo de ruptura del T-MEC, refiriéndose a lo que dijo el tipo ese, Trump, de que si le sale del forro de la voluntad (la de él, por supuesto), tira a la basura el tratado actual para ‘arreglarse’ con México por su cuenta (no lo dijo así, dijo: ‘tratado bilateral’… o nada, seguirle con sus aranceles).

Según la señora del bastón de caramelo, el T-MEC no se puede cancelar porque, según ella, es ley.

Dijo: “El tema es ley en Canadá, en Estados Unidos y en México, se pasó por los Congresos, entonces si quisiera cambiarse tendría que hacerse una revisión muy profunda”. Usted nomás quédese con lo de la “revisión muy profunda” (¡qué pena con las visitas!).

A ver, señito, el T-MEC sí tiene fuerza de ley, pero queda hecho papel mojado (en llanto) si uno de sus integrantes nomás lo “denuncia”. “Denunciar” un tratado en derecho internacional significa retirar el consentimiento, terminar con el vínculo obligatorio del tratado, abrogarlo, poner fin a su aplicación, es causal suficiente de anulación.

La cosa no es arbitraria, nadie está sujeto al humor del que anden sus socios; está normado por la ‘Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados’, a la que México se adhirió hace 45 años, en 1980, cuando entró en vigor en todo el mundo (no es cierto, nomás en 118 países). No es ninguna novedad, señora Sheinbaum.

Esa Convención previene (es de sentido común), que los tratados se puedan terminar (no son bodas por la iglesia), y en su artículo 54, inciso a), dice que un tratado se termina y sus miembros se pueden retirar de él, “conforme a las disposiciones del tratado”, en este caso, las del propio T-MEC (entre otras posibilidades que no vienen al caso). Y eso es lo que andábamos buscando.

Es de no creerse que en Palacio nadie le pase a la fidelísima idólatra del Señor de Macuspana-Badiraguato, una copia del texto del T-MEC, subrayado con plumón amarillo en el artículo 34.6 (Capítulo 34, Disposiciones Finales), en que está pactada la “denuncia” del tratado, del T-MEC; dice:

“Una Parte podrá denunciar este Tratado mediante la presentación de una notificación por escrito de denuncia a las otras Partes. Una denuncia surtirá efecto seis meses después de que una Parte presente la notificación por escrito a las otras Partes (…)”.

Señora Sheinbaum, de todos los respetos de cuatroteros y similares, si al fétido, infame patán, atrabiliario, gañán e insufrible Trump se le ocurre denunciar el T-MEC… ¡abur!, en seis meses no tenemos nada y la economía nacional se va al voladero.

Esa Convención de Viena explica qué se puede “denunciar” de un tratado… y créalo, México llena todos los requisitos para que el Tío Sam nos bote como querida que lo aburrió. Apenas el viernes 3 pasado, Jamieson Greer, representante de Comercio de EUA, ante el New York Economic Club de Nueva York, declaró: “(…) No tiene mucho sentido hablar de extender el tratado o actualizarlo, cuando México ni siquiera está cumpliendo con partes importantes”. ¡Áchis!, no es puntada del Trump.

Por su lado, Craig A. Deare, coronel retirado, especialista en inteligencia, oficial del Ejército en el Área Extranjera en Latinoamérica, profesor decano de Asuntos de Seguridad Internacional de la Universidad de la Defensa Nacional de EUA, entre otras cosas (no es un pelagatos), declaró hace días a La Jornada, que la próxima revisión del T-MEC durante el año que entra “no se limitará a asuntos económicos. Vamos hablar de la reforma del sector judicial, de temas electorales democráticos (…) como también de seguridad. Todo eso será parte del paquete”.

Sí, señora Presidenta Sheinbaum, la esperpéntica reforma al Poder Judicial, impuesta por su mentor, faro, guía y luz, “el-mejor-presidente-de-la-historia-de-México”, tiene con los pelos parados al Tío Sam porque es una aberración y lo advirtió Ken Salazar siendo embajador en México: “La elección popular de jueces pondría en riesgo la democracia en México y la relación comercial con Estados Unidos, y facilitaría la intromisión del crimen organizado en la justicia”.

Los yanquis (sus gobernantes), son lo que usted quiera, pero no tarugos, no son el primo bobo del norte, son como la rabia y por eso son (todavía), lo que son, el imperio.

La reforma al Poder Judicial la tienen muy estudiada y para ellos afecta varios capítulos del T-MEC: los 2, 18, 21 y 22, sobre integración comercial; el 14, sobre el trato equitativo que debe recibir la inversión; el 23, sobre relaciones laborales; el 27, sobre políticas anticorrupción; aparte de que consideran compromete la defensa de los derechos humanos y la calidad de vida; y permite -según ellos, que son muy mal pensados- la injerencia de grupos de interés y de los grupos criminales” (hoy, terroristas, detallito).

Todo se puede esperar de los EUA, excepto que hagan algo contra sus intereses. Lo más probable es que sigamos teniendo tratado comercial, con o sin Canadá, pero van a apretar, apretar mucho. Es lo malo de meterse a la cama con un gigante pantagruélico.

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