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LA FERIA

¿Qué compramos con nuestros impuestos?: Nada

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El gobierno los cobra y aparte se endeuda * Somos cerca de 130 millones de tenochcas, luego entonces no todos pagan… pues sí, porque del IVA no se salva nadie, desde la nenita que compra su paleta Payaso a su abuela (la de la niña) por el Corega.

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Sepulcros blanqueados.

Sofía, una prima de las de Jalisco, era espectacularmente hermosa. Pescó al hijo de un ricachón al que advirtió que no sabía ni quería aprender ninguna labor del hogar y que si tenían hijos, necesitaría nana para cada uno.

Todo admitió el ansioso enamorado (es que en serio, estaba de cine). Y se casaron. Tuvieron sólo un hijo, vivían en una residencia lujosa de boquear y la Sofía, en su molicie, engordó, mucho, se le agrió el modo, se volvió retobona.

Un día el marido, sin aspavientos, la llevó a un departamentito en un barrio bajo y ahí la dejó con el hijo: -Pago despensa y médicos, nada más… si no te parece, ya sabes, delgadita y cariñosa -Sofía rompió el récord mundial de recuperación de figura… y de carácter, un dulce.

 

ALGO NO CUADRA

Algo no checa. No son ganas de incordiar. Algo no cuadra. Sin dramatizar. Algo anda mal.

A ver, imagine que va usted a un supermercado con su lista de compras; no encuentra varias cosas, otras sí, pero de calidad regularcita o mala, la fruta medio podrida, la carne vieja, la verdura pachucha (sí es español), los jugos agrios. Encima, se topa con cadáveres de otros clientes asesinados y a usted, por pura buena suerte, nada más le ponen una soberana tranquiza.

Con el corazón atravesado en el gañote, va usted a las cajas, le piden la lista completa de sus compras, le dicen que tiene que pagar por todo, incluido lo que no encontró… usted se rehúsa, se queja, alega, pero llega el gerente de la tienda y le advierte que si no paga, se va al bote de 3 meses a 9 años.

¿Qué le parece?… ¡Ah!, y pagó hasta lo que no le dieron, más una multa por latoso.

Si piensa que es un ejemplo muy exagerado, que esas cosas no pasan, se le informa… eso es exactamente México. Exactamente.

La gente paga impuestos, toda la gente, trabaje o no, sea o no mayor de edad. ¡No es cierto!, dirá un conocedor del tema. Sí es cierto, insiste este menda.

Los impuestos por ingresos (ISR) no los paga todo mundo; los contribuyentes en 2024 -según Hacienda- eran poquito menos de 63 millones, entre individuos y empresas.

Somos cerca de 130 millones de tenochcas, luego entonces no todos pagan. Pues sí, porque del IVA no se salva nadie, desde la nenita que compra su paleta Payaso a su abuela (la de la niña), por el Corega.

Y no se le olvide que aparte del IVA pagamos impuestos… si se nos ocurre la puntada de tener coche, al comprarlo nuevo o usado y luego por tenerlo, que eso es la tenencia, y al ponerle gasolina paga el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios).

Si no tiene coche ni compra gasolina, pagará un 26.5% de IEPS si en Navidad compró una botella de champaña (sidra, la verdad); y si fue de tequila, el 53% (aparte del IVA, no se le olvide); un jugo o un refresco embotellado, pagan $1.39 pesos por litro; una cajetilla de cigarros paga el 160% de eso, de IEPS, más $0.54 pesos por cada 0.75 gramos; y la botana (la de bolsa con harto sello negro, la mera buena), esa, también paga el 8%, porque el gobierno no quiere mexicanos panzones… tan bueno el gobierno.

Si se encapricha y compra casa, paga impuestos, el ISAI (Impuesto sobre la Adquisición de Inmuebles), entre el 2% al 4.5%; y por supuesto, el predial, porque será muy suyo el terreno, pero le paga renta al gobierno el resto de su vida.

Sólo por no encolerizarlo, no se le detallan otros impuestos estatales y los municipales, que son aparte. La casa nunca pierde. Uno, sí.

Y si un benefactor (o el que le compró su coche), le deposita en efectivo a su cuenta del banco, ¿qué cree?, también paga impuestos, el 3% de todo lo que exceda 15 mil pesos al mes, paga. La casa nunca pierde, ya quedamos.

Este juntapalabras no propone que no se paguen impuestos. Claro que hay que pagarlos.

El dinero que le damos al gobierno (que nos quita) es para los gastos comunes de toda la sociedad, para pagar el gasto público, eso pagamos con nuestros impuestos y antes de eso, lo más importante, para que el gobierno tenga los recursos necesarios para cumplir y hacer cumplir la ley… ¡ya torció la puerca el rabo!

Bueno, hay otras cosas que el gobierno paga con nuestro dinero: Seguridad pública, servicios de salud, educación, cosas estas todas, en las que nos queda a deber mucho, para ni mencionar la infraestructura pública, federal, estatal y municipal (calles, carreteras, comunicaciones, agua potable -lo reto a que se beba un vaso de agua de la llave-, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales; alumbrado público, limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; y muchos más, pero no hay espacio).

¿Qué compramos con nuestros impuestos?: nada.

Puede opinar alguien que los impuestos se deben pagar porque ni modo que el gobierno se endeude. Bueno, cobra impuestos y aparte se endeuda.

El gobierno del cuatrotero mayor, el que no vive en Palenque, es el que más ha endeudado al país en su historia: 3 billones 200 mil millones de pesos y el año pasado pagamos por la deuda la bonita cantidad de 928 mil 377 millones de pesos de intereses, casi el 12% de todo el gasto del gobierno. Desastre.

Otro dirá: ¿y de dónde, si no de los impuestos, se van a pagar los programas sociales?; pues sí, la pensión para los viejos está muy bien (pero no todos la necesitan) y nadie nos preguntó si queríamos mantener vagos con nuestro dinero y los mantenemos.

Además, hay una cosa inexplicable: El gobierno en 2018 funcionó con 5 billones 279 mil 667 millones de gasto; para el 2024, subió el gasto a poco más de 9 billones…  58% más… y todo empeoró. ¿Por qué sube el gasto?, ¿en qué gastan nuestro dinero?… y ante esto se acuerda uno del loco que proponía una huelga de impuestos… eso no lo aguanta ningún gobierno y no podría meter a la cárcel a 63 millones de tenochcas trompudos.

Por cierto: señora Presidenta, le disparamos su próximo viaje al extranjero, váyase en un avión de nuestra Fuerza Aérea; son una burla los 13 mil dólares que nos ahorró. Y si de veras quiere ahorrarnos dinero, no viva en un Palacio.

Sepulcros blanqueados.

LA FERIA

Los países no son viables sin gobernabilidad

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México se nos está yendo de las manos * La Primera Presidenta recibió un país sumido en una abrumadora ruina de la seguridad pública, con bandas del crimen organizado que retan al Estado y no ceden el control en las amplias regiones en que son quienes gobiernan

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Hilos y babas.

Tía Maruca era de las de Autlán y era vivísima; su marido, tío Juancho, era un señor de rancho, de esos tiempos venturosamente ya lejanos, en los que la palabra del macho era primera y última… y tío Juancho era muy macho.

Tuvieron catorce hijos (tiempos ya lejanos), educados a decir siempre “sí papá”, pero la que mandaba era su mamá.

Cómo hacía la tía no lo contaba, pero tío Juancho ni chistaba al oírlos decir “sí papá” y verlos hacer lo que ella dijera. No es tan raro.

 

EL PAÍS SE VA DE LAS MANOS

Sin andar con exigencias, el tenochca simplex puede preguntarse a qué horas se van a ver resultados -buenos-, del gobierno de doña Sheinbaum, que tiene el poder desde hace un año, un mes y más de una semana, sin contar el sexenio de su antecesor del que se supone es su continuidad, su “segundo piso” (¡ay!, cuánto ingenio).

Lo oficial es que su gobierno es un desfile de éxitos y aciertos (“vamos bien y vamos a ir mejor”), pero la evidencia de pifias, metidas de pata, declaraciones trompicadas, yerros, junto con malos indicadores en todos los rubros y sectores, hace pensar que, una de dos, o mienten sin recato o no mienten sino que no se dan cuenta de la realidad. Y la realidad es que el país se les está yendo de las manos.

Gobernar es palabra que viene de la marinería, gobernar es conducir -pilotar- un barco; en política se usa para señalar que se rige, se conduce una comunidad o país.

Un gobernante deja de serlo si no garantiza la gobernabilidad, entendida como la capacidad de ejercer legítimamente el poder de manera eficaz.

Cuando se dice que a un gobernante se le va el país de las manos es que no da garantía de gobernabilidad. Suena fuerte, pero no son posibles los países, no son viables, sin gobernabilidad.

Para no manipular, veamos resumidamente que dicen sobre esto instituciones que no son enemigas de la cuatroté, del Pejehová ni su sucesora, como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Brookings Institution, fundada hace 109 años:

Hay gobernabilidad cuando hay Estado de Derecho, cumplimiento de la ley por parte de la autoridad que la respeta y la hace respetar; cuando el poder público no se ejerce en beneficio de funcionarios ni particulares; cuando el gobierno rinde cuentas (‘accountability’); cuando hay ausencia de violencia política y social; y cuando los servicios públicos son de calidad.

Por el otro lado, no hay gobernabilidad cuando el gobierno no asegura la aplicación de la ley; cuando no impide la corrupción de funcionarios y estructuras del gobierno; cuando no mantiene el monopolio de la violencia legítima y no garantiza la seguridad pública; cuando prolifera el crimen organizado; cuando el sistema judicial es ineficaz.

Dicen más, pero falta espacio y ya con esto cualquiera no va a buscar su rosario: en todo andamos mal.

Con brevedad y contundencia, Ricardo Cisneros Hernández (no anda uno pirateando ideas) dice que la gobernabilidad es el conjunto de elementos legales y materiales que hacen funcionar un país en beneficio general: La falta de gobernabilidad propicia el desorden de sectores sociales y regiones, que caen en la ingobernabilidad, propiciando incivilidad y barbarie (no es cita, pero lo dice).

Ahora usted contéstese si el anterior arrimado en Palacio, el Pejecutivo, tuvo gobernabilidad. Loco se quiso volver al llegar a donde ya no tenía esperanza de llegar.

Se montó en su macho para imponer decisiones arbitrarias trampeando la ley; se acomodó con los grandes capitales nacionales para dejarlos ganar más dinero que nunca en sus vidas, a cambio de que no le menearan las aguas financiando opositores o medios de comunicación (Salinas Pliego se le salió del huacal porque no le cumplió sus acuerdos, por cierto, inconfesados); por miedo a las Fuerzas Armadas, las bañó en dinero y les otorgó facultades del orden civil del todo contrarias a lo que la Constitución manda; impidió que su movimiento, Morena, se hiciera partido político real, por su desconfianza enfermiza, tan propia de tramposos; toleró la más increíble corrupción en su gobierno; y asumió una actitud permisiva ante el crimen organizado, cediendo el control de regiones completas del país.

El gobierno del Señor de Badiraguato no fue gobierno, fue una apariencia de gobierno, un ejercicio engañoso del servicio público, que a fuerza de un discurso muy ensayado a lo largo de muchos años de oposicionismo, supo aparentar valores democráticos, dañando la justicia y el Estado de Derecho por la dicha inicua de imponer su voluntad en todo y a todos.

No hay otro que haya hecho tanto mal al país y mire que hemos tenido algunos de pena ajena, pero como éste, ninguno (Huerta no cuenta, fue ilegítimo e ilegal, no es lo mismo).

Ahora está en Palacio doña Sheinbaum. Por el bien del país (y de ella), ojalá asuma la realidad, su realidad: Recibió un país polarizado en el que los acuerdos políticos son casi imposibles; recibió un gobierno carcomido por una corrupción estructural nunca antes vista; recibió una alta burocracia ineficaz que socava la legitimidad de su gobierno y la confianza de la ciudadanía en las instituciones; recibió un país cundido de protestas y confrontación social; recibió la economía al borde de una crisis que no se ha conjurado ni mucho menos; no recibió el control político del Congreso, de su partido ni su gabinete.

Sobre todo, su amado antecesor le entregó un país sumido en una abrumadora ruina de la seguridad pública, con bandas del crimen organizado que retan al Estado, y no ceden el control en las amplias regiones en que son quienes gobiernan.

Presidenta: En más de un año no logra imponer la paz en la ciudad de Sinaloa, porque sus subordinados aparentan cumplir sus órdenes, los que mandan son otros.

La apuesta de la señora de Palacio, la única apuesta, es conservar el poder, ganar las elecciones intermedias y las del 2030; dispone de cantidades inimaginables de dinero para eso, a menos, claro, que se imponga la realidad y termine en un derrumbe general que no es imposible, con todo sostenido con hilos y babas.

 

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LA FERIA

¿Morena es invencible?

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¿Por qué pedir la alianza al PVEM y al PT para seguir juntos a nivel nacional hasta el 2027? * Según Consulta Mitofsky, Roy Campos, la respuesta del gobierno a los escándalos de corrupción en Morena, decepciona al 93% de los encuestados

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Invencibles.

Una tía, cuyo nombre no debe decir este menda, fue hija única y heredó muy bien de sus papás, cada uno rico por su cuenta.

Se casó con un señor, guapo de hacer boquear señoras y elegante como para un baile en Westminster, de exhibición el señor.

No tuvieron hijos. El asunto es que la tía le ponía los cuernos con más de uno, pero se llevaban bien.

Una vez, Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, explicó a este López que al tío le gustaba algo que entonces no era generalmente aceptado, la tía le guardaba el secreto y lo mantenía; él socialmente hacía el papel de marido y a ella le gustaba presumirlo, de guapo que era. Cosas veredes.

 

CUALQUIER SIMILUTD ES PURA COINCIDENCIA

El viernes pasado, la señora Alcalde, presidenta de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pidió al Partido Verde Ecologista de México y al PT mantener la alianza con el partido guinda hasta el 2027 en todo el país.

Ella dijo “(…) de una vez adelantamos que nos gustaría que en el 2027, en Baja California Sur y en todo el país, podamos ir juntos”. ¡Válganos!

Este su textoservidor, debidamente maleado por unos 30 años de trabajar para, cerca y con políticos (de gato, no anda uno presumiendo, gato de angora, pero gato), detecta debilidad en esa petición y aparte, candidez.

Un profesional de la política, cosa que no es la señora, no dice esas cosas en público.

No poca gente piensa que el actual gobierno, el que empezó en 2018 y continúa, es invencible.

Que su control del Congreso federal y los gobiernos de las entidades les aseguran poder sobrado para mangonear al país a su antojo.

Si así fuera, serían el PVEM y el Partido del Trabajo los que estarían pidiendo -por favor, por favorcito- que Morena les diera chance de seguir asociados.

No es raro en estas cosas, el engaño colectivo, la burlería (palabra que ya nadie usa, tan bonita).

Repasemos el caso de Adolfo Hitler y el Partido Nacional-socialista Obrero Alemán, el Nazi.

Hay quien cree que Hitler llegó al poder con votos y que el partido nazi ganó las elecciones legislativas en el Reichstag. No es cierto. Hitler perdió las elecciones presidenciales de 1932 ante Paul von Hindenburg, 36.8% contra 53% de votos; y el partido nazi nunca ganó el parlamento: en las elecciones de noviembre de 1932, consiguió poquito menos del 33% de los votos, muy lejos de los dos tercios necesarios para reformar la Constitución, la alemana, claro.

Don Hindenburg, ya estaba muy viejito -84 años de edad-, cedió a las presiones de un grupo de grandes empresarios que le pidieron nombrar a Hitler canciller (jefe de gobierno), y lo hizo. Pero Fito quería ser dictador y para eso el parlamento debía aprobarle un “decreto habilitante” que necesitaba el 66% de los votos de los legisladores, pero el partido nazi estaba muy lejos… y entonces, fíjese bien: Hitler estableció una alianza con el Partido de Centro -que luego traicionó-, pero como ni así juntaba los votos, procedió, nada nuevo hay bajo el sol, a comprar, extorsionar, chantajear, amenazar y detener legisladores.

Le aprobaron su ley y gobernó Alemania como le vino en gana 12 años… recapacite, 12 años, dos sexenios en los que dejó manchada para siempre a Alemania (para siempre).

Con lo anterior en mente, veamos ahora el actual caso mexicano. La Presidenta ganó su elección, ni quien diga nada, pero su partido, Morena, obtuvo el 45.52% de los votos, no el 59.76% de que tanto alardean, que eso es sumando los que les arrimaron el Verde y el PT.

En la Cámara de Diputados, Morena, sin aliados, ganó solamente el 40.84% de los votos y en la de Senadores, el 40.81%; muy lejos de los votos necesarios para modificar la Constitución Política.

Obtuvieron la supermayoría en Diputados con los enjuagues (legales) de plurinominales y alianzas que en el caso del Senado ni así consiguieron, por eso aplicaron la receta de Hitler: Chantajear, extorsionar e impedir la presencia de los senadores suficientes para conseguir a la mala los dos tercios de votos que no tienen.

En rigor, esas reformas constitucionales tienen vicio de origen y aunque no se puedan anular, son éticamente inválidas, de dar vergüenza a cualquier político de medio pelo que se respete. Nada que presumir señores.

Dejemos eso en remojo, vamos a los gobiernos estatales, de las 32 entidades del país.

Morena gobierna en 23 (si quiere súmeles otro, el de San Luis Potosí, si quiere)… aplastante. Sí, pero de esos, solo una es de Morena, Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz; los demás, todos, salieron de otros partidos, del PRI, del PRD y del PAN. Así que eso del PRIAN es puro mito.

El superpartido, superpoderoso, es una ficción, resultado de sumar políticos que por oportunistas, por miedo (por supuesto) y por corruptos, se treparon al carro ganador, incluyendo a los que se resignaron a que sólo así alcanzarían candidaturas y cargos.

Será el sereno moreno, pero Morena incorporó a los políticos y operadores del viejo régimen, ese del que el Señor de Badiraguato decía que pudrió al régimen.

Y creer en su lealtad a toda prueba es creer en la fidelidad de la Tumbahombres o la Rompecatres: De los 24 gobernadores alineados a Morena, ocho han pertenecido a tres o más partidos y la de pena ajena, lógicamente es la tal Layda Sansores, de Campeche, quien ha sido de seis partidos.

Eso no es un partido político que pueda implantar una hegemonía, es una banda, un cártel, una organización formalmente legal, pero realmente ilícita, vinculada al tráfico de influencias y al ejercicio indebido de los cargos públicos en su propio provecho, con las excepciones que este menda ruega tengan, que ojalá tengan. Encima, entre los morenistas sinceros, hay divisiones y confrontaciones.

La apuesta de Morena es que se sostenga su circo andando, gracias a lo enredado que es su amasijo de intereses, aglutinado por y únicamente por la corrupción política y también la de saquear el erario.

Por eso la Primera Presidenta no puede ni intentar limpiar esa casa, les guarda el secreto, todos se guardan el secreto.

Por cierto, según Consulta Mitofsky, Roy Campos, la respuesta del gobierno a los escándalos de corrupción en Morena, decepciona al 93% del peladaje. Los invencibles.

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LA FERIA

Con el Tío Sam nunca se sabe cuándo es la última llamada

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Para la 4T no hay corrupción, al contrario, estamos en bonanza económica * No hay un solo caso de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos, sobornos, moches, ni un hijo, hermano, prima, pariente, amigo o cercano a AMLO que se haya hartado de robar, claro y en caso de apuro se exigen pruebas. ¡Listo!

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Última llamada.

Tío Macario, de los de Autlán, vivía en Chicago y cada año, visitaba a la familia. Era grandote y muy rico, sin saberse a qué se dedicaba.

Una vez este menda preguntó a la abuela Elena por qué se había ido allá y contó que en ninguna casa decente de Autlán lo aceptaban por su fama de haber regado hijos, aparte de atravesado, borracho, parrandero, jugador y bandido; entonces mejor se fue a Guadalajara, donde cortejó a una tapatía que cuando lo presentó con su papá, el señor preguntó: -¿Macario el de Autlán? -y así, huyendo de su fama acabó en Chicago.

Este juntapalabras preguntó si era cierto lo que decían de él y dijo la abuela: -No sé… si no, sería mala suerte suya… pero nadie tiene tanta mala suerte -¡vaya!

 

EL ARTE DE DEFENDERSE

Creer o no creer, he ahí el dilema, con perdón de Memo Shakespeare. Nosotros los del gallardo peladaje nacional, tenemos que aceptar o no las explicaderas y justificaciones del transformador gobierno cuatrotero, en su séptimo año, primero de la construcción de su segundo piso (tienen pensados unos 70).

Todo son mentiras, calumnias. No es cierto lo del huachicol fiscal, no son 600 mil millones birlados al erario, son “nada más” 16 mil (¡ah, bueno!). Tampoco, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), faltan comprobar 303 mil millones de pesos del sexenio del Pejecutivo, cantidad equivalente a disponer a su cuatrotero antojo de 6 millones 764 mil pesos cada hora hábil, de cada día de ese aciago periodo. No, no es cierto.

Tampoco lo de Segalmex, los 12 mil millones los robaron unos traidores a san Ovalle, porque en el gobierno no hubo corrupción (pañuelito blanco).

No se escondieron los gastos de las obras arbitrarias, que no prioritarias, trenecito maya, refinería dos locas, lo del Istmo, la terminal de aviones (que no aeropuerto) Felipe Ángeles; son cosas de seguridad nacional.

Nada es cierto, todo es mentira, Pemex no está quebrado ni debe 121,527 millones de dólares (2 billones 430,540 millones de pesos incluidos los 430,540 millones de pesos de deuda comercial, a proveedores, cuyo pago van a diferir a ocho años); CFE, menos, de dónde sacan que debe 526 mil millones de pesos.

No había ni un laboratorio de fentanilo y los 1,500 laboratorios que ya desmontó el Kalimán Harfuch, los instaló el narco después de que tomó el poder doña Sheinbaum, claro que sí.

No hay un solo caso de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos, sobornos, moches, ni un hijo, hermano, prima, pariente, amigo o cercano al Pejehová que se haya hartado de robar, claro y en caso de apuro se exigen pruebas. ¡Listo!

Todo lo que dicen es mentira, aceptado queda, todo son ganas de desacreditar a los redentores de la pobretería nacional. Nadie lo duda.

Quédese tranquila la señora del bastón de caramelo que vive en Palacio. No hay problema. Además, los otros robaban más: santas pascuas. Todo está en orden.

El músculo duerme, la ambición descansa y la patria mece la cuna en que está su esperanza. No hay cuna.

Resta a la Presidenta, para no pasar a la historia como la Tapadera Mayor, del mayor descalabro a la nación en su historia, explicar cómo le hizo el Señor de Badiraguato para tener la mala suerte de quedar con fama tan inicua, tan ignominiosa… y que le apure, antes de que los del peladaje piensen que nadie tiene tanta mala suerte. Por lo demás, ni se apure doñita, ya sabe, acá están sus… rima con pellejo, alejo, reflejo y perplejo, en plural, claro.

Ya resuelto así y tan fácil lo doméstico y con la raza mansita, ¡lástima!, nunca hay felicidad completa, falta lo exterior… bueno, ni tanto, falta el renegrido tío Sam, los EUA, ese vecino tan latoso.

Un tal Marshall Billingslea, que no es un pelagatos, ha sido subsecretario del Tesoro contra la Financiación del Terrorismo, subsecretario Adjunto Principal de Defensa para Operaciones Especiales, subsecretario Adjunto de la Marina, y también subsecretario Adjunto de Defensa para Política de Negociaciones en la Oficina de Política de Seguridad Internacional del Pentágono (nadita), ese señor que masca rieles, compareció ante el Senado de los EUA y sin despeinarse ni alzar la voz, dejó caer la bomba de que Nicolás Maduro con dinero del narcotráfico venezolano financió campañas electorales en México (y Colombia y Brasil, pero eso no nos importa, allá ellos).

Olvidemos los anteriores señalamientos en el mismo sentido y de parte del mismo gobierno yanqui. Olvidemos que por escrito han dicho que nuestras autoridades tienen alianza con las bandas del narcotráfico, olvidémoslo.

 

ACUSACIONES SERIAS DE ESTADOS UNIDOS

Es muy serio esto de dinero del crimen organizado venezolano en campañas políticas mexicanas, cuatroteras, porque el tipo ese, Maduro, no financia al PAN, no, él apoya al que lo apoya, ya sabe quién (no, no el de Macuspana, ese ya se fue, doña Sheinbaum es la que ahora le sirve de apoyo), y a su partido, ya sabe cuál, Morena.

Es más grave esa acusación ahora que la Casa Blanca, amaga a Maduro y lleva las cosas a un conflicto armado… cuidado doña Sheinbaum, los EUA no reconocen pelo, color ni tamaño cuando algo les interesa y no puede pensar que va neutralizar semejante declaración pidiendo pruebas (¡al tío Sam!). Señora, es mensaje.

Y las malas nunca llegan solas, también Donald Trump volvió a declarar ante la prensa acusaciones serias.

“México está gobernado por los cárteles”, luego le echó flores a la doñita del segundo piso y remató: “México tiene que defenderse de eso”.

Presidenta, la frase “México tiene que defenderse de eso” es recado directo a usted; el gobierno de los EUA espera ver acción de su gobierno, espera que aparte de seguir deteniendo pelados bota punta pa’rriba, empiece a enchiquerar políticos de los muy petacones, sin hacer excepciones.

Por eso es de no creerse la metida de pata de la Presidenta, diciendo que los EUA viola el derecho internacional al hundir lanchas de narcos venezolanos. Señora, recapacite y si no entiende, los EUA revientan a México y no, no será por mala suerte, no después de tantas advertencias.

Señora, con el Tío Sam nunca se sabe cuál es la última llamada.

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