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SILENCIO ROTO

El “Sueño americano” convertido en “pesadilla mexicana”

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El gobierno de México enfrenta un desengaño y un delirio con alcances de tragedia * Gerardo Fernández Noroña, lleno de contradicciones * Sospechosismo en la tómbola del Poder Legislativo * La boda del “Bobby” López Beltrán, alejada de la Austeridad Republicana y de la Pobreza Franciscana * Beatriz Gutiérrez Müller, oportunismo fuera de tiempo

 

EMMA ESPÍNDOLA

 

Soñar es señal de una celebración o algo que genere mucha alegría. Generalmente se manifiestan con símbolos y mensajes ocultos. El crecimiento personal es uno de ellos.

Los sueños nos hacen pensar en nuestras aspiraciones diarias, las conexiones emocionales que tenemos y los deseos de prosperidad que anhelamos.

En cambio, las pesadillas pueden ser cosas que pasan realmente o fantasías que transforman el sueño en algo terrorífico que despierta a la persona. Es difícil conciliar el sueño por el miedo y la incertidumbre.

Pero más allá del lenguaje y las interpretaciones semánticas, se impone la realidad.

Justo eso es lo que viven en la actualidad millones de mexicanos indocumentados que radican en la Unión Americana y que, de paso, repercute y se refleja en el gobierno mismo.

Frente a las redadas y deportaciones, el retorno al lugar de origen con la frustración y la etiqueta de haber fracasado, obliga a entender que el llamado “Sueño Americano” se transformó en un espejismo.

Mexicanos nativos con orígenes en estados como Michoacán, Puebla, Guerrero, Guanajuato, Oaxaca, Veracruz, Estado de México, Tlaxcala, Morelos y otras entidades donde impera la pobreza, se vieron motivados por un deseo de superación para arriesgar la vida y someterse a un martirio con la finalidad de lograr la bonanza personal y familiar.

Dominados por idea de alcanzar el bienestar, la fortuna y que una mejor estrella iluminara el futuro de sus hijos, emprendieron un viaje en el que miles perdieron la vida al cruzar el Río Bravo o la faja fronteriza.

Aunado al riesgo de que la famosa Boder Patrol (Patrulla Fronteriza) los detuviera y vieran arruinadas sus pretensiones.

Más allá de la desilusión y el descalabro de esos millones de mexicanos atemorizados por la política norteamericana de cancelar sus sueños, el gobierno de México enfrenta un desengaño y un delirio con alcances de tragedia.

Porque esos connacionales son los generadores de las remesas que significan una fuente muy importante de dólares para la economía mexicana.

Es tal su grado y valor que únicamente están superadas por las exportaciones petroleras.

A diferencia de las petroleras, las remesas han mantenido una dinámica de crecimiento muy importante en los últimos años, particularmente desde el inicio de la pandemia, incrementaron el poder adquisitivo de hogares de menores ingresos.

Para ilustrar su jerarquía, debe decirse que cerca del 96% de las remesas que llegan a México lo hacen desde Estados Unidos, y el monto que se envía anualmente no ha dejado de incrementarse desde hace 10 años.

Durante el año pasado (2024) llegaron a México 64 mil 745 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 2.25 por ciento en comparación con el año 2023.

Las cifras están avaladas por el Banco de México (Banxico) y basadas en transferencias electrónicas donde se certifica el 99 por ciento de esos envíos.

No son datos menores, porque esa derrama económica generada por los mexicanos indocumentados impacta también en el Producto Interno Bruto (PIB), el consumo de bienes y el mejoramiento de vida para las familias que las reciben.

Esos millones de paisanos, que incluso fueron calificados de héroes, ahora viven en la angustia luego de ser un soporte y sinónimo de solidaridad con sus comunidades y sus familias.

El impacto por la cancelación de esas remesas, no sólo repercutirá en la economía familiar, sino en las finanzas municipales, estatales y federales.

Aunque haya quienes no refieran o eviten hablar de su impacto, el caos que genera es de proporciones inimaginables. Está visto que el sueño se transforma en pesadilla.

 

HISTORIAS

Llena de contradicciones por el actuar de sus protagonistas, la política mexicana está plagada de acciones chuscas y burlas que describen el perfil de sus actores. En días recientes Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, habló de la revocación de mandato.

El calambre parecía destinado para Rubén Rocha Moya, quien sin duda tuvo congoja y alucinaciones. Pero en Querétaro, durante un evento lleno de reflectores, Fernández Noroña reculó y se deshizo en elogios para el controvertido sinaloense. Ni modo, así son… Por cierto que en esos terrenos Tatiana Clouthier, la “responsable” del organismo Mexicanos en el Exterior, manifestó su aprobación para que el desgobenador salga del palacio de gobierno en Culiacán.

También su hermano Manuel se lanzó en contra de Rocha, pero como “misteriosamente” se incendió una de sus propiedades, volvió a guardar silencio… Ruidosa, con alardes neoliberales y alejada de la Austeridad Republicana y Pobreza Franciscana, la boda de “Bobby” López Beltrán. Nada apegada a la humildad pregonada por quien se fue a “La Chingada”. Les digo, la realidad supera la ficción… Dominada por los yerros, las equivocaciones y las sospechas de la manipulación, la tómbola final en la que el Poder Legislativo concluyó la selección del proceso judicial, y lo que para ellos es cosa menor para quienes serán las víctimas, es preocupante… Sin venir el caso ni tener cómo justificar su rara aparición, Beatriz Gutiérrez Müller saltó a la luz pública para hablar de las políticas arancelarias.

Como no queriendo la cosa, la historiadora mostró sus habilidades del terreno financiero. Sin duda puede calificarse de oportunismo fuera de tiempo… Dato curioso, pero sin desperdicio: En estos días 5 personas conocidas por esta tecleadora, quienes asumen una postura para ensalzar los principios y tesis de izquierda, me mandaron fotos desde Nueva Orleans. Pedro Haces, el humilde diputado y “líder” obrero, quien no me mandó nada porque ni nos conocemos, también anda por allá. Ahora, con la paciencia que me caracteriza, espero que me envíen fotos de sus visitas a Venezuela y me presuman su alternancia con los sufridos gobernados por Maduro. ¿O ser de izquierda sólo significa pregonar modestia disfrazada y sumisión en el terreno consumista que usan como pretexto para esconder sus frustraciones?

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