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PULPO POLÍTICO

El voto popular no acaba con la corrupción

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Para muestra varios botones: impera en la Presidencia de la República, en el gobierno federal, en legisladores, en gobernadores, funcionarios que son electos por el pueblo * La División de Poderes evita el autoritarismo y el control del país en manos de un solo hombre * La reforma al Poder Judicial es para que todos estemos indefensos ante los abusos del poder, de ahí el peligro de que se vayan las inversiones a otro país * ¿Por qué no se pone a votación popular a los integrantes del gabinete?, pues ahí también prolifera el cáncer de la corrupción

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

La “Reforma del Poder Judicial” será el parteaguas de este inicio de sexenio 2024-2030. El voto popular para elegir jueces, magistrados y ministros no es garantía para acabar con la corrupción. Sí, así es, como lo leyó bien, y para muestra un ejemplo claro: El voto popular llevó a la Presidencia de la República a célebres personajes que tuvieron escándalos de corrupción.

Quién no se acuerda de Vicente Fox con los hijos de Marta Sahagún; Felipe Calderón con la Estela de Luz; Enrique Peña Nieto con la “Casa Blanca” y el actual Presidente con Segalmex y el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.

Tampoco la decisión del pueblo en la elección de gobernadores ha contribuido a abatir la corrupción. Aquí unos casos sobresalientes: Javier Duarte en Veracruz, Tomás Yarrington en Tamaulipa, Roberto Borge en Quintana Roo, Eugenio Hernández Flores en Tamaulipas. y César Duarte en Chihuahua.

En la actualidad también hay escándalos de corrupción: Cuitláhuac García en Veracruz, Cuauhtémoc Blanco en Morelos, Layda Sansores en Campeche, Alfredo del Mazo en el Estado de México y Marcelo Ebrard en la CDMX (Mario Delgado duplicó costo de la Línea 12).

Las anteriores menciones son un claro ejemplo de que el voto popular no garantiza acabar con la corrupción, el argumento principal para implementar la reforma judicial.

En el caso de lograr elegir a los miembros del Poder Judicial, solo se desvirtúa su estatus de independencia y capacidad técnica. A todas luces la “Reforma Judicial” es un despropósito presidencial que raya entre la venganza política y el rencor a quienes en el Poder Judicial no se arrodillaron a sus designios.

Está claro que será un acto de sumisión de legisladores y de sus líderes de las Cámaras de Diputados y Senadores secundar esta reforma que pretende ignorar el espíritu y principio fundamental de los creadores de la teoría de la División de Poderes, John Locke y Charles Louis de Secondat (Montesquieu), cuya esencia parte de la necesidad de que las decisiones no deben concentrarse, por lo que los órganos del poder han de autocontrolarse a través de un sistema de contrapesos y equilibrios.

Este principio fundamental, en un régimen democrático, evita la concentración del poder y se consolida como uno de los pilares de nuestra Constitución Política.

La campaña presidencial, que culminó con la victoria arrolladora de Claudia Sheinbaum Pardo, el pasado 2 de junio de 2024, fue la “Crónica de un triunfo anunciado”. Desde junio de 2021 el Presidente Andrés Manuel López Obrador nos lo había anticipado, cuando destapó a sus corcholatas, dando por descontado que la favorecida sería Claudia Sheinbaum Pardo.

Lo que nadie adivinaba ni se imaginaba es que el partido oficial obtuviera la anhelada mayoría calificada, muy deseada y no lograda por el Presidente.

Desde el 6 de septiembre de 2006, el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo había sentenciado: “¡Al diablo con sus instituciones!”.

El 2 de junio de 2024, 35 millones de mexicanos apoyaron el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, sin darse cuenta de las consecuencias para ellos, sobre todo para sus hijos. Un deseo general es que la nueva presidenta rectifique el rumbo por el bien del país.

 

LOS MÁS POBRES APOYAN A LA 4T

En la Mañanera del 2 de febrero de 2022, el Presidente López Obrador explicó por qué cuenta con el apoyo popular al afirmar: “Con los pobres, de cada 10 podemos tener el apoyo de 9”. (Según el INEGI, la pobreza y extrema pobreza alcanza el 55% de la población, significan 70 millones de pobres).

Agregó: “Con la clase media, media alta y alta, puede ser que de cada 10 tengamos el apoyo de uno”. Añadió que “por niveles de escolaridad sucede algo similar y que entre mayor sea el grado, menos simpatía tiene su movimiento”.

La confesión del Presidente Andrés Manuel lo consolida como un experto ingeniero electoral, sus cálculos fueron precisos y confirma que la prioridad en su gobierno fue mantener la clientela electoral.

Lo anterior explica el innegable apoyo popular de que goza y presume el Presidente de la República por parte de los más pobres, pero eso no le da derecho para atentar contra las instituciones a su antojo. Existe la esperanza de que la virtual presidenta electa no siga esa ruta.

El verdadero dilema se encuentra entre la defensa de la “Transformación” (simulación) o la “Reconstrucción nacional” de las instituciones democráticas, de impartición de justicia, de la transparencia, del respeto a la División de Poderes, del combate a la corrupción y la impunidad. Por un México unido y reconciliado para encontrarse con el futuro de grandeza que le aguarda.

Será que en el subconsciente nacional, expresado el pasado 2 de junio, subyace una especie de fijación por la adoración al Tlatoani de nuestras culturas prehispánicas… ¿Será que el colectivo nacional ya extraña al partidazo y sus poderosos presidentes (tlatoanis)?

Surge el “deja-Vu” de un nuevo “estilo personal de gobernar” del Presidente -en palabras de Cossío Villegas-. O podríamos estar frente a una “presidencia” hereditaria o la “dictadura perfecta”, como la definió Vargas Llosa. Para algunos, razón de estabilidad política y de paz social. Para otros, motivo de preocupación.

Si se continúa con la “Transformación” con el sello obradorista, estaremos en la antesala del presidencialismo de los mejores años del PRI en los 70s y 80s, con los Poderes Legislativo y Judicial acotados a modo y a su “servicio”, cuando no existían los organismos autónomos.

De esta forma Morena se consolidaría como el nuevo PRI, o más bien Morena es el viejo PRI, empezando por su Presidente, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, por mencionar sólo algunos.

Morena revive la aplanadora, el gusto por el carro completo, la simulación de escuchar a los otros, la cerrazón y la obediencia ciega al Presidente; da lo mismo el PRI de los 80 que el Morena de 2024. Para muchos expertos en la política, AMLO tiene el ADN priísta, pues quiere que volvamos al PRI de antes.

La Reforma Judicial sí es necesaria, pero que se enfoque a rediseñar al Consejo de la Judicatura, con facultades de vigilancia y sanción a jueces corruptos o ineptos y el adelgazamiento de su gruesa estructura administrativa. Se debería descartar la obsesiva propuesta de elección de jueces, magistrados y ministros.

Quienes defienden esta reforma presidencial ponen como ejemplo que en Estados Unidos se eligen jueces locales. Sin embargo, hay que considerar que el “federalismo” americano, que por cierto copiamos, tiene una historia singular y es auténtico y real desde sus orígenes. Por ello el sistema judicial estadounidense es también singular como fruto de su historia irrepetible.

Ningún Estado del mundo presenta una pluralidad de métodos de selección de los miembros del Poder Judicial similar a la de Estados Unidos, empezando por el modelo de selección de los jueces federales y continuando por el de cada uno de sus cincuenta estados.

Hablar del sistema judicial estadounidense es hablar de 51 sistemas judiciales (50 estatales y uno federal), es abordar un sistema federal judicial creado siguiendo la senda del propio federalismo del país, que es similar al mexicano en la designación de jueces, magistrados y ministros federales.

Los requisitos, en todos los casos, para lograr ser candidatos a jueces son muy amplios y estrictos.

Como regla general, antes de servir como juez deberán acumular años de experiencia en el campo legal. Muchos jueces comienzan su trayectoria como abogados defensores o fiscales.

Entre los requisitos están: Obtener una licenciatura, realizar el examen de admisión a la Facultad de Derecho, asistir a la Facultad de Derecho y obtener un doctorado en jurisprudencia; aprobar el examen de la barra, ejercer la abogacía y ganar el puesto de juez o jueza.

También contar con los estudios de Derecho (3 años) en una School of Law, acreditada por la Asociación Americana de Abogados (ABA).

Entre los exámenes que realizan están un ensayo con secciones sobre razonamiento lógico, juegos de lógica, comprensión lectora y una sección práctica.

Tras la realización y finalización de los estudios en la School of Law como Juris Doctor, para poder ejercer como abogado hay que superar el examen de la Bar Association, un logro que exige meses de preparación y estudio.

Cada estado tiene un examen distinto, ya que hay que demostrar el conocimiento en la aplicación del Derecho del estado en el que el candidato pretende ejercer la abogacía y en la aplicación de las leyes federales.

Para ser seleccionado como juez el aspirante debió ejercer el Derecho como mínimo dos años. Muchos candidatos acceden a la condición de juez después de décadas de experiencia profesional. Lo esencial es ganarse una reputación profesional respetable y entrar a formar parte de las listas de posibles candidatos a juez.

Imagínese en México, destruir un sistema judicial que lleva casi dos siglos para saltar al abismo a experimentar uno nuevo, que huele, más que nada, a un “afán controlador”. Podría repetirse la historia reciente: la destrucción del Seguro Popular para sustituirlo por el inexistente y fracasado Insabi.

O lo que ocurrió cuando se demolió el aeropuerto de “Texcoco”, que cumplía con los requisitos de calidad mundial para sustituirlo por el inoperante y limitado AIFA, con los costos y dispendio de recursos públicos que ocasionaron las decisiones y caprichos personales escudados en el poder presidencial.

¿Acaso continuaremos sometidos al poderoso monarca indefinidamente o solo hasta el 30 de septiembre de 2024 al rey que sostiene “Le Etat je suis”?

 

***Académico y consultor.

PULPO POLÍTICO

¿Desmarque o maximato?

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Deslindarse del Presidente AMLO, el reto de Sheinbaum * En la historia de México hay claros ejemplos de que el Mandatario entrante hace a un lado a su antecesor

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

Es el 26 de mayo de 2024, la candidata oficial del partido en el poder, Claudia Sheinbaum Pardo, en el cierre de su campaña y ante un Zócalo atibiborrado, en el que se calcula se reunieron 250 mil personas para manifestarle su apoyo, pronuncia el discurso que la consolidará como la primera Presidenta de México. Esto ocurrió en el marco de la elección presidencial del 2 de junio pasado.

Los medios de comunicación nacionales destacan, del discurso de la candidata Sheinbaum Pardo, lo siguiente: “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales. Yo veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan… Yo veo un México convencido de que ésta es la hora de las respuestas; un México que exige soluciones…”.

Este escenario, “imaginario” (el famoso discurso de Luis Donaldo Colosio Murrieta que pasó a la historia), viene al caso por lo que está ocurriendo a finales del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza el gobierno de la 4T y afirma que “no habrá marcha atrás en la transformación, porque ya se logró la revolución de conciencias”.

Ante esto, los adversarios se asombran y le preguntan a AMLO: ¿Cuáles han sido los logros de su gobierno? ¿Revolución de conciencias o manipulación de conciencias?

Claudia Sheinbaum tiene como bandera de campaña defender los “logros “ de Andrés Manuel, la continuidad, el “segundo piso de la transformación”. Pero también surge el cuestionamiento: ¿De qué cambio o “transformación” se habla?

Si transformar se define como una “acción o proceso mediante el cual algo se modifica, altera o cambia de forma manteniendo su identidad”, entonces eso implica un cambio económico, político y educativo-cultural.

Hasta ahora estos tres aspectos del cambio social no han servido para mejorar. En lo económico la base de nuestra economía es el T-MEC, la expresión más simbólica del “neoliberalismo”.

En lo político, si Sheinbaum insiste en impulsar el plan C, estaríamos retrocediendo en nuestro régimen democrático constitucional.

Ponderar y valorar lo que ha pasado en educación, salud, seguridad, cultura, investigación científica, energía y medio ambiente deberían ser las prioridades de nueva presidenta de la República.

Son muchos, quizá 30 millones de mexicanos, los que se preguntan si Sheinbaum podrá deslindarse del Presidente Andrés Manuel López Obrador más pronto que tarde, aunque hay que destacar que ya mandó señales que sí lo hará.

Por un lado la estrategia es comprensible, insertarse en la popularidad del Presidente y subirse a ese camión para garantizar una votación de al menos 22 millones de beneficiarios de los programas sociales y seguir defendiendo la obra de la 4T, vender la continuidad del segundo piso de esa transformación.

Pero, por otro lado, están los inconformes con los resultados de la Cuarta Transformación y a quienes les preocupa la postura reiterada de Sheinbaum Pardo de poner en marcha el plan C, que significa modificar la Constitución Política respecto a la cuasi abolición del Poder Judicial y la aniquilación del Instituto Nacional Electoral (INE), en cuanto a su autonomía y papel fundamental en nuestro régimen democrático constitucional, es un factor que le juega en contra.

Además, el jueves 9 de mayo pasado Claudia Sheinbaum reiteró que seguirá buscando preservar la “soberanía” (y todo mundo expresa “¿de qué hablas Willis?”) energética, tanto en Pemex como en la CFE.

Esto acontece en medio de los apagones de la mitad del país por la insuficiencia de generación de energía eléctrica, ocasionada por la contrarreforma energética que dio por resultado la exclusión de los particulares en la generación de energía eléctrica.

Además, la situación financiera de Pemex es la más crítica de su historia, con una deuda gigantesca… y aún así Sheinbaum afirma que seguirá “apoyando” ese esquema financiero de soporte a Pemex.  Esto, que pudiera ser una postura ideológica de “izquierda”, tiene implicaciones en el mundo empresarial que genera incertidumbre, ya que por un lado nunca aceptarían la inestabilidad democrática del país y menos aún que en aras de la “soberanía” energética se reduzca la capacidad del Estado para proporcionar la energía eléctrica que requieren las empresas y el país para su crecimiento económico, así como un Pemex traducido en un “barril sin fondo”.

 

MUJER PREPARADA: AMLO

Claudia Sheinbaum Pardo, quien cumplirá 62 años el próximo 24 de junio, tiene todas las cartas credenciales que se requieren para que sea la primera mujer presidenta del país, incluso el Primer Mandatario expresa que “es una mujer preparada”. Y añadió: “Ella es doctora, yo con trabajos terminé la licenciatura”.

Sheinbaum Pardo es licenciada física por la UNAM, maestra en ingeniería energética y doctora en ingeniería ambiental por la misma Universidad.

Tuvo una estadía en California, EU, para obtener su doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory, durante 4 años becada por la UNAM. Además, estudió -en el Colegio de México- el Programa de Desarrollo Sustentable.

Fue investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la Máxima Casa de Estudios. Asimismo, es miembro del SNI y de la Academia Mexicana de Ciencias.

Sus primeras actividades políticas fueron como integrante del CEU de la UNAM, en donde se adhirió a un grupo de estudiantes que después se convirtió en el sector juvenil fundador del Partido de la Revolución Democrática. Posteriormente en el año 2000, alguien -que pudo haber sido su exesposo o su madre- la acercó al equipo de Andrés Manuel López Obrador, en ese entonces jefe de Gobierno del DF electo, quien la integró a su gabinete como secretaria de Medio Ambiente.

Ganó relevancia y cercanía con López Obrador cuando le encomendó la construcción del Segundo Piso (mismo slogan de su campaña) y la primera línea del Metrobús.

En 2006 y 2012 participó en el equipo de las campañas presidenciales de Andrés Manuel. En 2015 fue delegada en Tlalpan y en 2018 compitió por la candidatura para la Jefatura de Gobierno de la CDMX contra Ricardo Monreal Ávila, cargo para el que fue electa con el apoyo de AMLO y avalada por los partidos Morena, PT y PES.

Será que vuelva a su independencia como cuando siendo jefa de Gobierno de la CDMX, durante la pandemia, mostró criterio propio respecto de su jefe, pero resulta que al ser lanzada como “corcholata” para la Presidencia de la República, cambió radicalmente su discurso y actitud, mostrándose como una sumisa seguidora del Presidente, copiando y repitiendo su discurso.

En su gestión en la CDMX integró un equipo de colaboradores con perfiles interesantes, la mayoría con preparación académica y experiencia política. Un equipo plural con orígenes diferentes a su partido. Como ejemplos están el secretario de Desarrollo Económico, Fadala Akabani, que fue delegado en Benito Juárez por el PAN, y el secretario de Movilidad, Adrián Lajous Loaeza, hijo del exdirector de Pemex del mismo nombre y de la prestigiada escritora Soledad Loaeza.

En oposición tiene como segundo de a bordo a Martí Batres, quien lo sustituyó en la Jefatura de Gobierno de la capital del país, un radical morenista considerado de los duros y burdos en su trayectoria política.

Entre sus experimentadas mujeres tuvo a Rosa Icela Rodríguez y tiene a Ernestina Godoy Ramos, pero el que se convirtió en su colaborador estrella es Omar García Harfuch, por sus excelentes resultados en una de las áreas que más interesa a la ciudadanía, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX.

A Claudia Sheinbaum se le ve como una fiel seguidora de las instrucciones y del discurso de su jefe, y la imagen que ha proyectado es la de extrema sumisión.

Esto ha puesto en la mente de muchos observadores políticos la posibilidad de vivir un nuevo “maximato” recargado y remasterizado.

¿Será que Sheinbaum Pardo decida deslindarse de su mentor, como ocurría con los presidentes de las sucesiones priístas? Ejemplos hay muchos: Luis Echeverría con Gustavo Díaz Ordaz; José López Portillo de Luis Echeverría; Miguel de la Madrid de JLP (remember nacionalización de la banca); Carlos Salinas de Gortari de su antecesor; Luis Donaldo Colosio Murrieta de CSG (el discurso del 6 de marzo de 1994 sigue vigente, días antes de su muerte); Ernesto Zedillo de Salinas de Gortari, inculpando a su hermano.

Vicente Fox Quesada, la primera alternancia, acabaría con las víboras prietas y tepocatas del PRI; Felipe Calderón, el hijo desobediente (de Fox); Enrique Peña Nieto, segunda alternancia; y para terminar López Obrador se deslindó de los neoliberales con respeto a EPN.

Quizá si Sheinbaum lo decide, será solo Claudia y no ClaudiAndrés.

 

***Académico y consultor.

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PULPO POLÍTICO

Una ola arrolladora llamada Claudia

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En 2018 hubo un tsunami llamado AMLO * Morena arrasó con todo: Presidencia de la República, Jefatura de Gobierno de la CDMX y seis gubernaturas más, mayoría calificada en el Congreso federal y en el capitalino, además de varios municipios mexiquenses considerados como bastiones panistas y priístas * Sheinbaum Pardo sigue haciendo historia: Será la primera presidenta de México

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

Claudia Sheinbaum Pardo, la virtual presidenta electa de México, puso de relieve en su primer mensaje: “Somos demócratas y por convicción nunca haríamos un gobierno autoritario, ni represor”.

Esto luego de que la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, dio a conocer, al filo de la medianoche del 2 de junio, los resultados del “conteo rápido” (el resultado oficial preliminar) de la elección presidencial.

De esta manera Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la virtual “primera presidenta de México” para el periodo 2024-2030.

La abanderada de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por los partidos Morena, PVEM y PT, obtuvo un triunfo claro, contundente e inobjetable con una votación a su favor de un 60% contra 29% de su opositora Xóchitl Gálvez Ruiz.

Sorpresivamente logró la “anhelada” mayoría calificada en la Cámara de Diputados y todo indica que también lo logrará en la Cámara de Senadores, pues MC podría ser el esquirol para que pasen sus reformas constitucionales en caso de no lograrlo… con eso sería suficiente para cambiar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo que tanto buscaron tanto ella como el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y el primero en la mira será el Poder Judicial.

En resumidas cuentas, Claudia Sheinbaum obtuvo cinco millones de votos más de los que obtuvo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, así como la mayoría calificada que él no logró.

Adicionalmente Sheinbaum Pardo y Morena lograron 7 gubernaturas de las 9 que estaban en disputa: Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México.

La coalición opositora ganó Guanajuato y Movimiento Ciudadano obtuvo Jalisco.

En el novedoso, interesante y breve discurso que Sheinbaum pronunció después del anuncio oficial del INE, agradeció al pueblo de México su voto porque “por primera vez en 200 años de la República me convertiré en la primera mujer presidenta de México. Y como lo he dicho en otras ocasiones, no llego sola, llegamos todas con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas”.

Agregó: “Felicito a todas y a todos los mexicanos que el día de hoy con su participación demostramos que México es un país democrático, con elecciones pacíficas y muy participativas”.

Por vez primera, desde el inicio de la campaña, se dirigió a su opositora con su nombre y apellido: “Agradezco a Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata de Fuerza y Corazón por México, por su llamada que recibí hace unos minutos reconociendo el triunfo. Y también a Jorge Álvarez por su llamada, candidato de Movimiento Ciudadano. Reconozco su participación en estas elecciones libres y democráticas”.

Destaca en su discurso su -hasta ahora- no revelada vocación democrática y conciliadora al señalar: “Como lo dije en el Zócalo hace unos días, concebimos un México plural, diverso y democrático. Sabemos que el disenso forma parte de la democracia y aunque la mayoría del pueblo respaldó nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos sin distingos, aunque muchas mexicanas y mexicanos no coincidan plenamente con nuestro proyecto, habremos de caminar en paz y en armonía para seguir construyendo un México justo y más próspero”.

En materia económica afirmó que habrá disciplina financiera y fiscal y autonomía del Banco de México. Prometió actuar apegada a las leyes y al derecho. Asimismo, garantizó las libertades de expresión, de prensa, de reunión, de concentración y movilización.

 

LAS MEJORES CARTAS PRESIDENCIALES

Claudia Sheinbaum Pardo tendrá 62 años el 1 de octubre de 2024, cuando el Presidente López Obrador le pase la Banda Presidencial.

“Sí es una mujer preparada”, dijo el Primer Mandatario Andrés Manuel y agregó: “Ella es doctora, yo con trabajos terminé la licenciatura”.

Es innegable que Sheinbaum Pardo tiene toda la preparación del mundo: Es licenciada física por la UNAM, maestra en ingeniería energética y doctora en ingeniería ambiental por la misma Universidad. Tuvo una estadía en California para obtener su doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory, durante 4 años becada por la UNAM.

Además, estudió en el Colegio de México el Programa de Desarrollo Sustentable. Fue investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Asimismo, es miembro del SNI y de la Academia Mexicana de Ciencias.

Sus primeras actividades políticas fueron como integrante del CEU de la UNAM, en donde se adhirió a un grupo de estudiantes que después se convirtió en el sector juvenil fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Posteriormente, en 2000, alguien -pudo ser su exesposo o su madre- la acercó al equipo de Andrés Manuel López Obrador -en ese entonces jefe electo de Gobierno del DF-, quien la integró a su gabinete como secretaria de Medio Ambiente.

En 2006 y 2012 participó en el equipo de las campañas presidenciales de López Obrador.

En 2015 fue delegada en Tlalpan y en 2018 compitió por la candidatura para la Jefatura de Gobierno de la CDMX contra Ricardo Monreal, cargo para el que fue electa con el apoyo de AMLO y avalada por los partidos Morena, PT y PES.

 

EN SU GABINETE LOS MEJORES

Sheinbaum Pardo contará con personajes reconocidos que como colaboradores podrán garantizar resultados en tres pendientes de la 4T: seguridad, salud y educación.

Su gran amigo, leal y cercano colaborador, Omar García Harfuch, es garantía de resultados y mejoras en la materia de seguridad; en salud, el doctor Kersenovich, con gran experiencia y capacidad, puede dar el giro en la mejora del Sistema Nacional de Salud, y en educación, nadie mejor que el doctor Juan Ramón de la Fuente, quien puede emprender una verdadera revolución educativa para que el Estado Mexicano cuente con el capital humano preparado para insertarse en la productividad y el crecimiento económico que México requiere para su pleno desarrollo económico, bienestar y prosperidad.

Podría convocar Claudia Sheinbaum para su gabinete a los mejores, independientemente de su filiación partidista o ideológica.

En su gestión en la CDMX integró un equipo de colaboradores con perfiles interesantes, la mayoría con preparación académica y experiencia política.

Un equipo plural con orígenes diferentes a su partido. Como ejemplos están el secretario de Desarrollo Económico,

Fadlala Akabani Hneide, quien fue delegado en la Benito Juárez por el PAN, y el secretario de Movilidad, Adrián Lajous Loaeza, hijo del ex director de Pemex del mismo nombre y de la prestigiada escritora Soledad Loaeza.

Tiene en la Jefatura de Gobierno de la CDMX a Martí Batres, quien la sustituyó y es un radical morenista, considerado de los duros y burdos en su trayectoria política.

Entre sus experimentadas mujeres tuvo a Rosa Icela Rodríguez y a Ernestina Godoy Ramos.

Pero repito, el que se convirtió en su colaborador estrella es García Harfuch por sus excelentes resultados en una de las áreas que más interesa a la ciudadanía, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.

 

POR FIN UNA MUJER PRESIDENTA

Por fin México tendrá su primera presidenta de la República en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo.

Desde 2006 se inició un “boom” de presidentas en América Latina. Michelle Bachelet gobernó Chile por vez primera y fue reelecta para el periodo 2014-2018.

En Argentina, Cristina Fernández de Kirchner​ fue presidenta 2007 a 2015.

En Costa Rica, en 2010, Laura Chinchilla Miranda se convirtió en la primera presidenta costarricense.

Dilma V. Rousseff estuvo al frente de la primera magistratura brasileña entre los años 2011 a 2016.

Xiomara Castro pasó a la historia por ser elegida como la primera presidenta de Honduras.

Ya desde los 90s, Violeta Barrios de Chamorro fue electa presidenta en Nicaragua de 1990 a 1997. Fue la tercera mujer en ocupar la posición de jefa de Estado y jefa de Gobierno en el Continente Americano, después de Isabel Perón, en Argentina, en 1974, y Lidia Gueiler Tejada, en Bolivia, en 1979.

En México, en los últimos diez años más mujeres han llegado a los más altos cargos políticos. Tenemos ministra presidenta de la SCJN, presidenta en el INE, presidenta en el TEPJF, en el Legislativo hay cámaras integradas con paridad casi total. También un gran número de gobernadoras en la mitad del territorio nacional.

En la realidad millones de mexicanos esperaríamos tener una Angela Merkel mexicana, quien fue reconocida como gran jefa de Estado y dio un gran impulso a Alemania como primera potencia de Europa y eficaz negociadora en los foros diplomáticos internacionales.

Con Claudia Sheinbaum como presidenta podríamos tener una jefa de Estado con vocación democrática, que gobierne con firmeza, pero con pluralidad e inclusión para iniciar una nueva etapa en vida política nacional y construir el México justo y próspero que todos anhelamos. Que así sea… y si no, que la nación se lo demande.

 

***Académico y consultor.

 

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Xóchitl, la mejor opción

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Aunque Morena diga que “este arroz ya se coció”… * Max Cortázar, vocero y vicecoordinador de la campaña de Gálvez, en entrevista con el noticiario “Ciro por la Mañana”, de Ciro Gómez Leyva, puso sobre la mesa cifras y datos por demás interesantes que concluyen en un empate técnico

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

Una semana después del segundo debate presidencial y a menos de un mes de las elecciones presidenciales del domingo 2 de junio de 2024, existen todo tipo de pronósticos. Es obvio que los partidarios, periodistas y analistas que se inclinan por cualquiera de las candidatas muestran cifras y escenarios que las favorecen en cada caso.

Por un lado, los partidarios de Claudia Sheinbaum aseguran que “el arroz ya se coció” y que la ventaja que le dan diversas encuestadoras hasta por dos dígitos es muestra de ello.

 

EMPATE TÉCNICO

Por el lado de Xóchitl Gálvez, se afirma que “caballo que alcanza gana” y que este es el caso, toda vez que según los números de sus encuestas hay un empate técnico.

El viernes 3 de mayo, el vocero y vicecoordinador de la campaña de Xóchitl Gálvez, Max Cortázar, en entrevista con el noticiario “Ciro por la Mañana”, de Ciro Gómez Leyva, puso sobre la mesa cifras y datos por demás interesantes que podríamos resumir así:

a.- Las encuestadoras que han tenido mayor acierto en las últimas elecciones, como las federales y de la CDMX de 2021 y las del Estado de México de 2023, ubican la ventaja de la candidata oficial en un rango de entre 6% y 9%, que descontando un margen de error de 3% se traducen en un empate técnico.

b.- Que en el último mes de campaña la candidata opositora acortó la distancia en 8 puntos porcentuales.

c.- Que la percepción en la campaña opositora por sus intercambios con la población, es de un voto oculto que no se muestra en las encuestas por temor de los entrevistados a que les quiten sus “programas sociales”.

d.- Que saldrá a votar una gran cantidad de abstencionistas y que lo harán en favor de la candidata opositora.

Según lo expresado y explicado por Max Cortázar, Xóchitl ganará la elección presidencial.

 

CLAUDIA, TRAS LAS CUERDAS

Durante el segundo debate presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez intercambiaron puntos de vista sobre crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; así como cambio climático y desarrollo sustentable. Independientemente de los ataques personales que se dieron principalmente entre las dos candidatas, quedaron de manifiesto datos duros que contradicen lo que que argumenta el Presidente Andrés Manuel López Obrador en esos temas y que es lo que se abocó a defender Claudia Sheinbaum.

En crecimiento económico, los indicadores siempre miden el porcentaje de crecimiento de cada gobierno por el promedio anual logrado y resulta que en este sexenio de la 4T, el promedio de crecimiento es del orden de 0.7%, el más bajo en seis sexenios, no visto desde Miguel de la Madrid Hurtado.

En infraestructura y desarrollo, este gobierno quedó a deber, ya que las únicas grandes obras son las conocidas como faraónicas, convertidas en elefantes blancos, con gigantescos sobreprecios: el AIFA, Dos Bocas y el Tren Maya.

El proyecto del corredor transítsmico, que quizá sea el más útil para el desarrollo de la región, más que una obra de nueva creación ha sido la reconversión de derechos de vía y remodelación de estaciones intermedias.

No hubo modernización ni construcción de grandes presas, ni de obras hídricas en todo el país como tampoco en CDMX.

En materia de medio ambiente y cambio climático, los resultados de la 4T son adversos, ya que se dio prioridad al uso de combustibles fósiles para la generación de energía electrica (CFE) y se cortaron grandes proyectos de generación de energía heólica, como fue el caso de Baja California, cuando el Presidente AMLO -durante una gira- dijo que las hélices de generación heólica “afeaban” el paisaje de la frontera.

Estos son solo algunos ejemplos de los malos resultados del gobierno de López Obrador, lo que defendió la candidata oficial y sobre lo cual (¿?) propone construir un “segundo piso”.

La elección se comienza a cerrar, la tendencia apunta a unas elecciones mucho más competida de lo previsto. Se está poniendo de manifiesto que las encuestas pagadas, que ponen a la candidata del gobierno más de 20 o 30 puntos arriba, sirven para desalentar, aunque no para ganar. Siempre se ha sostenido que “Local is pholitics”, en este sentido el comportamiento que se está dando en las diferentes entidades federativas será decisivo en los resultados finales de las eleccciones más grandes de la historia de México.

 

HAY OPOSICIÓN

El hecho de que estén en juego nueve gubernaturas, incluida la CDMX, y que de esas nueve ya se adelanta que la oposición pueda arrebatar al partido oficial hasta siete, podría redefinir el rumbo de la elección presidencial.

Las entidades que puede ganar el opositor Fuerza y Corazón son: CDMX (triunfo perfilado desde 2021), Yucatán (buena gestión de Mauricio Vila), Guanajuato (buena gestión de Diego Sinhué), Veracruz (desastrosa gestión de Cuitláhuac García), Puebla (división morenista y buena opción opositora), Morelos (pésima gestión de Cuauhtémoc Blanco).

Si bien las mediciones de popularidad del Presidente Andrés Manuel se mantienen altas entre 56 y 58%, las encuestas sobre los resultados de su gobierno tienen números muy desfavorables.

Si esa percepción generalizada, tal vez oculta para evitar que les retiren programas sociales, aflora en las elecciones, podría sumarse a los elementos que inclinarían el voto en favor de la candidata opositora Xóchitl Gálvez.

Los principales temas que interesan a la población son: el económico, con una inflación en la canasta básica en el último año de 80%, solo basta preguntar a cualquier ama de casa sobre el aumento de precios en su despensa; la inseguridad que se vive en todo el país cotidianamente, con un promedio diario de 80 homicidios dolosos con lo que ya casi se alcanza la cifra récord de 190 mil en este gobierno, se tienen 10 feminicidios diarios, 40 mil desaparecidos en este sexenio (reducidos a 12 mil por el gobierno), masacres cotidianas en Zacatecas, Guerrero, Michoacán, Colima, Guanajuato, Jalisco y Sinaloa; el probado retroceso en educación, lo cual ha sido demostrado por la prueba PISA, de la que ahora México quiere salirse, siendo la prueba reconocida por todos los países del mundo, incluidos Rusia y China.

En materia de salud, un fracaso manifiesto con el abortado Insabi y haber pasado de 20 millones de personas sin atención médica en 2018, a 50 millones en 2024.

Por otro lado hay noticias o temas que han tenido relevancia y se han convertido en escándalos en las últimas semanas y que podrían incidir en el ánimo electoral.

El más reciente, el de la líder de madres buscadoras, Ceci Flores, quien cometió el pecado de descubrir un presunto lugar de incineración de desaparecidos en Tláhuac, en las inmediaciones de la Ciudad de México, lo que provocó la respuesta del Presidente AMLO, de la candidata presidencial ofcial y del jefe de Gobierno de la CDMX, quienes se apresuraron a atacar a Ceci y se curaron en salud aseverando que son solo “politiquerías electorales”.

Otro escándalo que ha estado presente en la CDMX es el del agua contaminada de la alcaldía Benito Juárez; otro asunto es el desencanto y decepción de los padres de los 43 de Ayotzinapa por las promesas incumplidas del Ejecutivo federal.

Durante la semana pasada, concretamente el 3 de mayo, se cumplieron tres años del desplome de la Línea 12 el Metro, un suceso terrible que dejó 26 muertos y un centenar de heridos, una tragedia que ocurrió por la falta de mantenimiento, según informe contratado por el Gobierno de la CDMX y por el propio constructor Carlos Slim.

Se ha insistido a lo largo de estos 3 años, desde que sucedió la tragedia, que la presunta responsabilidad que pudiera tener la exjefa de gobierno sería razón suficiente para no aspirar a ser presidenta de México.

 

TEMAS ESPINOSOS

Otro de los temas que estuvo presente en los últimos meses fue la falta de apoyos por el huracán Otis que destrozó Acapulco en octubre de 2023. El Primer Mandatario nunca tuvo contacto con habitantes de ese puerto; sus últimas visitas se hicieron a puerta cerrada, en la base naval o en buques de la Marina.

Hay que recordar que el dinero del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) lo desaparecieron. Otros temas más recientes, que han causado polémica preocupación y malestar en muchos electores, son el decomiso de ahorros de las Afores de los mayores de 70 años, la reforma a la Ley de Amparo que deja desprotegidos a los más pobres y vulnerables respecto de casos de violación de garantías constitucionales por actos de autoridad abusivos.

De igual modo resulta una gran interrogante el porqué otorgar al Presidente de la República la facultad de sacar de prisión y “perdonar” a quienes hayan cometido todo tipo de delitos, graves o no.

En medio de todos estos temas sigue presente, luego de cuatro meses, el hastag #Narcopresidente, refrescado en el segundo debate, cuando Xóchitl (por analogía) calificó a Claudia Sheinbaum de #Narcocandidata.

A lo anterior se suma la publicación del último libro de Anabel Hernández, titulado “La historia secreta”, en la cual aborda el tema de los vínculos presidenciales con el narco de manera extensa y detallada.

Con las referencias y datos duros que hemos expuesto con anterioridad, no podemos afirmar que la ganadora de la elección presidencial será Xóchitl Gálvez, sin embargo, habemos millones de mexicanos, al menos 30, que no somos del universo que cree ciegamente en lo que dice el Presidente López Obrador en sus Mañaneras. ¿El motivo? Los resultados y gestión autoritaria.

O quizá, como el propio AMLO lo dijo textualmente en una Mañanera: “Los que apoyan nuestro proyecto ‘Transformación’ son los más ignorantes y los más pobres”. Por fortuna no es nuestro caso y nos solidarizamos con nuestros connacionales más pobres e ignorantes, con el deseo que pronto abandonen esa condición.

Quienes estamos contra la continuidad de la “simulación”, que no “transformación”, y queremos que México retome la senda de la prosperidad, la democracia y la justicia, estamos seguros que la mejor opción es Xóchitl Gálvez.

 

***Académico y consultor.

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