Resolución del Trife: el INE debe investigar el escándalo de Pío López Obrador * El Presidente expresa que si es culpable, que se aplique todo el peso de la ley… pero mese antes ya había dictaminado: “no es corrupción, son aportaciones”
POR EL SEÑOR LÓPEZ
El pantano.
Estará usted de acuerdo con este menda en que lo correcto es hacer lo correcto. Sí, claro. Sin embargo, para el tenochca simplex promedio, hacer lo correcto significa básicamente respetar las formas, con las excepciones reglamentarias (porque eso de que ‘siempre hay excepciones’ no está tan claro, pues si ‘siempre hay excepciones’, entonces a veces no hay excepciones… mmm…); como sea: las formas son las convenciones sociales que hacen grata la convivencia, pero en México son un ceremonial en el que intercambiamos mentiras como muestra de respeto. Y así nos entendemos.
“Mi más sentido pésame”, decimos con cara de circunstancia, aunque sea un reverendo desconocido el fiambre. “¡No supe!”, exclamamos justificándonos por no haber ido a visitar al compadre que estuvo dos meses hospitalizado, entre la vida y la muerte. “Ojalá no sea nada”, toca murmurar cuando reprimimos el bostezo por el relato detallado de la triquinosis del consuegro. “¡Me hubieran avisado!”, se dice disimulando el alivio por no haber sabido que se inundó la casa del vecino. “Cuando quieran, esta es su casa”, despidiéndose-empujando a la visita. “Y ya sabes, lo que se ofrezca”, decimos a la recién viuda, colgando el teléfono, sin dejar de ver la tele.
Así somos: “¡ay, qué lindo nene!” (aun si parece batracio); “preciosa boda” (aunque fueron los granaderos a restablecer el orden); “¿dónde la compró?” (con entonación de “qué cosa más linda”, viendo la sala modelo “Tigres de la Malasia”, que nos presume la esposa del patrón); “¡todo muuuy bien!” (palmeando la espalda del papá de la quinceañera, huyendo del bodrio de fiesta); “ya no hay que echársela tan larga” (a quien no quiere uno volver a ver en esta vida). Y el muy mexicano: “¡Yo te hablo!” (despidiéndose sin el menor deseo de volver a ver al tipo).
Es parte de nuestra herencia mexica-española-cortesana (300 años de Nueva España algo dejan); somos obsequiosos, cuidamos las formas: “no dejes de llamarme”, “me dio gusto verte”, “cantas precioso”, “es envidia de la buena”… podríamos hacer una enciclopedia de frases hechas, adecuadas y socialmente aceptadas para cualquier circunstancia de la vida en que se deba mostrar simpatía, aceptación, entusiasmo o aprobación, sobre cualquier cosa que nos resulta indiferente, molesta, indeseable o queramos evadir. Todo menos la verdad, que para calificar cosa tan molesta, acuñamos la palabra “claridoso”, para el majadero que no atenúa la realidad.
Al leer estas destempladas reflexiones costumbristas, tal vez usted piense: “¡claro!, ni modo de ir por ahí ofendiendo gente”. Y tiene razón. Su texto servidor que también es puro mexicano, se comporta igual y hasta es creativo, como la vez que en una cena, el matrimonio anfitrión enseñaba las fotos de sus vacaciones en las islas griegas y de repente de mano en mano, fueron pasando las estampas en mini-micro bikini -pero chiquitito- de la cincuentona señora cuerpo de tinaco parado, brillosas carnes gelatinosas y cara de rana insolada; se hizo un espeso silencio entre los presentes, urgía decir algo, romper el ambiente de estupefacción que a instantes estaba de terminar en una carcajada general y este menda salió al quite: -“¡Me encanta la naturalidad de la mujer moderna!”… -y como por ensalmo la adiposa dama sonrió, suponiéndose admirada y apetecible; y el marido torció una sonrisa de orgullo de macho alfa. Dejé la cena.
De acuerdo. Así son las cosas en nuestro idílico país: la virtud de la caridad ensalivada… pero, también hay cosas que son exageraciones propias del voluntariado de la corrección gratuita. A un desconocido no se le dice qué elegante es su corbata de mazorcas de maíz; a una doncella con la que se cruza uno por la calle, no se le chulea su peinado de aguacero de sebo; y nadie se mete a una funeraria a repartir pésames anónimos.
Se lo comento porque una característica entre risible y desagradable de los políticos, bueno, de algunos políticos (hay excepciones), es que no desaprovechan oportunidad de hacer lo políticamente correcto, aunque sea incorrecto, como disfrazarse para cada ocasión, creyendo que alguien se traga el cuento de que el funcionario panzón, al mismo tiempo es charro, rescatista, obrero y deportista; son los que comulgan en misa, se ponen mandil con los masones, kipá (gorrito) si comen con la comunidad judía, botas texanas y cinturón piteado para ir a una feria ganadera y le babean la mano a obispos y cardenales. El político camaleónico.
También nuestros políticos (con las excepciones bla, bla, bla…) nos han acostumbrado a oírles decir cosas que todos sabemos no pasan de frases de circunstancia: “se investigará a fondo”, “tope donde tope”, “todo el peso de la ley”, “nuestra solidaridad”, “no están solos”, “no les voy a fallar”… y tantas más.
Y ya en estas, no debemos regatear mérito a nuestro actual Presidente que ha hecho aportaciones notables a este nuestro modo de sobrevivir en México. Como su lucha contra la corrupción es eje central de sus actos, afirma que en asuntos públicos no tiene esposa, hijos, hermanos ni amigos (el tenochca estándar lo escucha sin que se le agite el pulso).
La cosa cambió cuando reventó el escandalete de los videos de 2015 de su hermano Pío recibiendo dinero de David León, colaborador de Manuel Velasco entonces gobernador de Chiapas.
De inmediato el Presidente pidió que se investigara, pero que no era corrupción: eran aportaciones del pueblo bueno al “movimiento” (Morena), detalló que estaba seguro que era para gasolina y añadió que no sabía si Morena lo reportó al INE (como obliga la ley y como aún no sabemos). Pero, igual, remató: “Que se aclare” (sí, pero no es corrupción, ya quedamos).
Ya pre-exonerado su hermano, como el Trife resolvió que el INE debe investigar el asuntito, el Presidente, impertérrito, declaró: “Si mi hermano Pío es responsable, que sea castigado”. Sus malquerientes creyeron que lo acorralaban con esto, pero a él no lo mancha ningún lodo, como a esas aves que cruzan el pantano.
La luce por todo el país en señal de que el triunfo fue por él y solo por él * Nada de raro tiene que el todavía Presidente quiera imponerle agenda y reformas a la Constitución a su sucesora * No hay fecha que no se cumpla y ya muy pronto dejará el poder… y eso duele * Una vez doña Sheinbaum se tercie la banda presidencial, tendrá acceso a todos los informes de todo lo que le interese saber… y nadie quiere ganarse gratis una enemistad sexenal
ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN
Compostura.
Tía Tita (Carlota, Carlotita… Tita, del lado materno-toluqueño del berenjenal genealógico de este menda) vivía para el chisme, lo suyo era el cotilleo.
Pero como era más bien tontita, contaba cosas imposibles de saberse, como el diálogo en la madrugada de la noche nupcial, de una de sus sobrinas con su sorprendido marido, por lo que no le importa a usted.
Su hazaña máxima fue cuando contó en una sobremesa lo que iba pensando un tío que se fue solo al Bosque de Chapultepec para acomodarse, como se acomodó, una bala dentro del cráneo.
Tío Armando le dijo que eso no lo podía saber ni ella ni nadie y la tía atajó: -¡Oh, pues!, nada me creen -risas discretas-.
EL DOLOR DE DEJAR EL PODER
El sensacionalismo campea en los medios de comunicación, no la difusión de lo que llama la atención, sino más bien el tremendismo, ese exagerar, dice el diccionario, los aspectos más crudos, más alarmantes de la vida.
Se entiende, claro, no vendería un ejemplar impreso ni tendría una visita en su portal digital, un medio que pusiera como titular que un papá llevó el gasto a su casa, que una mamá que trabaja, cuida bien a sus hijos o que un maestro dio clases. Eso no ‘vende’, porque es lo normal. Sí, lo normal es lo bueno, lo decente es lo común, lo habitual es que la gente se comporte, políticos incluidos (no se alebreste, piénselo: de los miles y miles dedicados a ese oficio, son un puñado de decenas de bichos de alma renegrida, los que desprestigian a todos, piénselo).
Así las cosas, doña Sheinbaum y su navegar las aguas de la transición del 2 de junio al 1 de octubre, cuando asuma el cargo, dan para que se escriban columnas y artículos tremendistas sobre las maniobras y trastadas que supuestamente le hacen los que le van a entregar la administración pública, con ánimo de controlarla hasta el 2030, una vez sea Presidenta de la República.
Ha de ser, pero esas versiones recurren al subterfugio de la fantasía, atribuyendo su contenido a ‘fuentes bien informadas’, que ‘solicitaron el anonimato’, claro; y en los casos de plumas con prestigio y renombre, ni eso dicen, sueltan sus afirmaciones sabiendo que el lector promedio las dará por buenas: “lo dijo fulano”, basta para darles credibilidad.
No la tienen. No la tienen porque hay cosas que no se saben y los que las saben, no las andan contando.
A este juntapalabras llama la atención que llame la atención el narcisista modo de gobernar del señor de las conferencias de prensa diarias. Nadie en la historia ha hecho semejante cosa. López Obrador ha hablado más que Jesucristo, sin percatarse de que en política las palabras atan, sí, quienes se dedican a eso de gobernar suelen cuidar lo que dicen pues se debe traducir en hechos.
Bueno, con este señor no es así. Sí atina en las acciones, maniobras y chanchullos, de la materia electoral que es su mero mole; en lo demás dice lo que le tercia y hace lo que le acomoda; en todo impone su voluntad, no pocas veces resultado del capricho junto con su ilusoria visión de lo que es ser Presidente de este país como adepto incondicional de las prácticas del priísmo imperial de ese echeverriato que admiró y defendió a capa y espada en su ya lejana juventud; sin dejar de advertir que honrando su mediana inteligencia es un coleccionista de agravios… y ahí sí que planea e instrumenta con paciencia y tiento sus venganzas, su desquite, al precio que sea, excepto matar porque no es matón, pero no tiene escrúpulo alguno para encarcelar gente (casos de estudio: Emilio Lozoya, Alonso Ancira, Juan Collado, Rosario Robles, por si ya se le olvidó a usted).
NARCISISMO
De regreso al proceso de transición en que se encuentran doña Sheinbaum y el actual gobierno federal, nada de raro tiene que el todavía Presidente quiera imponerle agenda y reformas a la Constitución y traerla como la trae, exhibiéndola por el país como un trofeo, su trofeo, señal de su victoria de él, que no concibe el rotundo triunfo electoral del 2 de junio, sino como ratificación del incontrolable amor del pueblo (el bueno), por él y solo por él. Es normal, es narcisista.
Pero eso no retrasará el amargo instante en que dejará el poder como lo dejan los presidentes de este país: de un tirón, como se arranca una muela, sin anestesia… y duele.
Sufren más el paso del todo a la nada los que quisieron ejercer y disfrutar el poder hasta el último día, los que no permitieron su progresiva mengua desde el momento en que se eligió en las urnas al sucesor, sucesora en este caso (Echeverría y su expropiación de tierras de última hora; López Portillo y su nacionalización de la banca; y más atrás, Plutarco Elías Calles y su imposición de gabinete, cuadros de partido, dirigencia obrera y mandos militares, para controlar a Lázaro Cárdenas, quien una mañana muy tempranito lo echó del país… y ¡listo!).
ESPIONAJE TELEFÓNICO
Afirmar que el menguante Ejecutivo supone que doña Sheinbaum será fiel a él, a sus enseñanzas y mandatos, es como decir que los peces están mojados, claro que están mojados, claro que eso piensa, no se concibe sino como un gigante de la historia de México, el cuarto después de Hidalgo, Juárez y Madero. Y por su naturaleza desconfiada, puede ser cierta la versión de que hay un aparato de espionaje telefónico sobre doña Sheinbaum y su equipo.
Pero eso de que altos funcionarios de Palacio y de Morena están envenenando contra doña Sheinbaum, al que ya se va de Palacio, es ignorar que eso no hace falta: ese cerebro destila una admiración desenfrenada por sí mismo, aderezada con desconfianza y recelo, por eso su gabinete fue una colección de floreros.
Afirmar semejante extremo es suponer que los que supuestamente hacen esa labor de zapa bajo los pies de la cada día más próxima Presidenta de la República, es suponer, le repito, que son tontos: una vez doña Sheinbaum se tercie la banda presidencial, tendrá acceso a todos los informes de todo lo que le interese saber… y nadie quiere ganarse gratis una enemistad sexenal.
Toca esperar que la señora legitime en los hechos su acceso legal al poder y guardar la compostura.
La disyuntiva de Sheinbaum Pardo si reforma al Poder Judicial * Claudia tiene que irse con cuidadito porque AMLO es capaz de todo * La próxima presidenta tiene que asumir su responsabilidad y usar su inteligencia… de lo contrario dinamitará su gobierno
ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN
Contra toda esperanza.
Ya le conté el caso de la prima Silvia. Sus papás se cansaron de decirle que casarse con Tomás era un pasaporte a la infelicidad, era un Juan Charrasqueado; sus amigas le decían lo mismo: -Con Tomás, no, de veras, no –y con él se casó, convencida de que iba a cambiar.
No cambió. Luego Silvia decía que resultó muy buen exmarido. ¡Vaya consuelo!
INCERTIDUMBRE
México está en la incertidumbre, no sobre todo, que estamos seguros de lo fregados que estamos en seguridad, salud o desarrollo, pero al mismo tiempo estamos seguros de que hoy las posibilidades reales del país, sin fantasear, son fantásticas.
Si México esta vez no mete la pata, daremos el salto adelante; eso del “nearshoring”, la relocalización de empresas de China hacia nuestro continente, hacia México, no se va a repetir. El tiempo corre, nadie nos va a esperar.
La incertidumbre es el curso del siguiente gobierno federal. Si se va a conducir con la dogmática rascuache de esa izquierda populista de hamaca, viendo a Macuspana de espaldas al mundo, no hay lugar para el optimismo, no entraremos al club de los países más desarrollados del mundo y en los libros de historia, el capítulo México, redirigirá a los libros de psiquiatría, al apartado “Síndrome del flautista de Hamelin; sociedades suicidas”.
La próxima presidenta, doña Sheinbaum, tiene que decidir qué camino sigue sin olvidar que este Presidente ha dado muestra de su grave irresponsabilidad.
Que no se le olvide: el 28 de julio de 2022, en la Mañanera dijo que estaba dispuesto a sacar a México del T-MEC, cuando andaba con sus reformas al sector energético, contra los términos del Tratado: “Aun tratándose del mercado más importante del mundo… si tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía, no lo aceptamos”; aunque luego matizó: “no habrá ruptura”, pero la sola mención alarma al más bragado: ¿no tiene límites este señor?
De veras: urge su ausencia (ya faltan solo 102 días, sin contar este… se nos van a hacer eternos).
Entendemos que doña Sheinbaum se tenga que ir con cuidado, este señor es capaz de todo. Pero esperamos que doña Sheinbaum, una vez en el cargo, banda al pecho, silla en donde va, asuma su responsabilidad y use esa inteligencia que sí tiene. Eso o dinamitará su gobierno.
Basta con que en septiembre se reforme el Poder Judicial como dicta la iniciativa presentada, para que el tema musical de su sexenio sea ‘Todo se derrumbó’ (por Emmanuel, claro).
Y si le sigue y se mete con los órganos constitucionales autónomos, usando en lugar de la razón su mayoría legislativa, conseguirá incrementar su poder como Presidenta y sin duda sus simpatizantes la van a vitorear cuantas veces los convoque a retacar el Zócalo, pero la realidad, que no sabe de ideologías ni credos políticos, se le va a echar encima.
Podrá modificar como quiera y cuanto quiera la Constitución, pero no podrá evitar la vorágine de controversias internacionales ni la respuesta que le darán los EUA, país siempre presto a defender sus intereses.
¿De veras doña Sheinbaum en nombre de sus convicciones de aquellos sus ya lejanos tiempos de lideresa estudiantil, estará dispuesta a subirse al ring contra el tío Sam?
Si doña Sheinbaum hace eso de su sexenio y del país, en 2030 entregará los despojos de México a su sucesor.
Su inteligencia da de sobra para suponer que distingue la realidad de la ucronía, ese incurrir en realidades ficticias.
No se gobierna con hipótesis sino con los hechos duros, mondos y lirondos, sin moños ni adornitos: México depende de los EUA. ¿No le gusta?, al del teclado tampoco, pero es la realidad y no va a cambiar, a menos que pudiéramos mudar el país a otra latitud sin 3 mil kilómetros de frontera con el país más poderoso del mundo.
Que no se equivoque doña Sheinbaum, el gran capital, el inmenso capital de los EUA, la Casa Blanca y el Congreso de allá, están hasta el copete del señor de Palacio. Lo aguantaron porque obtuvieron de él el control migratorio y lo neutralizaron (“Nunca he visto a nadie doblarse así”, declaró el Donald Trump el 22 de abril de 2022, refiriéndose al gobierno de la 4T, T de turbio, T de tormenta).
Pero eso no significa que estén dispuestos a seguir otros seis años tolerando arranques de populismo tropical, de ninguna manera.
México, por encima de China, es el principal socio comercial de los EUA. Cerca del 80% de nuestras exportaciones son hacia ese país, más o menos 475 mil millones de dólares (mdd), ¿aguantaríamos que nuestros productores tuvieran que pagar aranceles?… ¿de veras? Los EUA, nos acomode o no, son la principal fuente de inversión extranjera directa de México.
Para que tenga una idea, en 2023, eso fueron 36 mil mdd y la reinversión de utilidades alcanzó los 26,700 mdd, ¿de veras nos queremos pelear con ellos? O por otro lado, ¿y si le ponen impuesto a las remesas?, en 2023 fueron 63,700 mdd lo que mandaron a México los mexicanos que huyeron a los EUA (porque huyeron de la miseria, de la inseguridad, de las mieles de la 4T), según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, reciben remesas más del 12% de los adultos del país y más del 13% de los hogares, ¿qué les diría doña Sheinbaum si les llega menos dinero por sus gracias?… ¿Qué es un honor seguir a Obrador?… no, no es creíble… esperemos.
EN BOLIVIA ELIGEN JUECES POR VOTACIÓN POPULAR… Y ESTÁN ARREPENTIDOS
De regreso a lo del Poder Judicial. En Bolivia, único país del mundo en que se eligen jueces por votación popular (solo los 26 principales cargos judiciales), están muy arrepentidos, no hallan cómo anular eso.
El expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé, que no es un pelagatos, también fue embajador en los Países Bajos, agente en la Corte Internacional de Justicia y presidente de la Corte Suprema de Justicia, en mayo pasado, declaró que es “urgente modificar la Constitución de 2009, impulsada por el exmandatario Evo Morales, para transformar la justicia del país y cambiar el proceso de las elecciones judiciales”.
Ellos queriendo salir y acá otros neceando en que nos va a salir bien, esperando contra toda esperanza.
En la nómina del Bienestar ‘cobran’ un millón de adultos mayores inexistentes * La cifra millonaria se esfuma en pagos directos imposibles de auditar persona por persona, pero este gobierno tiene el vicio de presumir y dieron los datos que se pueden revisar con el censo de población
ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN
Volver a confiar.
Allá a principios del siglo pasado, en Autlán, Lilia (una prima de la abuela Elena) se casó con un viudo que le llevaba 40 años, ella tenía 16 y era hermosa, pero él, aparte de bien plantado, grandote y fuerte como mulo, hablando vencía virtudes.
Los papás de Lilia entendieron y se celebró el matrimonio, pero añadía la abuela que a las pocas semanas su prima se regresó a su casa como había salido: -El hombrón aquél no podía hacer labor de varón -dijo la abuela-, y nadie entendimos su insistencia en casarse sabiendo que era inútil “pa’ lo mero principal” –dijo la abuela. Cosas de pueblo.
LO MEJOR ES SEGUIR CON LO MISMO
Platicando en días pasados con un buen amigo, salió el tema de las próximas elecciones del 2 de junio.
Estábamos solos. Con tono de confidencia, confesó que va a votar por doña Sheinbaum: -… es un nuevo gobierno… necesita tiempo para consolidarse… han ayudado a mucha gente… fallaron en algunas cosas, pero, estaba todo tan mal… si la escogió el Presidente (a su candidata, se entiende) ha de ser la mejor… hay que confiar -mi amigo es un señor con estudios, buena persona, decente… y piensa que lo mejor es seguir con lo mismo-.
Este su texto servidor no se dedica al proselitismo político, pero tampoco es neutro, lo neutro hiede. Sin siquiera insinuarle que cambiara el sentido de su voto, le hizo un repaso de algunas de las iniciativas de reformas a la Constitución Política que ya presentó el Presidente, para modificar cosas como el INE (desapareciéndolo en los hechos) y el Poder Judicial (para que los jueces sean elegidos mediante voto popular).
No le gustó lo que oyó y aceptó que no tenía idea de esas cosas; se preocupó.
Luego, y sin pretender la apología del PRI, del PAN ni del PRD, comparé el régimen actual con el antiguo priísmo, el de los tiempos de Echeverría… se parecen tanto que parecen lo mismo.
Su argumento de que este es un nuevo gobierno no se sostiene. No estamos en los albores de un nuevo día para la nación, sino de la restauración de aquél decadente priísmo imperial que fue la degradación de un exitoso sistema político no democrático que en su momento fue necesario para construir de casi cero al país después de una infame guerra civil (revolución la llaman los entusiastas), y cuyo creador, Plutarco Elías Calles, nunca dijo que era para siempre. Tampoco le gustó a mi amigo y repitió que no tenía idea de esas cosas; se preocupó otro poquito.
De su propuesta de dar tiempo a esto para que se consolide, le recordé que este gobierno tuvo y tiene toda la autoridad y se han sometido a ella tanto las estructuras de la administración pública (incluidas las Fuerzas Armadas), como particulares y empresas.
Con esa autoridad canceló una obra privada como la cervecera Constellation Brands en Mexicali, contra derecho. Y con la misma autoridad, otorgó y otorga el 80% de los contratos a dedo y emprendió fracasadas acciones en seguridad (con su récord de 180 mil homicidios y el 30% del territorio controlado por el crimen, si no es que más); en salud (con la cancelación del Seguro Popular y los 50 millones que dejó sin servicio; junto con el inexplicable fracaso en la compra de medicamentos y la muerte de niños con cáncer); en educación (fortaleciendo al fétido SNTE, cambiando los libros de texto por libros de adoctrinamiento); y nomás por no dejar, le recordé las obras emblemáticas del sexenio: el fallido aeropuerto AIFA; la refinería Dos Bocas y el tren Maya, sin terminar estas dos y todas con sobrecostos siderales, imposibles de justificar. De eso sí sabía mi amigo.
Este gobierno tuvo toda la autoridad, tomó decisiones y fracasó en sus empeños, dejando al paso, un rastro indeleble de corrupción, como nunca antes se había visto en México. Lo aceptó. Es una evidente realidad innegable.
Sobre su argumento de que han ayudado a mucha gente, le hice reflexionar en los extraños errores en que ha incurrido con sus programas sociales, en especial la pensión para adultos mayores, que se otorga igual a viejos pobres que a viejos ricos (viejo no es mala palabra), junto con la insólita discrepancia entre el número que según el gobierno la recibe y el censo de viejos.
En la nómina del Bienestar hay un millón de viejos inexistentes cobrando y no lo pueden negar: el 12 de diciembre pasado, la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, repitió, porque lo ha dicho más de una vez, que “11 millones 841 mil 561 personas adultas mayores reciben su pensión”, y que ese año eso sumó 339 mil 341 millones de pesos (para este 2024, el monto es de 465 mil 48 millones de pesos).
Pero la dependencia del gobierno responsable de determinar la población mexicana año tras año, el Conapo (Consejo Nacional de Población) informó que a mediados del año 2023, el número de adultos mayores de 65 años de edad o más, son del orden de 10.8 millones (si duda que son solo 10.8, puede revisar el dato por su cuenta en https://economia.uaemex.mx/Publicaciones/e1604/9.Panorama-de-la-pension-para-el-bienestar-de-las-personas-adultas-mayores-en-Mexico-2020-2023.pdf; en la página 47; no anda uno inventando cifras).
Digamos que son 11.8 los que están en la nómina de Bienestar y que los del censo son 10.8; la diferencia es de un millón viejos; de a tres mil pesos mensuales cada uno (se pagan seis mil por bimestre) arroja una diferencia de 3 mil millones de pesos que cada mes, según la Secretaría del Bienestar, cobran viejos que no existen.
Se lo repito en números para que le duela: $3,000’000,000.00 se esfuman en pagos directos imposibles de auditar persona por persona, pero este gobierno tiene el vicio de presumir y dieron los datos que se pueden revisar con el censo de población.
Y aceptando sin conceder, que antes todo estaba fatal, no se entiende que un señor que buscó llegar a la Presidencia desde el 2006, repitiendo hasta el hartazgo que tenía la solución para todo lo que estaba mal, a la hora que llegó al poder resultó impotente ‘pa’ lo mero principal’, que fue cuando mi amigo murmuró: -Está difícil volver a confiar.