Los cánones del balompié le permitirán al de Tepeji llegar a una Copa del Mundo como el artífice del Tricolor * México busca recuperar algo del prestigio futbolístico que se perdió en Qatar y no se ha encontrado en los años siguientes * Con un Raúl enchufado en su arco de revancha, el Tri tiene la oportunidad de hacer un Mundial decoroso en casa
DIEGO CASTILLO
El 29 de noviembre de 2020 cambiaría la vida de Raúl Jiménez en un instante. Una colisión en un tiro de esquina con David Luiz lo dejaría con una fractura de cráneo que pondría en duda su continuidad en las canchas.
La lesión llegó en el momento que Raúl ya estaba consagrado como ídolo del Wolverhampton Wanderers. Justo en la temporada anterior los Wolves habían tenido una excursión por competencias europeas que los puso hombro con hombro con los gigantes del Viejo Continente.
La potencia de ese equipo inglés provenía de la asociación que forjó el delantero mexicano con Adama Traore, quien lo ayudó a meter 27 goles en 55 partidos.
Es decir, cuando vino el choque con David Luiz, Raúl Jiménez era claramente el mejor jugador mexicano y la máxima figura de cara al Mundial de Qatar 2022.
La historia posterior ya la conocemos todos, Raúl llegó disminuido, el Tata Martino tenía pie y medio en Miami y la selección firmó su peor participación mundialista desde 1978.
El proceso posterior al fracaso ha sido un desastre sinuoso que ha visto un desfile de estrategas que tiene al combinado nacional sin rumbo fijo, ya que no se hizo una autopsia del post mortem mundialista que nos dejó en un oscurantismo futbolístico.
Los directivos se fueron por la fácil y llamaron al Vasco Aguirre para que se pusiera el traje de bombero por tercera vez en su carrera.
Al menos, hay un plan de sucesión para el siguiente proceso mundialista, encabezado por Rafa Márquez, quien dejó el cálido abrazo de La Masía por la presión ardiente del puesto de seleccionador nacional.
El único punto brillante de estos últimos años a nivel selección ha sido el renacer futbolístico de Raúl Jiménez. Parece ser que cuatro años más tarde, los cánones del balompié le permitirán al lobo de Tepeji llegar a un Mundial como el artífice del Tricolor.
Un gran mérito que se le tiene que reconocer a Raúl Jiménez fue su deseo y decisión de quedarse en la Premier League después de que Wolverhampton ya no requiriera sus servicios. Seguramente, las sirenas de la MLS y otras ligas más lucrativas, pero menos competitivas, le cantaron al oído, pero tal como Ulises atado al mástil de su buque hizo caso omiso y encontró cabida en el Fulham de Marco Silva.
Las actuaciones de Raúl en Craven Cottage le han valido para convertirse en ídolo de una segunda afición en la Premier League y tienen al Fulham soñando de nuevo con la Europa League, torneo del que ya fueron subcampeones en la temporada 2009-2010.
En la selección, de los tres pretendientes al puesto de centro delantero titular, Raúl Jiménez claramente lleva ventaja sobre Santiago Giménez y Henry Martin, aunque el Vasco Aguirre parece que va a experimentar con dos puntas usando la pareja Ji-Gi, misma que ya le dio resultados en la semifinal de la Nations League frente a Canadá.
Con la eliminación de Estados Unidos ante Panamá -y con todo respeto para los canaleros-, la obligación del Tri para quedarse con su primer título de Nations League se elevó exponencialmente… y México cumplió al vencer a Panamá, 2-1, con un doblete de Raúl Jiménez.
De la mano de su Lobo en la delantera que, más que licántropo, renació como el Ave Fénix y además en los últimos meses ha comprobado ser una amenaza en la táctica fija, México busca recuperar algo del prestigio futbolístico que se perdió en Qatar y no se ha encontrado en los años siguientes.
Con un Raúl enchufado en su arco de revancha, el Tri tiene la oportunidad de hacer un Mundial decoroso en casa.
El futbol que practica el Cruz Azul de Sánchez es más pragmático que el de su predecesor * A base de resultados y firmeza en momentos importantes, Vicente ha desaparecido fantasmas
DIEGO CASTILLO
Cruz Azul vence a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) por la mínima diferencia en Ciudad Universitaria para sellar su boleto a la final de la Concacaf Champions League, en donde se medirán ante los Vancouver Whitecaps de la MLS.
Si nos remontamos a los principios del semestre, esto parecería un sueño guajiro para los cementeros, que en ese entonces estaban más ocupados en los juzgados que en el campo de juego con la repentina salida de Martín Anselmi.
Hay que recordar que el interinato posterior de Vicente Sánchez no estaba asegurado. En las horas de frenesí que siguieron la partida de Anselmi, surgieron reportes que el ex futbolista uruguayo, que hasta ese entonces se hacía cargo de la Sub-23 cementera, no tomaría las riendas del primer equipo sin garantías de su continuidad, al menos hasta el verano.
La afición celeste estaba de luto. El director técnico que los había llevado a practicar un futbol fascinante y había impuesto récord de puntos en torneos cortos los dejó plantados.
Martín escuchó el canto de sirenas lusitanas y sin decir adiós se marchó al Porto de Portugal, dejando un legado de buen futbol y espectáculo, pero con la deuda que más le cala al Cruz Azul: Trofeos para sus vitrinas.
Anselmi, además, había sido el arquitecto de la reestructuración celeste, que con las llegadas de Mateusz Bogusz y Luka Romero, le dejó la ofensiva más costosa de la liga MX.
La mudanza del estadio Ciudad de los Deportes a Ciudad Universitaria fue una petición puntual del estratega porteño.
Los jugadores y la afición se tardaron más de la mitad del semestre en sentirse como locales en el recinto del Pedregal.
Si con ese panorama le dices al más recalcitrante aficionado cementero, que al final del semestre iban a terminar terceros en la tabla general de la Liga MX y jugarían una final continental de locales en CU -todo bajo el mando de Vicente Sánchez con Joel Huiqui como asistente-, se hubiera quedado atónito.
Pues no sólo eso fue lo que pasó, además Cruz Azul arrastra una racha invicta de 16 partidos, eliminaron al América en una serie a dos partidos y ahora sólo 90 minutos separan a la Máquina de su título 7 de Concacaf.
ANSELMI EN EL OLVIDO
Ya nadie llora por Anselmi o corea su nombre en las tribunas. El futbol que practica el Cruz Azul de Vicente Sánchez es más pragmático que su predecesor y eso le ganó críticas, ya que el recuerdo de la Máquina arrolladora de Anselmi seguía fresco en la memoria.
Ahora, con el beneficio de la perspectiva y el tiempo, podemos decir que este Cruz Azul de Vicente Sánchez se parece más al de Juan Reynoso que al de Martín Anselmi… y eso es algo que pinta bien para el futuro celeste.
Porque aunque digan que el peruano jugó un futbol defensivo (concepto que no comparto), mezquino y especulativo, tiene una diferencia abismal con el de Anselmi.
Reynoso levantó títulos con Cruz Azul y dejó la novena estrella que los cementeros esperaron durante 24 años.
Si Cruz Azul logra coronar su actuación en la Concachampions con el campeonato, Vicente Sánchez dejará el interinato atrás y será ratificado como director técnico permanente, le dará frescura a la baraja de estrategas que se repite mucho en nuestra liga y además le dará un golpe de autoridad al balompié mexicano que se ha visto alcanzado por la MLS.
Con sus actuaciones en Leagues Cup y pasadas Concachampions, nuestros vecinos han demostrado que a nivel de clubes ya también han cerrado la brecha, como lo han hecho a nivel de selecciones.
La Liga MX lleva como representante al equipo más regular de los últimos 12 meses, el que más puntos cosechó en los dos torneos cortos en su fase regular y cursa este certamen continental de forma invicta.
A base de resultados y firmeza en momentos importantes, Vicente Sánchez ha desaparecido fantasmas y ha desvanecido el recuerdo de Martín Anselmi.
Hincha del San Lorenzo de Almagro * Al Sumo Pontífice se le recordará por siempre, pero tendrá un cariño especial en la memoria de la hinchada de San Lorenzo y también por todos aquellos aficionados que no podemos evitar que se nos desborde la pasión por nuestro equipo, por el niño que se enamoró de un club y todavía se acuerda de los nombres de los ídolos de su infancia
DIEGO CASTILLO
En los días siguientes a la muerte del Papa Francisco se han escrito un sinfín de obituarios y tributos al difunto líder de la Iglesia Católica.
Y quizá se piense que otro saldrá sobrando y más si se considera que saldrá en una sección deportiva, pero nadie ha oficiado una misa en la Plaza de San Pedro siendo tan futbolero como el Papa Francisco.
Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, concretamente en el barrio de Las Flores.
Siendo un niño argentino su infancia gravitó hacia el futbol y su destino dictó que sería un hincha de San Lorenzo de Almagro, un club fundado por un padre católico y nombrado por un personaje canonizado.
Con apenas 10 años de edad le tocó ver al Ciclón lograr el tercer campeonato de liga en su historia.
ALMA DE CUERVO
Con ese histórico equipo se forjó el alma de cuervo en el joven Jorge Mario y su pasión eterna por el San Lorenzo que duró hasta que ese joven residiera en el Vaticano y fuera conocido mundialmente como Papa Francisco.
Cada vez que podía le recordaba al mundo su afición por el San Lorenzo, club que reconoció como parte de su “identidad cultural”.
Cuando le preguntaban por ese equipo campeón de 1946 -que posteriormente hizo una gira por la península ibérica donde maravilló por su futbol adelantado a su época, de toque corto y triangulaciones – le recordaban que ese equipo fue comandado por Los Tres Mosqueteros en la delantera: Rinaldo Martino, René Pontoni y Armando Farri.
El Papa Francisco sonreía diciendo que atendió a todos los partidos de esa temporada que el San Lorenzo jugó de local en El Gasómetro en el barrio de Boedo y no sólo se acordaba de aquellos grandes héroes del ataque de San Lorenzo, podía decir los nombres de todos los integrantes de ese equipo campeón.
FRANCISCO Y SAN LORENZO, UNIDOS POR SIEMPRE
La vida de Jorge Mario Bergoglio y el San Lorenzo tienen unos paralelos cósmicos fantásticos que hasta los más ateos podrían empezar a creer en un poco de intervención celestial. Por ejemplo, Jorge Mario Bergoglio fue ordenado como sacerdote en 1969 y el campeón defensor de la liga argentina era su adorado San Lorenzo, empezando a cursar la época dorada más sostenida en la historia del Ciclón.
Casi 50 años después, cuando el cardenal argentino había sido elegido por el cónclave como el primer Papa latinoamericano de la historia y San Lorenzo disputaba su primera final de Copa Libertadores.
La ausencia de gloria en esa justa continental había sido objeto de burla para los rivales del Cuervo, que usaban las siglas en el escudo del equipo (CASLA) para llamarlo Club Atlético Sin Libertadores Alguna.
Ese penal de Néstor Ortigoza llevaba coordenadas divinas hacía la red y la victoria de San Lorenzo sobre Nacional de Paraguay se festejó en Boedo y en el Vaticano esa noche.
Al Papa Francisco se le recordará por siempre, pero tendrá un cariño especial en la memoria de la hinchada de San Lorenzo y también por todos aquellos aficionados que no podemos evitar que se nos desborde la pasión por nuestro equipo, por el niño que se enamoró de un club y todavía se acuerda de los nombres de los ídolos de su infancia.
AUNQUE LEJOS, SIEMPRE CERCA DE SAN LORENZO
Jorge Mario Bergoglio se fue muy lejos de su barrio, pero guardó a su equipo en el corazón como un socio más del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, socio número 88,235, comprador de metros para que El Ciclón regresé a sus raíces, en el sitio original del Gasómetro.
En la última visita que las autoridades de San Lorenzo le hicieron al Papa Francisco, le pidieron permiso para que el siguiente estadio de sus Cuervos lleve su nombre.
Así es como el Papa Francisco y San Lorenzo estarán eternamente unidos.
Llegó el fin del ciclo de Carlo Ancelotti * Dos aspirantes fuertes al banquillo merengue: Xabi Alonso y Jurgen Klopp… ¡Hagan sus apuestas, señores!
DIEGO CASTILLO
El Real Madrid fue eliminado de Champions League por un Arsenal que se ha convertido en una mini “bestia negra” para los Merengues.
En cuatro partidos del Real Madrid contra los Gunners, el equipo español no conoce la victoria y sólo ha podido conseguir un gol.
Ambas series que han visto chocar a estos dos conjuntos han terminado con los del norte de Londres sorteando la eliminatoria y ambas veces sellando su pase con victoria en el Santiago Bernabéu.
Mientras el proyecto de Mikel Arteta con el Arsenal toma fuerza y encuentra su punto de inflexión, el ciclo de Carlo Ancelotti parece estar llegando a sus jornadas definitivas.
EL DEBACLE
Ocurrió el cataclismo, el Real Madrid fue eliminado de su competencia, la Champions League, en una fase de cuartos de final.
Estas son aguas desconocidas para los blancos que a través de la última década han levantado seis Champions Leagues y se han posicionado de nuevo como un monstruo imposible de vencer en la competencia de clubes más importante del mundo.
Lo que ha pasado es que hemos llegado al final de una época dorada para el madridismo, misma que los ha dejado con ocho orejonas de ventaja sobre su más cercano perseguidor.
FIN A UN CICLO DORADO
Como todos los ciclos que dejan una cosecha de trofeos sin precedentes, se apreciará mejor a través del espejo retrovisor.
Esta etapa del Real Madrid que incluye a figuras como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Toni Kroos, Luka Modric y muchos otros será recordada a la par con la de Di Stefano, Gento y Puskas, cuando la Copa de Europa estaba en su infancia y el Real Madrid plantó su bandera como amo y señor de la competición.
Se hablaba de remontada por la mística merengue y el peso de un Santiago Bernabéu pletórico, pero la realidad futbolística dictaba que el Arsenal era un mejor equipo y aún con su minúsculo pedigree europeo, pasaron de ronda con facilidad.
El espectro de una remontada nunca se aproximó a la capital española, porque para que la camisa del Real Madrid pese y haga temblar las piernas del rival, la mística tiene que venir acompañada de calidad colectiva.
SIN MÍSTICA NO HAY REMONTADA
Y hoy en día este Real Madrid no la puede presumir. Los Merengues tienen a su disposición calidad individual de sobra, pero quizá llegó el momento que Carlo Ancelotti no la puede canalizar para tener un conjunto unido y compacto en el campo de juego.
Y mística es algo que el Arsenal de Mikel Arteta tiene con creces, por eso ahora los londinenses se preparan para encarar su tercera semifinal de Champions League en su historia.
XABI ALONSO
Con el técnico italiano a punto de dar un paso al costado, dos candidatos naturales emergen para tomar el asiento en el banquillo merengue. El primero es Xabi Alonso, exjugador del Real Madrid, campeón de Liga y Champions League, actualmente dirigiendo al Bayer Leverkusen.
Su primera temporada con las aspirinas fue un sueño. Sus dirigidos conquistaron el primer título de Bundesliga en su historia de manera invicta. La primera derrota en la gestión de Xabi Alonso al frente llegó hasta la final de la Europa League frente al Atalanta.
La temporada actual no ha llegado a las alturas de la primera, pero, por su ADN, Xabi Alonso sigue siendo un contendiente natural para regresar a la Casa Blanca.
JURGEN KLOPP, EL IDEAL
El segundo candidato y -en mi estimación- el ideal para este momento del Real Madrid es Jurgen Klopp, quien actualmente se encuentra en un año sabático después de su etapa con Liverpool.
El alemán despertó a un gigante dormido desde su llegada a Anfield. Le dio a los Reds su primer título de liga en más de 30 años.
La última vez que Liverpool terminó puntero, la Primera División inglesa ni se llamaba Premier League. Supo competir paso a paso con un Manchester City titánico de Pep Guardiola y sabe lo que es levantar la Orejona, requisito básico para seducir a la dirigencia merengue.
Barcelona está experimentando su revolución teutona bajo el mando de Hansi Flick, ha llegado el momento de que Real Madrid tome una página del plan catalán y llame por teléfono a Jürgen Klopp.