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PULPO POLÍTICO

Los días críticos en la UNAM y el IPN

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El gobierno federal se querrá apoderar de las universidades insignia en el sistema educativo nacional * En poco más de un mes habría relevo de rectores para el periodo 2023-2026 * ¿Se impondrá el bastón de mando de la virtual candidata de Morena a la Presidencia o el poder del Ejecutivo federal? * No olvidar que Reyes Sandoval dio todo su apoyo a Marcelo Ebrard… ¿Qué dirá Claudia?

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) es la única institución de educación superior, cuyo director general es nombrado directamente por el Presidente de la República.

El próximo 20 de noviembre de 2023, el Presidente Andrés Manuel López Obrador deberá firmar el nombramiento de un nuevo director general del Politécnico o ratificar al actual para otro periodo de tres años.

El IPN y la UNAM son las instituciones públicas de educación superior más conocidas y emblemáticas del sistema educativo nacional.

La UNAM también tendrá nuevo rector en noviembre de 2023 y ya son públicas las candidaturas de los posibles nuevos rectores, y mientras eso pasa la comunidad universitaria debate sobre sus capacidades y lo que se desea para dirigir la Universidad Nacional Autónoma de México.

En la Máxima Casa de Estudios, la elección de rector -que realiza la Junta de Gobierno y el Consejo Universitario con sus propias reglas- ha sido transparente y han ocurrido los cambios de rector de manera legítima, democrática y bien aceptada por toda la comunidad universitaria.

El caso del IPN es muy diferente, desde su fundación en 1936 hasta 1981 la designación correspondía al secretario de Educación Pública.

A partir de 1981, el presidente José López Portillo y Pacheco expidió la cuarta Ley Orgánica del IPN, que estableció en su artículo 12: “El director general será nombrado por el Presidente de la República; tendrá la representación legal del Instituto Politécnico Nacional, durará en su cargo tres años y podrá ser designado, por una sola vez, para otro periodo”.

Todo indica que Arturo Reyes Sandoval sea reelecto por el Primer Mandatario López Obrador, a menos que Claudia Sheinbaum Pardo, virtual candidata de Morena a la Presidencia de la República, intervenga en base a la facultad que posee por el Bastón de Mando.

Y es que nada bien le cayó a Sheinbaum Pardo que el actual director general del IPN, Reyes Sandoval, apoyara a Marcelo Ebrard Casaubón en sus diversas manifestaciones públicas.

Ya se verá si la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México hace valer su Bastón de Mando o el Presidente Andrés Manuel se impone por el poder que le da el ser titular del Poder Ejecutivo… Ya veremos de qué cuero salen más correas.

 

REELECCIÓN

Todo indica que el Ejecutivo federal lo ratificará el próximo 20 de noviembre para otro periodo de tres años.

Su gestión ha sido discreta, sin grandes cambios, pero con resultados en áreas y especialidades académicas de nivel superior y de posgrado.

Al menos parece que ha alejado a la institución del cacicazgo que dominó a la institución por 17 años a través de la camarilla apadrinada por el extitular de la SEP, Reyes Taméz, integrada por Enrique Villa, Yoloxóchitl Bustamante y Mario Alberto Casas, que en diferentes momentos tuvo escándalos de corrupción, autoritarismo y escasos resultados.

Si bien gran parte de la comunidad politécnica ve con orgullo y privilegio que sea el Presidente de la República el que nombre a su director general, en los últimos años se ha discutido la posibilidad de cambiar este procedimiento para dar mayor participación a sus 800 mil egresados, 200 mil alumnos, 20 mil profesores y todos los exdirectores para una elección más democrática y transparente.

En los últimos años, de un día para otro se da a conocer el nombramiento sin que se conozca la trayectoria del designado, solo debe ser egresado y tener título de licenciatura del Instituto, con más de cinco años de antigüedad.

Fue el caso del nombramiento del doctor Arturo Reyes Sandoval, en 2020, que venía de ser un investigador reconocido internacionalmente en el área de ciencias biológicas.

Llegó al IPN luego de que tuvo una estancia de once años en la Universidad de Oxford, Inglaterra.

En este caso el nombramiento fue afortunado, ya que fue útil para romper con las designaciones que se daban, mayormente entre la burocracia académica interna del Instituto, es decir, entre los mismos colaboradores del director en turno.

Los resultados más relevantes en la gestión de Arturo Reyes avalan una casi segura ratificación como director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

En el más reciente informe de labores de la gestión correspondiente al primer trimestre de 2023, se destaca lo siguiente: el IPN cuenta con una matrícula de 216, 274 alumnos: 74,434 cursan el nivel medio superior, 135 mil 558 en el nivel superior, así como 6 mil 282 en el posgrado.

Para el ejercicio fiscal 2023 se autorizó un presupuesto superior a los 20,000 millones de pesos; el Instituto tiene 132 programas de posgrado que pertenecen al Sistema Nacional de Posgrados del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), de los cuales 16 son de competencia internacional, lo que significa que el 82.36 por ciento de los alumnos inscritos cursa un programa de calidad; mil 593 docentes politécnicos pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conahcyt, de los cuales 102 cuentan con el Nivel III por la calidad y aportaciones científicas, y 23 fueron distinguidos como investigadores nacionales eméritos.

 

IPN, CON MAYOR REGISTRO DE PATENTES A NIVEL NACIONAL

Cabe resaltar que el Instituto impulsa acciones en materia de internacionalización, lo que ha permitido el intercambio académico con instituciones de educación superior de América Latina y Europa, y la formalización de acuerdos de cooperación con la Agencia Espacial Europea para el desarrollo de proyectos conjuntos.

El Politécnico es una de las instituciones de educación superior con mayor registro de patentes a nivel nacional.

En este trimestre se obtuvieron cinco registros de patentes, tres registros de marca, 31 certificados de obras, 86 dictámenes y constancias extendidos por el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Secretaría Técnica de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas STCCPRI.

El Sistema Nacional de Educación Superior es grande y complejo. Aparte de las grandes, UNAM, IPN, UAM, Colmex, UP y UACH, cuenta con más de 3 millones y medio de estudiantes y más de 300 mil docentes, repartidos en treinta y cuatro Universidades estatales que surgieron desde los 70´s y otras veinte estatales de “apoyo solidario”.

Además, el Instituto Nacional de Tecnológicos ya opera con doscientos sesenta y seis tecnológicos. Existen 114 universidades tecnológicas y 62 universidades politécnicas.

Adicionalmente, el sistema Conacyt cuenta con 27 Centros de Investigación y Desarrollo Tecnológico.

Por su parte, el sistema de normales y centros normalistas rebasa las 200 escuelas en todo el país.

 

PANORAMA INCIERTO

El panorama para las universidades públicas del país en 2024-2030 es incierto debido a: reducción del Presupuesto, crecimiento exponencial en la matrícula y personal docente en las últimas dos décadas, con un señalado desorden en el sistema de pensiones y prestaciones dispares.

La “autonomía” no debe ser pretexto para darle la vuelta a la transparencia en el uso de los recursos públicos, asignado a las instituciones de educación superior.

Urge un diagnóstico actualizado de cada una de las universidades públicas y deben ser ejemplo la UNAM y el IPN, para revertir la tendencia de crisis no solo financiera, sino académica y en muchos casos política.

Una evaluación que ponga por delante la calidad y la excelencia académica. Establecer mecanismos que permitan reasignar recursos con base en indicadores de desempeño, eficiencia terminal, calidad de programas y de egresados en el mercado laboral.

El IPN y UNAM no están exentas de ciertos fenómenos políticos. En la Máxima Casa de Estudios la elección de rector ha sido transparente y aceptada por toda la comunidad universitaria.

Ha habido periodos en que han predominado los “médicos” Guillermo Soberón, Octavio Rivero, Juan Ramón de la Fuente, José Narro y Enrique Graue. Sin embargo, el método de elección también permitió que fuera electo un brillante jurista, Jorge Carpizo, un biólogo José Sarukhan y un químico Francisco Barnés.

 

¿QUIÉN TIENE EL MANDO: AMLO O SHEINBAUM?

En 2023 podría ser el turno de otro destacado jurista, el director de la Facultad de Derecho, el doctor Raúl Contreras Bustamante, quien ha tenido una gestión eficiente y de grandes resultados.

En noviembre de 2023 el Presidente AMLO tiene frente a sí una importante decisión… ¿o se la cederá a Claudia Sheinbaum?

La otra emblemática institución, el IPN, deberá relevar o ratificar a su director general, el 20 noviembre de este año. Seguramente el Presidente estará bien informado de la buena gestión del Dr. Reyes Sandoval, quien quizá ya cuente con la experiencia para evitar que camarillas controlen al Instituto y a él lo tengan acorralado, como ha ocurrido con el grupo que encabeza el actual secretario administrativo, Javier Tapia Santoyo, cuyo padrino -Marcelo Ebrard- ya se alejó del Ejecutivo federal.

La comunidad politécnica estará muy pendiente de tener un director general fuerte, independiente y con capacidad para llevar a cabo la modernización del Instituto en los aspectos académico, jurídico y administrativo.

La misión del IPN debe ser contribuir a la formación de capital humano, para que México cuente con el elemento clave, para retomar el camino del crecimiento económico.

Enhorabuena por el bien de México, de la educación y del glorioso Instituto Politécnico Nacional, cuyo lema sigue vigente en el corazón de la comunidad universitaria politécnica.

 

***Académico, maestro, abogado y CP, egresado del IPN.

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Sheinbaum, al rescate de la ciencia y tecnología

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De gran importancia y trascendental el anuncio de su secretaría * Contrariamente a lo que hizo el gobierno del Primer Mandatario López Obrador, con esta propuesta la virtual presidenta electa está poniendo en primer lugar la investigación científica y el desarrollo tecnológico, al tiempo que reivindica a la comunidad científica, que había sido perseguida, satanizada y acusada de delitos inverosímiles recientemente * Rosaura Ruiz Gutiérrez, a cumplir con la encomienda de Claudia

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al presentar a su gabinete, anunció la creación de la Secretaría de Ciencia, Humanidades y Tecnología, que elevará al actual Conacyt a ese rango.

La titular será Rosaura Ruiz Gutiérrez, quien fue presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y conoce a la comunidad científica, incluidas las “vacas sagradas” de la ciencia en México.

Este anuncio resulta trascendental y de la mayor importancia, ya que, contrariamente a lo que hizo el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, con esta propuesta la doctora Sheinbaum Pardo está rescatando y poniendo en primer lugar la investigación científica y el desarrollo tecnológico, al tiempo que reivindica a la comunidad científica, que había sido perseguida, satanizada y acusada de delitos inverosímiles recientemente.

La política científica en los últimos seis años sufrió el peor de los retrocesos en treinta y cinco años. Se promulgó una nueva Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (LGHCTI), que transformó el antiguo Conacyt e introdujo nuevas reglas para la labor científica y que terminó en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) enfrentando un proceso de impugnación.

La aprobación de esa ley generó preocupación en la comunidad científica y tecnológica del país, ya que introdujo cambios con rasgos ideológicos muy cuestionables en el sistema nacional de ciencia y tecnología, y alejado de los estándares y mejores prácticas internacionales.

En el gobierno de la 4T se mantuvieron las cifras más bajas en inversión en ciencia y tecnología como porcentaje del PIB, que ha tenido México desde hace dos décadas, que es del orden del 0.4% del PIB de 2019 a 2023, situación que nos coloca muy por debajo del promedio de países que integran la OCDE, con un porcentaje estimado de 3%, con países como Alemania y Estados Unidos, con promedios cercanos al 4 por ciento.

En materia de desarrollo tecnológico, representó un retroceso el hecho de que en este sexenio desapareció, en 2019, el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), en la Secretaría de Economía, dejando de atender a miles de micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas, que impulsaba aceleradoras de empresas e incubadoras que ofrecían apoyo y maquilas a empresas de diversos servicios tecnológicos y de telecomunicaciones.

El IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial) tiene el menor número de patentes industriales registrado en su historia. Mientras Estados Unidos tiene un promedio anual de patentes de 350, México apenas alcanza 5.

Nuestro país tendrá su Ministerio de Ciencia y Tecnología en 2024. Varios países latinoamericanos ya se nos adelantaron: Chile en 2016, Argentina en 2007, Brasil en 1985, Costa Rica en 1990, Colombia en 2019 y Venezuela en 1999.

La demanda de convertir al Conacyt en Secretaría fue planteada públicamente desde 1992 por la comunidad científica, a través del entonces director de ese organismo, el doctor Fausto Alzati Araiza, cuyos logros, reconocidos por la propia comunidad, fueron los más significativos en los últimos treinta años.


Algunos perduran hasta la fecha, como la creación del Sistema Nacional de Centros de Investigación, integrado por 26 instituciones; desde entonces hasta ahora, el rediseño del Sistema Nacional de Investigadores con sus tres niveles actuales; la creación de fideicomisos para la investigación científica y el desarrollo tecnológico (desaparecidos en este gobierno); el fideicomiso para repatriación de cerebros (desaparecido); lo mismo que el fondo de cátedras de excelencia y el mayor número de becas al extranjero y nacionales otorgadas en su historia mediante la creación del padrón de universidades de excelencia, con comités de admisión integrados por los científicos más reconocidos en las áreas de ciencias exactas y sociales, así como la publicación del primer plan nacional de investigación científica y desarrollo tecnológico.

También se lograron importantes acuerdos en la materia con países como Corea del Sur, Cuba, Estados Unidos, Japón, Singapur y países de la comunidad europea.

La importancia de la investigación científica, la innovación y tecnología es un factor clave para que las empresas puedan ser más competitivas y mejorar su posición en los mercados. Invertir en innovación y tecnología se ha convertido en una inversión necesaria para lograr que las empresas crezcan y ofrezcan mejores bienes y servicios que contribuyen de forma comprobada al crecimiento económico de un país.

Para ilustrar cómo la ciencia y la tecnología contribuye a elevar el PIB de un país, tenemos que Corea del Sur creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología desde 1967 y ha sido destacado como ejemplo a nivel mundial.

Al inicio de la década de los sesenta, el PIB per cápita de ese país era de 82 dólares y el de México era de 1,098 dólares, de acuerdo con los indicadores del Banco Mundial.

Para el año 2020, el PIB por habitante en México alcanzó los 9,480 dólares y en Corea del Sur logró rebasar los 33,300. Gran parte de ese crecimiento del PIB per cápita en Corea del Sur, se sustenta en políticas públicas orientadas a promover e invertir en cultura de innovación, tecnología y educación.

Sin duda que México tenga una Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación pondrá en lugar preponderante la gestión en la materia, clave para coadyuvar al crecimiento económico y para conformar una sociedad de la información. La investigación científica y el desarrollo tecnológico apoyan el incremento de la productividad de las empresas y facilitan el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), transforman la vida y las relaciones entre individuos, gobiernos, empresas y organizaciones en la sociedad. Así, se facilita la creación, distribución y manipulación de datos esenciales para las actividades sociales, culturales y económicas.

Hoy los organismos internacionales que miden el desarrollo de cada país exigen que se establezcan planes, políticas públicas, estrategias y acuerdos en investigación científica y desarrollo tecnológico. Así se favorece el crecimiento de las empresas, se facilita el acceso a la información y se conforma un gobierno digital.

En la administración pública federal ya resulta indispensable que todas las dependencias y organismos descentralizados deban trabajar en forma coordinada, interrelacionada y sincronizada.

Cada entidad relacionada a la ciencia, tecnología e innovación no debe trabajar en forma separada, sino que debe existir una institución responsable de coordinar las políticas públicas, leyes y otras disposiciones para el desarrollo de la ciencia y la tecnología de una manera planificada, integrada para el desarrollo del país hacia una sociedad de la información y del conocimiento.

En el siglo XXI, China y Estados Unidos se disputan la supremacía mundial, el posicionamiento internacional, la prosperidad económica y la seguridad militar, con base en el liderazgo tecnológico mundial.


Estados Unidos observa el “ascenso” en la jerarquía internacional de China con preocupación, ya que se está posicionando como uno de los principales países exportadores del mundo en la provisión de diversos bienes de alta y media tecnología, y ha comenzado a generar un desplazamiento de los tradicionales centros de acumulación de capital y desarrollo tecnológico de EU y la Unión Europea.

Esta transición hegemónica se produce en el contexto de un nuevo ciclo de innovación tecnológica basado en la reorganización de la producción a partir de las plataformas digitales, la automatización y la inteligencia artificial, en lo que China es uno de los países líderes.

Para los autores neoschumpeterianos o evolucionistas (economista austriaco que definió el emprendimiento como la innovación que determina la prosperidad y el cambio a partir de la destrucción creativa), el sistema internacional atraviesa una etapa de transición hacia un nuevo paradigma tecnoeconómico (PTE) impulsado por la última revolución tecnológica global.

El PTE puede ser entendido como el conjunto de principios tecnológicos y organizacionales difundidos y generalizados que se expresan como sentido común “para la organización de cualquier actividad y la reestructuración de cualquier institución”, y que representan la “forma más efectiva de aplicar la revolución tecnológica y de usarla para modernizar y rejuvenecer el resto de la economía”.

En efecto, estamos atravesando una nueva revolución científica y tecnológica de grandes dimensiones que caracterizará a la nueva etapa del desarrollo global, donde el acceso inmediato a la información y a recursos intangibles permitirá innovaciones más complejas y flexibles.

Algunos de los sectores impulsores más importantes del nuevo paradigma son: la inteligencia artificial, los nuevos materiales inteligentes basados en nanotecnología, la geoingeniería y la sustentabilidad, las impresiones 3D en distintas escalas, la potenciación y expansión de las TICs, los nuevos accesos a la realidad virtual, la biotecnología dominada por la ingeniería genética, el aumento de la capacidad de energías renovables y su almacenamiento, las nuevas tecnologías blockchain para el desarrollo financiero y de seguridad de la información.

Gran acierto de la doctora Claudia Sheinbaum es dotar a México de las mejores herramientas para la ciencia, tecnología e innovación con la creación de la Secretaría en la materia. Con ello, se tiene una nueva perspectiva de modernizar al país y llevarlo por mejores caminos para lograr un crecimiento económico sostenido, así como la anhelada prosperidad “compartida”, lo que representaría contar con mayores recursos para contar con mejores servicios en salud, alimentación, educación, vivienda, agua, energías limpias, seguridad e incluso mejor justicia.
También para insertar a México como una de las economías más importantes del mundo. ¡Enhorabuena para el futuro de México y los mexicanos!

 

***Académico y consultor.

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Inteligencia, la apuesta de Claudia

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Omar García Harfuch,  por un México seguro * Su nombramiento como titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tiene como fin acabar con la inseguridad que vive el país * El reto es titánico ante el sexenio más violento de toda la historia que deja el “primer piso” de la Cuarta Transformación * Fortalecer la Guardia Nacional, la primera encomienda de la presidenta electa Sheinbaum

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

La designación de Omar García Harfuch como titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en el gabinete de la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo es un gran acierto.

Nadie mejor que él luego de que la inseguridad se ha convertido en el tema que más preocupa a decenas de millones de mexicanos.

Es el gran reto y la oportunidad para que el gobierno del “segundo piso” de la Cuarta Transformación rescate el desastre que deja el “primer piso” del gobierno de la 4T durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.

La consigna del slogan “abrazos y no balazos” fue un rotundo fracaso, con todo y que Claudia Sheinbaum Pardo le corrigió la plana al Presidente durante su campaña, ya que aclaraba que se trataba de dar “abrazos” a los jóvenes y “balazos” a la delincuencia.

Con excepción de la Ciudad de México, en todo el país los resultados están a la vista. Hay una cifra récord de casi 200 mil homicidios, expansión de los grandes cárteles de la droga y pulverización de los grupos de la delincuencia organizada, con incrementos en delitos que afectan a la población de muchos sectores sociales y económicos: giros agrícolas, como el aguacate, limón y diversos cultivos de frutas y verduras; empresas medianas, lo mismo que cobro de piso a pequeños comercios, incluidas tortillerías y vendedoras de aguas frescas.

Todo esto en medio de un creciente número de desapariciones, levantamientos de jóvenes y niños para alistarlos como sicarios, extorsiones, secuestros, cobros de piso y asaltos a transportes de mercancías.

La política de “abrazos y no balazos” fue aprovechada por la delincuencia organizada para, al amparo de una especie de concesión de inmunidad, incrementar su presencia en Guerrero, Chiapas, Zacatecas, Nayarit, Colima, Guanajuato, Tabasco, Tamaulipas, Sinaloa, Morelos… y en vías de ampliar la lista de estados.

Se evidenció la apropiación criminal de los ayuntamientos; la manipulación en favor de la delincuencia de las elecciones locales; crecieron las capacidades militares de los grupos criminales; bandas de la delincuencia metidas en licitaciones públicas para resolverlas a su favor en muchos municipios chicos y medianos; así como 36 candidatos a cargos de elección popular, asesinados en el pasado proceso electoral. En el listado dado a conocer por el organismo internacional especializado en medir la inseguridad de los países, el territorio mexicano se ubica en la última posición de la lista en protección a locales, turistas y negocios, antecedido por Mali, Nigeria, Colombia, Camerún, Venezuela y Sudáfrica, que ocupan de los lugares 118 al 113 del ranking.

Sin duda, la asignatura pendiente de la 4T es la inseguridad. Aunque la CDMX fue una excepción, el resto del territorio nacional requiere una cirugía completa y de fondo.

 

CDMX, EJEMPLO POLICIAL DE SEGURIDAD CIUDADANA

Omar García Harfuch demostró en la capital del país tener el “modelo” de seguridad y de policía que debería extenderse a todas y cada una de las entidades del país.

La SSC de la CDMX logró lo que ninguna entidad en todo el país. De acuerdo con cifras del INEGI, se tiene el nivel más bajo de percepción de inseguridad desde 2014.

García Harfuch es uno de los activos más valiosos con que contará Sheinbaum Pardo, su relación es de gran confianza y entendimiento.

Recuérdese que Claudia Sheinbaum tuvo la intención de dejarlo como su sucesor en la CDMX, ya que ella sabía que era un funcionario bien evaluado por la ciudadanía, debido a su eficiencia y logros: disminución de los principales delitos que azotan a la ciudad, como los homicidios, el robo a personas, casas, vehículos y transporte. Asimismo, cobros de derechos de piso, el secuestro, la extorsión, principalmente el narcotráfico.

 

BATMAN, AL RESCATE DE NACIÓN GÓTICA

Por ello algunos allegados de la corporación policiaca lo bautizaron como “Batman”, en analogía a la conocida “historieta”, ya que, al igual que él, es el vigilante y protector de la ciudadanía en “Ciudad Gótica”.

Omar García lo fue en la CDMX. No es exagerado, ni ilusorio afirmar que el nuevo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana irá al rescate de “Nación Gótica”.

Sus logros en la materia no son fantasiosos ni milagros, son producto de un minucioso trabajo profesional. Algunas acciones que tomó en la CDMX ya las ha explicado: “Cambiamos la forma de operar de la policía, ya que siempre había sido preventiva y solo era posible capturar delincuentes en ‘flagrancia’. Lo que se hizo fue enviar una iniciativa al Congreso para que la SSC tuviera la facultad de investigar, con ello se logró dar seguimiento, desde que ocurre el delito, hasta la detención”.

Con franqueza y honestidad, propias de su personalidad, García Harfuch reconoció que existen células del narcotráfico en la Ciudad de México, situación que sus predecesores habían negado.

Y lo más importante: Logró, con sólidas investigaciones, con elementos y pruebas, vincular a proceso a importantes jefes de esos grupos delictivos. Tan solo en los primeros años de su gestión, dio a conocer la detención de mil 400 presuntos generadores de violencia, como líderes de organizaciones criminales, jefes de plaza, operadores financieros, extorsionadores o distribuidores de droga.

Resaltó que esas detenciones ayudaron a la disminución de delitos como homicidios o robos de vehículo.

Es innegable que desde que asumió el cargo en la CDMX combatió a los cárteles más visibles de la ciudad y contuvo el ingreso de otros más poderosos del interior del país, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación, al cual se atribuye haber sido el autor del atentado contra su vida, realizado el 26 de junio de 2020, en el que recibió 414 impactos de bala y de armas de alta potencia.

Aunque estuvo en un hilo su vida, gracias al blindaje de su vehículo solo resultó herido por tres impactos de bala, de los que se recuperó.

Un ejemplo de su eficiente capacidad de investigación y captura de delincuentes fue el atentado contra la vida del prestigiado periodista Ciro Gómez Leyva, ocurrido en diciembre de 2022. Logró, en menos de dos meses, meter a la cárcel a todos los autores materiales, con videos y pruebas fehacientes públicas y sin fabricar culpables.

Aunque a los duros y radicales de Morena les pese, García Harfuch trae en las venas la sangre y la convicción del servicio público en materia de seguridad y protección a la sociedad civil.

Es una herencia de su padre Javier García Paniagua y de su abuelo Marcelino García Barragán, quienes dejaron huella en su tiempo como funcionarios probos, valientes, honestos y eficientes en gobiernos priístas, que eran los únicos que existían.

El también llamado “superpolicía” es producto de la cultura del esfuerzo, pues se ha preparado y escalado todos los niveles en materia de seguridad.

Es licenciado en Seguridad Pública y licenciado en Derecho. Tiene constancias y estudios de especialización en seguridad en el FBI, la DEA y en Harvard.

En 2008 Ingresó a la Policía Federal como jefe de Departamento de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención del Delito; en 2012 fue condecorado por la Policía Federal al Mérito Policial.

En 2015 asumió el cargo de titular de la División de Investigación de la Policía Federal.

En noviembre de 2016 fue nombrado comisionado de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

En 2018 estuvo en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en la Jefatura de la Policía de Investigación.

En 2019, Claudia lo nombra secretario de Seguridad Ciudadana; en 2023 renunció para ser candidato a jefe de Gobierno de la CDMX y cuando iba a la cabeza en las tres encuestas de Morena, fue bajado por razones de “género” para que Clara Brugada fuera la candidata.

Luego se convirtió en candidato a senador, cargo que logró en los pasados comicios del 2 de junio de 2024 y hoy en día es senador electo por la Ciudad de México.

La ruta de García Harfuch será tomar protesta en la Cámara Alta para posteriormente pedir licencia a su cargo… y el ganón será Francisco Chíguil, quien hoy en día es su senador suplente.

 

RETO TITÁNICO

El reto es enorme. La herencia de los rezagos y el desastroso estado de inseguridad que sufre el país, de al menos quince años de ir “en crecendo”, quizá no se resuelva en cinco años. Sin embargo, con Omar García se pueden sentar los cimientos de una política nacional que devuelva la paz y la seguridad a 130 millones de mexicanos.

Urge para México una nueva, inteligente y creativa política en seguridad, con las reformas legales necesarias para incluir, en sus investigaciones y capturas una estrecha coordinación con la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional, Ejército y Armada, así como con la procuración de justicia y el ya no tan nuevo Sistema Penal Acusatorio.

 

FORTALECER LA GUARDIA NACIONAL, LA PRIMERA ENCOMIENDA DE CLAUDIA

En los últimos nombramientos de integrantes del gabinete de la virtual presidenta electa, dados a conocer el pasado 4 de julio, destaca el de Omar García Harfuch como titular de la SSPC.

“Trabajaremos en equipo y en coordinación absoluta con la Secretaría de la Defensa Nacional y la de Marina. La instrucción de nuestra presidenta electa es clara: el fortalecimiento de la Guardia Nacional, que creó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional”, comentó García Harfuch tras hacerse pública su designación.

Omar García prometió “trabajar incansablemente por la seguridad del país, pero también con las 32 entidades federativas, ya que la seguridad del país es una responsabilidad compartida”.

Asimismo, ofreció fortalecer la capacidad de investigación del Gobierno en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que está a cargo de la SSPC.

“Tenemos una misión crucial, que es acompañar a nuestra futura presidenta y trabajar incansablemente para construir juntas y juntos un México más fuerte, más seguro y más próspero para todos”, manifestó.

 

CON OMAR, ESPERANZA Y CERTEZA

La política de “abrazos y no balazos” ató de manos a la todavía secretaria de Seguridad y recién nombrada secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, al Ejército, Marina y Guardia Nacional, que debieron soportar humillaciones de delincuentes, con tal de abrazarlos y no atacarlos, ni aún en el caso justificado del uso legítimo de la violencia, como potestad exclusiva del Estado.

México reclama liderazgos y voluntad política como los de Claudia Sheinbaum y García Harfuch, así como de mandos civiles superiores (gobernadores).

Se abre la esperanza y la certeza de que en México vendrán mejores tiempos de seguridad y paz, combate eficaz a la impunidad, una mejor impartición de justicia penal y el fortalecimiento del ansiado Estado de Derecho.

Sin seguridad no hay transformación, ni mayores inversiones para el crecimiento económico. Sin seguridad se cancela el futuro y la viabilidad de México como nación.

Con seguridad, el país reencontrará la ruta de la prosperidad, la paz y la justicia. Eso lo sabe Sheinbaum y por eso nombra a Omar García, un especialista para dar tranquilidad y seguridad a los ciudadanos, un secretario que dará una lucha frontal a la delincuencia organizada y que seguramente le entregará buenas cuentas a la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

 

***Académico y consultor.

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El voto popular no acaba con la corrupción

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Para muestra varios botones: impera en la Presidencia de la República, en el gobierno federal, en legisladores, en gobernadores, funcionarios que son electos por el pueblo * La División de Poderes evita el autoritarismo y el control del país en manos de un solo hombre * La reforma al Poder Judicial es para que todos estemos indefensos ante los abusos del poder, de ahí el peligro de que se vayan las inversiones a otro país * ¿Por qué no se pone a votación popular a los integrantes del gabinete?, pues ahí también prolifera el cáncer de la corrupción

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

La “Reforma del Poder Judicial” será el parteaguas de este inicio de sexenio 2024-2030. El voto popular para elegir jueces, magistrados y ministros no es garantía para acabar con la corrupción. Sí, así es, como lo leyó bien, y para muestra un ejemplo claro: El voto popular llevó a la Presidencia de la República a célebres personajes que tuvieron escándalos de corrupción.

Quién no se acuerda de Vicente Fox con los hijos de Marta Sahagún; Felipe Calderón con la Estela de Luz; Enrique Peña Nieto con la “Casa Blanca” y el actual Presidente con Segalmex y el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.

Tampoco la decisión del pueblo en la elección de gobernadores ha contribuido a abatir la corrupción. Aquí unos casos sobresalientes: Javier Duarte en Veracruz, Tomás Yarrington en Tamaulipa, Roberto Borge en Quintana Roo, Eugenio Hernández Flores en Tamaulipas. y César Duarte en Chihuahua.

En la actualidad también hay escándalos de corrupción: Cuitláhuac García en Veracruz, Cuauhtémoc Blanco en Morelos, Layda Sansores en Campeche, Alfredo del Mazo en el Estado de México y Marcelo Ebrard en la CDMX (Mario Delgado duplicó costo de la Línea 12).

Las anteriores menciones son un claro ejemplo de que el voto popular no garantiza acabar con la corrupción, el argumento principal para implementar la reforma judicial.

En el caso de lograr elegir a los miembros del Poder Judicial, solo se desvirtúa su estatus de independencia y capacidad técnica. A todas luces la “Reforma Judicial” es un despropósito presidencial que raya entre la venganza política y el rencor a quienes en el Poder Judicial no se arrodillaron a sus designios.

Está claro que será un acto de sumisión de legisladores y de sus líderes de las Cámaras de Diputados y Senadores secundar esta reforma que pretende ignorar el espíritu y principio fundamental de los creadores de la teoría de la División de Poderes, John Locke y Charles Louis de Secondat (Montesquieu), cuya esencia parte de la necesidad de que las decisiones no deben concentrarse, por lo que los órganos del poder han de autocontrolarse a través de un sistema de contrapesos y equilibrios.

Este principio fundamental, en un régimen democrático, evita la concentración del poder y se consolida como uno de los pilares de nuestra Constitución Política.

La campaña presidencial, que culminó con la victoria arrolladora de Claudia Sheinbaum Pardo, el pasado 2 de junio de 2024, fue la “Crónica de un triunfo anunciado”. Desde junio de 2021 el Presidente Andrés Manuel López Obrador nos lo había anticipado, cuando destapó a sus corcholatas, dando por descontado que la favorecida sería Claudia Sheinbaum Pardo.

Lo que nadie adivinaba ni se imaginaba es que el partido oficial obtuviera la anhelada mayoría calificada, muy deseada y no lograda por el Presidente.

Desde el 6 de septiembre de 2006, el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo había sentenciado: “¡Al diablo con sus instituciones!”.

El 2 de junio de 2024, 35 millones de mexicanos apoyaron el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, sin darse cuenta de las consecuencias para ellos, sobre todo para sus hijos. Un deseo general es que la nueva presidenta rectifique el rumbo por el bien del país.

 

LOS MÁS POBRES APOYAN A LA 4T

En la Mañanera del 2 de febrero de 2022, el Presidente López Obrador explicó por qué cuenta con el apoyo popular al afirmar: “Con los pobres, de cada 10 podemos tener el apoyo de 9”. (Según el INEGI, la pobreza y extrema pobreza alcanza el 55% de la población, significan 70 millones de pobres).

Agregó: “Con la clase media, media alta y alta, puede ser que de cada 10 tengamos el apoyo de uno”. Añadió que “por niveles de escolaridad sucede algo similar y que entre mayor sea el grado, menos simpatía tiene su movimiento”.

La confesión del Presidente Andrés Manuel lo consolida como un experto ingeniero electoral, sus cálculos fueron precisos y confirma que la prioridad en su gobierno fue mantener la clientela electoral.

Lo anterior explica el innegable apoyo popular de que goza y presume el Presidente de la República por parte de los más pobres, pero eso no le da derecho para atentar contra las instituciones a su antojo. Existe la esperanza de que la virtual presidenta electa no siga esa ruta.

El verdadero dilema se encuentra entre la defensa de la “Transformación” (simulación) o la “Reconstrucción nacional” de las instituciones democráticas, de impartición de justicia, de la transparencia, del respeto a la División de Poderes, del combate a la corrupción y la impunidad. Por un México unido y reconciliado para encontrarse con el futuro de grandeza que le aguarda.

Será que en el subconsciente nacional, expresado el pasado 2 de junio, subyace una especie de fijación por la adoración al Tlatoani de nuestras culturas prehispánicas… ¿Será que el colectivo nacional ya extraña al partidazo y sus poderosos presidentes (tlatoanis)?

Surge el “deja-Vu” de un nuevo “estilo personal de gobernar” del Presidente -en palabras de Cossío Villegas-. O podríamos estar frente a una “presidencia” hereditaria o la “dictadura perfecta”, como la definió Vargas Llosa. Para algunos, razón de estabilidad política y de paz social. Para otros, motivo de preocupación.

Si se continúa con la “Transformación” con el sello obradorista, estaremos en la antesala del presidencialismo de los mejores años del PRI en los 70s y 80s, con los Poderes Legislativo y Judicial acotados a modo y a su “servicio”, cuando no existían los organismos autónomos.

De esta forma Morena se consolidaría como el nuevo PRI, o más bien Morena es el viejo PRI, empezando por su Presidente, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, por mencionar sólo algunos.

Morena revive la aplanadora, el gusto por el carro completo, la simulación de escuchar a los otros, la cerrazón y la obediencia ciega al Presidente; da lo mismo el PRI de los 80 que el Morena de 2024. Para muchos expertos en la política, AMLO tiene el ADN priísta, pues quiere que volvamos al PRI de antes.

La Reforma Judicial sí es necesaria, pero que se enfoque a rediseñar al Consejo de la Judicatura, con facultades de vigilancia y sanción a jueces corruptos o ineptos y el adelgazamiento de su gruesa estructura administrativa. Se debería descartar la obsesiva propuesta de elección de jueces, magistrados y ministros.

Quienes defienden esta reforma presidencial ponen como ejemplo que en Estados Unidos se eligen jueces locales. Sin embargo, hay que considerar que el “federalismo” americano, que por cierto copiamos, tiene una historia singular y es auténtico y real desde sus orígenes. Por ello el sistema judicial estadounidense es también singular como fruto de su historia irrepetible.

Ningún Estado del mundo presenta una pluralidad de métodos de selección de los miembros del Poder Judicial similar a la de Estados Unidos, empezando por el modelo de selección de los jueces federales y continuando por el de cada uno de sus cincuenta estados.

Hablar del sistema judicial estadounidense es hablar de 51 sistemas judiciales (50 estatales y uno federal), es abordar un sistema federal judicial creado siguiendo la senda del propio federalismo del país, que es similar al mexicano en la designación de jueces, magistrados y ministros federales.

Los requisitos, en todos los casos, para lograr ser candidatos a jueces son muy amplios y estrictos.

Como regla general, antes de servir como juez deberán acumular años de experiencia en el campo legal. Muchos jueces comienzan su trayectoria como abogados defensores o fiscales.

Entre los requisitos están: Obtener una licenciatura, realizar el examen de admisión a la Facultad de Derecho, asistir a la Facultad de Derecho y obtener un doctorado en jurisprudencia; aprobar el examen de la barra, ejercer la abogacía y ganar el puesto de juez o jueza.

También contar con los estudios de Derecho (3 años) en una School of Law, acreditada por la Asociación Americana de Abogados (ABA).

Entre los exámenes que realizan están un ensayo con secciones sobre razonamiento lógico, juegos de lógica, comprensión lectora y una sección práctica.

Tras la realización y finalización de los estudios en la School of Law como Juris Doctor, para poder ejercer como abogado hay que superar el examen de la Bar Association, un logro que exige meses de preparación y estudio.

Cada estado tiene un examen distinto, ya que hay que demostrar el conocimiento en la aplicación del Derecho del estado en el que el candidato pretende ejercer la abogacía y en la aplicación de las leyes federales.

Para ser seleccionado como juez el aspirante debió ejercer el Derecho como mínimo dos años. Muchos candidatos acceden a la condición de juez después de décadas de experiencia profesional. Lo esencial es ganarse una reputación profesional respetable y entrar a formar parte de las listas de posibles candidatos a juez.

Imagínese en México, destruir un sistema judicial que lleva casi dos siglos para saltar al abismo a experimentar uno nuevo, que huele, más que nada, a un “afán controlador”. Podría repetirse la historia reciente: la destrucción del Seguro Popular para sustituirlo por el inexistente y fracasado Insabi.

O lo que ocurrió cuando se demolió el aeropuerto de “Texcoco”, que cumplía con los requisitos de calidad mundial para sustituirlo por el inoperante y limitado AIFA, con los costos y dispendio de recursos públicos que ocasionaron las decisiones y caprichos personales escudados en el poder presidencial.

¿Acaso continuaremos sometidos al poderoso monarca indefinidamente o solo hasta el 30 de septiembre de 2024 al rey que sostiene “Le Etat je suis”?

 

***Académico y consultor.

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