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No se hagan bolas: Es Alejandra del Moral

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La historia de los destapes en el PRI mexiquense * Ni al gobernador Alfredo Del Mazo ni al Presidente Andrés Manuel López Obrador les interesa la Alianza PRI-PAN-PRD en el Edomex

 

ESTÉFANO ESCOBAR

 

Alejandra del Moral será la candidata del PRI a la gubernatura.

El gobernador Alfredo del Mazo ya lo decidió, así de sencillo.

Tuvo que dar un manotazo en la mesa para evitar que se alebrestaran dos visibles cabezas de playa, los diputados federales Ana Lilia Herrera y Ricardo Aguilar.

El temor del inquilino de Lerdo 300 era que los patrocinadores de los mencionados quisieran echarle a perder sus planes en la sucesión.

Arturo Montiel y Eruviel Ávila, ambos en apoyo de la legisladora; y Alejandro Moreno, presidente del CEN del PRI, en apoyo de Ricardo Aguilar, a la sazón, secretario de Organización de ese partido.

No se los iba a permitir, aun cuando se ponga en riesgo la endeble alianza que guardan el PRI, PAN y PRD a nivel local.

A Del Mazo le urge empezar a placear a Alejandra del Moral.

A ella la colocó en una de las carteras mas importantes del gobierno estatal; la Secretaría de Desarrollo Social, ni más ni menos el espacio en donde se decide el destino de los programas sociales y el presupuesto. Nomás por señalar el más destacado e insignia de la casa: la Tarjeta Rosa.

Y le es apremiante al mandatario estatal para lograr hacerle contrapeso al diputado local panista, Enrique Vargas, quien le lleva una amplia delantera.

Seguro el PRD ni le preocupa. Ellos ya estan instalados en su proceso interno para decidir candidato a la gubernatura fuera de Alianza.

Aunque para ser franco, al gobernador mexiquense, quizá tampoco le importe si Vargas y el PAN están en la delantera; lo verdaderamente importante es que el PRI tenga ya una aspirante visible porque tampoco le interesa la Alianza.

Como tampoco le importa a su amigo de muchos años, y personaje ligado al linaje Del Mazo, Andrés Manuel López Obrador.

Al no haber Alianza, el camino queda abierto para que el partido de AMLO se levante con el ansiado triunfo en la llamada joya de la corona electoral, el Estado de México, como ha sido el deseo permanente del iluminado de Macuspana.

En solitario ni al PRI, ni al PAN, les alcanzaría para ganar las elecciones de 2023.

¿Se imagina usted si Morena se alza con los 6 triunfos a las gubernaturas que estarán en juego este 5 de junio próximo: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca y Quintana Roo, y suma a sus vitrinas triunfos en el Estado de México y Coahuila que se juegan en 2023?

Simplemente el PRI desaparecería del mapa político de México. No habría ningun estado gobernado por el tricolor; Jalisco y Nuevo León seguirían siendo de Movimiento Ciudadano; Yucatán, Querétaro, Guanajuato y Chihuahua, de Acción Nacional, y Morelos, de Morena-Encuentro Solidario.

Y así nada más para dimensionar el significado político del 2023 en la entidad, y en el plano nacional.

Andrés Manuel López sería el más feliz feliz feliz en la faz de la Tierra, con el estado de ilustres mexiquenses de la talla de Isidro Fabela, Gustavo Baz y Adolfo López Mateos, en su bolsillo.

Y generoso como se ha mostrado con ex gobernadores cercanos a él, no sería alguna novedad que veamos el nombre de Alfredo del Mazo en alguna marquesina del Viejo Continente, digamos porque AMLO tiene que subir la mira -no es para menos- y cada vez se escucha más fuerte en pasillos políticos, la especie de que la Embajada de México ante Bélgica y Luxemburgo, y Jefe de Misión ante la Unión Europea, con sede en Bruselas, sería su destino.

 

LA PICARESCA EN LA SUCESIÓN MEXIQUENSE… O CÓMO SE DESTAPAN LOS CANDIDATOS

La historia de los destapes en la entidad tiene un gran telón de fondo y muchas historias que contar, de la picaresca -por decirlo amablemente- de la política mexiquense.

¿Recuerda, estimado lector, que había aquella gran entelequia llamada Grupo Atlacomulco?, ¿que según los enterados movía prácticamente todos los hilos políticos, económicos y sociales, y el rumbo de la entidad, y en ese grupo se decidían las candidaturas y las sucesiones? Pues déjeme decirle que nada más falso acerca del mítico grupo.

Cada gobernador en turno ha tenido sus peculiares estilos de gobernar, y sobre todo de intervenir en la sucesión gubernamental, y pues ¡cómo no! si a fin de cuentas siempre se la creyeron que es SU estado; son SUS recursos; es SU partido (PRI en todos los casos), y siempre ha sido SU FUTURO.

Para algunos ex mandatarios el proceso de la sucesión ha sido más sencillo que otros. Algunas decisiones se tomaron en la entonces añorada Residencia Oficial de Los Pinos y otras en el Palacio de Lerdo.

Me explico. A’i le va.

En la etapa de hegemonía priísta en el país, los presidentes de la República llevaban mano en todas las decisiones políticas y en la mayoría de los cargos de elección popular que el Revolucionario Institucional postulaba.

Así su peso se hacía sentir en cada entidad que el PRI gobernaba.

Y por supuesto, uno de los estados que el Ejecutivo federal en turno ponía enorme interés era en el Estado de México. Ya para qué le doy cifras de población, Producto Interno Bruto, y otras más de lo que significa la entidad en términos económicos para la Federación.

En una retrospectiva reciente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) decidió que la candidatura recayera en Emilio Chuayffet Chemor (1993-1995). Éste, a los dos años de su gestión, dejó el cargo para trabajar en la Federación acompañando al siguiente presidente, Ernesto Zedillo (1994-2000).

Emilio heredó la gubernatura a César Camacho (1995-1999), quien concluyó el mandato del abogado de ascendencia libanesa.

Ernesto Zedillo decidió que Arturo Montiel Rojas (1999-2005) fuera el siguiente gobernador. Aquí ni Emilio Chuayffet ni Camacho tuvieron que ver en aquella sucesión.

Pero llegó la alternancia en el poder presidencial y Vicente Fox (2000-2006) asumió la primera magistratura del país.

Y sin presidente de la República con sello priísta, Arturo Montiel tuvo mano libre para desginar a su sucesor. La decisión recayó en Enrique Peña Nieto (2005-2011).

El PAN siguió gobernando el país con Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña tuvo vía libre para designar a Eruviel Ávila Villegas.

En una nueva alternancia, el PRI volvió a la silla presidencial, y Enrique Peña Nieto (2012-2018), ya como Presidente de la República, designó a Alfredo del Mazo Maza como candidato (26 de marzo de 2017), y para el 15 de septiembre del mismo año, Del Mazo asumiría la gubernatura. Obvio, Eruviel no dijo ni pío.

Sencillo ¿verdad?

En el anecdotario, EPN pasó a la historia en su partido por haberle correspondido poner a dos gobernadores en su entidad natal. ¿Habría algo qué celebrar?

 

LO SABROSO: LOS ENTRETELONES DE LA SUCESIÓN EN EL RITUAL PRIÍSTA MEXIQUENSE

Líneas arriba se menciona que en una retrospectiva reciente Carlos Salinas de Gortari se habría decantado por Emilio Chuayffet Chemor para suceder al gobernador interino Ignacio Pichardo Pagaza (1989-1993).

Las cartas credenciales de Chuayffet le permitieron convertirse en prácticamente el único aspirante a la candidatura y caminar, como pregonaba el ungido, para ser el “mejor gobernador que haya tenido el Estado de México”.

Sólo permaneció dos años al frente del gobierno estatal, cuando fue llamado a la capital del país, y convertirse en secretario de Gobernación en el gabinete de Ernesto Zedillo.

Cuentan las crónicas informativas de la época, que su paso por la poderosa Secretaría concluiría con su renuncia el 3 de enero de 1998 tras los hechos acontecidos en Acteal, Chiapas.

 

MONTIEL LES COME EL MANDADO

En la siguiente sucesión, el PRI montó una pasarela en la que participaron Arturo Montiel Rojas, Humberto Lira Mora, Héctor Ximénez González, Yolanda Sentíes y José Merino Mañón.

César Camacho despachaba como gobernador interino y puso todo de su parte para apoyar a Héctor Ximénez. Una mala señal del interino, en medio del proceso, hizo que la cargada priísta se moviera hacia Ximénez González, sin el consentimiento de Los Pinos, lo que provocó que se rompieran los equilibrios.

El distanciamiento entre Camacho y Montiel se hacía cada vez mas evidente hacia el interior del PRI estatal. Y en una jugada de ajedrez, Arturo Montiel obtuvo el apoyo de Francisco Labastida, secretario de Gobernación de Zedillo, y en Los Pinos se toma la decisión: Montiel sería candidato a la gubernatura.

Ya luego le platico el viacrucis que padeció el de Atlacomulco y su equipo de campaña ante el regateo del apoyo por parte del interino. Obvio, a éste no le quedó más remedio que apechugar.

 

ISIDRO PASTOR, LA EXPULSIÓN; EPN, LA UNCIÓN

Ya gobernador Arturo Montiel, y liberado de la presión que podría haber tenido desde Los Pinos (gobernaba Felipe Calderón), comenzó a construir la candidatura de quien sería su sucesor, Enrique Peña Nieto.

Fiel al ritual priísta mexiquense, montó también una pasarela, con una nómina muy abultada, pero con el cuidado de mantener a resguardo a su “delfín”. En ella participaron: Carlos Hank Rhon, Isidro Pastor Medrano, Guillermo González Martínez, Gustavo Cárdenas, Cuauhtémoc García Ortega, Enrique Jacob Rocha, Hector Luna de la Vega y Eduardo Bernal Martínez.

A pesar de su largo y retorcido colmillo, Arturo Montiel mandó señales equivocadas. Isidro Pastor, quien comandaba el PRI estatal, hizo una lectura a pie juntillas de que la posibilidad de participar en el proceso sucesorio estaba abierta y se lanzó en busca de la candidatura.

Poco le duró el gusto. En un mitin convocado por el autollamado “Comandante Pastor” en Ecatepec, para anunciar su candidatura, fue violentamente reprimido. Una turba de desconocidos se presentó en el lugar para destrozar todo a su paso, templete, sonido, sillerio, y con toletes y machetes golpeaban y amenazaban a quienes ya ocupaban lugares para el evento. No tardó mucho en conocerse que esos “desconocidos” eran policías estatales vestidos de civil, que por “órdenes superiores” tenían que impedir el mitin.

Pastor pagaría caro su osadía. En la Procuraduría estatal, a cargo de Navarrete Prida, le abrirían un viejo expediente judicial; un choque con su automóvil donde hubo un lesionado en la carretera México-Toluca fue la base para que se emitiera una orden de aprehensión en su contra.

Ese motivo y un par de locuras más que protagonizó el propio dirigente partidista en Toluca fueron la causa de su expulsión del partido, y así dejarlo fuera del proceso.

Pasada la tempestad, apareció Enrique Peña Nieto para anotarse en la “contienda” y recibir la declinación en su favor de la larga lista de “aspirantes”.

 

ERUVIEL AVILA, EL BERRINCHE Y EL CHANTAJE

En la tarima de 2011, el show montado por el gobernador Enrique Peña Nieto puso en el escenario a Alfredo del Mazo, Eruviel Ávila Villegas, Azucena Olivares (personaje que acudió a la Procuraduría estatal a levantar la demanda contra Isidro Pastor), Alfonso Navarrete Prida, Manuel Cadena, Luis Videgaray, Ernesto Nemer y Ricardo Aguilar.

La decisión recayó en Eruviel Ávila, ex alcalde de Ecatepec, autodeclarado un “hombre humilde” y formar parte de “la cultura del esfuerzo”. Esa semilla de orgullo del ecatepense sería su línea discursiva preferida. “El origen humilde de Luis Donaldo Colosio, quien siempre se enorgulleció de ser parte de la cultura del esfuerzo y no del privilegio, me identifica con él”, repetía y repetía.

Enrique Peña Nieto, hacia fines de su mandato en Toluca, se había convertido no sólo en un hombre carismático, que gozaba de amplias simpatías y apoyo de los mexiquenses, sino que también habría logrado que el PRI se reposicionara como la indiscutible primera fuerza política en la entidad y a nivel nacional, su nombre se hacía presente en el ánimo popular.

Muchos señalaban que Alfredo del Mazo Maza, presidente municipal de Huixquilucan, sería por los lazos familiares con EPN, el precandidato que se alzaría con la designación del gobernador saliente, pero no fue así.

Peña Nieto tuvo que explicar personalmente a la familia Del Mazo, reunidos en torno al patriarca Don Alfredo del Mazo González, que su vástago tenía que esperar “para la próxima”. En esa reunión Alfredo hijo no estuvo de acuerdo con la decisión y salió abruptamente del comedor familiar.

Y cuál fue el argumento que EPN le transmitió a la familia: “Eruviel amenazó: ‘si no me dan la candidatura por el PRI la acepto por otro partido’”. En ese momento estaba la oferta de que encabezara la alianza PAN-PRD, con posibilidades de levantarse con el triunfo.

Peña Nieto calculó, aún por encima de lo que su familia deseaba, que sólo así podían conservar el estado que era clave para su triunfo un año después en la elección presidencial. Sacrificó alianzas y lealtades personales y de grupo para darle la candidatura a quien, vía berrinches y amenazas, se saldría con la suya.

Fue el 10 de abril de 2011 cuando a Eruviel Ávila se le hizo. Lo arropó el PRI para ser el candidato a la gubernatura del Estado de México.

Eruviel Ávila no era un candidato carismático, cambió de imagen personal para parecer más joven, al adelgazar y quitarse el bigote, y lograr de esa manera acercarse a la gente. Sin tener un discurso coherente y sin levantar emociones en sus mítines y eventos, sí convencía a los asistentes con sus propuestas asociadas a los logros del gobernador Peña Nieto.

Acto seguido, todos los que se incluían en la lista de “aspirantes” declinaron a su favor, en el esquema repetido en el ritual del priísmo mexiquense.

 

ALFREDO DEL MAZO ARRIBA POR LA VÍA PRESIDENCIAL

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua, el significado de la palabra RESCOLDO define que es el “resto o residuo que queda de una cosa, en especial de un sentimiento, pasión o afecto”. Y justamente eso es lo que quedó de la relación entre Eruviel Avila y Alfredo del Mazo Maza. “Una brasa pequeña que se conserva entre la ceniza”, reza tambien el signicado de rescoldo.

Y no podía ser para menos. Eruviel se atravesó en el camino de Del Mazo, y los hizo esperar 6 años para lograr su aspiración.

Ahora con todo el apoyo del Presidente Enrique Peña Nieto, la unción pintaba mucho más tersa, aunque por lo que le voy a narrar, eso queda en entredicho. Para el proceso interno estaban anotados Ana Lilia Herrera, Ricardo Aguilar, Carlos Iriarte, y por supuesto Alfredo del Mazo.

Todo apuntaba a que en el proceso de selección interna que el CEN del PRI había formulado para esa elección, el aspirante que saliera mejor calificado en las encuestas partidistas sería el ungido.

En apariencia se abría la puerta para que la participación fuera abierta. Eruviel Ávila se tomó a pecho que ese proceso podría beneficiar a sus piezas políticas: Ana Lilia Herrera y Carlos Iriarte. Nuevamente Eruviel se atravesaba en el camino.

Y como era de esperarse, se desataron los demonios contra Del Mazo. Con la fuerza -y el presupuesto- del gobierno estatal, Alfredo tuvo que sortear el vendaval lanzado desde la oficina de Comunicación Social y de la Secretaría General oficiales.

Un día sí y otro también, los medios afines a esas dos instancias vapuleaban 24/7 a Del Mazo; en tanto que esa misma prensa destacaba las “proezas” administrativas y políticas de Ana Lilia Herrera y Carlos Iriarte.

Todo apuntaba a que el proyecto de Peña Nieto se desbarrancaba.

No pasaría mucho tiempo para que desde la Residencia Oficial de Los Pinos se pusiera orden. Uno a uno, empezando por el representante de la “cultura del esfuerzo” y de la zancadilla, fueron desfilando por los jardines presidenciales para que, de una vez por todas, pusieran fin a su perversa estrategia contra un integrante de su propio partido, paisano y por supuesto, favorito de quien los convocó y evitar la debacle de una posible derrota en la entidad, precisamente ante Morena.

Esta vez no hubo declinaciones públicas en favor del ungido.

En los casos anteriores, las declinaciones han sido una constante en la vida del PRI. Quienes se han anotado obtuvieron en el corto plazo espacios políticos cercanos con el mandatario en turno.

 

EL GOBERNADOR DEL MAZO YA DECIDIÓ LA CANDIDATURA

No he dejado de establecer la preeminencia de los estilos personales de gobernar de los protagonistas aquí mencionados. A lo largo de esta reseña, se hace más que evidente la forma y el procedimiento que cada mandatario ha decidido en el proceso de selección de los candidatos dentro de su partido, y luego convertidos en mandatarios, como han ido forjando el perfil político de la entidad.

Alfredo del Mazo Maza no es la excepción.

Probablemente en este caso, haya una variación: los tiempos y las circunstancias políticas que enfrenta el Ejecutivo estatal.

Las elecciones para gobernador en el Estado de México se tienen previstas para el 4 de junio del 2023. Y el calendario electoral en el estado señala como arranque de trabajo para los partidos el 2 de enero del mismo año.

Y la pasarela política del PRI ya tiene nombres. La encabeza Alejandra del Moral y le siguen Ana Lilia Herrera y Laura Barrera -primero las mujeres-, y están encartados Ricardo Aguilar, Carlos Iriarte y Ernesto Nemer.

Uno que ya se descartó -adelantándose a los tiempos- fue Elías Rescala, actual líder de la bancada priísta en la Cámara local, que según cuentan sus biografos, “personaje íntimamente ligado al gobernador del Mazo”, argumentando que “ante las inquietudes que diversos medios de comunicación han externado, hoy estoy ante ustedes para manifestar que mi lealtad y mi compromiso siempre han estado y continuarán con el gobernador del Estado de México y con todos los mexiquenses”.

Y en el PRI no hay convocatoria definida de acuerdo con sus estatutos, pero como ya dije ut supra, el gobernador Del Mazo adelantó ya la decisión: será Alejandra del Moral la candidata del PRI a la gubernatura.

A todas luces no quiere que ningún personaje meta mano al proceso que él mismo quiere tener controlado, para los fines y las necesidades que en la soledad de su despacho deberá decidir. (Con información especial de Callejón Informativo).

 

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Y el PRI responde: Designación de Elías Rescala fue por acuerdos de coordinadores de casi todos los partidos

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También así está establecido en la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de México

 

SABÁS HERNÁNDEZ

 

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) sale al quite y responde sobre las razones para designar a Elías Rescala como el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del Estado de México.

Señala el partido tricolor que la designación de los cargos que desempeñarán los integrantes de la Jucopo se da, en primer lugar, porque así lo establece la Ley Orgánica del Poder Legislativo en el Estado de México, al considerar que encabezarán la Junta los partidos con mayor representatividad en el Congreso (voto ponderado).

En razón de que, en la integración de la LXI Legislatura en el Congreso local, Morena tiene 29 diputados, el PRI cuenta con 23 y el PAN es la tercera bancada con 11 legisladores, corresponde a las dos primeras fuerzas políticas mencionadas encabezar la Jucopo.

Así también, la designación de la integración de la Junta obedece a los acuerdos que se toman al interior de la misma, en los que participaron los coordinadores de todos los partidos que integran la LXI Legislatura (Morena, PRI, PRD, PT, PVEM y MC), a excepción del Partido Acción Nacional (PAN) que no se presentó a las reuniones de trabajo.

Además, la decisión de nombrar al coordinador del grupo parlamentario del PRI, Elías Rescala, como presidente de la Jucopo; a Maurilio Hernández y Enrique Vargas, de Morena y del PAN, respectivamente, como vicepresidentes; a Sergio Sosa, como secretario, y a Omar Ortega (PRD), María Luisa Mendoza (PVEM) y Martín Zepeda (MC) como vocales, fue avalada por unanimidad en la sesión deliberante del pasado martes 7 de marzo.

El PRI afirma que Elías se ha caracterizado por impulsar el diálogo y el consenso entre sus pares, a través del respeto, la cordialidad y las buenas formas de hacer política, lo que le ha permitido generar acuerdos y privilegiar la construcción de una agenda que integra las necesidades de las mujeres, hombres, adultos mayores, jóvenes, niñas y niños que viven en la entidad.

Su encomienda al frente de la Jucopo mantendrá como prioridades el respeto y la apertura al diálogo, así como dar voz con imparcialidad a todas las fuerzas políticas y, por supuesto, trabajar con cercanía a los mexiquenses, sello de la fracción priísta que coordina, para ofrecer una mejor calidad de vida para todas las familias en el Estado de México.

Cabe resaltar que estos nombramientos tendrán una vigencia de un año, es decir, hasta marzo de 2024, momento en el que la Jucopo tendrá que volver a acordar la integración de las distintas encomiendas para los últimos seis meses de la Legislatura, que puede presidirla cualquier partido, excepto Morena.

Para el PRI, nadie debe sentirse sorprendido, pues todos ya sabían las reglas del juego.

Así que la designación de Elías es legal y por acuerdo de los coordinadores parlamentarios.

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Nadie puede marcarle la agenda al Presidente en las Mañaneras

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Señor Presidente, con todo respeto, criticar no significa estar en contra de su gobierno * En cualquier país la prensa no debe ser sumisa ni servil, pues se practica la libertad de expresión; unos están en su favor y otros en contra… y todo eso forma parte de la democracia

 

ILDEFONSO PEREYRA

 

Las críticas forman parte de la libertad de expresión y siempre el Presidente de la República estará en el ojo del huracán, porque lo que haga o deje de hacer será motivo de comentarios en los cafés políticos.

Eso el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo debe saber. Así como él, también sus antecesores han recibido críticas: Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox Quesada no fueron la excepción y estaban siempre en el ojo del huracán.

Vicente Fox optó por ya no leer los periódicos, Felipe Calderón no se la acabó con los muertes en su sexenio por la guerra declarada al crimen y Peña Nieto, era el “tiro al blanco” por el caso Ayotzinapa y ‘La Casa Blanca”.

Los que hoy están en el poder eran la oposición y fueron los primeros en lanzar críticas y darle con todo al gobierno federal… entonces ¿ahora de qué se quejan?

No olvidar que Fox, Calderón y Peña dijeron “estar en el poder es un infierno, estar en la oposición es el paraíso”.

Ojalá el Presidente López Obrador entendiera esto, los medios no están contra él sino que a través de las críticas se busca que el país mejore, porque si a él le va bien, nos va bien a todos… ¿Es muy difícil entender esto?

De forma muy cordial, y con todo respeto, le pedimos que mejor gobierne, porque por eso votamos por él, por un cambio, por una esperanza, pero queda a deber porque ahora resulta que él no tiene culpa de nada, que así le dejaron el país, pero él como responsable de todos los mexicanos tiene el compromiso de velar por el bienestar de todos los mexicanos y de atender todas las problemáticas.

Cuando era opositor, él tenía todas las soluciones… y ahora que está en el poder pone todos los pretextos del mundo.

Ser gobernante de un país no es fácil, pero si AMLO pensaba tener un país sin problemas, pues así hasta mi abuelita sería presidenta.

 

PIERDE LA CORDURA CUANDO LO CUESTIONAN

Nadie imaginó que el día 10 de marzo el Primer Mandatario perdería la cordura al ser cuestionado por la periodista Nayeli Roldán, de Animal Político, durante la Mañanera en Palacio Nacional.

López Obrador fue ‘ponchado’ y se mostró titubeante ante el cuestionamiento del espionaje realizado por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al defensor de derechos humanos Raymundo Ramos con la herramienta Pegasus, provocando una reacción incómoda y molesta en el Mandatario.

Para el Ejecutivo federal fue una “investigación, que no espionaje, que es distinto”.

Al verse acorralado, se salió por la fácil y en vez de responder de forma puntual, atacó a su medio.

Y le salió su ego al expresar “ustedes no van a marcar la agenda y no le vamos a hacer el caldo gordo a ustedes”.

Pero la periodista no se quedó atrás y le soltó otra más: “¿Cuál fue el objetivo de ese espionaje a estos civiles que le menciono?”. Y Obrador se quedó sin palabras: “No sé, no sé, no sé. Sí sé perfectamente que el objetivo de Animal Político…”.

El intercambio de preguntas y respuestas continuó con el Presidente tratando siempre de llevar la conversación a donde él se siente más cómodo, culpando a sus ‘opositores’, pero Nayeli Roldán lo regresó a donde quería: “¿usted, como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas podría hacer que el general Audomaro viniera a este espacio a explicarnos la base legal de este espionaje, la compra de Pegasus, que tampoco han transparentado, los contratos y que pudieran hacer uso de esta tribuna para la rendición de cuentas, por favor?”.

Y AMLO contesta molesto: “Ustedes no van a marcar la agenda. No es a partir de lo que a ustedes les conviene”.

El Primer Mandatario quedó mal, pues ha dicho en innumerables veces que encabeza el gobierno más transparente y honesto de la historia, pero su negativa lo deja mal parado.

 

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AMLO tiene el ADN priísta: quiere controlar las elecciones

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La democracia está en peligro, expresa The Financial Times * Si el INE es corrupto, entonces se tienen un Presidente y 22 gobernadores morenistas que llegaron al poder gracias a la corrupción y a la ilegalidad

 

SABÁS HERNÁNDEZ

 

La democracia en México está en peligro por el Plan B del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con las nuevas reformas al Instituto Nacional Electoral y las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, la democracia se ha puesto en debate tras las acciones e intereses políticos del gobierno de la Cuarta Transformación, así como de los partidos de oposición.

Es de recordar que el Instituto Federal Electoral (IFE) nació gracias a la “caída del sistema”, en los tiempos en que el gobierno federal realizaba las elecciones y contaba los votos.

Y es que en las elecciones presidenciales de México de 1988, el conteo oficial se detuvo después de que los primeros resultados mostraran a Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza, supuestamente debido a un mal funcionamiento de la computadora. Cuando se reanudó el conteo, ya Carlos Salinas de Gortari iba arriba en la votación y finalmente fue el ganador.

Tras esto, y para sacar al gobierno de la organización y del conteo de votos, fue que se creó el IFE, para evitar esas artimañas, y desde ese momento empezó la alternancia en nuestro país: PRI en 1994, PAN en 2000 y 2006, PRI en 2012 y Morena en 2018.

Pero resulta que hoy en día, el Presidente López Obrador quiere hacer retroceder el reloj, volver a las viejas prácticas del pasado… y para eso quiere destruir al INE, bajo el argumento de que es un Instituto corrupto y que manipula el conteo de votos.

Si fuera cierto lo que dice el Primer Mandatario, de que el INE es corrupto, entonces se tienen un Presidente y 22 gobernadores morenistas que llegaron al poder gracias a la corrupción y a la ilegalidad.

 

DESTRUCCIÓN DEL INE, OBSESIÓN DE AMLO

AMLO impulsó una legislación en el Congreso para recortar el presupuesto del independiente Instituto Nacional Electoral y debilitar sus poderes de supervisión. Este es su segundo intento de neutralizar el instituto después de que una legislación aún más draconiana fracasara el año pasado.

El argumento de López Obrador para mutilar una de las instituciones más respetadas de México es endeble.

Afirma que el presupuesto de 765 millones de dólares del organismo es excesivo. Sin embargo, las responsabilidades del INE incluyen la administración de un sistema seguro de cédula de identidad nacional para casi 95 millones de personas.

Alega que es parcial y corrupto, pero el INE certificó la victoria electoral del Presidente Andrés Manuel en 2018 y desde entonces ha avalado numerosos triunfos de su partido Morena hasta sumar 22 gubernaturas de las 32 entidades del país.

AMLO quiere imponer a su sucesor en la persona de Claudia Sheinbaum y obtener la mayoría calificada en el Congreso para realizar sus cambios a la Constitución Política… pero si tiene en sus manos al INE, su tarea será mucho más fácil.

López Obrador tiene el ADN priísta, se inició en la política como activista del PRI en las décadas de los 70 y 80 e incluso le compuso un himno al PRI antes de unirse al PRD.

Cuando vio que ya no tenía cabida en el PRD, se sale para fundar su partido, Morena, y ahora que está en el poder quiere resucitar algunas de las peores tradiciones del PRI.

López Obrador es preocupantemente intolerante con la oposición política o con la cobertura mediática crítica. Ambos, en su opinión, son obra de élites corruptas.

Los ataques y agresiones de López Obrador al sistema electoral son similares a los de otros populistas en América, como Donald Trump o Jair Bolsonaro, pero esto no es un accidente.

No olvidar que Andrés Manuel disfrutó de una buena relación de trabajo con Trump y fue uno de los últimos líderes mundiales en reconocer la victoria electoral de Joe Biden.

 

DEFENDIÓ IDEARIO DEL PRI

Es del dominio público que López Obrador se avergüenza de su paso por el PRI, pero ya se le olvidó que fue el partido que le dio el impulso para chapulinear al PRD y finalmente fundar Morena.

Para nadie es un secreto que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido una lucha política contra el PRI, a quien acusa junto con el PAN de haber sumido a México en la pobreza, corrupción y el neoliberalismo.

Pero gracias a las benditas redes sociales, el Presidente queda en evidencia, pues ya no se acuerda que defendió al partido tricolor y lo llamó “partido mayoritario, con tradición histórica, ideas, principios y programas de acción”.

En septiembre de 1985, AMLO defendió el ideario del PRI. Escribió un artículo llamado “Revolución y Justicia” para la Revista de la Universidad, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. En ese entonces, el tabasqueño era el director de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor.

En dicho artículo, Andrés Manuel llamó a sus compañeros de partido a fortalecer al PRI, pese a la crisis económica que se registró.

“Vale la pena decir que, a pesar de la severidad de la crisis económica, contamos con el instrumental revolucionario. Tenemos una Constitución, que en sus artículos 3, 27 y 123 sigue siendo el programa de lucha de los revolucionarios de hoy; tenemos un Estado fuerte que, como expresión jurídica y política de la nación, no sólo tiene capacidad para regir la vida social, sino para orientar y decidir con base en los dictados de la voluntad popular.

“Tenemos un partido mayoritario, con tradición histórica, ideales, principios y programa de acción. Pero sobre todas las cosas, tenemos un potencial revolucionario en el pueblo, en los campesinos, en los obreros, en las clases medias populares, en las mujeres y en los jóvenes. Tenemos, en suma, sistema político”, escribió en ese momento el hoy Presidente López Obrador.

Por todo lo antes mencionado, sin duda alguna que el Presidente AMLO tiene el ADN priísta, por eso quiere regresar a las viejas prácticas del pasado.

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