Connect with us





PULPO POLÍTICO

Lo bueno, lo malo y lo feo de Claudia Sheinbaum Pardo

Published

on

En el centro del huracán por los continuos accidentes de los trenes del STC * Su lealtad y sumisión al Primer Mandatario AMLO la ponen como la candidata de Morena a la Presidencia en el 2024, pero si no puede conducir al Metro ¿acaso podrá llevar a buen destino a México?

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

En América Latina, solo México entre los países más importantes, no ha tenido presidenta. Han tenido mandataria Chile, Brasil, Argentina, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. México estaría a punto de tener su primera mujer presidenta. En el estatus político actual con miras a la sucesión presidencial de 2024, los momios de las apuestas estarían 3 a 1 en favor de Claudia Sheinbaum Pardo, tanto en la interna de Morena, como en relación a un eventual o posible candidato(a) opositor(a).

Ya nadie duda que el Presidente López Obrador, quiere que Claudia Sheinbaum sea la primera presidenta de México, debido a dos factores fundamentales: el afectivo y por género. Si algo caracteriza al Presidente es su innegable olfato político. Ello explica que le esté dando un gran peso al factor “género” para las elecciones presidenciales de 2024. Sus apuestas de postular mujeres a varias gubernaturas han resultado un éxito. En los últimos dos años, logró colocar como gobernadoras por Morena a siete mujeres.

En este espacio de la tradicional revista política IMPACTO hemos presentado el perfil de catorce “presidenciables”: Marcelo Ebrard, Enrique de la Madrid, Ricardo Anaya, Lorenzo Córdova, Fernando Landeros, Enrique Alfaro, Adán Augusto López Hernández, Tatiana Clouthier, Samuel García, Mauricio Vila, Carlos Slim Helú, Lilly Téllez, Beatriz Paredes y Claudia Ruíz Massieu.

Cada uno corresponde a escenarios para la sucesión: Candidato de “dedazo” (los de Morena), candidatos de “partido” o de la “Alianza” y candidatos “ciudadanos”. Ahora presentamos a la jefa de Gobierno de la CDMX, quien de la mano del Primer Mandatario López Obrador y de su partido Morena, podría ser la primera presidenta de México en la elección presidencial de 2024.

Lo hacemos en el esquema acostumbrado “LO BUENO, LO MALO Y LO FEO”, con el fin de que nuestros lectores e interesados en la “Sucesión Presidencial” cuenten con información básica acerca del perfil de quienes aspiran o tienen posibilidades de ocupar el máximo cargo político en México, para el periodo 2024-2030.

 

TRAYECTORIA

Claudia Sheinbaum Pardo cumplirá 62 años en el mes en que se realizará la elección presidencial de 2024. Sus padres, un químico y una bióloga, marcaron la vocación académica que seguiría la jefa de Gobierno.

Es licenciada física por la UNAM, maestra en Ingeniería Energética y doctora en Ingeniería Ambiental por la misma Universidad. Tuvo una estadía en California para obtener su Doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory, durante 4 años becada por la UNAM.

Además, estudió en el Colegio de México, el Programa de Desarrollo Sustentable. Fue investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Asimismo, es miembro del SNI y de la Academia Mexicana de Ciencias.

Sus primeras actividades políticas fueron como integrante del CEU de la UNAM, en donde se adhirió a un grupo de estudiantes que después se convirtió en el sector juvenil fundador del Partido de la Revolución Democrática. Posteriormente, en el año 2000, alguien que pudo haber sido su ex esposo o su madre, la acercaron al equipo de Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del DF electo, quien la integró a su gabinete como secretaria de Medio Ambiente.

Ganó relevancia y cercanía con AMLO cuando le encomendó la construcción del Segundo Piso y la primera línea del Metrobús.

En 2006 y 2012 participó en el equipo de las campañas presidenciales de López Obrador. En 2015 fue delegada en Tlalpan y en 2018 compitió por la candidatura para la jefatura de Gobierno de la CDMX contra Ricardo Monreal, cargo para el que fue electa, con el apoyo de AMLO y avalada por los partidos Morena, PT y PES.

 

LO BUENO

Claudia Sheinbaum ha mostrado, inteligencia y habilidad política. Aparte de su sólida y sui generis preparación académica, tiene una probada agudeza y malicia política, no en balde es la alumna consentida de su mentor y maestro, el Presidente López Obrador.

Lo bueno para los que creen en la 4T es que ella no proviene del PRI y no se puede acusar de nexos con los neoliberales. Al inicio de su gestión y durante la pandemia mostró cierta independencia y criterio propio respecto de su jefe, pero al ser lanzada como “corcholata” para la Presidencia, cambió radicalmente su discurso y actitud, mostrándose como una sumisa seguidora del Presidente, copiando y repitiendo su discurso. Por ello, se ha ganado ser la preferida y la indicada para la continuidad de la “transformación”, o más bien, podría ser quien iniciara una auténtica transformación o cambio, quizá de izquierda moderada.

En su gestión en la CDMX ha integrado un equipo de colaboradores con perfiles interesantes, la mayoría con preparación académica y experiencia política. Un equipo plural con orígenes diferentes a su partido.

Como ejemplo están el secretario de Desarrollo Económico, Fadala Akabani, que fue delegado en Benito Juárez por el PAN y el secretario de Movilidad, Adrián Lajous Loaeza, hijo del exdirector de Pemex del mismo nombre y de la prestigiada escritora Soledad Loaeza.

En oposición tiene como segundo de a bordo, a quien sueña sucederla, Martí Batres, radical morenista considerado de los duros y burdos en su trayectoria política.

Entre sus experimentadas mujeres tuvo a Rosa Icela Rodríguez y tiene a Ernestina Godoy Ramos, pero el que se ha convertido en su colaborador estrella es Omar García Harfuch, por sus excelentes resultados en una de las áreas que más interesa a la ciudadanía, la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

García Harfuch es hijo del destacado político priísta Javier Garcia Paniagua y nieto de quien fuera secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán.

En general la gestión de Claudia Sheinbaum ha sido de resultados, sin embargo, su talón de Aquiles es el Sistema de Transporte Colectivo Metro.

 

LO MALO

A Claudia Sheinbaum se le ve como una fiel seguidora de las instrucciones y del discurso de su jefe, y la imagen que ha proyectado es la de extrema sumisión.

Esto ha puesto en la mente de muchos observadores políticos la posibilidad de vivir un nuevo “maximato” recargado y remamasterizado. Aunque esto sería remotamente posible, por las diferentes actuales circunstancias del país, se trata de una real percepción.

En casos relevantes se ha ido con la finta de la “línea”, como cuando a través de la FGJ apoyó a Gertz Manero fincando delitos a su excuñada y recientemente, en el caso de la ministra Yasmín “avalando” su postura.

Quizá lo malo de Sheinbaum no es atribuible a ella. Se ha visto obligada, por su jefe, a violar la Constitución y las leyes electorales, al realizar una “muy anticipada” campaña nacional para ser la candidata a la Presidencia.

El abierto apoyo de AMLO a la jefa de Gobierno ha dado por resultado una cargada en su favor, la mayoría de los gobernadores morenistas le ha expresado abiertamente su apoyo.

Respecto al más reciente accidente del Metro en la Línea 3, un alcance de trenes que ocasionó una fallecida y cien heridos, los gobernadores publicaron un desplegado expresándole su apoyo ante ese suceso.

Al tiempo, el Presidente autorizó que 6 mil elementos de la Guardia Nacional vigilen las instalaciones del Metro, ya que – dijo en la Mañanera- los adversarios y los “zopilotes” políticos toman como pretexto estos accidentes para atacar a Claudia, ya que “estamos en tiempos electorales”.

La pregunta, más bien la sospecha que ya metió en la idea de los mexicanos, es que el motivo de los últimos accidentes del Metro ha sido por “sabotaje”… ¡Hágame usted el cabrón favor!

 

LO FEO

Los datos duros no mienten. Es un hecho que el gasto en mantenimiento del Metro se ha reducido en los últimos cuatro años. Muchos especialistas, no solo adversarios, han señalado que mientras el referido mantenimiento se reduce, los gastos de campaña están ocasionando importantes erogaciones del erario público de la CDMX, e incluso de otras entidades del país.

Se afirma que en 60 años de operación del STC no había habido tantos accidentes y fallas como en los últimos cuatro años. Se tiene el incendio en el Puesto Central de Control 1 y diversos accidentes menores en diferentes líneas.

De especial forma, se ha reavivado el recuerdo del peor accidente en la historia de ese medio de transporte en los últimos cuatro años, el desplome de la Línea 12, en mayo de 2020, que dejó como saldo 26 muertos, que a la fecha no ha sido aclarado ni se ha responsabilizado a alguien por ese fatal suceso.

El adelantado destape del Ejecutivo federal de sus “corcholatas” para la Presidencia de la República ha dado por resultado una abierta lucha entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Sin embargo, todo hace suponer que se impondrá la ganadora de la encuesta (es decir, el “dedazo”), por lo que el desenlace en la interna de Morena será de pronóstico reservado.

Una vez proclamada candidata oficial, Claudia Sheinbaum deberá enfrentar a la candidata(o) de la Alianza Va por México, conformada por los partidos PAN, PRI y PRD -ahora que resucitó-, y que tendría como principales opciones, por ventaja en encuestas, a Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu o Mauricio Vila, a quienes a la fecha Sheinbaum aventaja en las encuestas con al menos 20 puntos porcentuales.

Estamos a 18 meses de tener a la primera presidenta de México. ¿Será la de Morena, la de la Alianza o será algún presidente (Ebrard, Colosio, u otro) que surja de otro partido? A México todavía le espera un verdadero cambio, una auténtica transformación que dé por resultado un Estado de Derecho, una mejor impartición de justicia, el combate eficaz a la corrupción y la impunidad.

Al país le espera la ansiada “transición” que quizá se dé con un gobierno de coalición, con un gran apoyo popular y con nuevas politicas públicas en salud, educación y seguridad, que lleven a México a mejores estados de bienestar y prosperidad, al lugar de grandeza que le aguarda en el concierto mundial de las naciones.

Ojalá así sea, México lo merece.

 

Académico y consultor***

PULPO POLÍTICO

Pese a no tener liderazgo, hay mucha oposición

Published

on

Los ecos del 26 de febrero de 2023 * Hay muchos aspirantes para el 2024, pero que todavía no se lanzan al ruedo para evitar ataques del gobierno federal, además de respetar el proceso electoral y esperar los tiempos de sus partidos, pero sin duda que Luis Donaldo Colosio Riojas es la esperanza de México, pues goza de una aceptación popular tremenda

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

La revista política tradicional, IMPACTO, lo anticipó en el artículo que publicamos el pasado 24 de febrero, titulado “El Plan B-engativo de AMLO”.

Señalamos que el domingo 26 de febrero de 2023 quedaría inscrito en la historia de las luchas democráticas del pueblo mexicano, como el día en que cientos de miles de ciudadanos salieron a la calle a defender la democracia. Salieron a frenar el intento de destruir nuestro INE, pilar del mecanismo político-electoral que nos garantiza tener elecciones libres, creíbles y transparentes.

El 26 de febrero no se olvidará y será referencia de futuras generaciones para recordar que se dio la pauta para restaurar el orden democrático, y que hay una ciudadanía dispuesta a defender y preservar nuestras instituciones, los organismos constitucionales autónomos, el INE y la división de Poderes, para salvar el futuro de un México y continuar por el sendero de la democracia, la libertad y la justicia.

Diferentes conclusiones y predicciones han hecho analistas políticos al respecto. Es innegable que esta apoteótica y singular manifestación muestra la presencia de una potencial y creciente oposición, que puede enfrentar competitivamente al oficialismo de Morena en 2024.

Un movimiento popular ciudadano, que califican algunos observadores, como el inicio de la “Primavera mexicana”, en alusión a la “Primavera árabe”, que surgió en países de Medio Oriente en el periodo 2010-2012, un movimiento explosivo y vertiginoso con grandes manifestaciones populares, que comenzaron en Túnez y, en cuestión de semanas, se extendió a Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria.

Como resultado, fueron derrocados líderes autoritarios que ostentaban el poder desde hacía mucho tiempo, como Hosni Mubarak en Egipto, Zin el Abidín Ben Alí en Túnez y en Libia cayó Muamar Kadafi.

La Primavera Árabe se interpretó como una exigencia de los ciudadanos por mayores garantías democráticas y derechos sociales. Sin embargo, 12 años después de su inicio, no hay muestras de mejoras políticas y sociales en los países protagonistas. Lo que está sucediendo en México estaría lejos de emular una primavera árabe, ya que en aquellos países la gente estaba harta de vivir durante décadas bajo regímenes autoritarios. En México, en cambio, lo que cientos de miles de ciudadanos salimos a demandar es que no nos cancelen nuestro régimen democrático que hemos vivido por al menos los últimos 30 años, que su principal legado ha sido la alternancia y la certeza en el resultado de las elecciones.

 

SIN TENER LÍDER HAY OPOSICIÓN

Otra afirmación de diferentes analistas es que con la concentración del 26 de febrero se dio el banderazo de la sucesión presidencial que tendremos en México en poco más de un año, en junio de 2024, y que esta manifestación fue una muestra del potencial que puede desarrollar la oposición para ganar esa contienda al candidato(a) oficial del Presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido.

Al mismo tiempo se sostiene que lo que falta para dirigir ese enorme movimiento popular democrático es un líder que hasta la fecha no está visible. En esa idea se bifurcan varias contradicciones. Por un lado se comprueba que la ciudadanía simpatiza con un movimiento que esté ajeno a los partidos políticos y sus intereses, ya que se sienten decepcionados del régimen de partidos, toda vez que los propios partidos que integran la Alianza Va por México (PAN, PRI, PRD, Nueva Alianza) ya han gobernado y sus resultados han sido desastrosos.

Al PRI se le acusa de haber llegado a los extremos del oprobio de la corrupción; el PAN, ahora con el desprestigio por el caso García Luna, no se queda atrás en el desánimo de la gente; el PRD anda por las mismas, con el antecedente de haber sido el impulsor de AMLO. Tampoco se ve claro el papel del partido Movimiento Ciudadano, negado a unirse a la Alianza, con una votación nacional máxima alcanzada de 7%.

Por otro lado, la mayor contradicción surge al considerar que solo se podrá vencer al oficialismo, mediante la referida alianza partidista en bloque con la sociedad civil y decenas de organizaciones, algunas de las cuales han sido las organizadoras y promotoras de las grandes manifestaciones, del 13 de noviembre de 2022 y la del pasado 26 de febrero.

La interrogante es ¿cómo podrá surgir un líder que concilie los intereses partidistas con los de la ciudadanía y la sociedad civil?

Opiniones de dirigentes de esas organizaciones independientes coinciden en señalar que debe ser primero el programa y después el candidato, el viejo dilema que sostenía desde los años 70s el entonces presidente del PRI, Jesús Reyes Heroles.

Una hipótesis que nunca se ha cumplido, primero es el candidato y después, en torno suyo, se formulan todos los programas, planes nacionales, acciones y propuestas de políticas públicas que deberá encabezar y hacer cumplir una vez que obtenga el poder.

El México actual, el estatus nacional, está “sobrediagnosticado”, es de sobra conocido que los grandes pendientes son abatir la pobreza y la desigualdad en la distribución de la riqueza. También se conocen los retrocesos de este gobierno en salud, educación, crecimiento económico, combate a la corrupción, Estado de Derecho, impunidad, procuración de justicia, transparencia y rendición de cuentas.

Tenemos legislación en todas esas materias que son perfectibles y con tan solo cumplirlas habríamos avanzado a pasos agigantados y firmes, sin embargo, la ausencia de un liderazgo eficaz no ha permitido dar el gran paso que reclama el país.

No basta un líder populista, eficiente para ganar elecciones y mantener el poder por el poder. Se requieren resultados en mejoras en el bienestar y prosperidad del pueblo. Un liderazgo con preparación y capacidad, con conocimiento de la administración pública, equipos de trabajo de excelencia, honestidad, sensibilidad política y visión de futuro.

El dilema parecería reducirse a candidato de partido o candidato ciudadano. Hay hartazgo con los partidos políticos y por ello, quienes de un plumazo proponen desaparecer el régimen de partidos en nuestro sistema político-electoral, o al menos optar por un candidato ciudadano para la Presidencia, como si esa fórmula garantizara un mejor futuro para el país.

En México los casos más célebres, Jorge Castañeda y el “Bronco”, fracasaron.Hay que recordar que esa opción no es nueva y no ha tenido éxito en las últimas décadas en todo el mundo.

Uno de los primeros experimentos fue el que vivió Perú en los 90s, con Alberto Fujimori, quien se presentó como una opción ciudadana ajena a los partidos existentes. Fujimori comienza su carrera política en 1990, cuando se presenta como candidato a la presidencia en las elecciones generales de ese año al frente del movimiento “Cambio 90”, que había creado el año anterior. Fujimori, era entonces desconocido en las esferas políticas. De la noche a la mañana se convirtió en el líder de siete agrupaciones políticas distintas: el movimiento Cambio 90, el movimiento Nueva Mayoría, el movimiento Vamos Vecino, la alianza Perú 2000, el partido Sí Cumple, el partido Perú Patria Segura y la Alianza por el Futuro, y en 1990 fue elegido democráticamente presidente de la República de Perú.

Después de tres reelecciones propició la toma ilegal de instituciones públicas, pasando a ser un mandatario autoritario y los últimos años fue llevado a prisión por aclamación popular, igual que cuando fue llevado al poder.

Cómo y cuándo surgirá el o la líder, que pueda encabezar ese gran movimiento ciudadano popular que se hizo presente el 26 de febrero pasado.

Aunque legalmente los tiempos del proceso electoral 2024 permitirían tener un precandidato en noviembre de 23 o enero de 24, es tiempo de que la Alianza anuncie un acuerdo para ventilar ante la opinión pública a sus precandidatos desde ahora.

Una posibilidad sería que cada partido defina sus tres principales punteros por procedimiento interno y determinen una fecha (julio 23) para que cada partido tenga a su candidato. Esto permitiría que de julio a octubre se realizara una elección primaria con votación abierta a la ciudadanía con supervisión del INE.

Así la Alianza lograría volcar el foco de la atención pública a sus propias “corcholatas” y tendría un precandidato(a) logrado con transparencia y legitimidad para noviembre de 23. Un ingrediente atractivo sería que cada precandidato anunciara su posible gabinete de coalición.

A la fecha, de acuerdo con la encuesta realizada por Buendía & Márquez, en la contienda interna de la oposición (PAN, PRI y PRD), el 16% se inclina por Mancera y el 12% por Paredes. En tercer lugar se quedan, en un empate con 8 puntos, Lilly Téllez y Santiago Creel.

En la contienda interna por la candidatura de MC, las preferencias se inclinan hacia el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, con un 34%, y en segundo lugar se queda el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, con un 19%.

Después vendría lo más difícil, lograr la aceptación de ese candidato (a) con la sociedad civil y determinar si el apoyo ciudadano se queda con la Alianza o podría volcarse con el candidato de Movimiento Ciudadano.

 

COLOSIO RIOJAS, LA ESPERANZA DE MÉXICO

Como todos sabemos, el candidato de toda la oposición con mejores números en las encuestas es Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, quien acaba de hacer una declaración por demás interesante y deja la puerta abierta para participar en coalición en una futura contienda electoral.

El alcalde aclaró en entrevista, esta semana, que sólo contemplaría una alianza si los actores del otro frente tienen la misma vocación y moral.

La postura de Colosio contrasta con la de Dante Delgado, coordinador nacional de MC, quien ha asegurado que MC irá solo en los comicios del 2024, pese a las invitaciones de unión de los otros partidos de oposición.

“Si al final del día se forma una coalición, tendría que ser una alianza en donde podamos transitar de manera congruente, con actores que tengan la misma vocación y moral, pues adelante”, fueron las palabras de Luis Donaldo, quien pese a su juventud tiene un enorme carisma y nadie vería mal su candidatura presidencial, pues goza de gran aceptación entre las fuerzas políticas, dirigentes, ciudadanos, empresarios y hasta en los propios morenistas.

En menor grado, podría dar la sorpresa Samuel García gracias a TESLA, que le da puntos y se posiciona, pero que todavía no le alcanza para aspirar a la Grande.

A manera de ensayo-ejemplo, enunciamos un gabinete de coalición con Colosio a la cabeza: Segob, Enrique Alfaro o Lorenzo Córdova; SHCP, Samuel García o José Angel Gurría; SRE, Martha Bárcena o Claudia Ruiz Massieu; SEP, Mauricio Vila o José Narro; Secretaría del Bienestar, Fernando Landeros o Lilly Téllez; Secretaría del Trabajo, Santiago Creel o José Guadalupe Acosta Naranjo; Secretaría de Economía, Samuel García o Gustavo de Hoyos; Secretaría de Agricultura, Beatriz Paredes o Alfredo del Mazo; Seguridad Pública, Omar García Harfuch; FGR, Miguel A. Mancera o David Zepeda; Salud, David Kersenovich o Salomón Chertorivski; SEDATU, Lía Limón o Ivonne Ortega; Sener, Macario Schetino o Claudio X.; Pemex, Samuel García o Idelfonso Guajardo; CFE, Alejandro Murat;  Infonavit, Dante Delgado, etc, etc.

La idea es mostrar la posibilidad de integrar a los mejores cuadros, con un liderazgo y un gobierno de “Unidad y reconciliación nacional”.

Transitar la pendiente “Transición democrática nacional” e iniciar una nueva etapa en la vida política nacional, para construir la grandeza del México justo y próspero que todos queremos.

México es de todos, no de un solo hombre, y es más fuerte que todos sus problemas, nuestro país ha forjado su historia para orgullo de todos y el 2024 no será la excepción.

 

***Académico y consultor.

 

Continue Reading

PULPO POLÍTICO

El Plan B-engativo de AMLO

Published

on

El populismo autoritario busca destruir al INE * El 26 de febrero, día de la restauración del régimen democrático y constitucional

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

Está sonando la alarma de intento de instauración del populismo autoritario en nuestro querido México. Si no queremos que nuestros hijos y nietos cancelen el futuro democrático de México, deberemos explicarles la importancia de lo que está en juego. Es hora de salir a la calle para alzar nuestra voz y con determinación y coraje decirle NO a la constante violación y agresión contra nuestra Constitución Política, NO al intento de “Golpe de Estado” contra nuestro régimen democrático.

“Allons enfants de la Patrie- le jour de gloire est arrivé ..”.  Esta es la primera arenga del himno francés: ”Vamos hijos de la patria, el día de gloria ya llegó… Nosotros contra la tiranía…”

La citamos a propósito de la convocatoria a la manifestación ciudadana del 26 de febrero, en contra del tan traído y llevado Plan B de la Reforma Electoral del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que no es otra cosa sino el plan de “Benganza”, para vulnerar y mutilar al INE, y todo por no haber logrado una reforma constitucional electoral que pretendía destruir por completo al INE y con ello nuestra avanzada democracia.

Como todos sabemos, la reforma electoral constitucional de AMLO fue rechazada en forma exitosa y afortunada por el bloque opositor en forma unánime por los partidos PAN, PRI, PRD y MC. La  frustrada intención de distorsionar los postulados de nuestra Carta Magna en materia electoral solo sirvió para alterar el “ego” presidencial y en su mareo de poder presentar una reforma electoral engañosa y rencorosa que quiere poner en manos del gobierno nuestro sistema político-electoral construido a través de siglos y afinado en las últimas décadas.

Una iniciativa electoral que viola y atenta disposiciones constitucionales y que, en suma, echa abajo toda la estructura, experiencia, capacidad y organización del INE, institución formada a lo largo de los últimos 30 años para tener elecciones libres, limpias y creíbles.

Despoja al INE de un plumazo de todo su personal profesional capacitado en décadas, pretende eliminar el 80% de personal técnico-operativo, echar a la calle a 6 mil personas con todo y su experiencia y especialidad técnica, lo que derrumba el Servicio Profesional Electoral.

La reforma elimina las juntas distritales en todo el país, subdelegaciones, oficinas y módulos regionales a los que todos hemos acudido a renovar nuestro INE. Con ello se desmoronan los pilares de nuestro sistema electoral: el padrón electoral con todo y credenciales; la organización e integración de funcionarios de casillas por insaculación, así como el cómputo de votos con todo y la desaparición del PREP… además del primer paquete ya aprobado que se elimina sanciones a funcionarios públicos que promuevan su imagen antes y durante los periodos electorales.

Por contar con las mayorías simples, Morena aprobó el referido plan “B” desde diciembre de 2022 en la Cámara de Diputados y esta semana en la de senadores. El único senador morenista que votó en contra fue el líder de esa bancada, Ricardo Monreal, quien ya había advertido que esta reforma es anticonstitucional y que sabe que corresponderá a la SCJN declarar su inconstitucionalidad.

Lo que sigue es la presentación de “acciones de inconstitucionalidad”, “controversias constitucionales” y amparos que podrán ser interpuestos por parte de partidos, actores políticos y ciudadanos, por tener un interés jurídico. En este escenario hay dos grandes riesgos: Primero, que la SCJN no resuelva de manera pronta y expedita, esto es, antes de 2 de junio de 2023, ya que la propia Constitución Política prevé que al iniciar el proceso electoral (el de 2024 inicia en septiembre) ya no se permiten  cambios a la legislación dentro de los 90 días previos al inicio de ese proceso electoral, y segundo: que los votos de los ministros no alcancen para la declaratoria de inconstitucionalidad, como ya pasó con la reforma eléctrica, cuando el voto del mismo ministro presidente (Zaldívar) no se dio en el sentido que todos esperábamos.

Sin embargo, debemos estar optimistas por los nuevos vientos que soplan en la SCJN con la presidenta ministra Norma Piña, quien ha dado muestras de imparcialidad e independencia en sus resoluciones. Prueba de ello es la reciente admisión (esta semana) de “acciones de  inconstitucionalidad”, presentadas por partidos políticos, respecto a la reforma aprobada en diciembre pasado para que los funcionarios puedan hacer campaña y promover su imagen con recursos públicos y en tiempos anticipados. Estas acciones fueron admitidas por el ministro Alberto Pérez Dayán, quien otorgó la suspensión provisional y prepara el proyecto de dictamen que se someterá al Pleno para la declaratoria de inconstitucionalidad.

El Presidente López Obrador ya ha descalificado por anticipado la marcha del domingo 26 de febrero argumentando que “forma parte de las acciones de la oposición en contra suya, de su gobierno y de la llamada transformación”, declaraciones que ya rayan en el cinismo, ya que, hasta el ciudadano más neófito en cuestiones legales electorales, ya entendió que la verdadera intención de la reforma es retroceder 60 años en los avances logrados y permitir que el gobierno vuelva a controlar las elecciones.

El domingo 26 de febrero cientos de miles de ciudadanos reunidos en el Zócalo de la CDMX pedirán a los ministros de la SCJN su voto llano y transparente en defensa de la Constitución, para que, de manera, pronta y expedita, resuelvan conforme al Artículo 105, fracción II, de la Constitución Política que la faculta como la única vía para plantear la no conformidad de las leyes electorales frente al texto constitucional, a través de las acciones de inconstitucionalidad.

Para que dichas reformas puedan ser expulsadas del sistema jurídico en su totalidad o parcialmente por la Suprema Corte, se requiere contar con una mayoría calificada de ocho votos de las y los ministros integrantes del Pleno al momento de su resolución.

Asimismo, en relación con los 6 mil servidores públicos del INE que la reforma  pondría en la calle sin empleo, se debe considerar que la Ley General del Sistema de Medios Impugnación en Materia Electoral (LGSMIE), en su artículo 94, dispone de un medio de defensa, diseñado para dirimir los conflictos laborales entre los servidores públicos electorales del INE, denominado juicio para dirimir los conflictos o diferencias laborales de los servidores, siendo el TEPJF el órgano competente para conocerlo.

Sobre advertencia no hay engaño: “Al diablo con sus instituciones” y “No me vengan con que la ley es la ley”. Nunca antes, nadie se había atrevido a tratar de destruir nuestro sistema democrático, que descansa en una legislación electoral que se construyó durante los últimos dos siglos, a través de cruentas luchas desde la época de la reforma, pasando por la dictadura porfirista, hasta llegar al final del siglo XX, en que se pudo consolidar nuestra incipiente democracia, lo que ha permitido tres alternancias en el Poder Ejecutivo. La primera del año 2000, la segunda del año 2012, y la tercera, de 2018, por la cual llegó al Poder el Presidente López Obrador. En cada una de estas elecciones han participado millones de mexicanos, como funcionarios de casilla y con su voto. Es muy grave y lamentable que las reglas que permitieron el ascenso al poder de AMLO, ahora quieran ser cambiadas con los fines más aviesos.

Esta propuesta de reforma electoral desnuda a la 4T y le quita la careta al propio Presidente de la República, para mostrarlo como un dictador en potencia, cuyo fin último es el poder por el poder.

Alejemos la posibilidad de vernos en el espejo negro de Nicolás Maduro.

AMLO ha emprendido contra el INE, no es casual que los mexicanos, en su gran mayoría, están dispuestos a defenderlo y con ello, a nuestra principal institución democrática.

No se metan con el INE, al menos dos terceras partes -60 millones- de los mexicanos, lo apoyan. Si Morena, AMLO y la 4T quieren ganar la Presidencia  en 2024, sería sano para el país que dejen de buscar torcer la ley.

Mejor que muestren algunos resultados en reducir la pobreza, combate a la corrupción e impunidad, así como mejorar salud, educación, seguridad, procuración de justicia y Estado de Derecho.

Todavía le quedan 18 meses al Presidente López Obrador para actuar como digno Presidente y “Jefe de Estado”. Dejar de pensar solo en el poder y en las próximas elecciones. Mejor ocuparse en las nuevas generaciones y en la inevitable grandeza que tendrá México en el futuro.

El domingo 26 de febrero de 2023 quedará inscrito en la historia de las luchas democráticas del pueblo mexicano, como el día en que cientos de miles de ciudadanos salieron  a la calle a defender la democracia, a frenar el intento de destruir  nuestro INE, pilar del mecanismo político-electoral que nos garantiza tener elecciones libres, creíbles y transparentes.

El próximo 26 de febrero no se olvidará y será referencia de futuras generaciones para recordar que se restauró el orden democrático, que se salvó el futuro de un México que podrá seguir por el sendero de la democracia, la libertad y la justicia.

 

***Académico y consultor

 

Continue Reading

PULPO POLÍTICO

La 4T, devaluada por la inflación

Published

on

Sin crecimiento económico no hay transformación * Aunque el Presidente López Obrador presume indicadores de manejo internacional como tipo de cambio y récord en envío de remesas, hay otras variables que sí dependen de la economía nacional, como la galopante inflación que en un año se triplicó y es la más alta en 30 años, lo que provocó un aumento de 50 puntos en la tasa de interés que anunció Banxico apenas el 9 de febrero

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

El Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió, en 2018, que bajo su mandato México crecería a un ritmo de 4% anual. Pero, con los datos actuales y las expectativas de los próximos dos años, su sexenio tendría el crecimiento promedio de 0.14%, el más bajo desde Miguel de la Madrid.

Algunas razones del bajo crecimiento son dar prioridad a la “Revolución de las conciencias” y convertir programas sociales en clientelismo electoral. Además de ahuyentar la inversión extranjera y nacional con algunas acciones como: cancelación del Aeropuerto de Texcoco que sería el primer HUB de Latinoamérica; cancelar las rondas petroleras y contratos de CFE, reforma eléctrica anticonstitucional; no respetar la división de Poderes; atacar y acotar los organismos constitucionales autónomos: Banxico, Cofece, INAI, CNDH, Coneval, Banxico; amenazar con destruir el INE y con ello nuestro avance democrático; no avanzar en mejorar el Estado de Derecho al no respetar la Constitución, frenar el Sistema Anticorrupción y la procuración de justicia con una Fiscalía General subordinada a las directrices políticas del Ejecutivo, así como enarbolar un discurso de división y polarización de los mexicanos, lo cual ha creado incertidumbre e indefinición de reglas claras para la inversión, además de falta de apoyo a las Pymes y emprendedurismo.

Aunque el Presidente López Obrador presume indicadores de manejo internacional como tipo de cambio y récord en envío de remesas, hay otras variables que sí dependen de la economía nacional, como la galopante inflación que en un año se triplicó y es la más alta en 30 años, lo que provocó un aumento de 50 puntos en la tasa de interés que anunció Banxico apenas el 9 de febrero, por lo que se vislumbra un panorama de la economía nacional cada vez más complejo. Además, estas variables inciden negativamente en el crecimiento económico, que es el único camino para la verdadera transformación, para disminuir la desigualdad y la pobreza, para generar más y mejores empleos y en general para que el gobierno pueda financiar todas sus actividades, programas sociales, de educación, de salud y para la seguridad y procuración de justicia.

“Crecimiento económico”, entendido como el aumento en la producción de bienes y servicios en una economía, y por lo tanto su valor en un periodo determinado. Medido como el PIB, que refleja el valor de todo lo que se produjo en un año y compararlo con el valor de todo lo que se produjo durante el mismo periodo del año pasado.

Los principales factores y condiciones para generar crecimiento económico son:

Estabilidad económica, que se deriva de la estabilidad política, seguridad jurídica y Estado de Derecho; inversión de capital que genera empleo, cuando los trabajadores tienen a su disposición más instrumentos para el cumplimiento de sus asignaciones, más máquinas, herramientas, es una señal de mejora de condiciones para producir más bienes y servicios.

El capital físico de un país está conformado por toda infraestructura como lo son puertos, rutas, además de también automóviles, camiones, aviones, barcos, computadoras, robot.

El capital humano de un país es otro elemento fundamental para su desarrollo, éste se relaciona con el potencial en educación y capacitación técnica.

Su objetivo es que las sumas del trabajo de los profesionales más cualificados puedan generar un mayor crecimiento de la economía a nivel agregado.

El progreso tecnológico se refiere a combinar de una mejor manera los insumos, máquinas y conocimientos más avanzados para rendir mejores resultados de producción.

Son muchos quienes indican que la clave del crecimiento económico está en el progreso tecnológico.

Tomando las cifras oficiales del 2018 al 2021 y la expectativa de crecimiento del Grupo Financiero Base para el resto del sexenio, se espera que la economía mexicana crezca un total de 0.84% entre 2018 y 2024.

Con ello, al final del sexenio de la 4T el Producto Interno Bruto de México habrá crecido a un ritmo de 0.14% anual… la tasa más baja desde el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), cuando el país creció 0.58% anual en promedio.

 

CRECIMIENTO ANUAL PROMEDIO POR SEXENIO

Para que se den una idea de una forma comparativa, te decimos el crecimiento económico de los últimos presidentes: Carlos Salinas de Gortari, 4.18; Ernesto Zedillo Ponce de León, 2.97; Vicente Fox Quesada, 2.02; Felipe Calderón Hinojosa, 1.77; Enrique Peña Nieto, 2.53, y AMLO tendría un 0.14 por ciento.

El crecimiento con la 4T sería bajísimo, esto tomando como fuente el Grupo Financiero Base con información del INEGI.

México, entre los países más alejados de la recuperación del PIB. El Grupo Base también indicó que nuestro país tiene la sexta economía entre las 50 más grandes del mundo, que está más lejos de alcanzar los niveles previos a la pandemia.

En 2020, la economía mexicana cayó 8.38% en términos reales y creció a una tasa anual de 5% en 2021. No obstante, el PIB de México sigue siendo 3.61% más pequeño que en 2019, antes de la llegada del Covid.

Hace algunos años, especialistas en “Economic Growth” de Inglaterra y Francia en la búsqueda de las principales variables que propiciaron el vertiginoso crecimiento económico de los “Tigres asiáticos” (China, Corea, Singapur y Hong Kong) iniciado en la década de los 90s, publicaron un ensayo que llamaron “Decálogo de la Autopista del crecimiento económico”.

Solo los enunciaremos y veremos si en este gobierno se cumplen algunos.

1.- ACUERDO NACIONAL PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO. No cumple. Nunca se mencionó como prioridad en la política económica, ni se convocó a todos los sectores a una cruzada nacional en pro del crecimiento.

2.- ESTABILIDAD MACROECONÓMICA. Sí cumple. Es una tarea del Banxico, herencia del neoliberalismo y del T-MEC. Habrá que controlar la inflación.

3.- INVERSIÓN NACIONAL Y EXTRANJERA. No cumple. Si bien hay buenos niveles de inversión, deberían estar casi al doble si no se hubiera ahuyentado la inversión, por lo que apuntamos al principio de este artículo.

4.- EMPLEO Y FORMACIÓN DE CAPITAL HUMANO. No cumple. Contra reforma educativa y falta de calidad en capacitación técnica media.

5.- SEGURIDAD JURÍDICA Y ESTADO DE DERECHO. No cumple. Fiscalía subordinada y ataques a la SCJN; procuración e impartición de justicia, estancadas.

6.- AHORRO. No cumple. Indefiniciones y cambios en las Afores, pensiones del IMSS e ISSSTE.

7.- SEGURIDAD. No cumple. Los mayores índices de inseguridad en los últimos 20 años, a pesar de la militarización.

8.- PLAN INFRAESTRUCTURA. No cumple. Carencia de plan, solo concentración en las obras emblemáticas: AIFA, Dos Bocas y el Tren Maya.

9.- INNOVACIÓN CIENTÍFICA Y PROGRESO TECNOLÓGICO. No cumple. Retroceso en la materia, eliminación de fondos y falta de apoyos a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Sin agenda digital.

10.- PROYECTOS ESPECIALES. No cumple. Sin nuevos fondos de apoyos por regiones y giros productivos. Sin apoyos a Pymes, a los emprendedores y a la productividad. Falta de apoyos al campo y a la certificación de calidad agropecuaria y ganadera, vuelta a precios de garantía.

Todo indica que deberemos esperar otro sexenio para reencauzar a México en el camino del crecimiento económico, que permita al país dar el gran salto hacia un crecimiento sostenido, con todos los beneficios que ello implicaría: Reducir pobreza, mejorar programas de salud, educación, seguridad, así como procuración e impartición de justicia. Alcanzar el anhelado Estado de Derecho con mayor justicia y bienestar social.

Lograr un Acuerdo Nacional de gran envergadura, que trascienda y sea palanca de progreso y desarrollo, en el que participen todos los sectores sociales. México y los mexicanos lo merecen.

 

***Académico y consultor.

Continue Reading

DESTACADO