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PULPO POLÍTICO

Lo bueno, lo malo y lo feo de Claudia Sheinbaum Pardo

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En el centro del huracán por los continuos accidentes de los trenes del STC * Su lealtad y sumisión al Primer Mandatario AMLO la ponen como la candidata de Morena a la Presidencia en el 2024, pero si no puede conducir al Metro ¿acaso podrá llevar a buen destino a México?

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

En América Latina, solo México entre los países más importantes, no ha tenido presidenta. Han tenido mandataria Chile, Brasil, Argentina, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. México estaría a punto de tener su primera mujer presidenta. En el estatus político actual con miras a la sucesión presidencial de 2024, los momios de las apuestas estarían 3 a 1 en favor de Claudia Sheinbaum Pardo, tanto en la interna de Morena, como en relación a un eventual o posible candidato(a) opositor(a).

Ya nadie duda que el Presidente López Obrador, quiere que Claudia Sheinbaum sea la primera presidenta de México, debido a dos factores fundamentales: el afectivo y por género. Si algo caracteriza al Presidente es su innegable olfato político. Ello explica que le esté dando un gran peso al factor “género” para las elecciones presidenciales de 2024. Sus apuestas de postular mujeres a varias gubernaturas han resultado un éxito. En los últimos dos años, logró colocar como gobernadoras por Morena a siete mujeres.

En este espacio de la tradicional revista política IMPACTO hemos presentado el perfil de catorce “presidenciables”: Marcelo Ebrard, Enrique de la Madrid, Ricardo Anaya, Lorenzo Córdova, Fernando Landeros, Enrique Alfaro, Adán Augusto López Hernández, Tatiana Clouthier, Samuel García, Mauricio Vila, Carlos Slim Helú, Lilly Téllez, Beatriz Paredes y Claudia Ruíz Massieu.

Cada uno corresponde a escenarios para la sucesión: Candidato de “dedazo” (los de Morena), candidatos de “partido” o de la “Alianza” y candidatos “ciudadanos”. Ahora presentamos a la jefa de Gobierno de la CDMX, quien de la mano del Primer Mandatario López Obrador y de su partido Morena, podría ser la primera presidenta de México en la elección presidencial de 2024.

Lo hacemos en el esquema acostumbrado “LO BUENO, LO MALO Y LO FEO”, con el fin de que nuestros lectores e interesados en la “Sucesión Presidencial” cuenten con información básica acerca del perfil de quienes aspiran o tienen posibilidades de ocupar el máximo cargo político en México, para el periodo 2024-2030.

 

TRAYECTORIA

Claudia Sheinbaum Pardo cumplirá 62 años en el mes en que se realizará la elección presidencial de 2024. Sus padres, un químico y una bióloga, marcaron la vocación académica que seguiría la jefa de Gobierno.

Es licenciada física por la UNAM, maestra en Ingeniería Energética y doctora en Ingeniería Ambiental por la misma Universidad. Tuvo una estadía en California para obtener su Doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory, durante 4 años becada por la UNAM.

Además, estudió en el Colegio de México, el Programa de Desarrollo Sustentable. Fue investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Asimismo, es miembro del SNI y de la Academia Mexicana de Ciencias.

Sus primeras actividades políticas fueron como integrante del CEU de la UNAM, en donde se adhirió a un grupo de estudiantes que después se convirtió en el sector juvenil fundador del Partido de la Revolución Democrática. Posteriormente, en el año 2000, alguien que pudo haber sido su ex esposo o su madre, la acercaron al equipo de Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del DF electo, quien la integró a su gabinete como secretaria de Medio Ambiente.

Ganó relevancia y cercanía con AMLO cuando le encomendó la construcción del Segundo Piso y la primera línea del Metrobús.

En 2006 y 2012 participó en el equipo de las campañas presidenciales de López Obrador. En 2015 fue delegada en Tlalpan y en 2018 compitió por la candidatura para la jefatura de Gobierno de la CDMX contra Ricardo Monreal, cargo para el que fue electa, con el apoyo de AMLO y avalada por los partidos Morena, PT y PES.

 

LO BUENO

Claudia Sheinbaum ha mostrado, inteligencia y habilidad política. Aparte de su sólida y sui generis preparación académica, tiene una probada agudeza y malicia política, no en balde es la alumna consentida de su mentor y maestro, el Presidente López Obrador.

Lo bueno para los que creen en la 4T es que ella no proviene del PRI y no se puede acusar de nexos con los neoliberales. Al inicio de su gestión y durante la pandemia mostró cierta independencia y criterio propio respecto de su jefe, pero al ser lanzada como “corcholata” para la Presidencia, cambió radicalmente su discurso y actitud, mostrándose como una sumisa seguidora del Presidente, copiando y repitiendo su discurso. Por ello, se ha ganado ser la preferida y la indicada para la continuidad de la “transformación”, o más bien, podría ser quien iniciara una auténtica transformación o cambio, quizá de izquierda moderada.

En su gestión en la CDMX ha integrado un equipo de colaboradores con perfiles interesantes, la mayoría con preparación académica y experiencia política. Un equipo plural con orígenes diferentes a su partido.

Como ejemplo están el secretario de Desarrollo Económico, Fadala Akabani, que fue delegado en Benito Juárez por el PAN y el secretario de Movilidad, Adrián Lajous Loaeza, hijo del exdirector de Pemex del mismo nombre y de la prestigiada escritora Soledad Loaeza.

En oposición tiene como segundo de a bordo, a quien sueña sucederla, Martí Batres, radical morenista considerado de los duros y burdos en su trayectoria política.

Entre sus experimentadas mujeres tuvo a Rosa Icela Rodríguez y tiene a Ernestina Godoy Ramos, pero el que se ha convertido en su colaborador estrella es Omar García Harfuch, por sus excelentes resultados en una de las áreas que más interesa a la ciudadanía, la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

García Harfuch es hijo del destacado político priísta Javier Garcia Paniagua y nieto de quien fuera secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán.

En general la gestión de Claudia Sheinbaum ha sido de resultados, sin embargo, su talón de Aquiles es el Sistema de Transporte Colectivo Metro.

 

LO MALO

A Claudia Sheinbaum se le ve como una fiel seguidora de las instrucciones y del discurso de su jefe, y la imagen que ha proyectado es la de extrema sumisión.

Esto ha puesto en la mente de muchos observadores políticos la posibilidad de vivir un nuevo “maximato” recargado y remamasterizado. Aunque esto sería remotamente posible, por las diferentes actuales circunstancias del país, se trata de una real percepción.

En casos relevantes se ha ido con la finta de la “línea”, como cuando a través de la FGJ apoyó a Gertz Manero fincando delitos a su excuñada y recientemente, en el caso de la ministra Yasmín “avalando” su postura.

Quizá lo malo de Sheinbaum no es atribuible a ella. Se ha visto obligada, por su jefe, a violar la Constitución y las leyes electorales, al realizar una “muy anticipada” campaña nacional para ser la candidata a la Presidencia.

El abierto apoyo de AMLO a la jefa de Gobierno ha dado por resultado una cargada en su favor, la mayoría de los gobernadores morenistas le ha expresado abiertamente su apoyo.

Respecto al más reciente accidente del Metro en la Línea 3, un alcance de trenes que ocasionó una fallecida y cien heridos, los gobernadores publicaron un desplegado expresándole su apoyo ante ese suceso.

Al tiempo, el Presidente autorizó que 6 mil elementos de la Guardia Nacional vigilen las instalaciones del Metro, ya que – dijo en la Mañanera- los adversarios y los “zopilotes” políticos toman como pretexto estos accidentes para atacar a Claudia, ya que “estamos en tiempos electorales”.

La pregunta, más bien la sospecha que ya metió en la idea de los mexicanos, es que el motivo de los últimos accidentes del Metro ha sido por “sabotaje”… ¡Hágame usted el cabrón favor!

 

LO FEO

Los datos duros no mienten. Es un hecho que el gasto en mantenimiento del Metro se ha reducido en los últimos cuatro años. Muchos especialistas, no solo adversarios, han señalado que mientras el referido mantenimiento se reduce, los gastos de campaña están ocasionando importantes erogaciones del erario público de la CDMX, e incluso de otras entidades del país.

Se afirma que en 60 años de operación del STC no había habido tantos accidentes y fallas como en los últimos cuatro años. Se tiene el incendio en el Puesto Central de Control 1 y diversos accidentes menores en diferentes líneas.

De especial forma, se ha reavivado el recuerdo del peor accidente en la historia de ese medio de transporte en los últimos cuatro años, el desplome de la Línea 12, en mayo de 2020, que dejó como saldo 26 muertos, que a la fecha no ha sido aclarado ni se ha responsabilizado a alguien por ese fatal suceso.

El adelantado destape del Ejecutivo federal de sus “corcholatas” para la Presidencia de la República ha dado por resultado una abierta lucha entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Sin embargo, todo hace suponer que se impondrá la ganadora de la encuesta (es decir, el “dedazo”), por lo que el desenlace en la interna de Morena será de pronóstico reservado.

Una vez proclamada candidata oficial, Claudia Sheinbaum deberá enfrentar a la candidata(o) de la Alianza Va por México, conformada por los partidos PAN, PRI y PRD -ahora que resucitó-, y que tendría como principales opciones, por ventaja en encuestas, a Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu o Mauricio Vila, a quienes a la fecha Sheinbaum aventaja en las encuestas con al menos 20 puntos porcentuales.

Estamos a 18 meses de tener a la primera presidenta de México. ¿Será la de Morena, la de la Alianza o será algún presidente (Ebrard, Colosio, u otro) que surja de otro partido? A México todavía le espera un verdadero cambio, una auténtica transformación que dé por resultado un Estado de Derecho, una mejor impartición de justicia, el combate eficaz a la corrupción y la impunidad.

Al país le espera la ansiada “transición” que quizá se dé con un gobierno de coalición, con un gran apoyo popular y con nuevas politicas públicas en salud, educación y seguridad, que lleven a México a mejores estados de bienestar y prosperidad, al lugar de grandeza que le aguarda en el concierto mundial de las naciones.

Ojalá así sea, México lo merece.

 

Académico y consultor***

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Acosta Naranjo revela las trampas electorales de Morena

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El perredista pide garantizar el voto libre y secreto, tal y como la marca la Constitución Política * El partido guinda ya expresó su rechazo a la iniciativa, con lo que refleja la intención de seguir coaccionado el sufragio * Guadalupe Acosta pide acabar con la presión de los mapaches electorales * El INE tendrá que tomar una resolución sobre el principio constitucional de votar en libertad

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

El PRI “no se crea ni se destruye, solo se transforma”, de ahí que viva en todos los partidos políticos.

El PRIAN, como es calificado peyorativamente por los morenistas, al señalar que se trata de una vieja alianza recientemente formalizada en la coalición Fuerza y Corazón por México.

El PRD, como todos saben, fue una escisión del PRI ocurrida en 1987. El grupo disidente inició como Frente Cívico Nacional, fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo (ex priístas), y después se convirtió en el Partido de la Revolución Democrática.

Ahora al partido en el poder, muchos analistas y periodistas lo llaman PRIMor, en alusión al gran parecido que tienen Morena y el PRI.

Esto debido a que las tácticas y estrategias electorales de Morena muestran signos inequívocos, que su ADN tiene su origen en el PRI de los 70s, cuando eran comunes las conocidas trampas electorales: “La urna embarazada”, porque no había ciudadanos cuidando las urnas desde su apertura hasta el cierre; el “carrusel”, porque no había tinta indeleble ni un Registro Nacional de Electores confiable; las “tamaladas”, porque los recursos públicos eran gastados para comprar el voto por medio de desayunos o convivios, en los que se entregaba dinero o materiales de construcción a cambio de su voto.

Con las reformas electorales de las siguientes dos décadas se fueron cerrando las posibilidades de trampas. En las últimas elecciones, con la tecnología y los teléfonos celulares, de la mano de los programas sociales, que maneja el partido en el poder, se ha demostrado que existe una nueva modalidad de “trampa electoral”, por la cual el partido guinda le exige a sus militantes tomar una fotografía a su boleta, para así comprobar que votaron por sus candidatos; de lo contrario, los amenazan con quitar sus apoyos y programas sociales.

Guadalupe Acosta Naranjo, representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y dirigente del Frente Cívico Nacional, denunció que Morena busca coaccionar el voto en las próximas elecciones del domingo 2 de junio de 2024, a través del mecanismo “Fotografía con celular”.

Decía el abuelo: “Para los toros del Jaral, los caballos de allá mero”. Dice un refrán popular que “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”.

Esto es, cuando las partes comparten un mismo origen, existen entre ellas mayores niveles de equilibrio, equidad y mejor entendimiento.

Cuando Acosta Naranjo denuncia y dice que “la burra es parda es porque tiene los pelos en la mano”. Él vivió en carne propia la operación electoral de la “izquierda”, cuando fue dirigente nacional del PRD y cercano al círculo de Andrés Manuel López Obrador, cuando éste fue candidato presidencial por ese partido.

Por ello resulta relevante su propuesta para hacer efectiva la premisa de que el voto es libre y secreto, por la cual pide que el INE prohíba el uso de los teléfonos celulares en las casillas.

El exdirigente del PRD agregó: “Si logramos que esto suceda, entonces millones de mexicanos podrán ejercer el voto sin la presión de estos mapaches electorales, de esta gente que lucra y obliga”.

Y subrayó: “Morena ya expresó su rechazo a esta iniciativa y este rechazo solamente refleja la intención que tienen de seguir coaccionando el voto”.

Ante esto, la medida propuesta por Acosta Naranjo resultaría muy eficaz para un voto libre y secreto, ya que al no permitir la entrada a la mampara con celular habrá menos votos comprados o coaccionados, aunque esos electores hayan sido presionados por un partido (el que sea, pero en particular los que se oponen a esta medida, que ahora les favorece).

Acosta Naranjo, como representante del PRD ante el INE, ha resultado ser un experimentado conocedor de las mañas y estrategias de sus excorreligionarios, ahora opositores.

El 1 de febrero de 2024, durante la sesión extraordinaria del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), tuvo gran difusión por el enfrentamiento entre Guadalupe Acosta (PRD) y Gerardo Fernández Noroña (PT), debido a opiniones sobre el presunto fraude electoral de 1988, en donde ganó la elección presidencial Carlos Salinas de Gortari.

Fernández Noroña abrió el debate al negar que el PRD hubiera nacido en contra del “presidencialismo”.

Al respecto señaló: “Me llamó mucho la atención que la representación del PRD diga que nacieron contra el presidencialismo. Yo soy fundador del PRD, a mucha honra, cuando era decente este partido, de izquierda. No nació contra el presidencialismo, nació por un cambio de régimen después de un fraude electoral monstruoso en contra del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas”. También criticó fuertemente al PRD por su alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de que presuntamente fueron víctimas en primera línea del fraude electoral en 2006 o las represiones de las que fueron víctimas en las administraciones del partido tricolor.

En la réplica Acosta Naranjo fue lacónico y contundente.

Recordó a Fernández Noroña que al interior de la Cuarta Transformación se encuentra el personaje que por décadas ha sido señalado como el responsable del fraude de 1988, el actual director general de la CFE, Manuel Bartlett. Fue lacónico y contundente en su respuesta: “Venir a hablar aquí del 88, del fraude de Cuauhtémoc Cárdenas… del brazo de Manuel Bartlett, al que se le cayó el sistema y repitiendo las palabras que seguido dice nuestro ‘camarada’, eso es tener caradura, pero caradura, no fregaderas. ¡Qué bárbaro! Mira qué bonita autoridad moral, del que ordenó ese fraude, del que ejecutó ese fraude”.

Acusó que en aquellas elecciones, AMLO habría votado por Carlos Salinas en las elecciones de 1988, ya que aún formaba parte del PRI y no se unía al Frente Democrático Nacional.

La propuesta de Guadalluoe Acosta para no permitir el ingreso de celulares a la urna electoral tiene dos vertientes. Primero, una política que ya puso al desnudo la posición de Morena, PT y PVEM, de negarse a tal pretensión, con lo que parece darse una “acusación manifiesta”, respecto a los “beneficios” que para el partido oficial tiene que se siga permitiendo tal ingreso de smartphones.

Por otro lado, el aspecto jurídico, que ya ha sido discutido de diferentes formas. Como la ley electoral no prohíbe el uso de celulares en la jornada electoral, el INE no tendría por qué establecer esa prohibición. Sin embargo, la Constitución Política, que jerárquicamente está por encima de cualquier Ley, establece como condición Sinequa-Non para el ejercicio legítimo de nuestro régimen democrático: garantizar el “voto libre y secreto”.

Resulta obvio que en una futura reforma electoral, que pretenda mejorar y depurar nuestras normas electorales, deberá incorporarse la prohibición del ingreso de celulares a la urna electoral. Por lo pronto el balón ya está en la cancha del INE y del TEPJF para demostrar su firmeza y autoridad para que las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024 sean confiables, creíbles y transparentes.

El 13 de noviembre de 2023 y el 26 de febrero de 2024, cientos de miles de mexicanos salieron a las calles para defender la democracia y salvaguardar a nuestras instituciones electorales, fundamentales el INE y el TEPJF.

En la hora actual, ante la realización de las elecciones del 2 de junio de 2024, las más grandes de nuestra historia, en las que se elegirán más de 20 mil cargos de elección popular en todo el país, incluido el Presidente de la República, todo el Poder Legislativo federal y estatales, así como nueve gubernaturas, es deber de nuestras instituciones electorales, corresponder a la confianza que han depositado en ellos millones de mexicanos.

El INE y el TEPJF han dado muestra de que saben actuar con apego a la ley y con imparcialidad. Ambos organismos son los garantes constitucionales de la vocación democrática del pueblo de México.

En sus inicios el IFE, desde los 90s, estuvo a cargo de la organización y funcionamiento de todos los mecanismos legales que se dan antes, durante y después de la jornada electoral para garantizar el ejercicio constitucional del voto libre y secreto, y con ello resultados trasparentes y confiables.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desde 1996 cuenta con un sistema de medios de impugnación que le ha dado la última palabra para dirimir controversias entre partidos y autoridades, entre militantes y órganos de dirección partidarios, todo lo cual es garantía de respeto a la voluntad ciudadana expresada en el voto.

Por elemental respeto a nuestro régimen constitucional democrático, es responsabilidad de todos los partidos, los candidatos y los Poderes de la Unión, incluido el Ejecutivo, respetar la independencia del INE y del TEPJF.

 

Académico y consultor***

 

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PULPO POLÍTICO

La juventud, pieza vital en el destino de México

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Luis Donaldo Colosio Riojas y Zoé Robledo, con todas las cartas credenciales para el relevo generacional fueron borrados por sus propios partidos * Uno de los mayores incentivos que pueden tener los jóvenes para sufragar el 2 de junio es que tengan la certeza de que su voto tendrá impacto real en la sociedad

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

En México la poca participación de los jóvenes, en las últimas elecciones federales, ha confirmado que este sector es el más abstencionista de toda la población.

Por ello, la candidata que logre convencer a los muchachos entre 18 y 34 años -37 millones de potenciales votantes- a que salga a votar a su favor en la elección presidencial del 2 de junio de 2024, podría definir quién será la próxima presidenta de la República.

Los votantes “primerizos”, los de 18 años, son los que más votan. En 2021 el INE muestra que mientras el promedio de participación nacional ascendió a 52.7%, entre los mexicanos de 18 años fue de 56 por ciento.

Al año siguiente, cuando cumplen 19 años, su participación bajó al 48%; después, entre 20 y 24 años, bajó a 41.7% y en el grupo de 25 a 29 años solo votó el 39.6%.

Si consideramos que el rango entre votantes de 18 a 34 años suma casi el 38% del padrón electoral, es decir, 37 millones de potenciales votantes, 33 millones entre 20 y 34 años.

El promedio de abstencionismo en este rango, de 18 a 34 años, es del orden de 54.2%, lo que resulta en casi 20 millones de votos. Si se logra convencer a un 10%. de abstencionistas para que salgan a votar se agregarían 4 millones de votos en la votación efectiva.

La falta de participación de los jóvenes entre 20 y 29 años no es un fenómeno nuevo: los análisis del INE, desde los comicios del año 2000, muestran que se trata de una tendencia constante en el perfil del votante joven, sea elecciones presidenciales o intermedias.

Esto, a pesar de que los jóvenes están interesados -por moda- en derechos humanos, feminismo, medio ambiente. Además, dependiendo del nivel de educación y de su situación socio-económica y laboral, los jóvenes deben saber que, del gobierno que se elija, quieran o no, les guste o no, es de lo que dependerá la educación que recibirán, los servicios de salud, la seguridad de ellos y sus familias, el valor de la moneda que usarán, las libertades y el nivel de justicia que se tendrá en el país.

El abstencionismo a nivel mundial, especialmente entre los jóvenes, es el más alto. En Estados Unidos ronda el 55% de la generación millennial. Porcentajes similares hay en muchos países europeos y de América Latina.

En las últimas dos décadas se ha observado una tendencia del voto juvenil por la derecha. En Francia, en todas las elecciones realizadas desde 2002, el voto joven para el partido de la extrema derecha -Agrupación Nacional- ha aumentado: en 2022, alrededor del 50% de los jóvenes entre 25 y 34 años, y del 40% de aquellos entre 18 y 24 años, votaron en ese sentido y algo similar ocurre en países como Italia, Austria y Dinamarca.

En países como Suecia, Holanda y Corea del Sur, los jóvenes salen a votar en números que rondan el 80%. ¿Cómo podemos incrementar el voto joven en México? Entre otras medidas, haciendo campañas informativas en temas de interés para los jóvenes y como puede afectarles a ellos, a sus familias y a su país, votar por algún candidato o, peor aún, no votar. También es un tema cultural de años, promoviendo el registro en el padrón de electores e impulsando la educación cívica desde la niñez.

Uno de los mayores incentivos que pueden tener los jóvenes para votar es que tengan certeza de que su voto tendrá impacto real en la sociedad.

Existen otros factores por los que se da el desencanto juvenil por la participación política a quienes sí tienen deseos y capacidad para participar. La consigna general parece ser “El pueblo unido avanza sin partido”.

La falta de oportunidades para la participación política de los jóvenes se refleja en las listas de candidatos a puestos de elección popular. En todos los partidos la mayoría de los personajes designados como candidatos a legisladores federales y cargos estatales o municipales son los mismos de hace, al menos, dos décadas. Hartos de desempeñar cargos públicos y de haberlo hecho sin mayores méritos.

 

PADRÓN ELECTORAL

El padrón electoral, hasta el 22 de febrero pasado, es de 98’703,939 y la lista nominal es de 98’265,518.

 

DESGLOSE POR EDAD

El padrón electoral y la lista nominal tienen el siguiente desglose por edad.

 

DESGLOSE POR SEXO

Según el padrón electoral, el desglose por sexo es el siguiente.

DESGLOSE POR ENTIDAD

Según el padrón electoral y la lista nominal, el desglose por entidad es el siguiente.

 

RELEVO GENERACIONAL

Otro factor que podría jalar a los jóvenes sería una competencia para la Presidencia de la República que se tradujera en el “relevo generacional”, como ocurrió en Chile con Boric y en El Salvador con Bukele.

Quizá en México hubiera ocurrido con una competencia en la que figurara Luis Donaldo Colosio Riojas, quien alcanzaba el mayor porcentaje de preferencia entre todos los precandidatos de la oposición.

Por el lado de Morena, otro “joven” que hubiera representado un “cambio generacional”, de la generación de los millenials es Zoé Robledo, director general del IMSS. En 2010 fue electo presidente del H. Congreso del Estado de Chiapas, siendo en ese momento el político más joven en ocupar ese espacio. Sin embargo, Zoé Robledo como Luis Donaldo Colosio quedaron fuera de la jugada.

Por el lado del frente opositor (PAN-PRI-PRD), a manera de ejemplo, estarán Enrique Vargas o Aurelio Nuño, ambos también con gran preparación académica y experiencia política, a pesar de su juventud.

Como el factor “relevo generacional” no se dio en esta competencia presidencial de 2024, los jóvenes deberán ser atraídos y convencidos por el factor “género”, ya que por primera vez México elegirá una presidenta de la República.

Esto debe ser un punto interesante en el proceso de sucesión presidencial y en las campañas. Que las candidatas sean capaces de interesarlos y a muchos (de los 20 millones de abstencionistas) convencerlos de que voten por los programas y políticas públicas que proponen para llevar a México a mejores estados de prosperidad y justicia.

Quizá las candidatas, cuando den a conocer los gabinetes que proponen para acompañarlas, incluyan jóvenes, preparados y capaces, con méritos en la sociedad civil y no los mismos de siempre, políticos “quemados” de todos los partidos políticos.

Ante la crisis de representatividad de los partidos políticos, estos deberán enfrentar la coyuntura de representar a la nueva sociedad civil, siempre y cuando adapten sus lógicas de reproducción del poder y cedan espacios a las nuevas generaciones de militantes y líderes sociales.

Se conforma una forma diferente de vinculación entre los partidos políticos y la ciudadanía, cuyos límites e impacto habría que analizar con detalle.

En principio podría plantearse el vínculo a través de un gobierno de coalición, que daría pie a la ansiada y pendiente “transición”, a través de una “plataforma de políticas públicas” más cercana al pragmatismo de las convergencias, que a las divergencias ideológicas.

La fórmula para 2024 es factor “género”. Candidata que convenza a las nuevas generaciones, apoyada por la sociedad civil y por las organizaciones y partidos políticos.

Ningún partido político es capaz de liderar a la sociedad civil, ni de comprender sus códigos. Las circunstancias del México actual exigen que los partidos se adapten a las nuevas reglas del juego de la sociedad civil.

Adicionalmente los casi 40 millones de votos potenciales de los jóvenes se traducen, por el abstencionismo, en casi la mitad del padrón.

Urge una nueva oferta política para los jóvenes para que abandonen la consigna “El pueblo unido avanza sin partido”.

 

Académico y consultor***

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Habrá presidenta que hará historia: Mujer contra mujer

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Banderazo de salida a la carrera presidencial * ¿La ganadora de la elección del 2 de junio próximo será la de Morena o la del Frente Fuerza y Corazón por México? Al principio era mucha la diferencia, pero se acortan las distancias y se anticipa una competencia cerrada * Qué tal una versión -del color o partido que sea- de una moderna “Angela Merkel mexicana”, que sepa gobernar con firmeza a un México plural, democrático y de inclusión

 

MARCO ANTONIO FLORES***

 

A 90 días de la elección presidencial, todo indica que habrá un final de pronóstico reservado. “Hagan sus apuestas”.

El 1 de marzo de 2024, una de las encuestadoras más confiables, la de El Financiero, señala que Claudia Sheinbaum, de Morena, PT y PVEM, tiene 50% de intención de voto; Xóchitl Gálvez, de Frente Fuerza y Corazón por México, que agrupa a PAN, PRI y PRD, tiene 33%, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, tiene 8 por ciento.

De los encuestados 9% no declaró preferencia. Hace apenas dos meses varias encuestadoras apuntaban una diferencia de 30 puntos porcentuales. Lo anterior permite asegurar que la disputa por el primer cargo político del país se resolverá en el ámbito de género, “MUJER CONTRA MUJER”, tal como lo anticipó esta su revista política IMPACTO desde agosto de 2023.

Ello también anticipa que México tendrá su primera presidenta de la República, único país importante de América Latina que no ha tenido presidenta.

Han tenido presidenta Chile, Brasil, Argentina, Costa Rica, Honduras y Nicaragua.

 

ÁLVAREZ MÁYNEZ, BENDITO ENTRE LAS MUJERES

Jorge Álvarez Máynez será el único candidato del género masculino y aunque en política todo puede suceder, su 8% de preferencia a tres meses de la competencia, parece que lo ubicará en un lejano tercer lugar respecto de las dos mujeres que estarán en la gran final.

A Jorge Álvarez no le restamos méritos, tiene juventud -39 años-, preparación académica y experiencia política.

Es licenciado en relaciones internacionales por el ITESO y tres maestrías: una en Administración Pública y Políticas Públicas por el Tec de Monterrey (ITESM); otra en Estudios Internacionales por el mismo ITESM.

Asimismo, concluyó la maestría en derecho constitucional y derechos humanos en el Centro de Estudios Jurídicos Carbonell.

Su trayectoria política inició en 2003 en el PRD, diputado federal por el PRI en 2010. En MC inició en 2013, fue secretario de Organización del Comité Nacional y diputado federal, además de coordinador de la bancada de ese partido.

El 9 de enero de 2024 fue designado abanderado presidencial de MC, después de la fallida candidatura del gobernador de Nuevo León, Samuel García.

El viernes 1 de marzo de 2024 inició su campaña en Lagos de Moreno, Jalisco, bastión de posiciones políticas de su partido Movimiento Ciudadano.

 

CABALLO QUE ALCANZA… GANA

Xóchitl y Claudia, por su parte, rompen los cánones tradicionales de la política mexicana. Tienen una trayectoria similar en cuanto a sus formaciones académicas sólidas en las ciencias exactas, antes de incursionar en actividades políticas.

Xóchitl Gálvez es ingeniera en Computación por la UNAM. Tiene especialidad en Robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía.

En 1992 fundó la empresa High Tech Services, dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología.

En 1999 obtuvo el reconocimiento por  el World Economic Forum de Davos, Suiza, como una de las “100 líderes globales del futuro del mundo”, siendo la primera mujer mexicana en lograrlo.

Claudia Sheinbaum es licenciada en Física por la UNAM, maestra en Ingeniería Energética y doctora en Ingeniería Ambiental por la misma Universidad.

Tuvo una estadía en California para obtener su doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory; durante 4 años becada por la UNAM. Además, estudio en el Colegio de México el Programa de Desarrollo Sustentable.

Fue investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Asimismo, es miembro del SNI y de la Academia Mexicana de Ciencias.

Xóchitl Gálvez, la “ciudadana-panista” que irrumpió en el escenario político nacional apenas en julio de 2023, ya que tuvo la valentía de debatir frontalmente con el Presidente López Obrador, lo cual le valió subir como la espuma y ser la  candidata presidencial opositora.

En esas fechas le dijo a AMLO: “Señor Presidente… respéteme que usted será quien me entregue la banda presidencial”.

La en ese tiempo senadora lo calificó de machista, ya que “es incapaz de imaginar que una mujer obtenga una candidatura por méritos propios”.

En septiembre de 2023 fue designada formalmente candidata opositora por la coalición PAN-PRI-PRD con una popularidad que pareció derrumbarse a finales de año.

Sin embargo, al concluir las precampañas en los últimos días de enero de 2024, cambió su estrategia y volvió a ponérsele enfrente al Presidente de la República subrayando que él es su real opositor, ya que su “corcholata” pretende ser sólo una réplica de su jefe AMLO.

Esta estrategia le ha resultado y ha iniciado una tendencia de alza en las preferencias electorales, que de no frenarse podría llevarla a una cerrada votación final y eventualmente al triunfo el 2 de junio de 2024. Caballo que alcanza gana.

Una de las principales banderas que está enarbolando es la seguridad. Prueba de ello es que inició su campaña en Fresnillo, Zacatecas, la ciudad con mayor percepción de inseguridad del país, donde el 97% de la población se siente insegura y temerosa respecto de la delincuencia.

Ahí en Fresnillo, la candidata Gálvez dijo que la Guardia Nacional volverá a realizar las funciones que le corresponden, que capacitará y profesionalizará a las policías estatales para combatir el crimen, que utilizará la investigación e inteligencia contra la inseguridad.

Sentenció que se acabarán “los abrazos” para los delincuentes.

 

LA ALUMNA CONSENTIDA DE AMLO

Claudia Sheinbaum Pardo ha mostrado una probada agudeza y malicia política, no en balde es la alumna consentida de su mentor y maestro, el Primer Mandatario Andrés Manuel.

Se ha montado en la personalidad, el discurso y el proyecto político del Ejecutivo federal, que aún goza de una preferencia de 56%.

Se recuerda que Claudia, al inicio de su gestión y durante la pandemia, mostró cierta independencia y criterio propio respecto de su jefe, pero al ser lanzada como “corcholata” para la Presidencia, cambió radicalmente su discurso y actitud, mostrándose como una sumisa seguidora del Presidente, copiando y repitiendo su discurso.

Por ello se ganó ser la preferida y la indicada para la continuidad de la “transformación”, o más bien podría ser que iniciara una auténtica transformación o cambio, quizá de izquierda moderada.

El abierto apoyo de AMLO a la exjefa de Gobierno de la CDMX ha dado por resultado un gigantesco aparato electoral en su favor. Tiene el abierto apoyo de los 23 gobernadores morenistas.

En el proceso interno todos vimos kilómetros de bardas y espectaculares en favor de Sheinbaum en todo el país.

Al respecto, el excanciller Marcelo Ebrard denunció, el 16 de agosto, presuntos “delitos electorales”, al hacer público que se estaban gastando recursos públicos a través de los gobernadores y la Secretaría del Bienestar, poniendo a operar a cientos de “siervos de la nación” en todo México, con acarreos y uso de “programas sociales” en favor de Claudia.

El viernes 1 de marzo de 2024, Sheinbaum Pardo inició su campaña atascando el Zócalo capitalino de cientos de miles de personas, con los mismos apoyos de gobernadores, incluido el jefe de Gobierno de la CDMX y todas las alcaldías morenistas. No en balde la CDMX es el bastión por excelencia de Morena y de su ahora candidata presidencial. Al puro estilo de su mentor AMLO, Claudia Sheinbaum realizó un evento para mostrar su “músculo” político, su capacidad de convocatoria y movilización de gente, con las mismas prácticas que solía tener el PRI, en tiempos del partido único, acarreos y utilización velada de recursos públicos.

Su discurso es el de la continuidad de la “Transformación” y un programa de gobierno enunciativo, muy parecido a los 100 puntos de gobierno que prometió AMLO en su toma de posesión.

Con todos esos elementos en favor de Sheinbaum, los escándalos recientes del Presidente López Obrador podrían incidir en forma negativa en la opinión del electorado.

Los escándalos de corrupción de parientes y cercanos al Primer Mandatario podrían repercutir negativamente en la “popularidad” de Sheinbaum Pardo.

El top “Hashtag” de #NarcoPresidente y #NarcaCandidata, con casi 200 millones de toques, podría ser factor decisivo.

Los insultos y pleitos del Ejecutivo federal contra prestigiados periodistas y medios de comunicación serían otro factor.

Los dislates diplomáticos del Presidente y muchas de sus intervenciones en el proceso electoral, a través de las consabidas Mañaneras, podría tener un efecto bumerang, además de implicar delitos electorales en contra de su candidata.

Estamos a menos de 3 meses de tener a la primera Presidenta de México… ¿Será la de Morena o la del Frente Fuerza y Corazón por México? Al principio era mucha la diferencia, pero se acortan las distancias y se anticipa una competencia cerrada.

A México todavía le espera un verdadero cambio, una auténtica trasformación que dé por resultado un Estado de Derecho, una mejor impartición de justicia, el combate eficaz a la corrupción y la impunidad.

El país espera un nuevo gobierno, con un gran apoyo popular y con nuevas políticas públicas en salud, educación y seguridad, que lleven a México a mejores estados de bienestar y prosperidad.

A partir de junio de 2024, millones de mexicanos esperan que inicie una nueva etapa en la vida nacional que sustituya la unidad nacional por la división y el encono; la transparencia por la opacidad y la verdad por la mentira.

Qué tal una versión -del color o partido que sea- de una moderna “Angela Merkel mexicana”, que sepa gobernar con firmeza a un México plural, democrático y de inclusión.

En 2024 está sonando la hora de las mujeres, llegó el tiempo de que México tenga su primera Presidenta de la República.

Por el bien de México, primero la democracia.

 

Académico y consultor***

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