PULPO POLÍTICO
Acosta Naranjo revela las trampas electorales de Morena
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7 meses agoon
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RedacciónEl perredista pide garantizar el voto libre y secreto, tal y como la marca la Constitución Política * El partido guinda ya expresó su rechazo a la iniciativa, con lo que refleja la intención de seguir coaccionado el sufragio * Guadalupe Acosta pide acabar con la presión de los mapaches electorales * El INE tendrá que tomar una resolución sobre el principio constitucional de votar en libertad
MARCO ANTONIO FLORES***
El PRI “no se crea ni se destruye, solo se transforma”, de ahí que viva en todos los partidos políticos.
El PRIAN, como es calificado peyorativamente por los morenistas, al señalar que se trata de una vieja alianza recientemente formalizada en la coalición Fuerza y Corazón por México.
El PRD, como todos saben, fue una escisión del PRI ocurrida en 1987. El grupo disidente inició como Frente Cívico Nacional, fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo (ex priístas), y después se convirtió en el Partido de la Revolución Democrática.
Ahora al partido en el poder, muchos analistas y periodistas lo llaman PRIMor, en alusión al gran parecido que tienen Morena y el PRI.
Esto debido a que las tácticas y estrategias electorales de Morena muestran signos inequívocos, que su ADN tiene su origen en el PRI de los 70s, cuando eran comunes las conocidas trampas electorales: “La urna embarazada”, porque no había ciudadanos cuidando las urnas desde su apertura hasta el cierre; el “carrusel”, porque no había tinta indeleble ni un Registro Nacional de Electores confiable; las “tamaladas”, porque los recursos públicos eran gastados para comprar el voto por medio de desayunos o convivios, en los que se entregaba dinero o materiales de construcción a cambio de su voto.
Con las reformas electorales de las siguientes dos décadas se fueron cerrando las posibilidades de trampas. En las últimas elecciones, con la tecnología y los teléfonos celulares, de la mano de los programas sociales, que maneja el partido en el poder, se ha demostrado que existe una nueva modalidad de “trampa electoral”, por la cual el partido guinda le exige a sus militantes tomar una fotografía a su boleta, para así comprobar que votaron por sus candidatos; de lo contrario, los amenazan con quitar sus apoyos y programas sociales.
Guadalupe Acosta Naranjo, representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y dirigente del Frente Cívico Nacional, denunció que Morena busca coaccionar el voto en las próximas elecciones del domingo 2 de junio de 2024, a través del mecanismo “Fotografía con celular”.
Decía el abuelo: “Para los toros del Jaral, los caballos de allá mero”. Dice un refrán popular que “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”.
Esto es, cuando las partes comparten un mismo origen, existen entre ellas mayores niveles de equilibrio, equidad y mejor entendimiento.
Cuando Acosta Naranjo denuncia y dice que “la burra es parda es porque tiene los pelos en la mano”. Él vivió en carne propia la operación electoral de la “izquierda”, cuando fue dirigente nacional del PRD y cercano al círculo de Andrés Manuel López Obrador, cuando éste fue candidato presidencial por ese partido.
Por ello resulta relevante su propuesta para hacer efectiva la premisa de que el voto es libre y secreto, por la cual pide que el INE prohíba el uso de los teléfonos celulares en las casillas.
El exdirigente del PRD agregó: “Si logramos que esto suceda, entonces millones de mexicanos podrán ejercer el voto sin la presión de estos mapaches electorales, de esta gente que lucra y obliga”.
Y subrayó: “Morena ya expresó su rechazo a esta iniciativa y este rechazo solamente refleja la intención que tienen de seguir coaccionando el voto”.
Ante esto, la medida propuesta por Acosta Naranjo resultaría muy eficaz para un voto libre y secreto, ya que al no permitir la entrada a la mampara con celular habrá menos votos comprados o coaccionados, aunque esos electores hayan sido presionados por un partido (el que sea, pero en particular los que se oponen a esta medida, que ahora les favorece).
Acosta Naranjo, como representante del PRD ante el INE, ha resultado ser un experimentado conocedor de las mañas y estrategias de sus excorreligionarios, ahora opositores.
El 1 de febrero de 2024, durante la sesión extraordinaria del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), tuvo gran difusión por el enfrentamiento entre Guadalupe Acosta (PRD) y Gerardo Fernández Noroña (PT), debido a opiniones sobre el presunto fraude electoral de 1988, en donde ganó la elección presidencial Carlos Salinas de Gortari.
Fernández Noroña abrió el debate al negar que el PRD hubiera nacido en contra del “presidencialismo”.
Al respecto señaló: “Me llamó mucho la atención que la representación del PRD diga que nacieron contra el presidencialismo. Yo soy fundador del PRD, a mucha honra, cuando era decente este partido, de izquierda. No nació contra el presidencialismo, nació por un cambio de régimen después de un fraude electoral monstruoso en contra del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas”. También criticó fuertemente al PRD por su alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de que presuntamente fueron víctimas en primera línea del fraude electoral en 2006 o las represiones de las que fueron víctimas en las administraciones del partido tricolor.
En la réplica Acosta Naranjo fue lacónico y contundente.
Recordó a Fernández Noroña que al interior de la Cuarta Transformación se encuentra el personaje que por décadas ha sido señalado como el responsable del fraude de 1988, el actual director general de la CFE, Manuel Bartlett. Fue lacónico y contundente en su respuesta: “Venir a hablar aquí del 88, del fraude de Cuauhtémoc Cárdenas… del brazo de Manuel Bartlett, al que se le cayó el sistema y repitiendo las palabras que seguido dice nuestro ‘camarada’, eso es tener caradura, pero caradura, no fregaderas. ¡Qué bárbaro! Mira qué bonita autoridad moral, del que ordenó ese fraude, del que ejecutó ese fraude”.
Acusó que en aquellas elecciones, AMLO habría votado por Carlos Salinas en las elecciones de 1988, ya que aún formaba parte del PRI y no se unía al Frente Democrático Nacional.
La propuesta de Guadalluoe Acosta para no permitir el ingreso de celulares a la urna electoral tiene dos vertientes. Primero, una política que ya puso al desnudo la posición de Morena, PT y PVEM, de negarse a tal pretensión, con lo que parece darse una “acusación manifiesta”, respecto a los “beneficios” que para el partido oficial tiene que se siga permitiendo tal ingreso de smartphones.
Por otro lado, el aspecto jurídico, que ya ha sido discutido de diferentes formas. Como la ley electoral no prohíbe el uso de celulares en la jornada electoral, el INE no tendría por qué establecer esa prohibición. Sin embargo, la Constitución Política, que jerárquicamente está por encima de cualquier Ley, establece como condición Sinequa-Non para el ejercicio legítimo de nuestro régimen democrático: garantizar el “voto libre y secreto”.
Resulta obvio que en una futura reforma electoral, que pretenda mejorar y depurar nuestras normas electorales, deberá incorporarse la prohibición del ingreso de celulares a la urna electoral. Por lo pronto el balón ya está en la cancha del INE y del TEPJF para demostrar su firmeza y autoridad para que las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024 sean confiables, creíbles y transparentes.
El 13 de noviembre de 2023 y el 26 de febrero de 2024, cientos de miles de mexicanos salieron a las calles para defender la democracia y salvaguardar a nuestras instituciones electorales, fundamentales el INE y el TEPJF.
En la hora actual, ante la realización de las elecciones del 2 de junio de 2024, las más grandes de nuestra historia, en las que se elegirán más de 20 mil cargos de elección popular en todo el país, incluido el Presidente de la República, todo el Poder Legislativo federal y estatales, así como nueve gubernaturas, es deber de nuestras instituciones electorales, corresponder a la confianza que han depositado en ellos millones de mexicanos.
El INE y el TEPJF han dado muestra de que saben actuar con apego a la ley y con imparcialidad. Ambos organismos son los garantes constitucionales de la vocación democrática del pueblo de México.
En sus inicios el IFE, desde los 90s, estuvo a cargo de la organización y funcionamiento de todos los mecanismos legales que se dan antes, durante y después de la jornada electoral para garantizar el ejercicio constitucional del voto libre y secreto, y con ello resultados trasparentes y confiables.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desde 1996 cuenta con un sistema de medios de impugnación que le ha dado la última palabra para dirimir controversias entre partidos y autoridades, entre militantes y órganos de dirección partidarios, todo lo cual es garantía de respeto a la voluntad ciudadana expresada en el voto.
Por elemental respeto a nuestro régimen constitucional democrático, es responsabilidad de todos los partidos, los candidatos y los Poderes de la Unión, incluido el Ejecutivo, respetar la independencia del INE y del TEPJF.
Académico y consultor***
Claudia Sheinbaum detalla sus 100 compromisos de gobierno * La Primera Mandataria ofreció continuidad en medidas adoptadas por el exmandatario López Obrador, como los programas sociales, el IMSS-Bienestar; concluir las obras iniciadas por él y mantener la política de Austeridad Republicana
MARCO ANTONIO FLORES***
Este martes 1 de octubre de 2024 es una fecha que quedará enmarcada en la historia de México.
En la Cámara de Diputados, Claudia Sheinbaum Pardo tomó protesta como la primera presidenta. Al llegar al recinto, fue recibida por una comisión exclusiva de mujeres y, al ingresar al pleno, fue recibida con los gritos “¡Presidenta!” y “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”.
Fue Ifigenia Martínez, catedrática y pionera política, quien le puso la banda presidencial a Sheinbaum Pardo en un acto simbólico.
En su primer mensaje a la nación, Claudia Sheinbaum agradeció la presencia de representantes de 105 países de América, Europa, Asia y África. Asimismo, hizo referencia a “la invasión española” y aplaudió la gestión del exmandatario Andrés Manuel López Obrador.
La primera presidenta constitucional aseguró que “es tiempo de mujeres” y que “no había llegado sola” sino que habíamos “llegado todas”.
Tras subrayar que la reducción de la pobreza forma parte de un “humanismo mexicano”, la Mandataria textualmente condenó el clasismo, racismo y machismo. “No es sólo un asunto de tolerancia”, sostuvo. En su discurso, Claudia habló sobre la diversidad sexual y apuntó que la discriminación es un obstáculo para el acceso a la justicia.
Posteriormente, hizo un breve repaso por sus propuestas de campaña, resaltando la creación de nuevos programas del bienestar, las becas para estudiantes de educación pública, la creación de nuevas universidades, el aumento del salario mínimo, el fortalecimiento del uso de energías renovables y la ampliación de las vías de transporte (las rutas de tren).
La Presidenta dio especial atención a la reforma al Poder Judicial, asegurando que ésta tiene como finalidad la autonomía. La reforma a la Guardia Nacional fue otro de los temas en los que se detuvo aclarando que el que este mando pase a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene una distancia considerable con la estrategia calderonista de “la guerra contra el narcotráfico” y que quien considerara que esta reforma es parte de un proyecto de militarización “está equivocado”.
También la Ejecutiva federal declaró que “jamás se usará la fuerza del Estado para reprimir al pueblo”.
Casi al final de su discurso, rescató la labor de las mujeres en la historia de México e hizo una mención especial a las trabajadoras del hogar por sostener la vida a través de los cuidados. Asimismo, la Primera Mandataria demandó que se hable en femenino en las profesiones y que se le llame Presidenta.
Luego de su discurso ante el Congreso de la Unión, la Primera Mandataria se dirigió a Palacio Nacional, para posteriormente dar un mensaje a la nación en el Zócalo capitalino.
SUS 100 COMPROMISOS
En su primer discurso ante el Zócalo de la Ciudad de México, la Presidenta Sheinbaum enumeró los cien compromisos de su administración; una lista muy parecida a la que hace seis años leyó Andrés Manuel López Obrador en el mismo lugar, con unas cuantas novedades, como la reforma para revertir la reelección de legisladores y presidentes municipales, la creación de la Secretaría Anticorrupción en sustitución de la actual Secretaría de la Función Pública y la creación de una red de Farmacias del Bienestar.
Claudia ofreció continuidad en medidas adoptadas por López Obrador, como los programas sociales, el IMSS-Bienestar; concluir las obras iniciadas por él y mantener la política de Austeridad Republicana.
Ofreció mantener y mejorar programas como “La escuela es nuestra”, “La clínica es nuestra”, “Jóvenes construyendo el futuro”, “Becas Benito Juárez” y el de pensión de adultos mayores -el más añejo del lopezobradorismo-.
Un satélite mexicano propio, el programa espacial mexicano, un programa de autos eléctricos, apoyos a la ciencia y la tecnología; fomento al deporte de alto rendimiento, a la cultura, a la educación artística y a la lectura, fueron también parte de sus compromisos.
La Primera Mandataria dividió su discurso en más de diez ejes que agrupan sus cien compromisos, a los que denominó República sana, República lectora, República segura, República con acceso a la vivienda, República de y para las mujeres, República con trabajo y salario justo, República justa y solidaria; República soberana y con energía sustentable, entre otros.
Entre las novedades, anunció una reforma constitucional para garantizar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres; la creación de la Secretaría de la Mujer y una ley para que el agresor salga de casa, y evite que las mujeres tengan que abandonar sus hogares cuando hay violencia doméstica.
Anunció programas nuevos, como el “cosechando soberanía”, para garantizar la soberanía alimentaria en el país, y “Alimentación para el Bienestar”, con la fusión de Segalmex y Diconsa.
En materia energética, anunció que continuará con las políticas aplicadas por AMLO para fortalecer a Pemex y la CFE, aunque dijo que habrá una política de energías renovables que permitan que en 2030 tengan una participación del 45% en el sector.
Señala que va a concluir el Tren Maya y anunció su extensión hasta la ciudad de Progreso, Yucatán.
En su programa de construcción de red ferroviaria, enumeró trenes de pasajeros como el México-Querétaro; terminar el México-Toluca, las rutas México-Puebla y Guadalajara a Hermosillo, entre otras.
En el punto noveno, prometió -otra vez- atender el Caso Ayotzinapa, “hasta encontrar” a los normalistas desaparecidos hace diez años.
Y de los puntos 95 a 99, enumeró acciones para una República medioambiental y la República con derecho al agua.
Su compromiso número cien y último lo dedicó a una de las demandas más sentidas: República segura y con justicia.
“Garantizaremos la disminución de los delitos de alto impacto, no regresará la irresponsable guerra contra el narco de Calderón. Mantenemos nuestra convicción de que la seguridad y la paz son fruto de la justicia”, dijo.
“La Comandanta Suprema es una civil y es mujer, y nunca vamos a dar la orden para reprimir al pueblo de México”, prometió ya casi al final de su discurso.
Con Jesusa Rodríguez como maestra de ceremonias, Sheinbaum recibió el bastón y se fundió en un abrazo con mujeres de diferentes etnias, que hicieron sonar caracolas y quemaron copal en su honor.
Eran las 16:40 horas cuando Claudia Sheinbaum inició su discurso ante el Zócalo y, en las primeras líneas, hizo un nuevo elogio al expresidente, gritando la arenga de batalla: “es un honor estar con Obrador”.
Y repitió dos de sus frases clásicas: “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre” y “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Como hizo en el Congreso, llamó presidente a AMLO y explicó: “Y digo presidente porque es el mejor presidente que ha tenido México”.
De inmediato, y como también hizo AMLO en 2018, Claudia pidió paciencia al público para leer los cien compromisos de su administración.
El primero, también reminiscencia del lopezobradorismo, fue el de “mantener la separación entre el poder económico y el poder político”.
La Presidenta leyó su discurso en un templete colocado bajo los balcones del Palacio Nacional, y con un colorido mosaico de mujeres indígenas, vestidas con sus trajes bordados a mano.
Frente al templete, en una zona habilitada para invitados especiales, estaba su gabinete legal y ampliado, con el que a partir de hoy ejerce el gobierno; gobernadoras y gobernadores, y cientos de legisladores de los partidos de la coalición gobernante. En otra zona había asientos reservados para “directivos de medios e influencers”.
Cerró su discurso, de poco más de una hora, con nuevas referencias a López Obrador y repitiendo otras frases del expresidente, de quien dijo haber aprendido la obligación de recorrer el país.
“Tengo claro que nuestra vía es la felicidad del pueblo, tengo claro que el segundo piso de la Cuarta Transformación lo vamos a hacer todas y todos; me comprometo a entregar lo mejor de mí misma por el bienestar del pueblo de México. Me comprometo a defender siempre a México.
“No les voy a fallar”, concluyó, “me comprometo a no mentir, a no robar y a nunca traicionar al pueblo de México, me comprometo a seguir haciendo historia. ¡Que viva la Cuarta Transformación, que viva México!”.
Casi a las 6 de la tarde se entonó el Himno Nacional. Sheinbaum bajó del templete y saludó a algunas personas que estaban en las primeras filas detrás de las vallas, regresó al Palacio Nacional acompañada de su esposo y en la plaza continuó la fiesta.
Definitivamente fue una fiesta lo que se vivió en el Zócalo capitalino, en donde, de manera concreta, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se comprometió a consolidar el segundo piso de la Cuarta Transformación.
***Analista y consultor.
PULPO POLÍTICO
¿Quién se hará responsable de la seguridad: Sedena o SSPC?
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6 días agoon
septiembre 29, 2024By
RedacciónReformas, ¿herencia maldita? * El Estado Mexicano ha renunciado a su principal misión: Garante de la vida y el patrimonio de los mexicanos, mediante el uso legítimo de la fuerza pública
MARCO ANTONIO FLORES***
Las reformas constitucionales del Poder Judicial y de la Guardia Nacional están llamadas a ser la herencia “maldita” del Presidente Andrés Manuel López Obrador para Claudia Sheinbaum Pardo.
Las dos reformas atentan contra el régimen democrático constitucional que ha regido la vida de los mexicanos al menos desde 1857. Respecto a la del Poder Judicial ya se ha escrito y dicho mucho sobre el riesgo para la vida democrática y económica de México.
En relación con la reforma constitucional que formaliza que la Guardia Nacional dependa directamente de la Sedena es un paso, sin retorno, al militarismo del país.
Lo más importante es que dejan muy acotada la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que estará a cargo de Omar García Harfuch, ya que se quedará huérfana, sin policía ni Fuerzas Armadas bajo su mando.
García Harfuch tuvo buenos resultados en la CDMX, porque contaba con una policía experimentada y le agregó investigación e inteligencia. En la creación de la GN se estableció que tendría mando civil. Ahora la reforma establece que la GN quedará adscrita a la Sedena y se le otorga la facultad de investigación y de ministerio público, que la verdad suena descabellado.
Si la Guardia Nacional estará bajo el mando de la Sedena, ¿cómo operará el titular de la SSPC y quién será responsable: Sedena o SSPC? ¿Se abandonará el propósito de formar policías estatales eficaces como ocurrió en la CDMX, Coahuila y Yucatán?
Por otra parte, la modificación que se hizo del Artículo 129 Constitucional, que no había sido tocado desde 1917, declara abiertamente la militarización del país y da facultades a las Fuerzas Armadas para intervenir en todas las actividades de la vida pública de México, muy aparte de las que ya tiene: Constructor de obra pública, administrador de aduanas, puertos marítimos, aeropuertos, líneas aéreas, trenes, bancos, etc.
Irónicamente, con la consigna de “abrazos y no balazos” no combaten frontalmente el narcotráfico, para mejor ejemplo lo que está ocurriendo en Sinaloa. El Estado Mexicano ha renunciado a su principal misión: ser garante de la vida y el patrimonio de los mexicanos, mediante el uso legítimo de la fuerza pública.
Habrá que reconocer que la intervención del Ejército para combatir el narco ocurre -de facto- desde hace al menos 40 años. En la narrativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, utilizada como bandera de campaña y aún de gobierno, la guerra contra el narco inició con Felipe Calderón, pero se recuerdan capturas y decomisos por parte del Ejército desde tiempos de Gustavo Díaz Ordaz.
En 2006, año en que Felipe Calderón “declaró” la guerra al narcotráfico, fue el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, quien disparó el arranque de esa guerra, cuando en un acto de desesperación, pidió al entonces presidente que enviara al Ejército a combatir a los grupos de la delincuencia organizada que tenían ahogada a la entidad con un creciente aumento de delitos de toda índole.
La disputa de la plaza para el control, tránsito y distribución de la droga había alcanzado niveles no sospechados. Todos los gobiernos “neoliberales” mandaban al Ejército a las operaciones contra el narcotráfico, se recuerdan decomisos gigantescos de mariguana, cocaína y la quema de grandes áreas de sembradíos, incluidos los de amapola.
López Obrador, al igual que lo hizo Hugo Chávez en Venezuela, expulsó a la DEA de México, toda vez que al Ejército -en coordinación con la DEA- correspondía hacer la captura final de grandes capos.
Entre las capturas más célebres están: Rafael Caro Quintero, detenido en 1985 (Miguel de la Madrid); Félix Gallardo, capturado en 1989 (Carlos Salinas); Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, arrestado en 1993 (Carlos Salinas), por primera vez en Guatemala y entregado a las autoridades mexicanas; en 2001 (Vicente Fox) se fugó. En 2014 (Peña Nieto) lo recapturan, en 2015 se fugó, en 2016 fue recapturado y en 2017 extraditado; Arturo Beltrán, abatido en 2010 (Calderón) y ese mismo año detenido “La Barbie”; Héctor Beltrán Leyva, “El H”, capturado en octubre de 2014 (Peña Nieto).
En este sexenio de “Abrazos y no balazos”, la captura más importante en años, la del Mayo Zambada, no la hizo el Ejército Mexicano, la hizo el gobierno de Estados Unidos en tratos con los Chapitos.
Otro capo muy importante que no ha sido capturado es Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación, actualmente la más poderosa y sanguinaria organización delictiva, rival a muerte del Cártel de Sinaloa.
Miguel Ángel Treviño Morales, “Z-40”, líder de Los Zetas y brazo armado del Cártel del Golfo con Osiel Cárdenas Guillén (capturado en 2003 con Vicente Fox), con quien empezó a trabajar en 1997 fue capturado por marinos mexicanos en 2013 (Felipe Calderón).
Nazario Moreno González, “El Chayo”, líder y fundador de La Familia Michoacana, también creó Los Caballeros Templarios, de los iniciadores en 2006 de la guerra contra el narcotráfico en Michoacán, su tierra natal, en 2013 (Peña Nieto) fue oficialmente declarado muerto.
Tras la caída de “El Chayo”, Servando Gómez Martínez, “La Tuta” o “El Profe”, quedó al frente del grupo delictivo Los Caballeros Templarios, que también en 2006 fue ubicado como uno de los fundadores de La Familia Michoacana. Fue detenido en febrero de 2015 (Peña Nieto).
Omar Alejandro Treviño Morales, “Z-42”, líder de Los Zetas, detenido en marzo de 2015 (Peña Nieto).
Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”, quien tenía en su haber más de mil ejecuciones, abatido en octubre de 2012 (Calderón).
Ahora en 2024, Morena, con la mayoría calificada, usó la aplanadora y no escuchó voces contra la reforma de la Guardia Nacional, como ocurrió en octubre de 2021, cuando surgieron parlamentarios de la oposición que expusieron argumentos sólidos en contra de la militarización, como Beatriz Paredes, Damián Zepeda y Claudia Ruiz Massieu. En esa ocasión, los senadores de oposición celebraron que se suspendiera la discusión en el pleno del Senado del dictamen de reforma constitucional para ampliar la participación del Ejército en tareas de seguridad hasta 2028.
Dante Delgado -en 2021- celebró que pese a toda la movilización del gobierno para presionar al bloque de contención no pudieron conseguir los votos que les faltaban. Precisó el senador: “Para intentar romper el bloque de contención se han utilizado las prácticas más perversas, mezquinas, inimaginables, para agraviar, ofender y lastimar la independencia de las decisiones de las y los senadores”.
A Ricardo Monreal, líder del Senado en 2021, todavía lo caracterizaba la sensatez y espíritu de conciliación. Decía: “Yo sí creo en los consensos, ampliar el plazo no significa militarización. Es simplemente ampliar el plazo para el cual la Constitución les permita actuar a soldados y marinos en labores de seguridad pública”.
El INEGI dio a conocer en agosto de 2024 que el índice de percepción de inseguridad de los mexicanos es del 73%. Por ello, la designación de Omar García Harfuch como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana es un acierto.
Con excepción de la CDMX, en todo el país los resultados están a la vista. Cifras récord de casi 200 mil homicidios y de 60 mil desaparecidos; expansión de los grandes cárteles de la droga y pulverización de los grupos de la delincuencia organizada, con incrementos en delitos como el cobro de piso que afectan a la población de muchos sectores sociales y económicos. Además, un creciente número de levantamientos de jóvenes y niños para alistarlos como sicarios, extorsiones, secuestros, y asaltos a transportes de mercancías.
Con la formal adscripción de la Guardia Nacional a Sedena, ¿cómo le hará Omar García Harfuch para operar a nivel nacional? En CDMX dijo: “Cambiamos la forma de operar de la policía ya que siempre había sido preventiva. Lo que se hizo fue otorgarle la facultad de investigar y con ello se logró dar seguimiento, desde que ocurre el delito hasta la detención”. ¿Será ese mismo resultado que se espera de la GN? El 80% de la Guardia está integrada por militares, cuya formación, mentalidad, disciplina, aptitud y actitud es diametralmente diferente a la de un policía. Militar y policía no puede ser lo mismo, ni en México ni en ninguna parte del mundo.
Urge para México una nueva, inteligente y creativa política en seguridad, con las reformas legales necesarias para incluir en sus investigaciones y capturas una estrecha coordinación con la Fiscalía, la Guardia Nacional, Ejército y Armada. Actualización del Ministerio Público, cuya función es fundamental para evitar la “puerta giratoria”. Un nuevo y único Código Penal federal para unificar delitos del orden común y federal. México reclama liderazgos en los mandos civiles superiores (gobernadores) y renacimiento de policías eficaces.
Sin seguridad no hay Estado de Derecho, ni mayores inversiones para el crecimiento económico.
Sin seguridad no hay transformación y se cancela el futuro y la viabilidad de México como nación.
***Académico y consultor.
PULPO POLÍTICO
Termina como empezó: Mostrando Poder
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2 semanas agoon
septiembre 22, 2024By
Redacción¿De qué tamaño serán las presiones y los compromisos a que estará sometida Claudia en pago por ser presidenta? * Que nadie se diga sorprendido, el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo sentenció desde el 6 de septiembre de 2006, “¡al diablo con sus instituciones!”
MARCO ANTONIO FLORES***
¡Pero qué necesidad! Iniciar el gobierno de la primera presidenta en México con gran desgaste político, con un país dividido, con importantes actores de la vida económica y política nacional e internacional manifestándose en contra de una reforma judicial regresiva.
Finalmente la Constitución se modificó, al ser aprobada la reforma por las dos terceras partes del Congreso de la Unión y por la mayoría de Las legislaturas estatales.
Será un regalo a medias, pues el Presidente Andrés Manuel López Obrador no la puede promulgar ni la verá publicada como mandatario en el Diario Oficial de la Federación por decisión de un juez. La suspensión provisional estará vigente por lo menos hasta el 11 de octubre, pero es previsible que los Poderes Legislativo y Ejecutivo no la van a acatar.
Un tribunal federal de Colima ordenó al Poder Ejecutivo no publicar la reforma judicial en el Diario Oficial de la Federación.
Haber ganado con el apoyo popular de casi 36 millones de mexicanos no le da derecho a los legisladores morenistas y a la presidenta electa a interpretar que las reformas regresivas de AMLO eran un “anhelo del pueblo”. Además, ¿qué era lo que deseaban los otros 74 millones de mexicanos que no votaron por ella?
Cierto que la reforma no convertirá a México en una dictadura, pero será lo que conviene al país. ¿Es esta la forma de mejorar la justicia? ¿Es sólo un desplante de poder o una solución de fondo que beneficiará a 130 millones de mexicanos?
Más parece una borrachera de poder en la que 86 senadores y 370 diputados no saben lo que festejan.
Todos se preguntan por cuanto tiempo la próxima presidenta Claudia Sheinbaum seguirá cumpliendo los caprichos de su jefe, mentor y maestro, el Mandatario Andrés Manuel López Obrador. ¿De qué tamaño serán las presiones y los compromisos a que estará sometida Claudia en pago por haberla hecho presidenta? ¿Hasta cuándo y hasta dónde debe mostrar su “gratitud” al gran líder? ¿A qué grado arriesgará su capital político la presidenta? ¿Se seguirá dando disparos al pie, a sabiendas de todas las advertencias y el riesgo para la vida democrática y económica del país que han manifestado: Nuestros socios comerciales a través de sus embajadores de Estados Unidos y Canadá, legisladores norteamericanos, calificadoras como Fitch Ratings o Morgan Stanley, organismos empresariales, bancos nacionales y extranjeros, la Iglesia, publicaciones como el Wall Street Journal y el Financial Times, así como los más reconocidos juristas del país?
El Presidente López Obrador está terminando su sexenio como lo inició, mostrando que él manda. Una ostentosa forma de mostrar que tiene el poder y que ahora con la posibilidad de modificar la Constitución puede hacer lo que le plazca. Todo un país sometido a sus caprichos y designios. Los tres Poderes de la Unión ya dominados y acotados por el Ejecutivo. Mostrando que el poder político está por encima del económico y que ahora el futuro de los mexicanos depende de lo que determinen él y su pupila.
Lo hizo al iniciar su gobierno, al cancelar un aeropuerto que abría amplias perspectivas al futuro económico del país, se habían tardado 20 años en planearlo, diseñarlo e iniciar su construcción estaba llamado a ser el nuevo “Hub”, centro de operaciones o gran puente aéreo de Latinoamérica. Sin embargo, como ahora, pasando por encima del interés nacional, impuso su voluntad personal. Fue su primera muestra de ostentación de poder.
Que nadie se diga sorprendido, el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo sentenció desde el 6 de septiembre de 2006, “¡al diablo con sus instituciones!”.
La destrucción de las instituciones pareció un despropósito presidencial. Treinta y seis millones de mexicanos seguirán apoyando ciegamente a su líder y a su heredera, sin darse cuenta de las consecuencias, en el largo plazo, para ellos, sobre todo para sus hijos.
Para quienes no se explican por qué el gran apoyo popular a AMLO (léase Claudia Sheinbaum), el propio López Obrador lo explicó desde la Mañanera del 2 de febrero de 2022: “Con los pobres de cada 10, podemos tener el apoyo de 9”. En un país con 60 millones de pobres, haber mejorado los ingresos reales de 5 millones con dádivas no es gran mérito.
Durante todo su gobierno Andrés Manuel se caracterizó por promover la división entre los mexicanos. Parece disfrutar el encono que vive el país. Su sonrisa socarrona de las Mañaneras, cada que fustiga e ironiza a sus “adversarios”, recuerda la sonrisa de Don King el promotor de boxeo estadounidense, solo que en el caso que nos ocupa, la arena de pelea es México. Los buenos, que están con la Transformación, y los malos, que no comparten su proyecto, han mostrado animadversión por todo lo que implique contrapesos al poder presidencial y lo que pueda ponerlo en el banquillo de los acusados.
Quisiera aniquilar no sólo al Poder Judicial, en Perú ese poder juzgó y metió a la cárcel a un presidente en funciones. Del mismo modo, ataca a periodistas y a la prensa, que exhiben corruptelas e ineptitud de su gobierno. Quiere exterminar a los organismos autónomos que exhiben la opacidad y falta de transparencia.
La gente preparada y con deseos de superación es aspiracionista, y por ello ha atacado a los académicos y científicos, a las universidades públicas y privadas.
Su desprecio por la diplomacia ha sido una constante, con desplantes contra países amigos y vecinos, España, Perú, Ecuador, Panamá, Estados Unidos, Canadá y toda la Unión Europea. Sus actitudes pendencieras como el célebre “Uy qué miedo”, de Chico Che, se deben a su temperamento incendiario y de confrontación, como de un peleonero de barrio o de un “porro” estudiantil.
Lo que vivió en la UNAM durante su larga estancia -14 años al cursar su licenciatura- habría de moldear su estilo de hacer política. Lidiar con “porros”, controlar y manipular grupos estudiantiles, son parte de su formación.
El porrismo está ligado estrechamente al fin explícito de controlar, golpear, anular, debilitar o, en su defecto, exterminar a grupos opositores. No sorprenden los métodos gansteriles utilizados para asegurar la votación en el Senado. Extorsiones, amenazas y otras ofertas -del testaferro, el padrinito Adán-, a las que no se pudieron rehusar otros gangters como la familia Yunes.
En la paz y en la democracia todo es posible, incluso que un porro y desquiciado populista llegue a la Presidencia. No en balde Gerardo Fernández Noroña ya se ve en la silla presidencial.
La próxima presidenta, Sheinbaum Pardo, aunque también hizo sus pininos políticos en la UNAM, está muy lejos de haber seguido la misma ruta del porrismo que hizo López Obrador. Ella es una mujer inteligente que se dedicó a estudiar, hasta el nivel de Doctorado con estancias en el extranjero.
Por ello, hay quienes creemos que está jugando el juego de su maestro, mentor y quien la hizo presidenta, el todavía Mandatario Andrés Manuel López Obrador y lo seguirá haciendo al menos hasta el 1 de octubre de 2024, fecha en que Sheinbaum asumirá el Poder Ejecutivo.
Con ello, a partir de ese día, se convertirá en Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas y empezará a ejercer todas las facultades que la Constitución le otorga.
Aunque la próxima presidenta Sheinbaum todavía defiende radicalmente la reforma, deberá -ya con la banda presidencial-, mostrar su inteligencia y habilidad política para no autodevaluarse.
Los tiempos que señala la reforma judicial le permitirían realizar todos los ajustes que juzgue pertinentes, en las leyes secundarias o reglamentarias e incluso en el contenido de fondo de la polémica reforma.
Sus colaboradores y asesores como Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente y Rogelio de la O, pese a que por el momento también están con AMLO y reclaman a EU respeto a la soberanía nacional, saben del verdadero peligro que la reforma representa para el T-MEC y las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá.
Ya aprobada y publicada la reforma judicial continuará un gran enfrentamiento entre los Poderes de la Unión, lo que nos podría llevar a una crisis constitucional sin precedentes, aunada a la económica, un escenario desastroso que recibirá Sheinbaum de parte de López Obrador.
Luego de que pase la borrachera del poder, la próxima presidenta deberá dimensionar los daños que hereda y que aflorarán en el mediano y largo plazo.
No olvidar que la administradora de fondos más grande del mundo, BlackRock, demandó en Estados Unidos a la CFE. Lo más relevante no es la demanda, es el mensaje que se envía: “No inviertan en México” porque no cumplen los contratos. Se largan y dejan al país hecho un desastre.
Sin confianza y reglas claras no habrá inversión, crecimiento económico y tampoco recursos para el bienestar compartido.
Seguridad y Estado de Derecho son las asignaturas pendientes, que incluye combate a la impunidad, así como impartición y administración de justicia, por lo que urge una reforma integral de la justicia.
Hay la esperanza de que Claudia Sheinbaum actúe como jefa de Estado y gobierne para todos los mexicanos al margen de partidos e ideologías. En un nuevo ambiente plural, participativo y democrático, su gobierno debe abocarse a planear, diseñar e implementar las reformas que requiere México para iniciar una auténtica transformación, que ubique a México como una de las diez economías más importantes del mundo.
Un gobierno que genere mejores condiciones de vida para la totalidad del pueblo de México, que incluya a los más pobres, clases medias y medias altas.
Sheinbaum Pardo debería dejar atrás el primer piso de la transformación (simulación) que estuvo lleno de ineptitud, corrupción e impunidad. Debe poner cimientos sólidos para una auténtica transformación con cambios radicales en las políticas en materia de seguridad pública, salud, educación, economía, procuración y administración de justicia, sustentabilidad, política energética y alimentaria, entre otros. Avanzar para lograr lo que todos los mexicanos anhelamos: Un México, con justicia, democracia y prosperidad compartida.
***Académico y consultor.
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