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HOJAS LIBRES

De los hacendados de ayer a los empresarios de hoy

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Los grandes problemas nacionales de 1909 a 2022 * La falsa izquierda morenista de López Obrador ha reproducido el mismo fracaso del PRI y del PAN

ROBERTO DOMÍNGUEZ CORTÉS

En 1909 Andrés Molina Enríquez publicó su obra ‘Los grandes problemas nacionales’. Sin pretenderlo predijo la revolución de 1910, pues además de admirador, era un convencido de que la dictadura en manos de Porfirio Díaz representaba el camino ideal para el progreso de México.
El punto central de su obra como anuncio del movimiento maderista se refiere a la excesiva concentración de la tierra, mientras una masa de miserables indígenas y campesinos subsistían en la miseria.
El dato que precedió a la revolución lo ilustra Arnaldo Córdoba. Para 1910 el 97 por ciento de la tierra censada pertenecía a los señores hacendados, los pequeños propietarios “acaparaban” el 2 por ciento de la tierra y el 1 por ciento se distribuía entre los pueblos y comunidades. Y por si todo esto fuera poco, el 40 por ciento de la tierra total del país se concentraba en apenas 6 latifundios.


Más recientemente, en 2003, Samuel Schmidt publicó Los grandes problemas nacionales, Versión siglo XXI. El espléndido contenido de su obra encuentra, a poco más de 100 años de distancia, un impresionante paralelismo con los problemas que actualmente asedian a la nación.
La concentración de la propiedad, la carencia de crédito y la falta de una política de agua relacionada con la producción de alimentos, parecían también malos presagios del ciclo fatal de las revoluciones de 1810 y 1910.


Afortunadamente ha pasado el 2010 y hasta hoy el ciclo centenario no se ha repetido. Lo malo es que el flagelo histórico de la concentración del ingreso y la riqueza, la enorme pobreza y la brecha cada vez más severa entre ricos y pobres es una llamada de atención para la estabilidad política nacional.
Hay un punto interesantísimo en la concepción de Samuel Schmidt en el que por analogía presenta a los hacendados de ayer como los empresarios de hoy. Así como Molina Enríquez señala que los grandes propietarios dejaban de tecnificarse para no pagar salarios elevados, Schmidt fustiga el escaso espíritu empresarial para crear la infraestructura necesaria y elevar la producción.
El autor de la Versión siglo XXI exhibe el infortunio nacional: “A solamente 100 años, los hacendados modernos siguen actuando de la misma manera, sin desarrollar una verdadera actitud patriótica y tal vez éste sea un recordatorio cruel sobre las grandes carencias del siglo XXI”.
Samuel Schmidt previene que tanta concentración, miseria y desigualdad lleva imbíbito el funesto germen de la destrucción y la predecible insurrección.


En su texto de 2003 ni por equivocación pudo predecir la obscena concentración de la riqueza en apenas 10 años. En su obra se sorprende que tan sòlo “15 mexicanos posean una riqueza equivalente al 38 por ciento de la deuda pública externa, o sea casi 29 mil millones de dólares, mientras más de un millón pasan indocumentados a Estados Unidos en busca de una opción de sobrevivencia…”
Sólo que Schmidt se quedó en el primer escalón de la concentración, al no imaginar siquiera a los ricos de entre los más ricos. Carlos Slim es actualmente el hombre más acaudalado de México, y lo fue del mundo, antes de la aparición de Jeff Bezos y Elon Musk, con una fortuna calculada (de Slim) entre 70 y 75 mil millones de dólares, algo así como el 8 por ciento del producto interno bruto y un poco más del presupuesto anual para la educación en México.
Mientras que en el otro extremo, una falange de 65 millones de mexicanos se debaten entre la miseria y la pobreza extrema, aumentada por el criminal (Laurie Ann Ximénez-Fyvie dixit) manejo de la pandemia entre López Obrador y su comparsa López-Gatell, y la indiferencia para la recuperación de la economía nacional.
Bajo esta perspectiva nada cambió del porfiriato a los 77 años de PRI, los seis del ridículo foxismo y otros tantos de luctuoso calderonismo. La belle époque porfiriana engendró a sus hacendados de Estado, exactamente igual como el PRI y el PAN reprodujeron el modelo con sus empresarios de Estado.
Con don Porfirio las compañías deslindaron cerca de 50 millones de hectáreas y se quedaron con más de 20 millones sin pago alguno.
Nada que envidiarle al general Díaz. Con la estrategia privatizadora se deslindaron las mejores empresas del Estado mexicano y se creó la clase dorada empresarial con los 24 hombres más ricos de México durante la rapiña salinista.


Telmex, la más rentable, primero se modernizó, enseguida se le otorgó el monopolio de la larga distancia, continuó con el de servicio local y para después rematarlo a precio de ganga, con un solo beneficiario al que el Presidente López alaba porque acaba de pagar 28 mil millones de pesos al fisco federal. Y la tragedia del remate de la banca nacional también a precio de ganga.
Como documentadamente apunta Samuel Schmidt, el Fobaproa zedillista robó a los mexicanos 100 mil millones de dólares, las carreteras 9 mil millones y la industria azucarera salió barata con apenas 400 millones de dólares. Al respecto Arnaldo Córdoba sostiene: “…las leyes de colonización son ejemplares del bandidismo y del espíritu de rapiña con que operaron las compañías deslindadoras, sin paralelo en la historia de América Latina”.
La sentencia puede actualizarse 100 años después: “las leyes de privatización de Carlos Salinas son ejemplo de ese bandolerismo moderno que creó a los nuevos empresarios de Estado”.
Schmidt y Molina Enríquez describen también entre Los grandes problemas nacionales, la concentración del poder desde el centro de la República, el falso federalismo constitucional y un centralismo de facto, hoy más severo con López Obrador, la escasez de agua y su contaminación indiscriminada, tierras enteras con pueblos sin hombres en busca de otro futuro que su patria les ha negado.
Y hoy a los grandes problemas nacionales, en 2022, la falsa izquierda morenista de López Obrador ha reproducido el mismo fracaso del PRI y del PAN. La economía mexicana acumuló el año pasado una inflación del 7 por ciento, la mayor en los últimos 20 años, con apenas un crecimiento del 4 por ciento que en nada resuelve el crecimiento negativo del 2020 cercano al 10 por ciento.
La perspectiva para el 2022 es de seria preocupación. Las expectativas no van más allá de un crecimiento del 2 por ciento, en tanto que la inflación puede superar el 7 por ciento.
La seguridad pública y nacional es el fracaso total. Los homicidios dolosos llegan a 90 mil muertos, muy por encima de los 40 mil de Peña Nieto y los 65 mil de Felipe Calderón.
Durante el lopezobradorismo han sido asesinados, extrajudicialmente, 25 defensores de Derechos Humanos, 30 defensores de la tierra y el ambiente, lo que ubica a México como el segundo país en el mundo con más crímenes de esta naturaleza, sólo superado por Colombia. La libertad de expresión ha cancelado la vida de 51 periodistas, con un índice de impunidad del 90 por ciento, sólo por abajo de Irak y Siria que se encuentran en guerra, mientras que López Obrador fustiga a la prensa independiente, lo que estimula los atentados contra periodistas.
Mientras en las mañaneras todo es triunfo el país se desangra. Así lo evidencian las 10 víctimas encontradas en Zacatecas frente al palacio de gobierno. Los 11 ejecutados (6 menores) en Michoacán, los 16 muertos en Sinaloa y los varios etcéteras que el gobierno de López trata de ocultar.
Desde luego puede haber una equivocación, porque los datos oficiales seguramente tienen otros datos. Ampliaremos…

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¡Hay tiro en 2024! Votación pareja y los 8 puntos de ventaja en Edomex no garantizan la elección presidencial

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Mario Delgado no se muerde la lengua al decir que ganó la honestidad sobre la corrupción * La nueva mafia del poder ha dispuesto del patrimonio nacional y electoral como si se tratara de su peculio personal * Si AMLO tuviera segura la elección del 2024 no habría tantos atentados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a las instituciones democráticas representadas por el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública

 

ROBERTO DOMÍNGUEZ CORTÉS

 

 

En su discurso triunfal, Mario Delgado aseguró haber ganado la honestidad sobre la corrupción, la sencillez sobre los privilegios y la inclusión sobre el clasismo. Nada más alejado de la realidad sobre la enorme corrupción que pesa en todo el pestilente establo lopezobradorista.

La corrupción en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha rebasado todas las mentiras de aquél discurso anticorrupción que como candidato prometió. La nueva mafia del poder ha dispuesto del patrimonio nacional y electoral como si se tratara de su peculio personal.

Mario Delgado está imposibilitado social y políticamente para hablar de combate a la corrupción. Sólo una referencia.  El fracaso del aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Falla (sic) encaminado hacia el abismo y la refinería de Dos Bocas han costado a los mexicanos más de un billón de pesos, pronto a reflejarse en una crisis fiscal al final del fatídico ciclo lopezobradorista.

El 80 por ciento de las obras sin licitar, el fraude de 15 mil millones de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), los más de 4 mil millones de pesos repartidos por Andy López Beltrán a sus amigos, la Casa Gris jamás justificada por el otro López delincuente, José Ramón, y las recaudaciones voluntarias de Pío (pillo) López Obrador son apenas un recuento de las enormes trapacerías de una mafia que desplazó a otra mafia para quedarse con los bienes de la Nación.

Por eso la resistencia de completar los consejeros del INAI para evitar que todas las opacidades en el presupuesto federal queden al descubierto y se exhiba el verdadero rostro de la delincuencia organizada oficial presidida por el que se dice Presidente de la República.

Lo ocurrido en el Estado de México es inaudito.  En ningún país del mundo democrático se hubiera permitido llegar a una delincuente como Delfina Gómez Álvarez, la nefasta gobernadora electa del estado más representativo electoralmente.

A esta remedo de política y funcionaria pública la acompañarán siempre graves y severos pasivos que en vez de disfrutar un triunfo electoral, la deberían de colocar en un reclusorio de cualquier parte del país. Delfina Gómez Álvarez es una delincuente dentro de las coladeras del morenismo, exactamente igual o peor a la delincuencia que tanto ha atacado su benefactor López Obrador.

Fue pillada cuando en abuso de sus facultades como edil de Texcoco, robó a los trabajadores del ayuntamiento el 10 por ciento de su exiguo salario, para financiar clandestinamente los actos inmorales de campaña anticipada de sus correligionarios. En el lenguaje de López Obrador esto no es delito, por el contrario, es una virtud comportarse como delincuente.

No son supuestos. El robo perpetrado por la próxima gobernadora del Estado de México tiene como referencia la aceptación expresa de la propia atracadora: “Son aportaciones voluntarias de los trabajadores”. Es una de las tantas mentiras muy al estilo del mentiroso contumaz del Palacio Nacional.

La ladrona de los miserables salarios de los trabajadores texcocanos es evidente y no tiene perdón. Todos cooperaron sin muchos saber por qué lo hacían. Al descontarles de manera general se partía del hecho de que todos los colaboradores del ayuntamiento eran morenistas. Absolutamente falso. Con su delincuencial proceder, Delfina disponía unilateralmente de las percepciones de quienes incluso detestaban a Morena.

Su paso por la Secretaría de Educación Pública también estuvo manchado por la fetidez de su corrupción. La Auditoría Superior de la Federación detectó desvíos por 900 millones de pesos que la otra poca agraciada secretaria Leticia Ramírez Amaya le sirvió como tapadera a los desfalcos de su antecesora.

Pero Delfina tiene también otros grandes pendientes con la Secretaría a la cual desfondó con su pésima actuación. Del fideicomiso de 20 mil millones de pesos para asegurar las pensiones y jubilaciones de los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los invirtió en instrumentos de altísimo riesgo.

Esa inversión se la encargó a “un despacho especializado” en colocaciones de fondos financieros. Hoy ese fondo concebido para beneficiar al magisterio federal en retiro, reporta una pérdida irrecuperable de 18 mil millones de pesos con cargo a la inepcia, la corrupción y la complicidad de Delfina Gómez Álvarez.

Pero Delfina tiene otros grandes pasivos escolares. No ha podido justificar los 5 mil 300 millones de pesos perdidos con la desaparición de las 27 mil escuelas de tiempo completo, en perjuicio de 4 millones de niños y de las madres que contaban con un centro de cuidado para sus menores mientras se dedicaban a sus actividades laborales. Esa es Delfina la infame.

Tampoco ha dado la cara para decir en dónde quedaron los 13 mil millones de pesos del programa la Escuela es Nuestra.  En su pésima gestión no hubo ninguna mejora educativa ni compra de equipo para beneficio del alumnado. Por el contrario, hubo duplicidad de pagos por 800 millones de pesos detectados desde la Auditoría Superior de la Federación.

Sólo que lo malo para el país, la democracia, la transparencia, la honestidad y el recto gobierno viene del principal delincuente nacional cuando sale en su defensa.  Sin algún rubor López Obrador define a Gómez Álvarez como honesta e incorruptible, con todo y sus pillerías comprobadas como presidenta municipal y fallida secretaria de Educación Pública.

Es el mismo discurso para defender a otros delincuentes de la “Cuarta Transformación”. Léase Yasmín Esquivel Mossa, la ministra plagiaria que en grave ofensa a la administración de justicia aparece todavía como impoluta representante del Poder Judicial, encargada de votar en favor de todos los asaltos constitucionales de López Obrador.

Lo mismo ocurre con el malhechor Ignacio Ovalle Fernández, el célebre colaborador de la corrupción echeverrista de los años setenta, al cual Andrés Manuel ha calificado como inmaculadamente honesto, aun cuando ha desaparecido 15 mil millones de pesos de Segalmex, inmoralmente con cargo al hambre y el ayuno de los marginados. Gracias a esos atracos durante la administración López, el número de pobres ha aumentado en 6 millones.

Delfina Gómez pudo ganar con las peores prácticas de los 70 años del priísmo que tanto critica su jefe López Obrador. Se detectó la presencia de presidentes municipales de Michoacán, Guanajuato y Oaxaca con maletas de dinero en apoyo a una delincuente electoral. Lo mismo que la presencia de gobernadores como Claudia Sheinbaum, y los impresentables Evelyn Salgado, de Guerrero, y el delincuente mayor Cuitláhuac García del estado de Veracruz.

Todos estos desaseos no le alcanzarán a Delfina para hacer un buen gobierno. Será la próxima gobernadora con apenas el 25 por ciento de los electores mexiquenses, así como tampoco los 8 puntos de ventaja sobre Alejandra del Moral no le garantizan a López Obrador el triunfo en la elección presidencial del próximo año.

Morena tiene apenas el 40 por ciento de la intención del voto con todo y el discurso ofensivo y lépero de López Obrador: “Ya se va el PRI, los corruptos, los rateros, los conservadores”.

Si López tuviera asegurada la elección presidencial no habría tantos atentados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a las instituciones democráticas representadas por el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública.

Por lo pronto ya colocó a la que se ha calificado como el símbolo de la corrupción en esta fallida Cuarta Transformación: Delfina Gómez Álvarez. Ampliaremos…

 

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La incapacidad de los cuñados Adán Augusto y Rutilio Escandón

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La ficción del secretario de Gobernación y del gobernador de Chiapas * La violencia imparable en el estado del Sureste es la realidad que revela la incompetencia e ineficacia de las autoridades federal y estatal

 

ROBERTO DOMÍNGUEZ CORTÉS

 

Mientras el estado de Chiapas se desangraba en la frontera con Guatemala, los cuñados, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y el gobernador Rutilio Escandón, debatían sobre quién lanzaba los mejores piropos el uno del otro. Y desde luego los elogios y el reconocimiento inmerecidos al destructor de la República: Andrés Manuel López Obrador.

Como en los mejores tiempos del PRI, afloró entre ambos cuñados el club de los elogios mutuos. En una ofensa al pueblo de Chiapas, sin algún recato, Adán López se atrevió a decir que Rutilio Escandón “preside un gobierno transformador” (sic), porque según López 2 “Chiapas tiene el mejor sistema de salud (resic), debido al buen manejo de la emergencia Covid-19”.

Sabrá Adán López que el estado de Chiapas camina hacia el desastre. ¿Sabrá cuántos médicos y enfermeras murieron durante la pandemia por no tener el equipo adecuado para atender a todos los infectados por el virus? Del ocultamiento criminal de las cifras y las decenas de millones de pesos que su paisano Pepe Cruz utilizó para comprar directamente y sin licitación mercancías inútiles en el estado de Tabasco.

Sabrá el ciudadano “secretario” de Gobernación que sólo durante el inicio de la pandemia en Chiapas, murió la jefa de enfermeras del hospital Gilberto Gómez Maza, Sandra Gálvez, así como también la jefa de enfermeras y pionera del hospital de Arriaga, María Cruz Cigarroa.

Cada fallecido del sector salud en Chiapas tiene nombre y apellidos, muy lejos de las abstracciones sin sustento en la desafortunada perorata de Adán López.

Sólo entre el 31 de enero y el 2 de febrero de 2021 murieron 10 médicos y 5 enfermeras. De esto ni un solo reconocimiento de Rutilio Escandón a la heroicidad del personal médico que entregó su vida a cambio de salvar otras, pero sobre todo desprovistos del mínimo equipo para prevenir contagios.

Sabrá también el cuñado que fue tan “bueno” el manejo de la pandemia que Chiapas tuvo el mayor índice de letalidad del país con 19 personas fallecidas por cada 100 contagiados, en tanto México registró 8.8 muertos por cada 100 contagios y en el mundo 2.3 muertes por cada 100 contagios.

O sea, Chiapas superó la media nacional en 115 por ciento y se adjudicó el más alto índice de letalidad en el mundo.

Adán Augusto ignora también la seria advertencia del alto funcionario de la Organización de las Naciones Unidas, Saúl Zenteno Bueno, oficial de políticas económicas de la organización: “Amigos, Chiapas no debe estar en semáforo verde. Chiapas va a colapsar y habrá muchos muertos”. La realidad se impuso a la ficción.

Por su parte la Federación de Asociaciones y Colegios Médicos del estado urgió a Rutilio Escandón a no engañar a la ciudadanía y regresar al semáforo amarillo, en vez de ostentarse con el verde para aparentar buen combate del coronavirus que nunca se tuvo.

Por el contrario, Rutilio Escandón, en un acto criminal, mandó encarcelar al doctor Vicente Grajales Yuca, uno de los mejores especialistas en tratamiento del virus letal que mató a más de un millón de mexicanos. Prevalecieron las cuestiones hormonales sobre la ciencia y la vida de chiapanecos. Rutilio todavía deberá de responder por este acto inmoral de genocidio sanitario.

Pero Rutilio Escandón fue más allá en los elogios a su cuñado al calificarlo como “un aliado de Chiapas y de los estados del sur-sureste”. Es López 2 un absoluto ignorante de lo que sucede en Chiapas y en México. Así lo demuestra su precaria estancia en Gobernación, en donde como jefe del gabinete de Seguridad Nacional ha resultado un total fracaso en el combate a la delincuencia organizada… Y no lo digo yo, así lo acreditan los 160 mil muertos y los 40 mil desaparecidos del sexenio.

Según Escandón, López Obrador “respalda a Chiapas mediante apoyos a los sectores agrícola, ganadero y pesquero”. Y en un acto de suma injuria para los mexicanos y los chiapanecos, sin algún rubor Rutilio Escandón se atreve a afirmar que “AMLO trabaja con responsabilidad y amor al pueblo”. Burda frase salida de quien a diario se exhibe como vocero de la fallida Cuarta Transformación.

Los hechos desmienten la imprudente afirmación de Rutilio Escandón. Premeditadamente apoya, esconde o ignora la destrucción hacia donde se dirige el país con políticas equivocadas, la corrupción y la ingobernabilidad con que su “hermano” ha hundido a los mexicanos.

Los 15 mil millones desaparecidos en Segalmex representa apenas una parte de la enorme corrupción en el círculo más cercano del lopezobradorismo para dejar sin alimentos a los más necesitados.

Sabrá de la Casa Gris de José Ramón López Beltrán en Houston con su cómplice Carolin Adams, en uno de los más graves síntomas nepotistas auspiciado y protegido desde el poder.

Sabrá Rutilio que Andy López Beltrán reparte beneficios presupuestarios a sus amigos. Basta con señalar a su cuate Alejandro Castro Jiménez, beneficiario de la obra en el malecón de Villahermosa por 3 mil 200 millones de pesos y la adjudicación de la gerencia del parque ecológico en los terrenos del malogrado aeropuerto de Texcoco.

Sabrá Rutilio que López ordenó la cancelación de las estancias infantiles para desviar recursos a sus malogrados proyectos.

Sabrá Rutilio del cierre de las 27 mil escuelas de tiempo completo que dejó a 3.8 millones de niños y adolescentes sin posibilidad de educación y comer cuando menos una vez al día. Pero, además, el daño causado a madres que hoy no tienen a dónde dejar a sus hijos mientras trabajan.

Sabrá Rutilio que con la desaparición del Insabi 16 millones de mexicanos se quedaron sin servicios de salud.

Sabrá Rutilio que el Seguro Social ha dejado de surtir 45 millones de recetas por falta de medicamentos y hoy López pretende que el IMSS-Bienestar, sin suficientes recursos, se haga cargo de las funciones del Insabi.

Sabrá Rutilio el atraco diario a la Nación para mantener 23 millones de votos cautivos en jóvenes contrayendo el futuro, adultos mayores y discapacitados que costarán al erario federal dos billones de pesos.

Sabrá Rutilio que se han dejado de practicar un millón 300 mil mastografías, más de un millón de consultas y 8 mil operaciones quirúrgicas canceladas.

Sabrá Rutilio que “primero los pobres” en el gobierno lopezobradorista, porque han aumentado en 6 millones durante estos cuatro años y medio del obradorato.

Sabrá Rutilio del fracaso del Tren Maya que tanto enaltece y del cual le recordaremos siempre en este espacio.

Sabrá Rutilio que ante el fracaso de la política fiscal y los gastos excesivos, en el presupuesto se contempla endeudamiento por un billón 160 mil millones de pesos, aun cuando dijo que jamás endeudaría al país.

Sabrá Rutilio que el aeropuerto Felipe Ángeles representa un gasto adicional innecesario de 300 mil millones de pesos con respecto al aeropuerto de Texcoco.

Sabrá Rutilio que la refinería de Tres Bocas pasó de un presupuesto de 8 mil millones a casi 20 mil millones de dólares sin que se refine un solo barril de petróleo.

Durante la visita del jefe de la Seguridad Nacional quedó de manifiesto la falta de respeto que inspira la institución y su persona. Mientras Adán y Rutilio vivían en un mundo de ficción, la autopista Ocozocoautla-Las Choapas era testigo del enfrentamiento y quema de vehículos entre la delincuencia organizada.

En el tramo La Trinitaria-Chamic el camino estaba bloqueado, se cometió un asesinato y continuaba la quema de vehículos.

En el ejido Lajerío, de Frontera Comalapa, la población huía desesperada ante la presencia de grupos armados que se disputan el control del territorio y practican leva forzada.

Ni la presencia de Adán López pudo detener los cuatro días de fuego cruzado, con la notable ausencia del Ejército y la Guardia Nacional escondidos como siempre.

Hubo también pánico incontrolable en el municipio Mazapa de Madero por el enfrentamiento entre grupos de la delincuencia organizada y también por control del territorio.

Bajo estos acontecimientos fuera de control, se habla de poco más de 60 muertos, aun cuando los comunicados oficiales lo desmientan.

Eso es trabajar con responsabilidad y amor por el pueblo, según la deformada versión de Rutilio Escandón.  Ampliaremos…

 

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AMLO, enemigo de la democracia, división de Poderes y de la libertad de expresión

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Partidario del autoritarismo al atentar en contra de todo lo que se oponga a sus excesos * Su decretazo de considerar todas sus obras como asunto de seguridad nacional también terminó con sus planes frustrados para apropiarse ilegalmente de recursos públicos, con el 80 por ciento de las obras sin licitar y con dedicatoria especial para sus tres fallidas obras insignias: El AIFA (para muchos Chaifa), el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, condenadas al fracaso, pero muy redituables en términos de apropiación ilegal de dineros públicos propiedad de la nación.

 

ROBERTO DOMÍNGUEZ CORTÉS

 

Andrés Manuel López Obrador, quien se dice presidente de México, atenta permanentemente en contra de la democracia, de la división de poderes, de la libertad de expresión y se dice adalid de la anticorrupción. Falso. Nada de lo que pregona es cierto.

Por el contrario, se ha exhibido como partidario del autoritarismo al atentar en contra de todo lo que se oponga a sus excesos. Al Instituto Nacional Electoral (INE) pretendió someterlo y quitarle su condición de organismo autónomo, sujeto a sus caprichos y veleidades. Lo malo es que no le resultó.

Por eso sus permanentes y continuos ataques en contra de su expresidente, Lorenzo Córdova, y del exconsejero Ciro Murayama, dos de los más respetables consejeros electorales, artífices de la cancelación de la nefasta pretendida gubernatura a Guerrero del porro Félix Salgado Macedonio, trágicamente sustituido por su hija Evelyn Salgado, hoy cómplice de la delincuencia organizada y sin control en esa entidad federativa.

De sus corifeos más encendidos, el despreciable Mario Delgado se atrevió a proferir una amenaza en contra de la institución que frustró todos los planes electorales de López Obrador: “Hay que destruir al INE”, diría el remedo de líder partidario. Ese espíritu antidemocrático afloró cuando Mario Delgado accedió a la dirigencia de Morena por vía del fraude, perpetrado en contra de Porfirio Muñoz Ledo, verdadero vencedor del ahora espurio dirigente.

Hasta el pretendido opositor, Ricardo Monreal, utilizó la tribuna del Senado de la República para amenazar con reformar al INE y someterlo a los caprichos de su jefe Andrés Manuel López Obrador.

Ese, Monreal, “el disidente morenista” hoy postrado en genuflexión que después de dos años de ignorarlo fue perdonado por López Obrador.

Por eso el INE, al cambiar de dirigencia, López Obrador no pudo ocultar su satisfacción con la designación de Guadalupe Taddei Zavala como consejera presidenta a la que sin algún recato aplaudió públicamente como a una de sus colaboradoras.

Adán López y Claudia Sheinbaum han tapizado al país con sus grotescas figuras sin que la sumisa Taddei Zavala se atreva a cuestionar y menos multar los actos de campaña anticipados, con el uso indiscriminado de recursos clandestinos para favorecer a una de las dos nefastas corcholatas y continuar con la destrucción del país.

En todos sus actos de terrorismo de Estado, constitucionalmente López Obrador ha sido derrotado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación únicamente con la fuerza de la razón y el derecho. Su plan A de acabar con el INE terminó en la basura de sus intentos golpistas en contra de la democracia.

La incorporación de la Guardia Nacional a la milicia acabó con los malvados propósitos de militarizar al país y cederle más poder a las Fuerzas Armadas. Ocho de los once ministros aprobaron la desmilitarización de la Guardia Nacional. El argumento de la Corte fue impecable. La Guardia Nacional está prevista en cuatro artículos de la Carta Magna como un organismo civil encargado de la seguridad pública y adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública con todo y la impericia de Rosa Icela Rodríguez.

Su decretazo de considerar todas sus obras como asunto de seguridad nacional también terminó con sus planes frustrados para apropiarse ilegalmente de recursos públicos, con el 80 por ciento de las obras sin licitar, y con dedicatoria especial para sus tres fallidas obras insignias: El AIFA (para muchos Chaifa), el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, condenadas al fracaso, pero muy redituables en términos de apropiación ilegal de dineros públicos propiedad de la nación.

Por su oposición y agresión sin límite al INAI para su integración, López Obrador trata de evitar que ese organismo público autónomo interfiera con sus probados actos de corrupción familiar (léase Juan Ramón y Andy López Beltrán, Pío López Obrador), la Segalmex de Ignacio Ovalle, con su desfalco por más de 15 mil millones de pesos y el exceso en los gastos en un aeropuerto donde escasean los vuelos, un trenecito que se dirige al precipicio y una refinería que a pesar de haber sido inaugurada no refina ni un solo barril de petróleo. Eso se llama corrupción sin límites.

Ante la invalidez de su decreto de seguridad nacional, López Obrador recurrió a lo ya, el tren interoceánico, los aeropuertos de Quintana Roo, Palenque y Tulum, aunque de paso destroce la floraque mejor sabe hacer: el chanchullo y la trampa para mantener en la opacidad todos los gastos excesivos con cargo al hambre y el ayuno de los más pobres.  De nuevo publica un decreto, pero ahora sí con dedicatoria especial al Tren Ma y la fauna de una porción más del territorio nacional.

Tramposo como siempre ha sido, sabe que la Suprema Corte de nuevo va a invalidar su ilegal decreto, pero logra su propósito de que las obras avancen mientras actúa la Corte.  La nueva declaratoria de invalidez de su procaz decreto dará a López el pretexto ideal para arremeter otra vez en contra de la Corte y decirle al pueblo (aunque jamás haya definido quién es pueblo) que los conservadores se oponen al avance de la 4T.

Contrario a su defensa a ultranza de la doble plagiaria Yasmín Esquivel Mossa, se burla de la ministra Norma Lucía Piña, con el desgastado argumento de que el premio de Derechos Humanos, otorgado por 10 mil 400 juezas de 143 países, se consigue en Santo Domingo. Grave ofensa a la ministra presidenta Piña Hernández, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a la Asociación Internacional de Mujeres Juezas.

Es la deformada personalidad con que se identifica López Obrador. Aunque sea Presidente no puede ocultar su origen. De dónde proviene y cómo está educado.

Como todo le ha salido mal, y ante el sometimiento actual del INE, ahora intenta amedrentar al único poder que puede interferir en su intromisión durante el 2024. Sabe que aunque gane el Estado de México no tiene asegurada la elección presidencial con el grotesco Adán López y la desangelada Claudia Sheinbaum. Así lo evidencian los continuos ataques a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En el colmo de la ignominia, el lamentable gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, puso féretros con dedicatoria a los ministros frente a la Suprema Corte.

Es el mensaje funesto de López Obrador: quiere ver muertos a los que se oponen a sus veleidades, imposiciones y ocurrencias.

El episodio es de enorme preocupación. Algunos de los fanáticos lopezobradoristas pueden actuar en consecuencia como ha ocurrido con el asesinato de más de 50 periodistas y defensores del medio ambiente agredidos desde el púlpito de las Mañaneras.

La amenaza al Poder Judicial de la Federación tiene sentido por el mensaje funesto de su plan C. Con sorna y mofa se ufana de que aunque el plan A y el B no resultaron, “no crean que ahí terminó. Todavía tenemos un plan C”.

Sin algún rubor y provisto de total desvergüenza ha amenazado a la oposición que por ningún motivo ganará en el 2024. Y en represalia, también amenaza que el 1 de septiembre de 2024 mandará una iniciativa para reformar al Poder Judicial.

La amenaza pone de manifiesto que está dispuesto a utilizar todo el poder del Estado para ganar como sea la Presidencia de la República y la mayoría en el Congreso de la Unión.

Quiere vengarse de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el cuento y la mentira de que la elección de los ministros era directa en la Constitución de 1857. Ampliaremos…

 

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