LA REVISTA
‘México, un país de cínicos’
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1 año agoon
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Redacción
Se cumple el vaticinio del exmandatario José López Portillo * Para muchos especialistas en la materia, la mal llamada Austeridad Republicana se convierte en una actitud cínica y demagógica con la promoción de una “Revocación de mandato” inútil y costosa -cuatro mil millones de pesos, sólo para restregarle a los adversarios el gran apoyo “popular” del que goza el Presidente y su partido
POR FRAY LALITO
Será que en nuestro querido México ya se cumplió la profecía del ex mandatario José López Portillo y Pacheco, cuando desde hace más de cuatro décadas advirtió: “Lo peor que puede ocurrirle a México es convertirse en un país de cínicos”.
En ese caso, cada uno de los mexicanos estaríamos haciendo válida la definición de “cínico”: “Actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación”.
En relación con este concepto, el filósofo francés Bédard propuso algunas “Dimensiones filosóficas del cinismo” que lo caracterizan especialmente en los “dirigentes”, dígase los políticos: Las prácticas que son el humor, la hostilidad, el sarcasmo, el irrespeto, la risa, la broma, la burla, la provocación, los criterios de validez, que son: la no coherencia entre pensamiento, palabra y acción; las fundamentales, la resistencia, la impasibilidad, la maldad, la mentira; y las de raíz, que son el dominio de sí mismo, la ironía, el escándalo, la exageración y el dogmatismo artificial.
Quizá muchos de los 130 millones de mexicanos han practicado el cinismo en nuestra cotidianidad de manera inconsciente. Sin embargo, la gran mayoría no lo ha hecho. Entonces ¿por qué podríamos ser considerados un país de cínicos..?
CINISMO EN INSEGURIDAD
Somos cínicos en la medida que lo son nuestros dirigentes. Somos cínicos cuando aceptamos el cinismo de nuestros políticos, los que toman las decisiones que a diario afectan nuestra salud, nuestra educación, nuestra seguridad y nuestro bolsillo.
Es el Presidente Andrés Manuel López Obrador cínico cuando defiende a Delfina Gómez, secretaria de Educación Pública, después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) comprobó -con pruebas legales- que, cuando fue presidenta municipal de Texcoco, le retuvo a decenas de trabajadores, durante tres años, el 10 por ciento de su sueldo contra su voluntad, para reunir un fondo para Morena, lo cual implicó haber violado la ley electoral, además de la comisión de otros delitos que estarían por denunciarse por parte de los afectados, como son abuso de autoridad, fraude y desviación de recursos.
La pregunta que surge es ¿este es el ejemplo para los millones de alumnos del sistema educativo nacional: la impunidad y la violación de la ley?
Es cínico el Presidente de la República cuando dice que la maestra Delfina “es una mujer ejemplar” y que lo que hay en este escándalo es una campaña en contra de su imagen política y sus aspiraciones para ser gobernadora del Estado de México.
Se actualiza en este caso, en la persona de López Obrador, la definición del cinismo como una “persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación”.
Es cinismo presidencial defender y nombrar embajador en Panamá a Pedro Salmerón, acusado públicamente por varias mujeres de acoso sexual, como ocurrió también con Félix Salgado, cuando lo hizo candidato a la gubernatura de Guerrero.
Son cínicos el Presidente de México y sus arlequines: Sergio Gutiérrez, líder de los diputados; Mario Delgado, dirigente de su partido, y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX, cuando replican del ‘Preciso’ y arremeten y fustigan al INE por sus elevados sueldos y gastos excesivos como pago de alimentos de sus “mascotas” (perros de protección y seguridad del Instituto).
¿Acaso no es cinismo “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”?
DE AUSTERIDAD REPUBLICANA A REVOCACIÓN DE MANDATO
Para muchos especialistas en la materia, la mal llamada Austeridad Republicana se convierte en una actitud cínica y demagógica con la promoción de una “Revocación de mandato” inútil y costosa -cuatro mil millones de pesos, sólo para restregarle a los adversarios, el gran apoyo “popular”, del que goza el Presidente y su partido.
Es cinismo y demagogia la pretendida venta del avión presidencial, cuyos gastos de mantenimiento y “pensión” seguimos pagando; el despilfarro por la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
¿Es ejemplo de Austeridad Republicana irse a vivir con su familia, en medio del lujo, la ostentación y la opulencia, a un auténtico Palacio que es un “Museo Nacional”, que pertenece al pueblo?
En México los presidentes habían vivido desde 1934 en la residencia oficial de Los Pinos. AMLO hizo lo contrario, emulando a su admirado presidente Lázaro Cárdenas, quien declinó vivir en el Castillo de Chapultepec, por considerarlo ostentoso, para irse a vivir a un rancho que terminó por convertirse en Los Pinos.
Otra gran incongruencia que raya en el “cinismo”, que es pública y enturbia el discurso de austeridad y anticorrupción, del Presidente es la forma de vivir de sus tres hijos mayores. Del mayor, José Ramón López, se sabe que, con su esposa brasileña, se da vida de príncipe. Una lujosa vida, con residencia en Houston, Texas, que no ha tenido recato en mostrar en sus redes sociales, como cuando se hicieron virales fotografías publicadas con su pareja disfrutando de unas vacaciones en Aspen, Colorado, un destino de superlujo.
Los hijos del Presidente, José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán, se convirtieron públicamente en el ejemplo de la opulencia, el oprobio y los excesos.
Andrés Manuel López Beltrán, el más político de los hermanos, quien podría ser el orgullo del “nepotismo presidencial”, ya cuenta en el gobierno de la 4T con una superestructura de funcionarios jóvenes que reportan primero en su escritorio, y después en el del titular del Poder Ejecutivo.
El más pequeño de los López Beltrán, Gonzalo Alfonso, se fue a “trabajar” en la estructura del equipo de Los Gigantes de San Francisco.
A mediados de 2019 se hizo pública una fotografía en la que el hijo del Presidente compartía el palco de honor del estadio regiomontano de los Sultanes, con los empresarios Alfonso Romo, Carlos Bremer y Carlos Slim.
EN INSEGURIDAD HAY CINISMO, SARCASMO Y RISA PRESIDENCIAL
Es cinismo el sarcasmo y la risa presidencial, cuando un periódico nacional publica que hubo una “masacre” más en el país y se rompe récord de muertes por delincuencia organizada.
Es cinismo decir cada mañana que “vamos requetebien”, pero sin resultados ni datos duros, sobre todo en seguridad, educación y salud.
Qué resultados se pueden esperar con colaboradores 90% de honestidad y 10% de capacidad. Improvisados, sin capacidad, sin experiencia y sin perfil, pero eso sí, todos honestos y de “izquierda”. Una periodista al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para resolver el problema más grave: la “inseguridad”, en defensa de “Abrazos no balazos”; una operadora electoral y recaudadora de fondos para campañas, al frente del proyecto más importante del país, la SEP; un agrónomo al frente de Pemex, cuyo mérito es haber sido el oficial mayor de AMLO en la CDMX, y quien toda su vida le ha administrado sus ingresos.
EL FRAUDE ELECTORAL MÁS GRANDE DE LA HISTORIA
Por colaboradores como este, el Presidente no usa tarjeta de crédito, nunca ha presentado una declaración de impuestos y ha tenido suficiente dinero para tres campañas presidenciales; el habilidoso -ahora de “izquierda”- autor del fraude electoral más grande de la historia reciente (1988) al frente de la CFE y promotor de la polémica “reforma eléctrica”; el más nefasto y culpable de nuestro récord mundial en muertes por Covid, López-Gatell, con los peores resultados del mundo en manejo de la pandemia… así que ¿cuál transformación? ¿Cuáles resultados? ¿Qué régimen quieren cambiar y por cuál otro?
Que digan qué clase de país quieren. Será tipo Noruega, Dinamarca, o será tipo Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia. Qué han resuelto en favor de los pobres, sino aumentar su número y convertir en dádivas, a “título personal”, los apoyos de “programas sociales”.
¿Acaso no es cinismo insistir en que “ya se acabó la corrupción” y que las escaleras de la corrupción “se barren de arriba para abajo”?
En los hechos, colaboradores y “cercanos” a AMLO han actuado en sentido contrario. Sólo basta revisar algunos escándalos y casos que se han hecho públicos en el gobierno de la Cuarta Transformación.
Las acusaciones de corrupción en Sener, Pemex, IMSS, CNDH, Conagua, INDEP, Conade y Segalmex. Está el caso de la renuncia del ex director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, Jaime Cárdenas, quien denunció ante la FGR corrupción de los actuales cuadros del Instituto en las subastas y robo de artículos y joyas.
Están los escándalos de los hermanos Pío y Martín López Obrador, los contratos de la prima del Presidente en Pemex e IMSS.
También hay casos mediáticos de los más cercanos colaboradores que han rayado en el cinismo: Manuel Bartlett (casas y contratos de su hijo); Rocío Nahle (parientes); Octavio Romero (parientes); Irma Eréndira Sandoval y John Ackerman (casas); Yeidckol Polevnsky (inmuebles fantasma).
Es cinismo presidencial decir que ahora la FGR es “autónoma” y que la venganza política no es lo suyo, cuando vemos cómo utiliza esa institución, encargada de la procuración de justicia, contra sus enemigos políticos. Rosario Robles, Francisco Cabeza de Vaca, Ricardo Anaya y hasta científicos del Conacyt.
El caso Veracruz, en el que defiende y alaba las cualidades del gobernador Cuitláhuac García, tras la cuestionada detención de José Manuel del Río Virgen, quien es secretario técnico de la Jucopo y amigo de Monreal. “Te detengo José Manuel, para que entiendas Ricardo” quién manda y quién pone las reglas de la sucesión.
Si el Presidente de la República es cínico, ¿debemos considerar a México un país de cínicos?
Son millones de mexicanos cómplices del cinismo cuando creen que está en marcha una “Cuarta Transformación”; cuando creen que ya se acabaron la corrupción, el nepotismo y las prácticas del “neoliberalismo”; y cuando aún hay la esperanza de que el líder del país tiene la capacidad de sacar al país de la crisis y reencausarlo por la via del bienestar y la justicia social.
Quizá sin darnos cuenta, y sin pretenderlo, ya nos convertimos en un país de cínicos.

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Es mejor ser marrullero y ganar elecciones que ser respetuoso del proceso electoral y perder los comicios
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6 horas agoon
junio 9, 2023By
Redacción
La lección que dejó el Estado de México * El Presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Alfredo del Mazo tenían un pacto de no interferir en el proceso electoral, pero AMLO habló hasta por los codos y Del Mazo se mantuvo al margen… El resultado todo mundo lo sabe: Andrés Manuel gana y Alfredo del Mazo pierde
IMPACTO | REDACCIÓN
Todo mundo habla de la pérdida del gran bastión que tenía el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para dárselo a Morena… y para acabarla de amolar Alfredo del Mazo Maza, la tercera generación de la dinastía, una familia priísta de abolengo, tuvo el ‘gran honor’ de entregar ‘la joya de la corona’, el Estado de México, a la maestra Delfina Gómez Álvarez y se puso fin a casi 100 años de gobiernos priístas.
Por si lo anterior no fuera poco, resulta que Del Mazo Maza está en el ojo del huracán y lo acusan de pactar la entrega de la plaza mexiquense, y otras voces lo señalan de ser un gobernador traicionero.
Es de resaltar que esta versión ya se había dicho desde mucho antes de la votación del 4 de junio, que ya estaba pactada la entrega, no olvidar que Dante Delgado y Juan Zepeda ya lo habían declarado cuando anunciaron que no participarían en la elección del Edomex porque no iban a prestarse a ser comparsas de algo que ya estaba acordado… y sea como sea, pero el tiempo les dio la razón.
Este tipo de situaciones va a ser muy difícil de revertir, en el ánimo popular mexiquense está sembrada la duda y todo mundo da por hecho que Del Mazo entregó Edomex.
Alfredo del Mazo dio la cara y trató de explicar lo sucedido en entrevista con Joaquín López-Dóriga, quien sin pelos en la lengua lo cuestionó varias veces, mismas veces que Del Mazo respondió que “El Estado de México no se entregó” y que nunca estuvo en la mesa de negociación cuando tenía encuentros con el Presidente López Obrador.
‘ALITO ES UN INGRATO’
Ingrato, falso, mentiroso. Ese es el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, según el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.
Ante las acusaciones de que entregó el Edomex, Del Mazo se defendió de manera categórica ante “El Teacher” López-Dóriga.
“Lo digo con toda claridad, con toda franqueza: en ningún momento me prestaría para dar entrada; incluso, a una opción de entregar una administración, de entregar un estado en el que yo creo, de un partido en el que yo he militado durante toda la vida, que ha sido parte de mi familia por generaciones, poner en la mesa algo así. ¡En ningún momento, es absolutamente falso!”, expresa.
—¿Ni se lo sugirió el Presidente o el secretario de Gobernación?
“Ni me lo sugirió el Presidente ni nadie, en ningún momento. Jamás ha sido un tema y jamás fue un solo tema. ¡El Estado de México no se entregó! En el Estado de México se llevó a cabo un proceso de respeto; hubo respeto por parte de ambos en el proceso electoral”.
Alejandro Moreno dio su mensaje un día después de la elección: “Si necesita carácter, yo le hubiera prestado un poco”.
Ante esto, el gobernador mexiquense responde: “Alejandro Moreno es un ingrato al querer culpar una entrega del Estado de México, porque está de entrada diciendo una falsedad y absoluta mentira. Y, segundo, porque está lastimando al priísmo del Estado de México, que hizo un gran trabajo, para que este proceso electoral tuviera un mejor resultado”.
Según el gobernador mexiquense, la votación del PRI en la entidad, el pasado 4 de junio, creció mientras que la de los partidos aliados cayó.
“El PRI del Estado de México le da uno de cada cuatro votos al priísmo nacional.
“El PRI del Estado de México sacó un millón 800 mil votos, es decir, hizo un gran esfuerzo por conservar, por cuidar el nivel que tenía. Claro, el PRI tiene un límite y requiere un esfuerzo adicional para poder triunfar”, dijo Del Mazo.
Responsabilizado por los dirigentes de la alianza opositora de no apoyar a la candidata Alejandra del Moral y de permitir que avanzara Morena en la entidad hasta ganar la gubernatura, Del Mazo rebate, acusa, se defiende.
—¿Es usted culpable?
“Definitivamente no. Primero, el Estado de México no se entregó, y esto es algo que tiene que quedar bien claro”, añadió.
ES MEJOR SER MARRULLERO Y GANAR QUE SER RESPETUOSO DE LOS COMICIOS Y PERDER
El mandatario estatal enfatiza que el PRI fue respetuoso del proceso electoral y jamás intervino en los comicios.
“Lo único que tocamos de tema fue que ambos fuéramos respetuosos del proceso electoral como lo establece la ley, actuamos con legalidad, es decir, actuamos respetando la ley.
“Como gobernador me toca generar las condiciones de imparcialidad, de transparencia, para que haya una participación democrática, eso fue lo que actuamos, con legalidad”.
“Pero el Presidente estaba metido hasta el tronco”, le comentó ‘El Teacher’.
“Yo te puedo decir que en el caso de nosotros, como estado, actuamos con legalidad para que la ciudadanía pudiera elegir de manera democrática”.
Ante estas declaraciones del mandatario estatal, la lección de la elección mexiquense fue que es mejor ser marrullero con tal de ganar “la joya de la corona”, así fue la actitud de Morena.
La pregunta que surge es ¿De qué sirve ser honesto y limpio si finalmente pierdes las elecciones?
HOJAS LIBRES
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2 días agoon
junio 7, 2023By
Redacción
Mario Delgado no se muerde la lengua al decir que ganó la honestidad sobre la corrupción * La nueva mafia del poder ha dispuesto del patrimonio nacional y electoral como si se tratara de su peculio personal * Si AMLO tuviera segura la elección del 2024 no habría tantos atentados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a las instituciones democráticas representadas por el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública
ROBERTO DOMÍNGUEZ CORTÉS
En su discurso triunfal, Mario Delgado aseguró haber ganado la honestidad sobre la corrupción, la sencillez sobre los privilegios y la inclusión sobre el clasismo. Nada más alejado de la realidad sobre la enorme corrupción que pesa en todo el pestilente establo lopezobradorista.
La corrupción en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha rebasado todas las mentiras de aquél discurso anticorrupción que como candidato prometió. La nueva mafia del poder ha dispuesto del patrimonio nacional y electoral como si se tratara de su peculio personal.
Mario Delgado está imposibilitado social y políticamente para hablar de combate a la corrupción. Sólo una referencia. El fracaso del aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Falla (sic) encaminado hacia el abismo y la refinería de Dos Bocas han costado a los mexicanos más de un billón de pesos, pronto a reflejarse en una crisis fiscal al final del fatídico ciclo lopezobradorista.
El 80 por ciento de las obras sin licitar, el fraude de 15 mil millones de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), los más de 4 mil millones de pesos repartidos por Andy López Beltrán a sus amigos, la Casa Gris jamás justificada por el otro López delincuente, José Ramón, y las recaudaciones voluntarias de Pío (pillo) López Obrador son apenas un recuento de las enormes trapacerías de una mafia que desplazó a otra mafia para quedarse con los bienes de la Nación.
Por eso la resistencia de completar los consejeros del INAI para evitar que todas las opacidades en el presupuesto federal queden al descubierto y se exhiba el verdadero rostro de la delincuencia organizada oficial presidida por el que se dice Presidente de la República.
Lo ocurrido en el Estado de México es inaudito. En ningún país del mundo democrático se hubiera permitido llegar a una delincuente como Delfina Gómez Álvarez, la nefasta gobernadora electa del estado más representativo electoralmente.
A esta remedo de política y funcionaria pública la acompañarán siempre graves y severos pasivos que en vez de disfrutar un triunfo electoral, la deberían de colocar en un reclusorio de cualquier parte del país. Delfina Gómez Álvarez es una delincuente dentro de las coladeras del morenismo, exactamente igual o peor a la delincuencia que tanto ha atacado su benefactor López Obrador.
Fue pillada cuando en abuso de sus facultades como edil de Texcoco, robó a los trabajadores del ayuntamiento el 10 por ciento de su exiguo salario, para financiar clandestinamente los actos inmorales de campaña anticipada de sus correligionarios. En el lenguaje de López Obrador esto no es delito, por el contrario, es una virtud comportarse como delincuente.
No son supuestos. El robo perpetrado por la próxima gobernadora del Estado de México tiene como referencia la aceptación expresa de la propia atracadora: “Son aportaciones voluntarias de los trabajadores”. Es una de las tantas mentiras muy al estilo del mentiroso contumaz del Palacio Nacional.
La ladrona de los miserables salarios de los trabajadores texcocanos es evidente y no tiene perdón. Todos cooperaron sin muchos saber por qué lo hacían. Al descontarles de manera general se partía del hecho de que todos los colaboradores del ayuntamiento eran morenistas. Absolutamente falso. Con su delincuencial proceder, Delfina disponía unilateralmente de las percepciones de quienes incluso detestaban a Morena.
Su paso por la Secretaría de Educación Pública también estuvo manchado por la fetidez de su corrupción. La Auditoría Superior de la Federación detectó desvíos por 900 millones de pesos que la otra poca agraciada secretaria Leticia Ramírez Amaya le sirvió como tapadera a los desfalcos de su antecesora.
Pero Delfina tiene también otros grandes pendientes con la Secretaría a la cual desfondó con su pésima actuación. Del fideicomiso de 20 mil millones de pesos para asegurar las pensiones y jubilaciones de los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los invirtió en instrumentos de altísimo riesgo.
Esa inversión se la encargó a “un despacho especializado” en colocaciones de fondos financieros. Hoy ese fondo concebido para beneficiar al magisterio federal en retiro, reporta una pérdida irrecuperable de 18 mil millones de pesos con cargo a la inepcia, la corrupción y la complicidad de Delfina Gómez Álvarez.
Pero Delfina tiene otros grandes pasivos escolares. No ha podido justificar los 5 mil 300 millones de pesos perdidos con la desaparición de las 27 mil escuelas de tiempo completo, en perjuicio de 4 millones de niños y de las madres que contaban con un centro de cuidado para sus menores mientras se dedicaban a sus actividades laborales. Esa es Delfina la infame.
Tampoco ha dado la cara para decir en dónde quedaron los 13 mil millones de pesos del programa la Escuela es Nuestra. En su pésima gestión no hubo ninguna mejora educativa ni compra de equipo para beneficio del alumnado. Por el contrario, hubo duplicidad de pagos por 800 millones de pesos detectados desde la Auditoría Superior de la Federación.
Sólo que lo malo para el país, la democracia, la transparencia, la honestidad y el recto gobierno viene del principal delincuente nacional cuando sale en su defensa. Sin algún rubor López Obrador define a Gómez Álvarez como honesta e incorruptible, con todo y sus pillerías comprobadas como presidenta municipal y fallida secretaria de Educación Pública.
Es el mismo discurso para defender a otros delincuentes de la “Cuarta Transformación”. Léase Yasmín Esquivel Mossa, la ministra plagiaria que en grave ofensa a la administración de justicia aparece todavía como impoluta representante del Poder Judicial, encargada de votar en favor de todos los asaltos constitucionales de López Obrador.
Lo mismo ocurre con el malhechor Ignacio Ovalle Fernández, el célebre colaborador de la corrupción echeverrista de los años setenta, al cual Andrés Manuel ha calificado como inmaculadamente honesto, aun cuando ha desaparecido 15 mil millones de pesos de Segalmex, inmoralmente con cargo al hambre y el ayuno de los marginados. Gracias a esos atracos durante la administración López, el número de pobres ha aumentado en 6 millones.
Delfina Gómez pudo ganar con las peores prácticas de los 70 años del priísmo que tanto critica su jefe López Obrador. Se detectó la presencia de presidentes municipales de Michoacán, Guanajuato y Oaxaca con maletas de dinero en apoyo a una delincuente electoral. Lo mismo que la presencia de gobernadores como Claudia Sheinbaum, y los impresentables Evelyn Salgado, de Guerrero, y el delincuente mayor Cuitláhuac García del estado de Veracruz.
Todos estos desaseos no le alcanzarán a Delfina para hacer un buen gobierno. Será la próxima gobernadora con apenas el 25 por ciento de los electores mexiquenses, así como tampoco los 8 puntos de ventaja sobre Alejandra del Moral no le garantizan a López Obrador el triunfo en la elección presidencial del próximo año.
Morena tiene apenas el 40 por ciento de la intención del voto con todo y el discurso ofensivo y lépero de López Obrador: “Ya se va el PRI, los corruptos, los rateros, los conservadores”.
Si López tuviera asegurada la elección presidencial no habría tantos atentados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a las instituciones democráticas representadas por el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública.
Por lo pronto ya colocó a la que se ha calificado como el símbolo de la corrupción en esta fallida Cuarta Transformación: Delfina Gómez Álvarez. Ampliaremos…

Lobo-Gaviño, la dupla de los acuerdos en lo oscurito * En cierto tipo de prebendas, Víctor Hugo Lobo siempre las compartió con Jorge Gaviño al fungir ambos como integrantes de la Jucopo, máximo órgano de toma de decisiones y reparto de posiciones en las distintas unidades de administración del Congreso capitalino * Los legisladores perredistas causan decepción a propios y extraños… y más por su cercanía con Morena y servilismo a la mandataria capitalina y a Martí Batres, secretario de Gobierno de la CDMX
JORGE BUENDÍA GARCÍA
Jorge Gaviño Ambriz, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Congreso de la Ciudad de México, se ha caracterizado por ser un trepador político. ¿Se lo permite su liberalismo? Para todo encuentra justificación mediante léxicos demagogos.
Se formó en lo más rancio del priísmo. Fue impuesto como delegado en la Álvaro Obregón. De su legado nadie sabe ni recuerda nada.
Fue director del Instituto de Vivienda en la época del Priato. Por aquellos tiempos le protestaban nacientes políticos como Francisco Chíguil, alcalde hoy de la Gustavo A. Madero.
Se le acabó el filo, los espacios y las oportunidades en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Cuál trapecista consagrado, saltó al recién creado Partido Nueva Alianza (Panal) en la Ciudad de México.
Creación de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, el Panal lo hizo su presidente en la capital del país. Así llegó como diputado a la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Eso ocurría cuando el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa decidió cerrar la Línea Dorada del Metro por los riesgos que ya se vaticinaban.
Gaviño Ambriz vio la coyuntura, se subió a presidir la Comisión Especial de la Línea 12 del Metro. Hizo foros que se celebraron en el Salón Heberto Castillo del recinto de Donceles y Allende.
Ello le valió para que Miguel Mancera lo nombrara director del Metro. Al término de su mandato, el hoy exjefe de Gobierno le regaló una diputación en doble vía, para ir a la segura por la vía plurinominal y por elección.
Sus razones habrá tenido Mancera Espinosa para asegurar su arribo al recinto de Donceles. Total, en ningún momento salió a dar la cara por él frente a los embates de la numerosa bancada morenista.
Visto como un gran parlamentario, Jorge Gaviño zarandeaba una y otra vez a los inexpertos diputados que llegaron al primer Congreso capitalino con la ola arrolladora de Andrés Manuel López Obrador.
Llegó al grado de llamarlos “carniceros de la Constitución”, toda vez que buscaban a toda costa reformarla e impedir su progresividad como una de las cartas más modernas del mundo.
Pero poco a poco esa luz del gran orador en tribuna se fue apagando. Se alió con el impresentable diputado de Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo Román, quien le cedió el primer año la Coordinación, porque el trapecista había amenazado con renunciar a la bancada perredista si no le cumplían su capricho.
El acuerdo firmado en las oficinas de Jalapa 88, con el beneplácito del entonces dirigente perredista Raúl Flores, consistió en que el primer año de la coordinación le correspondía a Gaviño y los siguientes dos años a Lobo Román.
Sin embargo, al concluir el primer año del inicio del Congreso capitalino, Gaviño pretendió apoderarse de la Coordinación.
Lobo lo buscó y correteó por los pasillos del recinto parlamentario para obligarlo a cumplir el acuerdo. Las cosas quedaron como se había pactado.
Con esa actitud, Gaviño enseñó el cobre. Lobo Román lo calmó y le cedió todo tipo de canonjías, incluidos numerosos asesores que sólo asistían a Donceles a presenciar las sesiones sin entender en absoluto procedimiento alguno. Terminaban pestañeando y sólo despertaban para aplaudirle a su jefe el máximo tribuno.
Así es como se consolidó la dupla Lobo-Gaviño. Pero pronto decepcionaron a propios y extraños. Sus acuerdos en lo oscurito con la bancada de Morena eran vistos de manera atónita por diputados de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI).
Esa cercanía con el partido de Andrés Manuel López Obrador tuvo pronto sus frutos. Víctor Hugo Lobo fue designado presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), con apenas cinco diputados, dos de los cuales le renunciaron a la bancada por incumplirles acuerdos: Evelyn Parra (alcaldesa hoy de Morena en Venustiano Carranza) y el exdelegado en Coyoacán, Valentín Maldonado.
En ese tipo de prebendas, Lobo siempre las compartió con Jorge Gaviño al fungir ambos como integrantes de la Jucopo, máximo órgano de toma de decisiones y reparto de posiciones en las distintas unidades de administración del Congreso.
En los hechos, la bancada del PRD fungió como satélite de la fracción de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) durante toda la primera Legislatura del Congreso de la Ciudad. Sólo les faltó que sus curules se los trasladaran al lado guinda.
Para la elección de 2021, siguió la dupla Lobo-Gaviño. En esta ocasión Víctor Hugo le otorgó una candidatura en Gustado A. Madero con toda la estructura y el equipo del PRD en la demarcación. Gaviño triunfó, pero quedó a deberle el salario a sus movilizadores, que a la fecha le dicen pestes en las redes. Incluso corrió a parte del equipo de Lobo adscrito a su Módulo de Atención, lo que sucedió hace apenas pocos meses.
Gaviño Ambriz siguió la ruta de otro de los muchachos de Lobo, Janecarlo Lozano, ofrendado por su jefe a la fracción de Morena a finales de agosto de 2021, unas horas de instalarse la II Legislatura.
Por esas fechas, Gaviño no se cansaba de llamarle traidor a Janecarlo por haber abandonado al PRD. Hoy eso ni lo recuerda.
La transmutación de Jorge Gaviño al morenismo inició cuando aceptó asesorar en cuestiones del Metro a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
A partir de entonces, el orador nato se sentaba en la curul perredista, pero sus posturas, pláticas y pensamiento ya estaban del lado del régimen dictatorial de Morena.
Su separación de la bancada perredista, Gaviño la justificó con el argumento de que lo convenció Sheinbaum con su mirada. Y aún con gran desfachatez dijo que no renunciaría a la fracción del Sol Azteca. Y si lo corrían, ya ni modo. Total, de manera oficial, ya está en el proyecto de la Cuarta Transformación.
¿Quién sigue? ¿Lobo Román? El dirigente del PRD nacional, Jesús Zambrano Grijalva, anunció que no permitiría que Gaviño continuara en la fracción amarilla. Con seguridad el mensaje también aturdió a Lobo, quien se reporta puntualmente con el secretario de Gobierno, Martí Batres, para aprobar sin contratiempos las iniciativas de la jefa de Gobierno Sheinbaum.
A sabiendas de lo anterior, Zambrano Grijalva designó a Víctor Hugo Lobo integrante de la Comisión de Candidaturas aprobada durante el pasado Congreso Nacional.
Es evidente que tienen dentro el Caballo de Troya o en palabras de Gaviño, al “carnicero” de la Alianza.
LA REVISTA NO ES RESPONSABLE DE LA OPINIÓN DE LOS COLABORADORES

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