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LA FERIA

AMLO tiene rencores de venganza contra el INE

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Todos desconfiamos de todo, pero, aunque usted no lo crea, sólo hay confianza ciega en el árbitro electoral * El Presidente le tiene miedo al 2024. Qué pena * Si el Instituto Electoral es corrupto y hace trampas en elecciones, entonces López Obrador y las 21 gubernaturas ganadas por Morena fueron obtenidas de forma ilegal

 

SEÑOR LÓPEZ

 

Mal fin de fiesta.

En casa de unos tíos de Toluca, había siempre un ambiente pesado, como de sala de espera de proctólogo. Él, tío Lute (Eleuterio), no confiaba en su esposa, tía Tina (Ernestina), porque era celoso de espantar a Otelo, siendo ella señora decente con cuerpo de cetáceo, carácter de granadero y gracia de bulldog.

Ella no confiaba en él porque sí era un Juan Tenorio, pero había que imaginársela en la intimidad conyugal, encremada la cara, con tubos, camisón de franela, pantuflas de peluche y calcetas de los Diablos Rojos (chiquillo este menda, la vio así… hizo fama de llorón).

Aparte, ellos no confiaban en su hija (y era bien portada), ni en sus dos hijos (estudiosos y serios), y los trataban como arraigados de la FGR. Los hijos les correspondían con silencios ominosos y miradas raras. Era más agradable ir a un funeral que visitarlos.

 

DESCONFIANZA SIEMPRE

Recordó esta estampa familiar su texto servidor, al reflexionar en que nosotros los tenochcas simplex somos desconfiados, desconfiamos hasta de nuestra sombra. Sin meternos en vericuetos de psicología de muchedumbres o desórdenes colectivos de conducta, dejando de lado las primeras decepciones de la vida (lo de los Santos Reyes y el Santaclós, debería estar tipificado en el Código Penal), por lo que sea, pero desconfiamos, desconfiamos siempre.

Aquí al del teclado no deja de asombrarle la ingenuidad que se observa en otros países como los EUA, en donde el común de las personas admite íntegra la publicidad y se creen que hay shampoo que saca pelo, hamburguesas que hacen feliz, métodos infalibles para ser rico, maquillajes que embellecen, colchones que rejuvenecen, fajas que lo bajan de peso y ropa que no se plancha.

Y no agotan en eso su credulidad (que para nosotros los del peladaje es estupidez), sino que confían en un policía de crucero como si fuera el santo Papa, pagan sus impuestos completos sin concebir que se pueda malgastar un quinto y creen a pie juntillas lo que les informan sus gobernantes (lo que sea que les digan, aunque signifique odiar a los de alguna religión, tragarse el cuento de que un país les vendió a precio de ganga la mitad de su territorio o declarar la guerra a unos como chinitos que viven al otro lado del mundo y resulta que son un peligro para su “way of life” y la democracia del planeta).

En México (oootra vez hará este junta palabras un esbozo a brochazos de nuestro penar histórico), las cosas no son así:

La desconfianza nacional empezó en el altiplano cuando a los ribereños del Lago de Texcoco les contaron unos zarrapastrosos recién llegados, que Dios les había indicado mediante un águila merendando serpiente sobre un nopal, que les tocaba vivir ahí, “nomás en un cachito, no queremos molestar” y ya instalados, en poco tiempo sometieron a macanazos a sus anfitriones (por andarles creyendo), los explotaron a lo bestia y les sacaban el corazón sin anestesia, hasta cuajar como “imperio” azteca.

Luego llegaron soldados españoles diciendo que se iban a establecer sólo en tierras deshabitadas o en desgobierno; naturalmente no les creyeron, porque con ese cuento llegaron ellos, pero a mandobles y con ayuda de sus enemigos locales, se les impusieron y les pelaron todo (excepto las tierras comunales, que son sagradas, aunque viera usted qué raro, eran poquitas).

Atrasito llegaron los frailes que les dijeron que venían de parte de Dios a enseñarles el camino al Cielo y la tenochcada -muy mosqueada por los modos de los sacerdotes cardiólogos de los aztecas-, les dijo que sí, que cómo no, que ¡a todo dar!, pero la verdad siguieron adorando a los dioses de su mitología y a la fecha practican una religión sincrética, porque ellos van al Tepeyac a venerar a Tonantzin, diciéndole Guadalupe para llevar la fiesta en paz.

Luego nos independizaron los mismos españoles y ya ¡libres! todo siguió igual tirando a peor. Después tocó a la raza poner los muertos en la Guerra de Reforma, la Revolución y la Cristiada, sospechando todos que ningún beneficio directo había en que triunfaran liberales sobre conservadores, carrancistas sobre huertistas, callistas sobre los curas. Mátese ahora, goce después.

Así, de patada histórica en patada histórica, no es de extrañar que no haya un obrero que le crea a su líder sindical, un burócrata al jefe, ni quien desfile entusiasmado el 1 de mayo. Y en nuestra vida cotidiana, pensamos que suscribirse a una revista es ser idiota, porque el cartero se la roba; el que compra garrafones de agua la bebe pensando que es jugo de llave; del “redondeo” pensamos todos -los que dan y los que no dan- que es negocio fiscal del dueño de la farmacia o el súper; sabemos que la leche nos la adelgazan con agua; cargamos gasolina seguros de que nos dan litros rabones; en los bares pedimos por botella porque al copeo dan “pirata”; los tacos son de perro; las teiboleras más guapas son hombres. No confiamos en las autoridades (ni ellas en nosotros); los médicos son rateros; los abogados chuecos; los veladores duermen; los contadores se clavan los impuestos.

¿Cómo funciona así un país?… no se sabe, pero los gringos en lugar de mandar a México un equipo de psicólogos, prefirió mandar un carrito a pasear en Marte, calcúlele.

Así y todo, este pueblo experto en desconfiar, confía sin sombra de recelo en el Instituto Nacional Electoral, el INE, nuestro INE, completamente autónomo del gobierno. Y esa confianza se la ganó el INE a pulso desde 1997. Y es Andrés Manuel López Obrador, quien está empeñado en convencernos de que el INE es una birria.

Dijo el 6 de mayo de 2021: “Con el fin de impedir la democracia en México es que fue creado el INE”.

Dijo en días pasados: “Que se vayan a engañar a otra parte (…) ¿No son ellos los que permiten el relleno de urnas y la falsificación de actas? ¿No son las autoridades electorales las que se roban los paquetes, las que permiten la compra del voto?”.

Obedece esto a que tal vez tiene pendiente vengarse del INE que no le dio el triunfo en 2006 ni en 2012 y el miedo al 2024. Qué pena. Qué mal fin de fiesta.

LA FERIA

La exhibición de un trofeo

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La luce por todo el país en señal de que el triunfo fue por él y solo por él * Nada de raro tiene que el todavía Presidente quiera imponerle agenda y reformas a la Constitución a su sucesora * No hay fecha que no se cumpla y ya muy pronto dejará el poder… y eso duele * Una vez doña Sheinbaum se tercie la banda presidencial, tendrá acceso a todos los informes de todo lo que le interese saber… y nadie quiere ganarse gratis una enemistad sexenal

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Compostura.

Tía Tita (Carlota, Carlotita… Tita, del lado materno-toluqueño del berenjenal genealógico de este menda) vivía para el chisme, lo suyo era el cotilleo.

Pero como era más bien tontita, contaba cosas imposibles de saberse, como el diálogo en la madrugada de la noche nupcial, de una de sus sobrinas con su sorprendido marido, por lo que no le importa a usted.

Su hazaña máxima fue cuando contó en una sobremesa lo que iba pensando un tío que se fue solo al Bosque de Chapultepec para acomodarse, como se acomodó, una bala dentro del cráneo.

Tío Armando le dijo que eso no lo podía saber ni ella ni nadie y la tía atajó: -¡Oh, pues!, nada me creen -risas discretas-.

 

EL DOLOR DE DEJAR EL PODER

El sensacionalismo campea en los medios de comunicación, no la difusión de lo que llama la atención, sino más bien el tremendismo, ese exagerar, dice el diccionario, los aspectos más crudos, más alarmantes de la vida.

Se entiende, claro, no vendería un ejemplar impreso ni tendría una visita en su portal digital, un medio que pusiera como titular que un papá llevó el gasto a su casa, que una mamá que trabaja, cuida bien a sus hijos o que un maestro dio clases. Eso no ‘vende’, porque es lo normal. Sí, lo normal es lo bueno, lo decente es lo común, lo habitual es que la gente se comporte, políticos incluidos (no se alebreste, piénselo: de los miles y miles dedicados a ese oficio, son un puñado de decenas de bichos de alma renegrida, los que desprestigian a todos, piénselo).

Así las cosas, doña Sheinbaum y su navegar las aguas de la transición del 2 de junio al 1 de octubre, cuando asuma el cargo, dan para que se escriban columnas y artículos tremendistas sobre las maniobras y trastadas que supuestamente le hacen los que le van a entregar la administración pública, con ánimo de controlarla hasta el 2030, una vez sea Presidenta de la República.

Ha de ser, pero esas versiones recurren al subterfugio de la fantasía, atribuyendo su contenido a ‘fuentes bien informadas’, que ‘solicitaron el anonimato’, claro; y en los casos de plumas con prestigio y renombre, ni eso dicen, sueltan sus afirmaciones sabiendo que el lector promedio las dará por buenas: “lo dijo fulano”, basta para darles credibilidad.
No la tienen. No la tienen porque hay cosas que no se saben y los que las saben, no las andan contando.

A este juntapalabras llama la atención que llame la atención el narcisista modo de gobernar del señor de las conferencias de prensa diarias. Nadie en la historia ha hecho semejante cosa. López Obrador ha hablado más que Jesucristo, sin percatarse de que en política las palabras atan, sí, quienes se dedican a eso de gobernar suelen cuidar lo que dicen pues se debe traducir en hechos.

Bueno, con este señor no es así. Sí atina en las acciones, maniobras y chanchullos, de la materia electoral que es su mero mole; en lo demás dice lo que le tercia y hace lo que le acomoda; en todo impone su voluntad, no pocas veces resultado del capricho junto con su ilusoria visión de lo que es ser Presidente de este país como adepto incondicional de las prácticas del priísmo imperial de ese echeverriato que admiró y defendió a capa y espada en su ya lejana juventud; sin dejar de advertir que honrando su mediana inteligencia es un coleccionista de agravios… y ahí sí que planea e instrumenta con paciencia y tiento sus venganzas, su desquite, al precio que sea, excepto matar porque no es matón, pero no tiene escrúpulo alguno para encarcelar gente (casos de estudio: Emilio Lozoya, Alonso Ancira, Juan Collado, Rosario Robles, por si ya se le olvidó a usted).

 

NARCISISMO

De regreso al proceso de transición en que se encuentran doña Sheinbaum y el actual gobierno federal, nada de raro tiene que el todavía Presidente quiera imponerle agenda y reformas a la Constitución y traerla como la trae, exhibiéndola por el país como un trofeo, su trofeo, señal de su victoria de él, que no concibe el rotundo triunfo electoral del 2 de junio, sino como ratificación del incontrolable amor del pueblo (el bueno), por él y solo por él. Es normal, es narcisista.

Pero eso no retrasará el amargo instante en que dejará el poder como lo dejan los presidentes de este país: de un tirón, como se arranca una muela, sin anestesia… y duele.

Sufren más el paso del todo a la nada los que quisieron ejercer y disfrutar el poder hasta el último día, los que no permitieron su progresiva mengua desde el momento en que se eligió en las urnas al sucesor, sucesora en este caso (Echeverría y su expropiación de tierras de última hora; López Portillo y su nacionalización de la banca; y más atrás, Plutarco Elías Calles y su imposición de gabinete, cuadros de partido, dirigencia obrera y mandos militares, para controlar a Lázaro Cárdenas, quien una mañana muy tempranito lo echó del país… y ¡listo!).

 

ESPIONAJE TELEFÓNICO 

Afirmar que el menguante Ejecutivo supone que doña Sheinbaum será fiel a él, a sus enseñanzas y mandatos, es como decir que los peces están mojados, claro que están mojados, claro que eso piensa, no se concibe sino como un gigante de la historia de México, el cuarto después de Hidalgo, Juárez y Madero. Y por su naturaleza desconfiada, puede ser cierta la versión de que hay un aparato de espionaje telefónico sobre doña Sheinbaum y su equipo.

Pero eso de que altos funcionarios de Palacio y de Morena están envenenando contra doña Sheinbaum, al que ya se va de Palacio, es ignorar que eso no hace falta: ese cerebro destila una admiración desenfrenada por sí mismo, aderezada con desconfianza y recelo, por eso su gabinete fue una colección de floreros.

Afirmar semejante extremo es suponer que los que supuestamente hacen esa labor de zapa bajo los pies de la cada día más próxima Presidenta de la República, es suponer, le repito, que son tontos: una vez doña Sheinbaum se tercie la banda presidencial, tendrá acceso a todos los informes de todo lo que le interese saber… y nadie quiere ganarse gratis una enemistad sexenal.

Toca esperar que la señora legitime en los hechos su acceso legal al poder y guardar la compostura.

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LA FERIA

‘Todo se derrumbó’, el tema musical del próximo sexenio

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La disyuntiva de Sheinbaum Pardo si reforma al Poder Judicial * Claudia tiene que irse con cuidadito porque AMLO es capaz de todo * La próxima presidenta tiene que asumir su responsabilidad y usar su inteligencia… de lo contrario dinamitará su gobierno

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Contra toda esperanza.

Ya le conté el caso de la prima Silvia. Sus papás se cansaron de decirle que casarse con Tomás era un pasaporte a la infelicidad, era un Juan Charrasqueado; sus amigas le decían lo mismo: -Con Tomás, no, de veras, no –y con él se casó, convencida de que iba a cambiar.

No cambió. Luego Silvia decía que resultó muy buen exmarido. ¡Vaya consuelo!

 

INCERTIDUMBRE

México está en la incertidumbre, no sobre todo, que estamos seguros de lo fregados que estamos en seguridad, salud o desarrollo, pero al mismo tiempo estamos seguros de que hoy las posibilidades reales del país, sin fantasear, son fantásticas.

Si México esta vez no mete la pata, daremos el salto adelante; eso del “nearshoring”, la relocalización de empresas de China hacia nuestro continente, hacia México, no se va a repetir. El tiempo corre, nadie nos va a esperar.

La incertidumbre es el curso del siguiente gobierno federal. Si se va a conducir con la dogmática rascuache de esa izquierda populista de hamaca, viendo a Macuspana de espaldas al mundo, no hay lugar para el optimismo, no entraremos al club de los países más desarrollados del mundo y en los libros de historia, el capítulo México, redirigirá a los libros de psiquiatría, al apartado “Síndrome del flautista de Hamelin; sociedades suicidas”.

La próxima presidenta, doña Sheinbaum, tiene que decidir qué camino sigue sin olvidar que este Presidente ha dado muestra de su grave irresponsabilidad.

Que no se le olvide: el 28 de julio de 2022, en la Mañanera dijo que estaba dispuesto a sacar a México del T-MEC, cuando andaba con sus reformas al sector energético, contra los términos del Tratado: “Aun tratándose del mercado más importante del mundo… si tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía, no lo aceptamos”; aunque luego matizó: “no habrá ruptura”, pero la sola mención alarma al más bragado: ¿no tiene límites este señor?

De veras: urge su ausencia (ya faltan solo 102 días, sin contar este… se nos van a hacer eternos).

Entendemos que doña Sheinbaum se tenga que ir con cuidado, este señor es capaz de todo. Pero esperamos que doña Sheinbaum, una vez en el cargo, banda al pecho, silla en donde va, asuma su responsabilidad y use esa inteligencia que sí tiene. Eso o dinamitará su gobierno.

Basta con que en septiembre se reforme el Poder Judicial como dicta la iniciativa presentada, para que el tema musical de su sexenio sea ‘Todo se derrumbó’ (por Emmanuel, claro).

Y si le sigue y se mete con los órganos constitucionales autónomos, usando en lugar de la razón su mayoría legislativa, conseguirá incrementar su poder como Presidenta y sin duda sus simpatizantes la van a vitorear cuantas veces los convoque a retacar el Zócalo, pero la realidad, que no sabe de ideologías ni credos políticos, se le va a echar encima.

Podrá modificar como quiera y cuanto quiera la Constitución, pero no podrá evitar la vorágine de controversias internacionales ni la respuesta que le darán los EUA, país siempre presto a defender sus intereses.

¿De veras doña Sheinbaum en nombre de sus convicciones de aquellos sus ya lejanos tiempos de lideresa estudiantil, estará dispuesta a subirse al ring contra el tío Sam?

Si doña Sheinbaum hace eso de su sexenio y del país, en 2030 entregará los despojos de México a su sucesor.

Su inteligencia da de sobra para suponer que distingue la realidad de la ucronía, ese incurrir en realidades ficticias.

No se gobierna con hipótesis sino con los hechos duros, mondos y lirondos, sin moños ni adornitos: México depende de los EUA. ¿No le gusta?, al del teclado tampoco, pero es la realidad y no va a cambiar, a menos que pudiéramos mudar el país a otra latitud sin 3 mil kilómetros de frontera con el país más poderoso del mundo.

Que no se equivoque doña Sheinbaum, el gran capital, el inmenso capital de los EUA, la Casa Blanca y el Congreso de allá, están hasta el copete del señor de Palacio. Lo aguantaron porque obtuvieron de él el control migratorio y lo neutralizaron (“Nunca he visto a nadie doblarse así”, declaró el Donald Trump el 22 de abril de 2022, refiriéndose al gobierno de la 4T, T de turbio, T de tormenta).

Pero eso no significa que estén dispuestos a seguir otros seis años tolerando arranques de populismo tropical, de ninguna manera.

México, por encima de China, es el principal socio comercial de los EUA. Cerca del 80% de nuestras exportaciones son hacia ese país, más o menos 475 mil millones de dólares (mdd), ¿aguantaríamos que nuestros productores tuvieran que pagar aranceles?… ¿de veras? Los EUA, nos acomode o no, son la principal fuente de inversión extranjera directa de México.

Para que tenga una idea, en 2023, eso fueron 36 mil mdd y la reinversión de utilidades alcanzó los 26,700 mdd, ¿de veras nos queremos pelear con ellos? O por otro lado, ¿y si le ponen impuesto a las remesas?, en 2023 fueron 63,700 mdd lo que mandaron a México los mexicanos que huyeron a los EUA (porque huyeron de la miseria, de la inseguridad, de las mieles de la 4T), según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, reciben remesas más del 12% de los adultos del país y más del 13% de los hogares, ¿qué les diría doña Sheinbaum si les llega menos dinero por sus gracias?… ¿Qué es un honor seguir a Obrador?… no, no es creíble… esperemos.

 

EN BOLIVIA ELIGEN JUECES POR VOTACIÓN POPULAR… Y ESTÁN ARREPENTIDOS

De regreso a lo del Poder Judicial. En Bolivia, único país del mundo en que se eligen jueces por votación popular (solo los 26 principales cargos judiciales), están muy arrepentidos, no hallan cómo anular eso.

El expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé, que no es un pelagatos, también fue embajador en los Países Bajos, agente en la Corte Internacional de Justicia y presidente de la Corte Suprema de Justicia, en mayo pasado, declaró que es “urgente modificar la Constitución de 2009, impulsada por el exmandatario Evo Morales, para transformar la justicia del país y cambiar el proceso de las elecciones judiciales”.

Ellos queriendo salir y acá otros neceando en que nos va a salir bien, esperando contra toda esperanza.

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LA FERIA

Pensiones mágicas: Se esfuman 3 mil millones de pesos

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En la nómina del Bienestar ‘cobran’ un millón de adultos mayores inexistentes * La cifra millonaria se esfuma en pagos directos imposibles de auditar persona por persona, pero este gobierno tiene el vicio de presumir y dieron los datos que se pueden revisar con el censo de población

 

ADOLFO LÓPEZ MAÑÓN

 

Volver a confiar.

Allá a principios del siglo pasado, en Autlán, Lilia (una prima de la abuela Elena) se casó con un viudo que le llevaba 40 años, ella tenía 16 y era hermosa, pero él, aparte de bien plantado, grandote y fuerte como mulo, hablando vencía virtudes.

Los papás de Lilia entendieron y se celebró el matrimonio, pero añadía la abuela que a las pocas semanas su prima se regresó a su casa como había salido: -El hombrón aquél no podía hacer labor de varón -dijo la abuela-, y nadie entendimos su insistencia en casarse sabiendo que era inútil “pa’ lo mero principal” –dijo la abuela. Cosas de pueblo.

 

LO MEJOR ES SEGUIR CON LO MISMO

Platicando en días pasados con un buen amigo, salió el tema de las próximas elecciones del 2 de junio.

Estábamos solos. Con tono de confidencia, confesó que va a votar por doña Sheinbaum: -… es un nuevo gobierno… necesita tiempo para consolidarse… han ayudado a mucha gente… fallaron en algunas cosas, pero, estaba todo tan mal… si la escogió el Presidente (a su candidata, se entiende) ha de ser la mejor… hay que confiar -mi amigo es un señor con estudios, buena persona, decente… y piensa que lo mejor es seguir con lo mismo-.

Este su texto servidor no se dedica al proselitismo político, pero tampoco es neutro, lo neutro hiede. Sin siquiera insinuarle que cambiara el sentido de su voto, le hizo un repaso de algunas de las iniciativas de reformas a la Constitución Política que ya presentó el Presidente, para modificar cosas como el INE (desapareciéndolo en los hechos) y el Poder Judicial (para que los jueces sean elegidos mediante voto popular).

No le gustó lo que oyó y aceptó que no tenía idea de esas cosas; se preocupó.

Luego, y sin pretender la apología del PRI, del PAN ni del PRD, comparé el régimen actual con el antiguo priísmo, el de los tiempos de Echeverría… se parecen tanto que parecen lo mismo.

Su argumento de que este es un nuevo gobierno no se sostiene. No estamos en los albores de un nuevo día para la nación, sino de la restauración de aquél decadente priísmo imperial que fue la degradación de un exitoso sistema político no democrático que en su momento fue necesario para construir de casi cero al país después de una infame guerra civil (revolución la llaman los entusiastas), y cuyo creador, Plutarco Elías Calles, nunca dijo que era para siempre. Tampoco le gustó a mi amigo y repitió que no tenía idea de esas cosas; se preocupó otro poquito.

De su propuesta de dar tiempo a esto para que se consolide, le recordé que este gobierno tuvo y tiene toda la autoridad y se han sometido a ella tanto las estructuras de la administración pública (incluidas las Fuerzas Armadas), como particulares y empresas.

Con esa autoridad canceló una obra privada como la cervecera Constellation Brands en Mexicali, contra derecho. Y con la misma autoridad, otorgó y otorga el 80% de los contratos a dedo y emprendió fracasadas acciones en seguridad (con su récord de 180 mil homicidios y el 30% del territorio controlado por el crimen, si no es que más); en salud (con la cancelación del Seguro Popular y los 50 millones que dejó sin servicio; junto con el inexplicable fracaso en la compra de medicamentos y la muerte de niños con cáncer); en educación (fortaleciendo al fétido SNTE, cambiando los libros de texto por libros de adoctrinamiento); y nomás por no dejar, le recordé las obras emblemáticas del sexenio: el fallido aeropuerto AIFA; la refinería Dos Bocas y el tren Maya, sin terminar estas dos y todas con sobrecostos siderales, imposibles de justificar. De eso sí sabía mi amigo.

Este gobierno tuvo toda la autoridad, tomó decisiones y fracasó en sus empeños, dejando al paso, un rastro indeleble de corrupción, como nunca antes se había visto en México. Lo aceptó. Es una evidente realidad innegable.

Sobre su argumento de que han ayudado a mucha gente, le hice reflexionar en los extraños errores en que ha incurrido con sus programas sociales, en especial la pensión para adultos mayores, que se otorga igual a viejos pobres que a viejos ricos (viejo no es mala palabra), junto con la insólita discrepancia entre el número que según el gobierno la recibe y el censo de viejos.

En la nómina del Bienestar hay un millón de viejos inexistentes cobrando y no lo pueden negar: el 12 de diciembre pasado, la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, repitió, porque lo ha dicho más de una vez, que “11 millones 841 mil 561 personas adultas mayores reciben su pensión”, y que ese año eso sumó 339 mil 341 millones de pesos (para este 2024, el monto es de 465 mil 48 millones de pesos).

Pero la dependencia del gobierno responsable de determinar la población mexicana año tras año, el Conapo (Consejo Nacional de Población) informó que a mediados del año 2023, el número de adultos mayores de 65 años de edad o más, son del orden de 10.8 millones (si duda que son solo 10.8, puede revisar el dato por su cuenta en https://economia.uaemex.mx/Publicaciones/e1604/9.Panorama-de-la-pension-para-el-bienestar-de-las-personas-adultas-mayores-en-Mexico-2020-2023.pdf; en la página 47; no anda uno inventando cifras).

Digamos que son 11.8 los que están en la nómina de Bienestar y que los del censo son 10.8; la diferencia es de un millón viejos; de a tres mil pesos mensuales cada uno (se pagan seis mil por bimestre) arroja una diferencia de 3 mil millones de pesos que cada mes, según la Secretaría del Bienestar, cobran viejos que no existen.

Se lo repito en números para que le duela: $3,000’000,000.00 se esfuman en pagos directos imposibles de auditar persona por persona, pero este gobierno tiene el vicio de presumir y dieron los datos que se pueden revisar con el censo de población.

Y aceptando sin conceder, que antes todo estaba fatal, no se entiende que un señor que buscó llegar a la Presidencia desde el 2006, repitiendo hasta el hartazgo que tenía la solución para todo lo que estaba mal, a la hora que llegó al poder resultó impotente ‘pa’ lo mero principal’, que fue cuando mi amigo murmuró: -Está difícil volver a confiar.

 

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