Su cercanía con Trump lo puede catapultar en el mundo de la política * Donald ya dijo que en su segundo mandato invitará al dueño de Tesla a su administración para que le ayude a eliminar el despilfarro gubernamental
MARKOFLOS***
Elon Musk ya no solo debe ser considerado como el empresario más exitoso del planeta, sino como un auténtico activista político.
Con un patrimonio neto estimado en unos 252.4 mil millones de dólares en julio de 2024, llegando a ser la persona más rica del mundo, según el índice de multimillonarios en tiempo real de Forbes.
Ahora será parte del gabinete de Donald Trump y habrá que ver cómo atiende sus gigantescas empresas Tesla, SpaceX, Boring Company y la red social X, que compró a Twitter en 2022 por 44 mil millones de dólares-
Seguramente estaremos siendo testigos del nacimiento de una nueva estrella, político-empresario, con miras a participar activamente en el sector público.
El triunfo de Donald Trump, quien logró la gran hazaña de reelegirse para un segundo periodo, algo inédito en Estados Unidos desde hace más de 100 años.
Su triunfo podría ser también una victoria para Elon Musk, quien pasó la noche de las elecciones con Donald Trump en su resort de Mar-a-Lago, en Florida, mientras se contaban los resultados.
“Esta noche, el pueblo de Estados Unidos le ha dado a @realDonaldTrump un mandato clarísimo por el cambio”, escribió Musk en su plataforma de redes sociales X.
Trump, en su discurso de victoria desde Palm Beach, pasó varios minutos elogiando a Musk. “Es un tipo especial. Es un supergenio”, agregó y lo llenó de piropos.
“Tenemos que proteger a nuestros genios. No tenemos tantos”, expresa Donald, quien recordó el exitoso aterrizaje de un cohete fabricado por SpaceX, una de sus empresas.
MUSK, VITAL PARA EL TRIUNFO DE TRUMP
Musk dio su apoyo absoluto a Trump después de que éste sobreviviera a un atentado durante un evento de campaña en Butler, Pennsylvania, el 13 de julio
Elon regaló cheques de un millón de dólares a votantes registrados que firmaran una petición. Considerado como un patrocinador importante del presidente electo, el multimillonario tecnológico donó más de US$119 millones para financiar un Super PAC destinado a reelegir a Trump.
Trump ya dijo que en su segundo mandato invitará a Musk a su administración para que le ayude a eliminar el despilfarro gubernamental.
Elon también ya habló de esta iniciativa como el “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por sus siglas en inglés), que hace referencia al nombre de un meme y de una criptomoneda que él mismo ha popularizado, conocida como dogecoin.
Las compañías de Musk también podrían beneficiarse de la presidencia del magnate. Una de ellas, SpaceX, ya domina el negocio del envío de satélites gubernamentales al espacio. “Musk quiere ir más allá”, añade. “Quiere ir a Marte”.
Es de resaltar que la compañía espacial de Musk, SpaceX, ya tiene numerosos contratos con la NASA. SpaceX también ha comenzado a construir satélites espías justo cuando el Pentágono y las agencias de espionaje estadounidenses parecen estar dispuestos a invertir miles de millones de dólares en ellos.
De la misma manera Tesla podría cosechar los beneficios de una administración Trump, luego de que el mes pasado, la agencia estadounidense encargada de regular la seguridad vial hubiera revelado que estaba investigando los sistemas de software de conducción autónoma de Tesla.
EL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO
Musk, quien es la persona más rica del mundo, aumentó su patrimonio neto en 21,000 millones de dólares, hasta los 285,600 millones de dólares el miércoles pasado, cuando las acciones de Tesla subieron un 15% tras la noticia de la victoria de Trump.
La acción cerró a 288.53 dólares, su nivel más alto en más de un año. SpaceX, su empresa de cohetes que se ha vuelto esencial para los lanzamientos de la NASA y el Departamento de Defensa, probablemente se convierta en un beneficiario aún mayor de los contratos federales del gobierno de Trump, lo que aumentaría aún más la riqueza de Musk.
“Elon no es un multimillonario cualquiera, y no es como la mayoría de los multimillonarios que intenta entrar en la política”; “creo que, en general, las motivaciones de Musk no se basan en el lucro. Quiero decir, se enfrenta a empresas porque cree que pueden cambiar el futuro de la humanidad”, dijo Michael Morris, profesor de liderazgo en la Escuela de Negocios de Columbia.
“EU es una nación de constructores”, dijo Musk en X, antes Twitter, después de que se hiciera evidente la victoria de Trump. Es probable que el vínculo inesperadamente estrecho entre Musk y Trump, que se desarrolló durante el último año, convierta al multimillonario tecnológico, que de por sí ya es una figura descomunal en múltiples industrias, en una figura singularmente influyente en los próximos años.
HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ
¿Hasta dónde llegará una vez metido en la política de Estados Unidos..? ¿Sus bonos políticos crecerán de la misma forma que las acciones de sus empresas, de manera exponencial..?
Lo real es que dada la cercanía de Elon con Donald seguramente Musk será un hombre poderoso en los negocios, tendrá el apoyo incondicional de Trump en cuanto tome posesión el 1 de enero de 2025, y al igual que el magnate televisivo, Elon podría ser el nuevo empresario-político de moda y quiere volar muy lejos, quiere llegar a lo más alto… quiere llegar hasta al infinito y más allá… a Marte. Sus aspiraciones son de gran altura y sin duda que será el hombre más poderoso en el mundo de los negocios. Fue el gran ganón tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.
El exmandatario estadounidense da la vuelta a las predicciones y derrota de forma arrolladora a la demócrata Kamala Harris
En unas elecciones marcadas por una intensa polarización y cuestionamientos sobre el futuro de la democracia, Donald J. Trump regresará a la Casa Blanca, tras vencer a Kamala Harris.
Trump se convierte en el 47o. presidente de Estados Unidos, retomando el poder después de su derrota en 2020.
Su retorno despierta entusiasmo entre sus seguidores y temores en sectores preocupados por los posibles impactos en derechos civiles y medio ambiente.
Donald, quien asumirá en enero de 2025, enfrenta ahora el desafío de cumplir sus promesas en una nación dividida.
Un tratado impulsado y firmado por Carlos Salinas de Gortari * El destino del acuerdo comercial tiene mucho que ver con el nuevo inquilino o inquilina de la Casa Blanca
SERGIO M. ROMERO
Al presente inalterable del 2024, todavía en las vías rápidas del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, mejor conocido como el T-MEC, no va a ser superado fácilmente entre los países integrantes, sobre todo entre los vecinos México y la Unión Americana.
Las negociaciones tienen visos de tener una infinidad de controversias, anunciadas desde el expresidente Andrés Manuel López Obrador, como por la mejor posibilidad norteamericana, cada día más factible impulsada por parte del candidato presidencial republicano Donald Trump.
En base a las pláticas y diferencias de los 3 países involucrados, quienes pregonan ser fraternales socios del T-MEC, entran en su fase de revisión periódica de su sustento o de posibles cambios que se escuchan, pero, repito, que llama más la atención lo que acuerden México y EU.
A través de resultados y de diversos puntos de vista políticos, económicos y sociales, el destino del T-MEC tiene mucho que ver con lo que suceda en las elecciones generales de Estados Unidos.
Muchos funcionarios y políticos tratan de adivinar o hacen cuentas con los posibles resultados… y hasta avizoran diferencias por varios espinosos temas, sobre todo por convenios propios o del derecho internacional.
Aquí ya hubo elección y quedó como presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien heredó diferencias o simpatías hacia el acuerdo comercial, son discretas y quizá harán modificaciones para beneficio de los tres países signatarios del T-MEC.
No olvidar un pequeño detalle: La comercialización de México con países como China, Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros gobiernos, acusados por el expresidente -y todo indica que será nuevamente inquilino de la Casa Blanca- Donald Trump de impulsar a indocumentados de baja estima que llegan a México, por la vía de largas jornadas desde sus países de origen para pasar a Estados Unidos como migrantes.
No me crean, pero amistades que tengo en Tampa, Florida, me aseguran que el candidato del Partido Republicano se enfila ya a ganar la elección presidencial estadounidense de forma apretada, sobre todo porque en las últimas semanas ha logrado convencer con sus originales estados de ánimo a buena parte del electorado que busca mayor fortaleza de EU.
Es digno de resaltar que la aspirante demócrata Kamala Harris no se siente derrotada, sino que aprieta el paso de la mano del bien aventurado expresidente Barack Obama.
Es innegable que dependiendo del nuevo mandatario estadounidense estará también el destino del T-MEC, un tratado neoliberal para dolor de los morenistas, acordado cuando fue presidente Carlos Salinas de Gortari.
Y es tan importante el T-MEC que el propio secretario de Economía, Marcelo Ebrard, llamó a los empresarios de México y Estados Unidos a defender el tratado, “ya que es el mejor negocio que hemos hecho”. ¡Sopas!
En el marco del inicio de la Cumbre de Alto Nivel con empresarios de ambas naciones, el funcionario sacó la presunción al destacar que dicho acuerdo, que también incluye a Canadá, es la envidia de muchos países del mundo. ¡Nadita!
En EU la elección está cerrada, pero Donald Trump se llevaría la victoria
GAEL BUENDÍA
A pocas horas de llevarse a cabo las elecciones estadounidenses, Donald Trump se ha comido la victoria que Kamala Harris había conseguido y ahora el empate es casi total.
Si bien ella lidera por muy poco la intención de voto a nivel nacional, eso no es lo que decidirá el resultado de la batalla y diferentes pronósticos apuntan al expresidente como triunfador si consigue resultar vencedor en todos los estados clave en los que las encuestas le dan la victoria.
Kamala Harris lidera las encuestas de intención de voto a nivel nacional, pero lo hace por menos de un punto porcentual en la del Times, y por 1.2 puntos en la reputada web especializada en encuestas FiveThirtyEight.
Alguna otra, como la de Atlas Intel, le da a la afroamericana 1.7 puntos de ventaja a nivel nacional, pero, de nuevo, estos votos no decidirán las elecciones, porque el sistema electoral estadounidense no da la victoria a quien gana en votos, sino a quien obtiene más delegados en el Colegio Electoral.
En 2020, Hillary Clinton consiguió un 48% del total de los votos frente al 46% de Trump, pero venció él al lograr más delegados.
Un detalle a resaltar es el miedo de los demócratas: Que Harris sea presidenta, pero pierda el Senado.