Recién llegada de Valentino, el debut de la italiana de 52 años era uno de los momentos más esperados de la Semana de la Moda del prêt-à-porter primavera verano 2017 de París.
El uniforme casi unisex de las esgrimistas sirvió a Maria Grazia Chiuri en bandeja un tema para desplegar su enfoque feminista, ya que según ella permite escapar “A las categorías estereotipadas masculino-femenino, joven-menos joven, razón-sentimiento”.
Christian Dior (1905-1957), fundó la marca en 1947 y estuvo al frente de la casa durante sólo 10 años. Por eso Chiuri considera que sus sucesores, incluyendo el polémico John Galliano, son referencias igualmente válidas a la hora de definir los códigos de la marca.
Acompañadas por delicadas faldas de tul, estas piezas de inspiración deportiva dieron paso a una segunda parte de la colección compuesta por vestidos transparentes decorados con motivos salidos del tarot y el horóscopo. Propuestas donde aún se dejaba sentir el espíritu de Valentino, la casa para la que trabajaba hasta hace solo seis meses junto a Pier Paolo Piccioli.
Demostrando su olfato para las ventas, Chiuri decidió recuperar el logo que la maison utilizaba en los años setenta para su primera colección de bolsos. Toda una “Dior (R)evolución”, como se leía en otra de sus camisetas.
La famosa camiseta de “We should all be feminists” que robó el show es relevante y quería serlo. No tanto porque fuera original (que no lo era en absoluto: viajemos a los años 80, a los 90 y al 2000) sino porque atrapa el aliento del momento. De acuerdo, escribamos la palabrita de marras: zeitgeist. La primera mujer en Dior no quería viajar al futuro, como hacen Prada, Balenciaga o Rick Owens, quería ser un espejo del presente. Esto es legítimo. Con esta camiseta quería marcar el tono y lo hizo con un mensaje que está en el aire y habla de igualdad. Lo pueden tachar de anecdótico y superficial, pero dará igual porque las formas son el fondo y la estética y la ética van de la mano. Tener que diseñar camisetas así en 2016 clama al cielo, pero el mundo es así, no lo hemos inventado nosotros.